jueves, 31 de julio de 2014

La receta de don Cucho


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

La gente tiende a preferir las explicaciones simples y, por ello mismo, a proponer soluciones simples para problemas complejos. Problemas que son poco entendidos porque son culturales y multifactoriales, donde intervienen a un mismo tiempo procesos y factores invisibles y que, para mayor desgracia, están ocultos fuera de nuestros alcances y posibilidades humanas. La gente solo percibe un malestar y luego cree que es posible cambiar ese estado con una simple medida como dar una ley. 

Pero la triste verdad es que las leyes no cambian la realidad. Un país no se vuelve industrializado porque una ley lo ordena o lo "promueve". El acoso escolar no desaparece por una ley "antibullying". Las armas de los delincuentes no desaparecen porque una ley los prohíbe creando engorrosos trámites que solo fastidian a la gente decente. Del mismo modo ninguna ley es capaz de crear "institucionalidad" en ningún lado. Y menos en la política.

Digo todo esto porque nuevamente se anuncia la segunda edición de la famosa "ley de partidos políticos" cuya primera versión se lanzó hace más de una década con la ridícula idea de que la realidad política del país se iba a arreglar. Por supuesto que no se arregló. Peor aun: empeoró. ¿Por qué entonces ahora se insiste en otra nueva ley de partidos políticos? Solamente porque la mula tiende a ir al trigo. 

El señor Mariano Cucho, jefe del ONPE, quiere que el Congreso apruebe su nueva ley de partidos políticos porque asegura que es "absolutamente indispensable para la institucionalidad democrática". Está convencido de que con esta dichosa ley se "fortalecerán los partidos políticos". Pero lo más sorprendente es que "este proyecto de Ley de Partidos establece el financiamiento público directo para que estas organizaciones puedan desarrollar una vida partidaria y no dependan de recursos externos". 

¿Puede haber mayor estupidez que regalarles dinero público a estas organizaciones mafiosas que solo se arman para asaltar el poder en cada elección? Escucho genios opinólogos que dicen que así se impediría que el narcotráfico llegue a los partidos. Así de simple y elemental es la lógica de nuestros genios opinólogos. Es decir que el narcotráfico se va a detener simplemente porque el Estado financia a los partidos. ja ja ja Esto es como creer que si les aumentamos el sueldo a todos los burócratas acabaremos con la corrupción. Creo que ni un niño creería eso. Una cosa no tiene que ver con la otra, aunque el simplismo lógico lo pinte así.

El pensamiento barato de nuestros burócratas no solo lleva a creer en la magia de las leyes sino en que el Estado puede arreglar todo si le arroja dinero al problema. Así se piensa que si el Estado le regala dinero a estas mafias políticas de trepadores y asaltantes del poder, la "institucionalidad política y democrática se fortalece". Y para sellar su argumentación nunca falta el progre que te dice "en otros países existe". Claro que en todos los países existen idiotas. No tenemos el monopolio. Por el contrario, los de acá no hacen más que copiar todo lo que ven afuera, aunque nuestra realidad sociocultural sea completamente diferente.

Regalarle dinero a los mal llamados "partidos políticos" solo incrementará los problemas. Donde hay dinero hay corrupción. Ya tenemos esta feria de vientres de alquiler montadas solo para vender inscripciones, como la que le ofreció la oportunidad de candidatear a Ollanta en el 2006 sin ser nadie. Lo único que hará la ley es extender el negocio político. En lugar de 30 agrupaciones llegaremos a superar el centenar. ¿Qué importa si no tienes dinero para la campaña? ¡El Estado te la financia! Y siempre te sobrará alguito. ¡Negocio redondo!

Por supuesto que esta ley será aprobada de un solo carpetazo. ¿Acaso algún partido se opondrá? Solo queda mostrar la indignación ciudadana ante este mamarracho legal que busca regalar el dinero de todos a las mafias de la política. Los partidos deben aprender a subsistir de sus afiliados, tal como lo hacen las numerosas iglesias que existen. Para las campañas reciben apoyos y estos deben ser transparentes. Si hay sospechas sobre su procedencia pues que el Estado investigue y punto. Para eso ya hay leyes y harta burocracia. Que hagan su trabajo. Ya basta de derrochar dinero público alegremente con ilusas intenciones.

lunes, 28 de julio de 2014

La era de la mediocridad


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El mensaje del presidente Ollanta Humala nos ha confirmado, por si hacía falta, que el Perú vive en la era de la mediocridad. En muchos aspectos este mensaje parecía ser una repetición de los anteriores. Hasta se han vuelto a repetir las mismas promesas. Pero lo más decepcionante es que no ha tenido una visión de país ni de metas como nación, salvo algunos anhelos bienintencionados en determinadas áreas muy concretas, en particular apuntando hacia el centenario de la independencia; es decir, más allá de esta gestión. Todas estas aspiraciones giran en torno a los programas sociales, que siguen siendo casi la única tarea en la que se agota este gobierno.

Tal parece que Ollanta Humala hubiera transitado de la "Gran Transformación" a la "Hoja de Ruta" y ahora está en un plan que se llama "Plata para todos". No otra cosa es su derroche fiscal en diversos programas sociales que fortalecen el aspecto meramente asistencialista del gobierno, pensando aparentemente en recuperar algo de simpatías y apoyo popular. Ha dicho que en su gestión un millón de peruanos han dejado de ser pobres. Pero eso se debe no a una sana incorporación de esta gente a la zona económica sino a mero asistencialismo social. Es el modelo de falso crecimiento social montado por los países socialistas.

EL asistencialismo llega al colmo de anunciar que el Estado ya empieza su labor de "protección" desde la concepción, y que cada niño al nacer ya viene con sus programas sociales bajo el brazo. No solo eso sino que el Estado garantiza una serie de coberturas sociales a todo lo largo de la vida, hasta llegar a la famosa pensión 65. El Estado de bienestar no tiene límites. Por lo menos en ofrecimientos que básicamente significan burocracias costosas con sus secuelas de corrupción, ineptitud y poca cobertura eficaz. En lugar de tantos programas sociales bastaría con que el Estado tuviera sus colegios y hospitales en buen estado, y no cayéndose como están. 

La infraestructura del Estado es un desastre pero el gobierno prefiere gastar una millonada lanzándose a la estúpida aventura de hacer una costosa refinería en Talara, en lugar de pasarle el muerto al sector privado. No se han anunciado nuevas iniciativas importantes. Se ha rellenado el discurso con lo ya conocido, como el tren macho y los proyectos mineros pendientes. Aunque se ha cuidado de no mencionar Conga, que hasta ahora sigue pendiente. Los enajenados mentales de Tierra y Libertad, comandados por el ex cura ecocomunista Marco Arana, ya empezaron la campaña contra Tía María, y lo más probable es que también logren paralizarla. 

Este mismo gobierno les dio pie a los revoltosos aprobando la ley de consulta previa y cediendo ante las exigencias ridículas e ilegales que planteaban los antimineros en Cajamarca. Apenas a los tres meses vimos cómo el nuevo gobierno de Humala empezaba a hundirse y sus gabinetes caían unos tras otros. Al final ha terminado en manos de la iluminada Ana Jara, cuya única experiencia política es haber servido de abnegada presentadora oficial y telonera de Nadine en cuanto evento organizaba para el lucimiento de la primera dama. Más allá de su servilismo palaciego no se le conoce virtud alguna. 

Así las cosas el Perú festeja otro aniversario patrio sumido en la mediocridad más espantosa de su élite gobernante y de su clase política. Estamos en manos de un partido que no existe y que encima está en crisis y en descomposición, un partido que no es más que una PYME familiar de los Humala-Heredia y una cofradía de inútiles chupamedias de la talla de Josué Gutiérrez, el gusano parlamentario que ha decorado su oficina (si se puede llamar así a la huachafería) con gigantografías de Nadine, como si fuera actriz porno. Y no digamos nada de la actual presidenta del Congreso, alguien cuyo perfil político entra en un tuit. 

En fin, lástima por los peruanos porque la verdad es que no nos merecemos esta clase de escoria en el poder. Pero ni siquiera se han planteado verdaderas reformas política para solucionar este grave problema. Lo que se ha planteado son estupideces como la alternancia de género. Es obvio que estos incapaces nunca podrán hacer una reforma política ya que carecen de visión y criterio. Apenas andan preocupados por sus propias debilidades internas como el transfuguismo, como si con una ley se pudiera cambiar eso obligando a mantener la lealtad a un partido que solo es un vientre de alquiler. 

Poco a poco el Estado sigue creciendo más y más, con nuevos ministerios y organismos como las superintendencias, aumentando las leyes y las regulaciones. Todo esto crece pero la eficiencia se ha detenido. A más Estado menos desarrollo. A más ministerios y leyes más regulaciones y menos producción. Es simple de entender. Lentamente estamos aniquilando las reformas exitosas de los 90 y volviendo al esquema anterior que nos llevó a la crisis. Esperemos que este gobierno no nos siga hundiendo más. Se necesita un cambio de timón urgente. Pero habrá que esperar para ello.


Adiós al te deum de fiestas patrias


Por: Gonzalo Alegría Varona

Este menjunje del "Te Deum" viene de la mezcolanza "Iglesia-Estado" que el Estado Pontificio inventó en la Edad Media para que se lo bebieran cual ricino, todos los Monarcas (tu eres Rey o Emperador sólo si el Cardenal o Papa te corona). A estas alturas de la historia, esta manipulación ideológica extrema ya debería estar muerta y sepultada en las democracias modernas del Siglo XXI.

Con los Derechos Humanos y el Sistema Democrático moderno, suponemos que el poder mana del Pueblo y no de Dios. Y por ende, el Estado es laico, aconfesional. Todos los credos son respetados, pero ninguno, promovido desde el Estado. El Gobierno respeta la libre práctica religiosa, pero no responde a ningún dictado eclesial. Al igual que el Estado, no se mete a decirle a un cura, si su FE es verdad o NO, un cura no puede decirle al ESTADO cómo Gobernar.

Así las cosas, habría definitivamente que obviar el Te Deum en las Fiestas Patrias. Es inconcebible, que en pleno Siglo XXI, durante la celebración de la Independencia Nacional, en la Fiesta de la Patria que es de TODOS los peruanos, se nos cuele de refilón, una prédica religiosa que sólo beneficia a la curia y sus feligreces específicos, los católicos PRACTICANTES que, a estas alturas, son cada vez más, "una mayoría minoritaria" (como la Bancada Nacionalista).

En un Te Deum realmente democrático, tendrían que poder opinar en el mismo acto, también los Evangélicos, Mormones, Hebreos, Musulmanes, Budistas, Hare Krishna, No Practicantes, Agnósticos, Ateos, etc... Es decir: opinan del "espíritu" todos, o no opina nadie. Porque la igualdad ante la ley es un principio democrático, NO clerical. La voz de Cipriani no debe ser, para un buen Presidente del Perú, ni más ni menos que la voz de un ciudadano peruano más. Insisto: un peruano más.

El próximo Presidente del Perú, nos debe evitar a todos el madrugón en feriado... El 28 y 29 de Julio sólo admiten actos cívico-patrióticos y punto. Para fiestas religiosas ya se tienen muchas en el calendario. Se llega a tales extremos durante todo el año que el Presidente hasta carga el anda del Sr. de Los Milagros. Así que, ocasiones para que Dios bendiga a la Patria, hay un montón. O si quieren leerlo de otra manera: fiestas religiosas y humillación pública del Estado y sumisión de las altas autoridades civiles a las eclesiales católicas, ya hay suficientes...

A todo ésto, para los malpensados: soy católico practicante. De misa dominical. Pero también, soy un peruano honesto, que no quiere manipular a nadie. No puedo comulgar con que un Estado Laico como el Perú, regale más de 2 Mill. de soles a la Iglesia Católica y, para colmo, tenga que escuchar regaños y monsergas de un Cardenal que oculta a sus pedófilos.

Así como desapareció la Inquisición Española del Perú, falta desaparecer el Te Deum. Nuestra modernización y buen gobierno así lo exigen.

domingo, 27 de julio de 2014

EL ESTADO SOY YO!



Escrito por: Elvis Occ


Cuenta la historia (algunos discreparan) que un buen dia y para sorpresa de todos, el Rey de Francia Luis XIV, llego al Parlamento frances con fuste en mano y vistiendo indumentaria ecuestre. En algun trayecto de la sesion parlamentaria el Rey irguiendose por encima de sus subditos, dijo con total absolutismo: l'etat c'est moi. El estado soy yo. Dicho en castellano castizo, Luis XIV le aclaro al parlamento frances que el ostentaba los tres poderes del estado (ejecutivo, legislativo y judicial) o sea, el estado en si como unidad política, social y territorial se resumía en su persona. El Rey no estaba sujeto a leyes terrenales, solo a las leyes naturales y divinas.


Mucho se ha hablado y escrito sobre Nadine Heredia (esposa del presidente Ollanta Humala) y su continua como tambien visible intromision en el gobierno del pais. Ha nominado a muchos de sus acolitos a puestos en el gobierno que en casi 100% de oportunidades han sido confirmados. Si en un principio nos parecia simple pago de favores politicos o personales (ginecologa personal en una embajada) hoy es preocupante comprobar que no es asi. Nadine dejo de ser el capricho detras del poder cuando termino por imponer al Presidente/a del Congreso. Ella es el poder mismo!


SUNAT y la Fiscalia Suprema de la Nacion estan ocupados por primos de Nadine Heredia. La Primer Ministro es su mas visible admiradora y la recien electa Presidenta del Congreso es un peon mas en el tablero de sus movidas. Si a todo esto agregamos que el presidente apoya todas las elucubraciones politicas de su esposa, podemos concluir que el poder esta peligrosamente concentrado en una persona que nadie eligio, ni desempeña cargo publico alguno. Por tanto, Nadine Heredia al igual que Luis XIV, tampoco esta sujeta a leyes terrenales en cuanto a sus intromisiones politicas. Ella tiene el fuste, ella tiene el poder, el estado es ella. ¿Alguien lo duda?

Una reforma para la foto


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

La tan anunciada reforma del transporte que hace 4 años viene cacareando la alcaldesa Susana Villarán al fin dio su primer paso. La verdad es que más fue el caos y el desconcierto que la maravilla de orden que se prometió. Pocas unidades, esperas largas que superan los 20 minutos, paraderos exageradamente distantes y apachurradera en los buses fue el inicio de la gran reforma. Y todo esto pudo darse en medio de la estrecha vigilancia de numerosos policías e inspectores.

Es fácil pronosticar el fracaso de esta reforma, si se le puede llamar así a lo que solo es la apropiación de un corredor vial para cierto grupo de transportistas mientras que a los demás se les arrima por otras vías que acabarán asfixiadas. La verdad es que solo están desvistiendo a un santo para vestir a otro. No tiene sentido crear un corredor privilegiado a costa de estropear el tránsito de otras vías. 

No se puede hablar de cambio ni reforma si no se reemplaza efectivamente el viejo sistema por uno nuevo. Y en ningún momento se piensa hacer esto. Lo que se pretende es incorporar, en medio del caos actual, un nuevo sistema con una serie de vías privilegiadas pero sin retirar una sola unidad vieja ni cancelar una sola empresa de transporte de las que han venido causando estragos por la ciudad en los últimos 30 años. Es decir, en buena cuenta, no quieren chocar con nadie. El ridículo plan de chatarreo, que es un premio a los transportistas más conchudos, tampoco ha dado resultados.

Es obvio que esta reforma que no es reforma va a fracasar sin remedio porque los corredores serán invadidos por las unidades informales, como siempre ha ocurrido y como ocurre ahora en el caso de los taxis. No siempre van a estar apostados los policías y los inspectores vigilando que no entren al corredor las viejas unidades. Ya deben estar pintándose de azul para despistar, aunque sea por las noches. De hecho, apenas se fueron los agentes contratados para la foto, el caos volvió a la Av. Arequipa.

La estrategia de Villarán no ha sido diferente del que usó Castañeda: no tocar a nadie y emprender los cambios del transporte encima de lo que hay. Eso fue el Metropolitano y esto es el plan actual de corredores viales: un nuevo sistema montado sobre el caos reinante empujando las viejas unidades de transporte dos o tres cuadras más allá. Es decir, un engañamuchachos. Mientras tanto la guerra entre Lima y el Callao apenas empieza. 

¿Qué está esperando el gobierno o el Congreso para crear una entidad autónoma que se ocupe de regular el tránsito de Lima y Callao de manera técnica, es decir, no a cargo de la típica manga de ineptos que llegan al municipio con cada alcalde sino por un cuerpo de profesionales calificados? Y sobre todo, una entidad que pueda planificar el desarrollo de la ciudad a largo plazo, sin contratiempos electorales. Ya basta de mamarrachos y poses electoreras. La ciudad ya no da para más.

Chanchada de otorongos



Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El Congreso de la República eligió a su nueva presidenta haciendo un esfuerzo genuino por reforzar su imagen pública de otorongos vendidos que solo obedecen los dictados de Nadine. No hay otro mérito reconocible en Ana María Solórzano que su absoluta sumisión a la jefa de facto del gobierno. Solórzano es una guapa jovencita que carece de cualquier mérito siquiera para estar en el Congreso. Pero como al Congreso llega cualquiera, sin importar si sabe leer y escribir (y los partidos políticos aprovechan al máximo esta licencia para meter a la peor escoria en sus listas) tampoco hay mucho que elegir, es cierto.

La candidata de Nadine ganó apenas por dos votos en segunda vuelta, ya que en la primera perdió. Lo curioso es que justo habían dos otorongos que habían decidido irse de vacaciones. ¿Qué clase de idiota es un congresista que se va de vacaciones en julio? ¿Acaso no sabe lo que ocurre en este mes? Pero allí estaban gozando del sol en otros lares Renzo Reggiardo y Leyla Chihuán, los dos votos que faltaron para pulsear a los otorongos del nacionalismo y del peruposibilismo infeccioso. Una falta grave de lesa estupidez por parte de este par de inútiles que solo sirven para votar y para nada más, ya que su aporte parlamentario es nulo. Asi que por lo menos deberían estar a la hora de votar.

Tras la derrota en primera vuelta los celulares empezaron a sonar. Llamaban de Palacio de Gobierno para convencer a los indecisos y torcer la voluntad de los otros, pero no con razones sino con prebendas. Ollanta carece de recursos oratorios y no es capaz de convencer ni a un niño, a menos que le ofrezcas algo. Nadine y Ollanta tuvieron que apelar directamente a la compra de votos, es decir, al soborno. No había de otra. ¿Y dónde están ahora los defensores de la ética y la democracia que criticaban estos métodos en la era de Fujimori? ¿No eran los payasos del peruposibilismo, entre otros?

Los argumentos que se escucharon en todos lados sonaban más a trauma y disculpa. Por ejemplo el oficialismo copió la excusa de Susana Villarán: "si no me reeligen todas las reformas peligran". Por su lado los piojos de AP que solo piensan con la hiel en el cerebro vomitaban su antiaprismo y antifujimorismo para justificar su apoyo al oficialismo. Los chakanos que inicialmente aseguraron no votar por Ana María Solórzano por ser una incapaz, al final fueron conminados por el borracho de Cabana quien negoció directamente con el cachaco mediocre el blindaje al asunto de ECOTEVA a cambio de los votos. Luego apareció León con su cara de ratón repitiendo la patética y ya trillada excusa de que PP votó contra el aprismo y el fujimorismo, único mérito político que parece exhibir en estos tiempos la lacra de mediocres trepadores angurrientos y defensores del lavador de activos.

Así es como funciona el relleno sanitario de la Plaza Bolívar. Al menos en el mes de julio deberían colocarle una carpa gigante de colores a rayas para que los ciudadanos sepan dónde están los payasos de la democracia. Al final el Perú se ha convertido en un matriarcado dictatorial al mando de Nadine Heredia, quien ya dispuso a su personal doméstico en los principales cargos: la presidencia del Congreso y la PCM. O sea, tiene el poder de facto sobre el Ejecutivo y el Legislativo. Si le sumamos al primo en la Fiscalía y al chupe sin pelos que dirige el Ministerio de Defensa, se puede decir que Nadine maneja todo.

La historia tendrá que registrar esta novedosa dictadura que se ha apoderado ya del Perú. Una dictadura femenina sustentada en una plaga de incapaces y chupamedias que se hacen llamar congresistas.

sábado, 26 de julio de 2014

El legado de la URSS en Cuba


Por: Iván García Quintero

Todavía en los libros de historia universal de escuelas secundarias o preuniversitarias en Cuba, el tema soviético se maneja con pinzas.

Se recuerda a su padre fundador Vladimir Ilich Lenin, la epopeya de la Segunda Guerra Mundial con sus 20 millones de muertos (dato viejo, fueron 27 millones y no pocos murieron por un disparo en la nuca de sus propios camaradas o en un tenebroso gulag), y la ayuda desinteresada de la URSS en los primeros años de la revolución verde olivo. 

A Zoraida, estudiante de tercer año de bachillerato y amante de la historia, cuando le pregunto sobre aquella nación conformada por quince repúblicas europeas y asiáticas, sin apenas tomar aire, me suelta una parrafada calcada de los manuales escolares.

“La Revolución de Octubre fue fundada en 1917 por Lenin, y a pesar de las agresiones de naciones occidentales se consolidó como una gran potencia mundial. Fue el país con más muertos durante la Segunda Guerra Mundial, 20 millones (persiste en el error), y tuvo que luchar sola frente a las hordas fascistas. Estados Unidos y sus aliados se vieron obligados a abrir el Segundo Frente en Normandía ante el avance vertiginoso del Ejército Rojo”, responde con ese dejo de orgullo habitual en los alumnos aplicados.

No sé cuál será su vocación futura. Pero en ella el Partido tiene un buen prospecto de comisario político. Como deseaba indagar sobre otros aspectos históricos menos divulgados en los medios nacionales, le hice las siguientes preguntas:

¿Qué me podrías decir de las brutales purgas de Stalin, que costaron millones de vidas al pueblo soviético? ¿Sabías que la aplicación de la colectivización agrícola provocó hambruna y entre 7 y 10 millones de muertos en Ucrania, llamada Holodomor? ¿Habías leído acerca del pacto de no agresión Molotov-Ribbentrop donde en una cláusula secreta Hitler y Stalin se repartieron las repúblicas bálticas y una zona de Europa del Este?

¿Has leído o escuchado sobre la matanza en el bosque de Katyn por tropas élites soviéticas a militares polacos? ¿Conocías que el escritor Aleksandr Solzhenitsyn, Premio Nobel de Literatura en 1970, al igual que otros muchos intelectuales, estuvo preso en el Gulag sólo por pensar diferente?

¿No crees que la URSS fue una nación imperialista, pues ocupó parte de Europa del Este como trofeo de guerra e instauró gobiernos vasallos? ¿Has estudiado sobre la agresión soviética a Checoslovaquia en 1968 o Afganistán en 1979?

¿Alguna vez te contaron que por decisión de Fidel Castro y Nikita Kruschev, en Cuba estuvieron emplazados 42 cohetes atómicos de alcance medio que pudieron provocar una conflagración nuclear? ¿Sabías que al igual que Estados Unidos tiene una base militar en contra de la voluntad del pueblo cubano, Fidel Castro sin consultar al pueblo autorizó un centro de instrucción militar con tropas soviéticas y una base de espionaje electrónico en las afueras de La Habana?

A cada una de estas preguntas, la joven respondió con evasivas: “No, no lo sé. No, no lo he leído. O eso no lo hemos dado en la escuela”.

Es conocido que el sistema de enseñanza en Cuba intenta pertrechar a sus alumnos de una visión marxista y exaltar a Fidel Castro y su revolución. En temas rigurosamente comprobados, el método utilizado no es mentir, sino reconocer que no se tiene información o no decir toda la verdad. 

Aunque hace más de 20 años la URSS desapareció del mapa y dijo adiós a su estrafalaria ideología, la educación en la Isla continúa siendo un celoso albacea de la narrativa soviética.

Manuel, graduado de Filosofía, reconoce que en sus estudios universitarios de Historia no hicieron hincapié en la Perestroika y la Glasnost. “De pasada los profesores encaraban aquella etapa. De Gorbachov se nos dijo que fue un traidor, que desmontó piedra a piedra el poderío y la influencia soviéticos. El enterrador del comunismo. Un paria”.

En las estructuras del poder existe un núcleo poderoso que aún recuerda con nostalgia el período soviético. El general Raúl Castro, al frente de los destinos de Cuba, es un gran admirador del comunismo ruso. En una de las visitas al apartamento de Juan Juan Almeida, hijo del comandante guerrillero, cuando vivía en Nuevo Vedado, Juan Juan me contó que en la antesala de la oficina del General Castro en el MINFAR, había un cuadro de Stalin, el carnicero de Georgia.

En el discurso de viejos aparatchiks, formados en severas escuelas del Partido, sigue latente la Cuba soviética de antaño. Joel, funcionario retirado, añora los viajes a Moscú y las visitas al mausoleo del Kremlin, donde Lenin yace embalsamado. En su casa, en un estante de madera, reposa una colección de libros de Boris Polevoi, Nicolai Ostrovski e Iliá Ehrenburg, entre otros que escribieron sobre las proezas del Ejército Rojo en la Gran Guerra Patria.

Carlos, sociólogo, considera “que la URSS puede parecer periódico viejo, pero no está muerta del todo: la población ya no se acuerda de la carne de lata, la compota de manzana ni los muñequitos rusos; es en las estructuras del poder donde extrañan la era soviética”.

La historia de amor hacia la URSS entre un sector intelectual y político es de vieja data en el país. Muchos que juran ser nacionalistas a pie firme, acusan de anexionistas a las personas que admiran el estilo de vida y las estructuras institucionales de Estados Unidos. Pero donde de veras existe anexionismo, es en el comunismo. No solo importaron la ideología, también pretendieron clonar el modelo soviético en un archipiélago del Caribe a 9.500 kilómetros de Moscú.

Y no eran tontos o analfabetos los que aplaudían la teoría de una Cuba soviética. Entre ellos, intelectuales de talla como Nicolás Guillén, Salvador García Agüero y Juan Marinello, miembros del Partido Socialista Popular (PSP).

Con la llegada al poder de Fidel Castro, el oportunismo político de los barbudos se acopló al imaginario comunista de hombres curtidos en el quehacer sindical y el proselitismo marxista en diversos sectores académicos e intelectuales de la nación.

A pesar de la afinidad del Gobierno cubano con el soviético, entre un segmento amplio de la ciudadanía, la cultura rusa no caló. Tampoco cuajaron su moda y costumbres, sus comidas y creencias religiosas.

Lo que la URSS nos dejó fueron algunos cientos de matrimonios entre rusos y cubanos. Y nombres como Iván, Tatiana, Vladimir, Irina, Boris, Natasha… Poco más.

Aunque los añejos dinosaurios políticos traten hoy a cuerpo de rey a Rusia en los medios y, la nomenclatura se esfuerce en reactivar nuevos pactos, el país eurasiático sigue siendo una música lejana y exótica para la gente de a pie.

Y es que, por geografía y cultura, los cubanos siguen mirando al Norte.


jueves, 24 de julio de 2014

La histeria liberal anti AFP


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Las administradoras de fondos de pensiones, conocidas como AFP, son blanco permanente del progresismo y de un batallón de políticos figuretis que no cesan en criticar al sistema privado de pensiones (SSP), diciendo cuanta sandez cruza por sus mentes, dejando ver en cada ocasión su penosa ignorancia sobre el fondo del asunto. Para colmo, en estos tiempos se han sumado al griterío anti AFP los independientes afectados con el descuento obligatorio. Y hasta se está organizando un plantón contra la AFP Habitat. 

Todo esto solo refleja el grado de histeria al que se puede llegar en medio de campañas de desinformación y ataques sistemáticos, motivados básicamente por el fanatismo ideológico en contra de la empresa privada. El principal argumento contras las AFP es que "ganan demasiado". Las últimas reformas han tenido el objetivo central de reducir sus comisiones, no en mejorar las pensiones ni asegurar o aumentar la rentabilidad de los fondos. No, nada de eso. La obsesión de los críticos y reformistas es que las AFP ganan dinero. Algo que no pueden concebir. En Argentina incluso lograron eliminarlas y el Estado se apropió de los fondos. Eso es sin duda lo que persiguen acá los anti AFP.

Lo ridículo del griterio anti AFP es que en el Perú existen dos sistemas de pensiones: el público, a cargo de la ONP; y el privado, a cargo de las AFP. Ambos subsisten en abierta competencia y la gente puede elegir libremente entre los dos. En ambos casos el descuento es obligatorio. La pregunta obvia es ¿por qué si hay dos sistemas de libre elección -público y privado- los quejosos están siempre en contra a las AFP, a pesar de que el sistema del Estado es notablemente peor? Es solo porque no soportan que las empresas ganen. Es todo. Y no es poco. Esa tara mental es en parte  responsable de nuestra mediocridad como país.

En el griterío anti AFP hay ahora varios periodistas muy connotados, a quienes no les ha gustado nada tener que desprenderse de una parte de sus honorarios. Pero pese a que pueden optar por irse al sistema público, se han dedicado a llorar despotricando contra las AFP como si estas hicieran las leyes. Lo que debieron haber hecho hace tiempo es confrontar a los magníficos legisladores que inventaron la famosa reforma, liderados por el progresista Daniel Schydlowsky hace más de año y medio. Pero se limitaron a discutir obsesivamente el tema de las comisiones, que es todo lo que les importa. Se discute más por las comisiones de las AFP que por el grotesco robo del Estado a todo aquel que no completa 20 años de aportes, por ejemplo.

Hoy resulta que el descuento pensionario obligatorio es injusto, abusivo y prepotente. Ahora es cuando todos se vuelven liberales y defienden el derecho del ciudadano a tomar sus propias decisiones. Curiosa y repentina transformación de la mentalidad de muchos, porque en el Perú el descuento pensionario ha sido obligatorio desde hace casi un siglo. Y nunca nadie dijo nada jamás. Claro, porque se trataba de trabajadores en planilla. Pero ahora afecta a los señoritos de la cuarta categoría tributaria y entonces la cosa se transforma en abuso totalitario. A nadie le importa la calidad de la soga hasta que se la ponen al cuello.

Me parece adecuado entrar en el debate de la libertad del ciudadano para decidir sobre su propio bienestar y su futuro, imponiendo límites a la intervención y potestad del Estado. Pero este debe ser un debate amplio que incluya otros aportes obligatorios como ESSALUD, e incluso los que se imponen a los empleadores, como el de la CTS, que es un freno para la empleabilidad de millones. Lo que no podemos hacer es seguir cogiendo de piñatas a las AFP, haciéndole el juego al progresismo delirante. 

El SPP fue una gran solución al pesado lio de las pensiones en manos del Estado. No fue, como ha dicho un despistado comentarista, "un invento de Boloña para hacer caja". Eso no tiene sentido. No se hace caja desprendiéndose del dinero. El SPP fue inventado en Chile y copiado por más de 30 países. Evita la enorme corrupción estatal que siempre, indefectiblemente, acababa despilfarrando los fondos y pagando miserias a los jubilados, quienes deben emprender interminables trámites y hasta juicios. Debemos pues tener muy en claro que el SPP es una gran solución. Además resulta indispensable defenderlo del ataque progresista que pretende aniquilarlo, como se hizo en Argentina. Se trata del ahorro de más de cinco millones de peruanos que debemos proteger.

También es bueno iniciar un debate alturado, tratando de crear ciudadanos responsables de su propio destino. El mundo ha cambiado y ya no estamos en los años 30 del siglo pasado. Estamos en una nueva cultura y tenemos mejores instituciones y sistemas financieros. No hace falta que el Estado se inmiscuya en la vida privada de las personas. Debemos rechazar el cientificismo liberal que pretende probar que el ser humano es incapaz de tomar decisiones a futuro, usándolo como justificación para el intervencionismo estatal en la vida de las personas. Pero defender la libertad del individuo y ponerle freno al Estado no pasa por combatir a las AFP.  

El periodismo chicha


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Si uno repasa los temas actuales de nuestra realidad, es decir, los verdaderamente trascendentes, los que nos afectan directa o indirectamente a todos, uno tiene que pensar en la firma del contrato para el gasoducto del sur y su inminente pleito judicial, la división de la bancada nacionalista, la crisis ambiental generada por Petroperú, la huelga de transportistas, etc. Eso es lo que cualquier persona medianamanete informada piensa ver en las carátulas de los diarios. Pero no siempre es así.

Te paras frente al kiosko y entre las noticias ya referidas de pronto encuentras portadas que parecen sacadas de otro país, están perdidos en el espacio. No me refiero a los diarios deportivos o faranduleros sino a los diarios chicha, los que se quedaron imitando el modelo montesinista que tanto critican bajo la doble moral de izquierda. A estos diarios les tiene sin cuidado la realidad del país. Ellos siguen enfrascados en sus miserias mentales, sus odios viscerales, su estupidez cotidiana, arrojando hez a colores.

Gran parte de la miseria humana en la política nacional se fermenta en la izquierda, donde revolotean dos clases de gusanos sin cerebro: los antiapristas y los antifujimoristas. El antiaprismo de la izquierda es ya añejo. En más de medio siglo de esforzada lucha digna de mejor causa, apelando a todos los recursos de la vileza y la inquina, no han podido con su viejo enemigo y aun babean su odio cada día. El antifujimorismo es más reciente y sus resultados no han sido muy diferentes. Hoy el fujimorismo sigue siendo la primera fuerza política a pesar de la persecución, el desprestigio diario, la cárcel de su líder y la inmundicia intelectual de la CVR. 

Pero los chacales de la izquierda nunca se cansan. Está en su naturaleza canina. Su razón de existir es el odio. Tienen que vivir odiando ya sea al sistema, al imperialismo, a los empresarios, etc. El odio es el motor que los mueve cada día para diseñar sus campañas y diagramar sus portadas. Su esfuerzo mental está orientado a buscar algo nuevo con qué seguir alimentando su tarea insana. Es la miseria humana disfrazada de periodismo. El bajo oficio que se distingue por patinar en el fango de su propia estupidez, sin alcanzar jamás objetivo alguno porque carecen de la capacidad mental para distinguir lo correcto y lo importante. 

¿A alguien realmente le importa si Alan García es doctor, en el sentido académico del término? ¿Creen que eso frenará su caudal electoral? Al menos en términos electorales es francamente irrelevante. El asunto no pasa de ser farandulero. Es un escándalo de callejón. Luego es esta prensa chicha de izquierda la que patalea por la "concentración de medios" y se queja de no tener público ni publicidad, denunciando un boicot de la derecha, y otras idioteces por el estilo para justificar su propia mediocridad como periodistas y su fracaso permanente. Esta clase de prensa marginal subsistirá porque representa el lado más ruin de la especie.

miércoles, 23 de julio de 2014

NADINE OTRA VEZ!


Escrito por: Elvis Occ

Juan Domingo Peron muere en 1974. Electo por tercera vez y ya casado con Isabel Martinez, el anciano líder del Justicialismo argentino nunca gobernó. Su esposa fue el poder tras bambalinas pues el pobre vejestorio sufría largos episodios de falta de lucidez. A la muerte de Juan Perón, su esposa –vicepresidenta- tomo las riendas del país del tango, hasta que un buen dia se la llevaron en un helicóptero enmarrocada. La historia registra que Isabel Martinez de Peron hizo uso y abuso del poder, inclusive desde antes de la muerte de Peron. Nombro Ministro a su chaman, le regalo a YPF el monopolio de las estaciones de gasolina y otra sarta de incoherencias propias de alguien obnubilado por el poder.

Nuestro presidente no es un anciano como Juan Peron, pero todo indica que tiene periodos de falta de lucidez. Dizque gobierna pero su esposa –que no es vice presidenta- nombra a su amiga Primer Ministro e impone a una desconocida pero fiel servidora, como candidata a la presidencia del Congreso. En algún momento los mismos que hoy celebran la imposición de los nuevos ministros, aseguraron en todos los idiomas que Nadine no se inmiscuiría en el gobierno del país. Cabe recordarle a sus franeleros que a Nadine nadie la eligio –aparte de su marido para esposa- y que tampoco fue nombrada a cargo oficial alguno. Cuidado! Esto ya se esta saliendo de las manos.

Isabel Martinez de Perón se exilió en Madrid, hasta que en 1986 Argentina pidió su extradición por unos cientos de muertitos que según las autoridades gauchas, ella y sus gorilas mando matar. Nadine ha concentrado el poder entre sus manecitas. Tiene al presidente de marido, al primo de Fiscal Supremo, a la presidenta de su club de fans de Primer Ministro y próximamente a su leal desconocida de Presidenta del Congreso. Emulando a Isabel Martinez de Peron, un dia de estos Nadine nombra al “Chaman” Tejada Ministro de Ciencias Ocultas y otras tantas por descubrir. ¿Que no hay alguien se anime a llevársela en un helicóptero? 


El matriarcado de Nadine


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El gobierno de Ollanta Humala pasará a la historia como el más mediocre. Incluso es digno de no pasar a la historia. Su gestión merece ser borrada de la memoria colectiva porque solo ha significado mediocridad en grado sumo. La juramentación de su sexto gabinete antes de cumplir los tres años, es una prueba que se confirma por la calidad de sus cuadros. Lo que más se destaca en este último relevo es el mayor poder de Nadine. 

Para cubrir las apariencias, Nadine Heredia se hizo nombrar presidenta del partido. Ahora manipula sin reservas el gobierno. Y para demostrar quién manda, ha tenido el cuajo de designar a dos de sus cortesanas personales en los más altos cargos del país, como la presidencia de la PCM y del Congreso. Allí está ya Ana Jara y, próximamente, se espera que Ana María Solórzano sea la próxima coronada.

El matriarcado de Nadine significa un auténtico golpe de Estado que merece añadirse en los textos de ciencia política, si tal cosa existe. Ollanta Humala es apenas el mascarón de proa de un galeón repleto de chupamedias de baja estofa que reman para complacer a Nadine, como si esta fuera la reina del Nilo. Pero en realidad es apenas la dama del Rimac. Empecinada en asegurar su propio poder ha preferido designar a sus leales súbditos sin ningún otro tipo de consideraciones éticas o políticas. Es obvio que la vanidad, el poder, la fama y el fino vestuario han terminado afectando su razón. 

Colocar en la presidencia de la PCM a quien no ha sido más que su escudera, mandadera y telonera de ceremonias no tiene otra explicación que garantizar el trono, ya que Ana Jara carece absolutamente de condiciones para manejar al equipo que dirige este país, con todos los problemas que ya enfrenta. Lo mismo ocurre con el Congreso. Nadine prefiere lealtad antes que capacidad. Y eso es todo lo que le ofrece Ana María Solórzano. 

A dos años del final de este patético gobierno aun nos falta ver la mayor parte del segundo tiempo. Las cosas empiezan a calentarse y todo parece indicar que el partido nacionalista se dividirá. Pero aun cuenta con el apoyo de la escoria parlamentaria compuesta por PP, AP y FA. Por lo menos el circo está asegurado.

domingo, 20 de julio de 2014

Perusalén en la Edad Media


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Nuevamente el cardenal Juan Luis Cipriani hace noticia con sus gestos y declaraciones políticas, encubiertas con el sambenito del "derecho a opinar". Derecho que solo él parece querer ejercer -y de hecho ejerce- de manera compulsiva y totalitaria, tratando de imponer sus ideas a toda costa a todo el mundo, y a través de toda clase de mecanismos que van desde su alocución semanal en la radio -al mejor estilo de Hugo Chávez- hasta su último gran show por la firma de un acuerdo entre diversas iglesias y partidos. Esto sin mencionar sus acostumbradas marchas multitudinarias por las avenidas de la ciudad y el uso del púlpito para enviar mensajes políticos, además de su batallón de chupacirios mediáticos que se encarga de difundir y defender sus ideas. 

Se trata pues de todo un personaje que va más allá del rol pastoral y meramente religioso que le corresponde. Cipriani ha llevado a la Iglesia al nivel de un partido político y se da el lujo de pechar al gobierno y al Estado peruano en determinados temas, convencido de que cuenta con la potestad para imponer sus ideas, tal como si estuviéramos en la Edad Media o en un Estado islámico. 

Lo lamentable es que el Perú en muchos aspectos está realmente en la Edad Media, tanto en cuestiones de credo como en ciencia. Este es un país donde no existe investigación científica, no hay publicaciones, la ciencia y la tecnología están rezagadas a niveles de finales del siglo XIX, mientras que por otro lado figuramos en el ranking de los 10 países más religiosos del planeta con el noveno lugar. Por cierto, es el único ranking donde el Perú figura en el top ten. Y no es para celebrarlo.

Una reciente encuesta confirma que el 95% de la población es creyente y el 80% es católica. Claro que este sarpullido de fe en la población no ha significado en lo absoluto que seamos un país mejor. Por el contrario, además de vivir sumergidos en la superchería religiosa, mística y mágica, padecemos de una epidemia de corrupción y delincuencia. El propio cardenal Cipriani se queja de una "crisis de valores". En lugar de quejarse debería explicarnos por qué tenemos estas crisis en un país tan ultrareligioso y cucufato. Nadie mejor que él para explicarnos las causas de esta anomia, como líder y representante de la más numerosa religión del país. ¿No es él el pastor de estas almas descarriadas? ¿Entonces de qué se queja? ¿A quién reclama?

El retraso mental que vive el país, hundido en la cucufatería religiosa más tenebrosa, es el único fundamento de nuestra mediocridad como sociedad. Para mayor desgracia, los principales partidos políticos como el PPC y el fujimorismo, han decidido jugar el papel de cortesanos de la iglesia. En lugar de garantizar la independencia del Estado y defender el laicismo, se han arrodillado ante los altares para besar el anillo del cardenal y acatar sus mandatos. Paralelamente existe una sarta de chupacirios que no se cansa de escribir laudatorios al cardenal, desperdiciando el papel de sus columnas y acusando a otros de falsos liberales. La verdad es que no hay liberal más falso que quien pretende poner al Estado de rodillas ante su Santa Madre Iglesia.

Liberal falso es quien critica al Estado pero acata los mandatos del Vaticano, quien combate a la izquierda por totalitarios, pero al mismo tiempo comulga con el totalitarismo dogmático de una Iglesia entrometida en la política fuera de sus recintos estrictamente religiosos. No hay un liberal auténtico que no defienda el laicismo y el Estado laico. La Iglesia puede predicar lo que quiera dentro de sus claustros y recomendarle a sus fieles todas las normas éticas y morales que considere, pero lo que no puede hacer es enfrentarse al Estado para imponer a los demás sus preceptos éticos exigiendo cambios en las leyes. Eso está más allá del rol de una iglesia en un país democrático que aspira a tener un Estado laico. Y lo gracioso es que existan quienes se consideran liberales y aplauden esta intromisión eclesiástica en la política. Lamentablemente nuestra política también está rebosante de chupamedias. Y el cardenal los tiene a montones.

Ni siquiera vale la pena entrar en el debate de los temas porque las expresiones del cardenal están repletas de mentiras. La manipulación ideológica a la que apela sin rubor, convencido de que la gran masa de sus seguidores esta compuesta por gente estúpida, lo lleva a jugar con los conceptos y las imágenes de una manera grosera. En tal sentido se atreve a llamar "inocente niño" al embrión, así como atribuirle a la ministra de salud la intención de industrializar el aborto, y de promover los abortos masivos e indiscriminados. Este tipo de expresiones vergonzosas solo generan pasmo y limitan o empobrecen cualquier debate serio, pues son un insulto a la inteligencia. Por otro lado revelan la verdadera naturaleza del cardenal que ha probado sus audacias en el fino arte del engaño masivo. Al final, solo ejerce el viejo oficio en el que se han especializado los sacerdotes desde la Edad de Piedra.