Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
El reality show en que se ha convertido el alegato judicial del fiscal José Domingo Pérez no solo lo ha llevado a la fama, sino que ya es el héroe de los sectores anti Keiko. Ha sido elevado a la categoría de héroe en las cloacas de las redes sociales, donde emana la pestilencia habitual de los cerdos que se revuelcan en el odio, los memes injuriosos, los insultos y calificativos baratos. Toda esa lacra social de infantes exaltados y progres pro terrucos ya tienen a su héroe.
Sin duda que José Domingo Pérez representa bien a esos sectores que son la antítesis de la decencia, la racionalidad y de una sociedad civilizada. Sus fans corrieron a las puertas del juzgado con pancartas que llevaban su rostro y coreaban su nombre, agradeciéndole por meter a la cárcel a la mujer que odian, a la que llaman corrupta porque eso es lo que les han enseñado a memorizar. Es todo un caso de psicosisi colectiva que merece un estudio profundo para descubrir cuánta miseria mental se esconde detrás de esas escenas.
Personalmente he hecho el experimento de meterme a las cloacas de las redes sociales para pregutarle a varios de estos seres de inframundo que gozan del insulto y la difamación a Keiko, de qué exactamente la acusan. Nunca he encontrado un cargo concreto. Solo insultos: corrupta, ladrona, mafiosa, vaga, etc. Algunos, los más versados, aseguran que "estudió con nuestra plata" o "fue parte del gobierno corrupto de su padre". Y allí acaban los cargos.
El adoctrinamiento social que ha llevado a cabo la izquierda caviar, que ha gobernado el Perú en estos últimos 18 años, ha sido tenaz. Las últimas dos generaciones han crecido amamantados en el odio al fujimorismo, alimentándose del odio que cada día les servían a la mesa desde los medios y las redes sociales dominadas por la izquierda. Gran trabajo de cloacas como utero.pe y La Mula, además de docenas de páginas de Facebook dedicadas al insulto y la exaltación del odio al fujimorismo.
El antifujimorismo es la doctrina nacional creada por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, cuyas enseñanzas se riegan en las escuelas gracias a la infiltración del MINEDU por parte de rojos de la talla de Nelson Manrique. Los textos escolares y los maestros del Sutep inician a los jóvenes en la doctrina del antifujimorismo, el cual será reforzado por la universidad copada aún por el marxismo. No hay escapatoria. Allí tienen a las últimas generaciones de jóvenes convertidos en borregos del antifujimorismo, repitiendo los mitos y mentiras creados por la izquierda.
De esta perversa manera la izquierda ha creado una nación esquizofrénica que vive sumida en el mito e ignorante de su realidad. La esquizofrenia ha llegado a su clímax con el show del fiscal José Domingo Pérez pidiendo cárcel para Keiko, sin que ella haya gobernado jamás. Mientras que todos aquellos que pasaron por el poder concediendo grandes y costosas (y muchas veces inútiles) obras a las empresas brasileñas que los financiaron para llevarlos al poder, andan libres y sin ser molestados, o los han dejado escapar mirando a otro lado mientras seguían postulando a la presidencia.
En los últimos 18 años hemos sido gobernados por corruptos, que fueron elegidos con el apoyo de la izquierda caviar que hoy nos vende el show de la lucha contra la corrupción. De hecho, quienes nos han estado gobernando detrás de bambalinas son los asesores de la izquierda caviar, que de vez en cuando asoman como ministros de Estado. Son ellos los autores de las políticas públicas que hoy son emblema del Estado: género, interculturalidad, inclusión social, gasto social, etc.
Es decir, toda la corrupción que hemos vivido en los últimos 18 años ha sido obra de la izquierda caviar, encubierta y protegida por la prensa corrupta que también tiene rabo de paja, porque la mega corrupción que llegó desde Venezuela y Brasil salpicó no solo a los candidatos y sus partidos sino también a los medios, a varios periodistas, a las oenegés y otras organizaciones de izquierda. Todos ellos tienen las manos sucias. Todos ellos apoyaron a los corruptos y fueron parte de la corrupción de diversas formas, mientras al mismo tiempo se dedicaban al truco de señalar a Keiko como corrupta solo para que todos los ignorantes se lo crean.
De este modo, los verdaderos corruptos detrás de la mafia caviar de los medios, las oenegés y los últimos cuatro gobiernos que han robado al Perú recibiendo no solo donaciones de campaña sino verdaderas coimas pagadas con megaobras, cobrando millones por asesorías truchas y estudios inútiles en los ministerios copados por parásitos oenegeros o académicos de izquierda, o en millones destinados a la farra de la publicidad estatal en los medios corruptos, todo ese latrocinio vivido en los últimos 18 años ha sido mágicamente encubierto con las campañas anti Keiko, para que toda esa manga de imbéciles que sigue a los medios basura de izquierda se dediquen a odiar a Keiko.
En resumen, los corruptos nos han vendido el cuento de que luchar contra la corrupción es perseguir a Keiko y al fujimorismo mediante el cuento sin fin de los noventas. Ya son 18 años de cuentos antifujimoristas. Los idiotas ya pueden sacar su DNI antifujimorista. Ya se han recibido varias veces en la academia nacional de ciencias antifujimoristas. Y estos expertos en el odio a Keiko son los que ignoran totalmente la realidad nacional vivida no solo en estos últimos 18 años sino toda. Lo ignoran todo, no saben más que cacarear los mitos y mentiras de la doctrina oficial del antifujimorismo montado por la izquierda cavar y regada por las cloacas de sus redes.
Ahora ya tienen a su héroe nacional, el fiscal José Domingo Pérez, un mediocre a carta cabal, que ha llevado su arrogancia y pedantería al juzgado para tratar de montar un show de mago infantil, exhibiendo minucias irrelevantes para convertir a Keiko en la cabecilla de una organización criminal. Lo único que le ha faltado es mostrar los boletos de bus hallados en sus allanamientos. No tiene nada más que fábulas. Lo sabe y por eso no quiere abrir un juicio. Todo lo que quiere es apelar al truco de la prisión preventiva para meter presa a Keiko por tres años. Ha escogido al juez adecuado para ello.
Acá no se trata de mostrar culpabilidad alguna de Keiko sino tan solo probar que hay peligro de que ella pueda frustrar las investigaciones del fiscal, que ya tienen más de tres años. Y quiere tres más, pero con ella en la cárcel. Los argumentos del fiscal han dado risa: Keiko tiene ascendencia japonesa, no tiene casa propia, ha viajado varias veces el extranjero y su marido es gringo. Si meten presa a Keiko por tres años es por todas estas razones. No porque sea culpable de nada.
¿Qué pasará luego? Ya lo vimos: bajarse el informe de la comisión Lavajato que contiene las pruebas y acusaciones a todos los verdaderos corruptos de los últimos 18 años. Y luego, sacar como sea al Fiscal de la Nación Pedro Chávarry que promete investigar a todos esos corruptos encubiertos por la mafia caviar. Todo esta´muy bien armado para que los corruptos del siglo XXI se salgan con la suya, mientras le siguen arrojando basura a los cerdos.