El indulto de Alberto Fujimori ha alborotado tanto a la izquierda que sus principales medios no tienen ningún reparo en acudir a la mentira y la infamia, como ya es caracterísitco en su proceder. Para muestra un botón: la carátula de La República el día de ayer reflejaba una vil mentira que fue rectificada a primeras horas de la mañana por el mismísimo aludido Luis Solari, mediante una carta rectificatoria al medio de marras y además, para que no queden dudas, una llamada tempranera y oportuna a los noticieros de la TV donde pudo denunciar esta despreciable manipulación de la información.
La República es hoy -y desde hace tiempo- la expresión más viva de la desvergüenza periodística. No solo miente, confunde y engaña sino que está llena de columnistas mendaces y mediocres, la mayoría de ellos asalariados PUCP, reclutados únicamente por su adherencia al pensamiento socialistón. La República junto a Diario 16 y La Primera forman una hermandad del odio a Fujimori. A ellos se suman algunos reporteros de la TV que por su juventud y escasez cultural ignoran la historia y se suman al coro de hienas rabiosas dedicadas a insultar diariamente a Alberto Fujimori. Es muy fácil llenarse la boca con argumentos de moral para destacar como un periodista de principios cuando ni siquiera se tiene trayectoria. Solo quienes hemos vivido en carne propia las épocas del terror, la crisis económica y el gobierno de Fujimori estamos en condiciones de emitir un juicio valorativo. Los otros no solo ignoran la historia sino que se preocupan más por su imagen pública.
La caviarada junto a la progresía mediática han salido con todo a engañar al pueblo. Entrevistan a opinólogos ignorantes en la materia solo para subrayar su oposición al indulto con argumentos ridículos. La tesis que sustentan es que el indulto solo se da por razones humanitarias y se basa en un reglamento. Falso. El indulto es una institución política que no está sujeta a limitación alguna. Citamos abajo a un tratadista:
"Las instituciones de clemencia: indulto y amnistía han tenido históricamente un significado y funcionalidad política; por ello, al examen teórico microjurídico propio del Derecho Penal debe agregarse un examen teórico macrojurídico que conecte tales instituciones con la forma jurídico política del Estado y con la forma de gobierno. El significado político de los institutos de clemencia está dado por emanar de "derechos" (prerrogativas) de la soberanía; con independencia del órgano en que quede radicada la prerrogativa. En cuanto a su funcionalidad política, esta es resultado de que el campo de delitos y penas que comprende son de contenido político o bien sus motivaciones son de tal índole, funcionalidad que incluso cierta doctrina y jurisprudencia ha estimado propia de los institutos de clemencia, y que nos permite situar a dichos institutos en el campo de la justicia política."Zúñiga, Francisco (1997) "Amnistía ante la jurisprudencia", Ius et Praxis, Año 2, Nro. 2
Esta es pues la pura verdad. El indulto es una gracia presidencial establecida en la Constitución y que no está sujeta a límites expresos. Lo dice así la Constitución:
Artículo 118.- Atribuciones del Presidente de la República
21. Conceder indultos y conmutar penas. Ejercer el derecho de gracia en beneficio de losprocesados en los casos en que la etapa de instrucción haya excedido el doble de su plazomás su ampliatoria.
No hay pues impedimento alguno. Ni siquiera dice "sujeto a ley". La existencia del indulto a reos comunes por razones humanitarias administradas mediante un reglamento, de ningún modo anula la naturaleza real y esencialmente política del indulto. El presidente puede indultar libremente. No necesita esperar ningún pedido ni requiere confirmar una enfermedad. Nada de eso es cierto.
Es necesario pues detener la ola de mentiras que los opinólogos riegan a diario tratando de confundir a la gente y amedrentar al presidente. Una cosa es el indulto humanitario para presos comunes y otra muy diferente el indulto político. Este se usa para restituir la justicia política, pacificar la nación o reconciliar a la sociedad, entre otros fines netamente políticos. Por ello es de naturaleza excepcional y discrecional del presidente. Acá están tratando de confundir a la opinión pública centrándose en la salud de Fujimori como si se tratara de un indulto humanitario convencional y sujeto a reglamento ordinario para presos comunes. El caso de Fujimori es muy diferente, pues se trata de un ex presidente con arraigo popular.
Por otro lado, el indulto a Alberto Fujimori se justifica plenamente porque su sentencia fue un atropello total a la justicia, un burdo montaje teórico y un abuso de poder de parte de la caviarada y las ONGs. La condena se basó no en pruebas sino en teorías. Nadie con un sentido mínimo de equilibrio mental y ecuanimidad moral puede admitir que Alberto Fujimori sea culpable de delitos como "homicidio calificado" y "secuestro agravado". Solo faltaba que lo condenen también por violación. Fue un flagrante abuso de poder por parte de una justicia ideologizada. Eso es lo que el presidente debe resarcir.
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