Por Julio Caballero
Sigo con interés las “soluciones” que los
continuos gobiernos vienen dando a la penosa situación de la educación en el
Perú. Vemos los colegios estatales que sobreviven gracias a los impuestos,
tienen “profesores” (tengo que comillar, con valiosas excepciones) que no están
allí para “educar” a nuestros niños sino para tener la posibilidad de pasar por
caja cada fin de mes. Lo peor es que los gobernantes saben que esa inversión en
educación garantiza el futuro del país pero no hacen casi nada por arreglar “el
verdadero problema”: el SUTEP.
En los 70s, egresado de un colegio
religioso y con sólidas bases morales, ingresé a la UNMSM. Me propuse ser un
buen estudiante y demostrar a mis viejos que se puede. Mi salón era
espectacular, panorámico, inmenso, muy bien iluminado, ventanales de piso a
techo, realmente del primer mundo. Pero lo más impresionante fue mi currícula:
Materialismo Dialectico, Dialéctica de la Naturaleza I, Materialismo Histórico
I, Economía Marxista I y MB1. Comunismo destilado, esa era mi currícula para
los 6 meses siguientes.
De pronto ¡PUM! Voló una de las mamparas de
vidrio templado. Se hizo arroz. Quedamos todos aterrados mirando qué pasó
mientras se oían tiros por todas partes. Balazos iban y venían, la gente corría
de un lado a otro, unos se parapetaron en el interior del salón y disparaban
hacia el muro de entrada. La policía afuera hacía uso de sus escopetas, de
pronto una poderosa explosión: una instalaza disparada a la puerta lateral. No
podía salir y estábamos entre dos fuegos. Adentro los compañeros del SUTEP se atrincheraban
en el Estadio Universitario. La policía empezó a entrar. Era el gobierno de
Morales Bermúdez.
Nos escondimos en los baños del 3º piso. Recién
pude salir a las 6 de la tarde sucio, hambriento y aterrado. Así tuvimos
nuestro “bautizo” revolucionario. Al mostrar el carnet universitario a la
policía que estaba afuera te dejaban salir.
Luego averigüé lo que es el SUTEP: es una
organización de ultra izquierda que impone una cuota a todos los profesores que
pertenecen al magisterio. Significa que desde el primer pago que se te hace
como profesor, te descuentan automáticamente una “cuota voluntaria” para
mantener a la enquistada cúpula comunista en el liderazgo de quienes juran
educar a los niños.
El SUTEP nació en el Cusco. La Mesa
Directiva del Congreso Nacional de Unificación del Magisterio que se llevó a
cabo los días 02 al 06 de julio de 1972 estuvo presidida por Pedro Armacanqui
Flores y el 1er. Comité Ejecutivo Nacional fue encabezado por Horacio Zevallos
Gámez, docente aprista proveniente de la IV Región (Arequipa). La conformación
del CEN representó, sin duda, la diversidad regional, ideológica y política del
magisterio de aquella época.
No
debe llamar la atención que el maestro aprista Grover Pango Vildoso fuera
miembro del 1er. CEN SUTEP y fuera electo en el cargo de Secretario de Cultura.
Pango procedía de la IV Región Arequipa, al cual pertenecía Horacio Zevallos G.
Sin duda, eran compañeros de partido. Años después, fue Ministro de Educación
del 1er. Gobierno de Alan García.
Desde
ese momento empezó a ser invadido por los ultras de izquierda y los objetivos
han sido modificados absolutamente, convirtiéndose en la plataforma política
del sector más radical de izquierda, desde donde salieron las bases de Sendero
Luminoso. Hoy todavía existe un bastión de SL en el SUTEP conocido como CONARE.
Todos ellos utilizan el magisterio para mantenerse en la actividad política,
alimentar sus cuadros y concientizar a los niños en su nefasta ideología.
Pregunto
si desde el 72 la educación pública ha venido decayendo sin remedio ¿acaso no
es claro que lo que hay que eliminar es esa caterva de comunistas que se ha
apoderado del magisterio para convertirla en base partidaria? ¿Qué se está
esperando? ¿Por qué tanta contemplación?
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