Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
Con el cerebral título de "Asu oe que buen memaso" el popular Ocram despliega un análisis político sorprendente. Al inicio se refiere al uso de las redes, su especialidad, para decir que conseguir un "trend topic" en Twitter o creer que están agarrando a "memasos" al oponente es solo una ilusión. Y que la gente ni siquiera se ha enterado. Y que es fácil hacer eso "si sabes cómo". Bueno, hasta aquí la columna pasaba piola. No ha dicho nada nuevo ni ha descubierto nada. Pero sigamos.
A continuación Marquitos Sifuentes saca a relucir el rojo vivo de su corazoncito progre para decir una de las típicas animaladas de izquierda hablando del fujimorismo: "conseguimos mejorar el bolsillo pero a costa de descuidar, literalmente, todo lo demás". Y ojo que dice "literalmente". O sea, para este genio del progresismo huevera (porque de caviar no tiene nada) resulta que "el modelo fujimorista" consiste en crecer económicamente y descuidar todo lo demás. ¿En serio? Pero si estamos llenos de ministerios progres como el del Ambiente, el de Cultura, el de Inclusión Social, para no hablar del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables que creó Fujimori. También tenemos organismos públicos para jóvenes, minusválidos, mujeres, etc., etc., con sus respectivas leyes de protección. Estamos hasta el cuello de leyes de protección de mujeres, niños y trabajadores. Habría que añadir la ley reciente de protección animal. O sea, hasta de los animales se preocupa este "modelo fujimorista". ¿No es demasiado?
Y Marquito dice todo esto para refutar a Víctor Andrés Ponce quien afirma que el orden económico y social anterior era una herencia del velascato. Eso es algo totalmente diferente a lo que cree haber entendido Marquito Sifuentes. Fujimori ni siquiera acabó de revertir el "orden velasquista" porque hay cosas que son irreversibles, como la deuda agraria y el colapso de nuestra capacidad industrial, empezando por la eterna crisis de la agroindustria azucarera. Recién estamos recuperando nuestra capacidad agroexportadora, luego del desastre de la reforma agraria velasquista. Todavía hay mucho "legado" de Velasco en el país y mucho velasquista.
Fujimori solo cambió la estructura económica quitándole al Estado su rol activo como agente económico, y creando nuevas instituciones que aseguren un mercado libre y competitivo. El resto es el mismo desastre velasquista. Por ejemplo, la educación en manos del SUTEP y las universidades sin dueño en manos de mafias, la crisis policial que fue producto del maltrato de la dictadura militar, y hasta la debacle del fútbol peruano que fue causado por el intervencionismo estatal de Velasco. Nada de eso se cambió.
El genial Ocram dice así: "este orden fujimorista está reflejado en los 5 primeros puestos de las encuestas. ¿Cuál es la diferencia de propuestas, de fondo, entre estos candidatos? Ninguna. Todos son de derecha conservadora, liderados por un caudillo y con cero preocupación por la institucionalidad, la educación o los derechos civiles". ¿En serio Marquitos se cree todo ese rollo de adolescente amargado?
A ver ¿qué cosa es lo que le molesta a Marquito? ¿Le molesta que nadie se atreva a cambiar un modelo económico que nos ha hecho crecer reduciendo la pobreza de 50% a 22%? ¿Por qué a los progres les molesta tanto el crecimiento económico del país? Ah si, ya sé. Van a salir con la típica cantaleta progre de que "no beneficia a todos por igual". ja ja ja Es que estos pastrulos creen que la economía es como la lluvia. ¿Será que cuando van al supermercado compran todas las marcas por igual? ¿O se toman la molestia de escoger los productos? Pues así es como funciona la economía. Hay sectores que se ven más favorecidos por las decisiones del mercado, o sea, por cada uno de nosotros.
Vamos a ponerle un ejemplo a Marquitos: cuando la gente va de paseo al Colca beneficia a las comunidades que viven allí. Eso quiere decir que estas comunidades tienen un atractivo que las hará obtener mayores beneficios que otras comunidades. ¿Eso es culpa del "modelo fujimorista" o de las decisiones que toma la gente? Lo que el Estado debe hacer son carreteras que le permitan a los viajeros llegar a otros lugares, pero eso tampoco les gusta a los progres porque están en contra la "cultura del cemento y del ladrillo", detestan las inversiones y prefieren "proteger" a las comunidades nativas defendiendo su espacio natural y su ecosistema.
Los progres como Ocram hablan mucho de los "derechos civiles", les encanta esa frasecita. Pero ¿qué son finalmente los famosos "derechos civiles"? En buen romance significa parasitismo social. Para la izquierda los derechos se reducen a recibir beneficios del Estado. Sueñan con una Progrelandia utópica: el mundo del todo gratis. En Progrelandia todos debemos tener derecho a educación gratuita, salud gratuita, vivienda gratuita, comida gratis y pensión gratis, entre otras cosas. Esos son los famosos "derechos sociales". Un modelo que nunca ha funcionado en ninguna parte pues acaba colapsando a cualquier país. Los verdaderos derechos civiles se reducen a la libertad para decidir todo, desde el seguro médico que te conviene hasta el candidato por quien votar. El Estado debe garantizar que la ley se cumpla y que sea igual para todos. Pero en el mundo progre es al revés porque, según ellos, deben existir sectores privilegiados para compensar su "vulnerabilidad". O sea, tanto hablan de igualdad y al final luchan para imponer la desigualdad.
Habría que explicarle a Marquitos que los males que tenemos hoy, principalmente el de la corrupción generalizada y hasta la inseguridad, son heredados del velascato. No han nacido con el "modelo fujimorista"; solo se han incrementado. La corrupción generalizada es propia de regímenes socialistas con fuerte control estatal, donde nadie puede hacer nada si no soborna a un funcionario. Esa cultura del soborno y el chantaje nació con el modelo velasquista, donde la gente se acostumbró a coimear funcionarios para poder conseguir una linea telefónica, un saco de azúcar o un tarro de leche. La corrupción de funcionarios nació de ese modelo socialista de control estatal rígido, y que hoy está volviendo asolapadamente con tantas leyes reglamentaristas y licencias interminables.
Me alegro de que los candidatos con mayor opción sean todos de derecha, aunque se proclamen de "centro izquierda". Lo que me molesta es que sean "conservadores" porque acá hay que cambiar muchas cosas, hay que cambiar este nefasto modelo estatista que ha estrangulado las inversiones y asfixia hasta a los comerciantes. Hay que cambiar el esquema laboral que mantiene al 70% en la informalidad, y hay que cambiarlo eliminando esos supuestos "derechos" que nadie tiene y solo son barreras legales. Hay que elminarlos porque en realidad no se trata de "derechos" sino de simples gollerías. Nadie puede tener "derechos" a costa de otros. Esos no son derechos sino extorsión legalizada y conchudez social. Y eso es lo primero que hay que explicarles a estos progres. Hay muchas cosas que cambiar pero no son lo que el progresismo cree. Hay que desmontar el progresismo.