Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
Al parecer la sociedad del presente siglo es la mejor de toda la historia. Antes los jóvenes solo luchaban por la liberación. No sabían de qué pero la causa era linda. ¿Quién no quiere liberarse? Había toda clase de opresores a quienes combatir, desde el imperialismo yanki a las transnacionales. Esta clase de jóvenes no se ha extinguido pero ya no están de moda. Han sido desplazados por otros grupos de luchadores y causas. De pronto nos hemos llenado de gente buena que lucha por toda clase de causas nobles y justas. Los jóvenes del presente enfrentan solo un dilema en la vida: ¿cuál causa defender? Hay jóvenes multicausales que se hacen presentes en todas las marchas de defensa que lleven la consigna #TomaLaCalle. La tecnología de la comunicación facilita la rápida organización de colectivos de defensa y agiliza la convocatorias a marchas de protesta. Hoy la protesta está de moda. ¡Hay tanto que defender! La tasa de suicidios debería disminuir porque ya existen montones de causas nobles que pueden servir para darle sentido a una vida vacía. No hace falta saber nada, solo necesitas sensibilidad.
Si eres joven tienes que ser defensor de alguna causa. Si no, estás fuera de este mundo, no tienes vida o tu vida no tiene sentido, caes en el vacío existencial que conduce a la droga y el alcohol. Existen causas para todos los gustos. Puedes ser un defensor del planeta y estar atento a apagar las luces en la fecha y hora indicada, ser un promotor de la ecología, un verde que apoya las tecnologías limpias y practica el reciclaje, llevas tus botellas vacías al centro de reciclaje más cercano y echas tu basura, previo análisis, en el tacho del color apropiado. Alguien que adora la salud y camina con una botella de agua, uno que no quiere que las mujeres aborten o que quiere que la mujer esté presente en todos lados pero sin ser acosada sexualmente. Pero mejor hagamos un recuento de los luchadores de causas nobles y lindas que hoy repletan las redes y las calles.
- Los defensores del medio ambiente.- Es una de las causas más lindas de moda. Amar al planeta y el ecosistema está vinculado a la más noble de las tareas. La causa lleva a odiar y combatir toda clase de industria contaminante, en especial la minería, pero solo la gran minería que es paradójicamente la menos contaminante, pero con sus grandes agujeros y camiones es la más escandalosa. Además nada es más efectivo que meterse con los grandasos. ¿A quién le interesan los miles de mineros chiquitos? Hace más ruido enfrentar una transnacional y el triunfo resuena más. ¿A quién le importan los pequeños mineros artesanales, informales e ilegales que por miles depredan los bosques y envenenan los ríos? ¿A quién le importan tantos otros contaminantes del ambiente como la basura de las ciudades, las aguas cloacales, los gases de autos viejos, etc.?
- Los defensores de los derechos.- Estos andan un poco confundidos porque últimamente cualquier cosa es un derecho, y al final se producen conflictos entre derechos. Es decir, defienden un derecho a costa de otros. Pero la mayoría de defensores de derechos son los que defienden sus propios intereses a costa de los demás. Quieren que otros les paguen algunos gastos porque sienten que es justo o porque les han dicho que es un "derecho ganado". En realidad son gollerías malhabidas establecidas por gobiernos populistas y que han generado el pavoroso 70% de informalidad y subempleo. Así que este segmento en realidad defiende las gollerías de un reducido segmento privilegiado dentro de la gran empresa, ya que ni en el Estado se dan. Lo que al final defienden es el parasitismo social, son vividores que aspiran a que el Estado o la empresa les proporcione lo que ellos no quieren pagar de su bolsillo y con su esfuerzo. Consideran que todo empleo es una explotación si no viene con una amplia gama de derechos-gollerías que les garantizan diversos beneficios automáticamente sin hacer ningún esfuerzo.
- Los defensores de los animales.- Tal vez el grupo más patológico de todos los que han aparecido en estos tiempos. Adoran a los animales en un sentido casi religioso, al punto en que según su visión los seres humanos deben vivir para los animales y no al revés, como había estado funcionando el mundo durante tantos milenios. Piden leyes para encarcelar a quienes maltraten a los animales y exigen la prohibición de prácticas culturales ancestrales como las corridas de toros, a las que condenan de todas las formas sin concederles ninguna categoría artística ni valor cultural. Han llegado incluso a impedir las prácticas culinarias de ciertas comunidades. Apelan a las formas más repugnantes y violentas de protesta, llegando incluso a la agresión salvaje de los seres humanos, a los que odian. Cualquiera que no esté de acuerdo con su causa animalista será denigrado, escarmentado, troleado e insultado de todas las formas y, por último, será tildado de salvaje.
- Los defensores de la vida y la familia.- Tan lunáticos como los animalistas pero mucho menos agresivos. Su causa son meras entelequias que viven en sus mentes junto a sus dioses y vírgenes. En su gran mayoría son fervientes seguidores de la fe y pretenden acatar al pie de la letra lo que dice la Biblia, la cual consideran la palabra de Dios. Están fuera de este mundo, viven más preocupados por el más allá y la vida eterna. Creen que la vida es un bien otorgado por Dios y por tanto intocable en cualquiera de sus formas. No importa si se trata de un embrión o de un enfermo terminal. Nadie puede tocar una vida aunque se trate de un feto sin cerebro o un ser con muerte cerebral. La vida es sagrada y debe ser cuidada y adorada sin importar ningún tipo de consideración, y mucho menos la mujer, a la que consideran un ser de segunda categoría. Sin embargo apoyan la pena de muerte.
- Los defensores de la patria.- Eternos golpistas y seguidores de dictadores con añoranzas de gobiernos militares pasados. Furibundos antichilenos que anhelan venganza por los territorios perdidos. Detestan también todo rasgo de hispanidad y promueven lo andino. Reclaman la intervención del gobierno para asegurar la soberanía y la independencia en todas sus formas, por ejemplo reservando para el Estado sectores "estratégicos". Deliran con empresas públicas que lleven el nombre del Perú, en especial con una"aerolínea de bandera". Sueñan con imponer los valores del Tahuantinsuyo y otorgarle primacía a la raza cobriza andina.
- Los defensores de la moral.- Siempre vigilantes hacia un solo sector de la política: el Apra y el fujimorismo. Tienen sus pancartas y sus memes listos para salir a hacer su campaña de desprestigio. Tienen medios dedicados exclusivamente a demolerlos cada día desde la portada. Se trata ya no de la moral sino de la doble moral porque los pecados y delitos importan solo en los sectores políticos a los que detestan mientras se soslayan y ocultan en sus aliados, como el toledismo, la izquierda o el gobierno de Ollanta y Nadine.
- Los defensores de la memoria.- Izquierda exterruca y proterruca que añora los tiempos del terrorismo y cuenta la historia desde su lado, con la Biblia de la CVR en la mano, donde nunca llaman terroristas a los terroristas y solo condena al Estado como principal violador de DDHH. Celebran cada año la entrega del informe de la CVR, montan rutas de la memoria como atractivos turísticos que conducen al "Ojo que llora" donde, camufladamente, rinden tributo a los terroristas caídos. Están empeñados en abrir museos de la memoria para mostrar la hazaña de terror del que fueron capaces.
- Los defensores de la salud.- Anhelan morir en perfecto estado de salud. Viven con una botella de agua en la mano y recomiendan tomar agua pero de botella, comer verduras y hacer ejercicios, pero siempre en un gimnasio de moda. Analizan los alimentos para descubrir sus atributos y nutrientes antes de ingerirlos y llevan la cuenta de las calorías que consumen. Ponen de moda ciertos productos a los que les atribuyen las más fabulosas propiedades. Hacen leyes exigiendo amplios y minuciosos catálogos de información en las etiquetas que nadie lee. Combaten la Coca Cola y bebidas gaseosas contando mitos atroces con videos que muestran estúpidos experimentos.
- Los defensores de la mujer.- Igualitaristas extremas. Obviamente todas son mujeres pero viven en constante competencia con los hombres. Proponen leyes para obligar a todo el mundo abrir puestos para mujeres, desde el Congreso hasta las empresas mediante cuotas obligatorias. Ya tienen su propio ministerio de adorno, pues no sirve para nada salvo para "visibilizar" a la mujer. Odian a los hombres a quienes no les permiten ni miradas. Han penalizado el piropo y catalogado el homicidio de una mujer de manera especial, con penas mayores al homicidio común, supuestamente para defenderlas de los maridos que ellas mismas se escogen y se niegan a denunciar o abandonar.
- Los defensores del consumidor.- Plaga que no se cansa de hacer leyes para proteger a toda clase de limitados mentales, incapaces de leer un contrato antes de firmarlo o siquiera preguntar las tasas de interés de los préstamos que piden o que entregan sus casas en garantía de préstamos que no pueden pagar, o para defender a los conchudos que no están al día en los pagos de los compromisos que asumen, o para proteger a los que comen sin moderación o a los que pretenden que la oferta de una empresa sea válida por el tiempo que les viene en gana.
Como vemos, el mundo está lleno de gente buena, de iluminados y bondadosos defendiendo las más variadas causas para la felicidad del mundo. La pregunta es ¿quién nos defiende de tanta gente buena y de sus leyes bondadosas?