Por Julio Caballero M.
Han pasado más de 3 semanas y de la Primera Dama sabemos poco. Silencio. No sabemos en qué anda, se apagó. Pero ¿realmente se apagó? O estamos ante la posibilidad de un ¡boom! Del que no nos recuperaremos.
Analicemos: Hace 10 días el Presidente de todos los peruanos, viene saliendo en cuanto medio puede, todos, para con el pie en alto dejar la huella de su bota militar. Esto es o no una casualidad. Ingenuos si eso es todo lo que vemos. El Presidente está “suelto en plaza”, nunca lo habíamos “disfrutado” así, y quién nos lo ha dejado con el arma en la mano? Sí, se dio cuenta: Nadine.
Estos dos hechos nos ponen a la vista algunos temas que debemos no perder de vista: Lo del indulto siempre fue una herramienta que no dio el resultado esperado para la pareja presidencial, Repsol fue una intentona que evidenció que hay planes ocultos y que se nos viene tiempos difíciles de contraste.
La Sra. Heredia rompiendo el protocolo se hace llamar por su nombre, a la fuerza, sin entender que ella es un apéndice del hombre que fue elegido para que sea Presidente del Perú. No nos extrañe su falta de ubicación, lo ha venido haciendo en todo este tiempo. El Presidente ha venido viviendo una especie de vida conducida, a la vista de todos los peruanos, nadie sabes a ciencia cierta qué hará o no, si será él quien dispone a sus ministros o no, si efectivamente no obligará a la ley a doblarse y exigirá “cambios” muy convenientes para sus intereses.
Hasta ahora todo lo que pongo es una miscelánea de especulaciones basadas en lo que se nos deja ver.
Lo que no deja de ser hechos demostrables es que ella ha desaparecido de los medios y el está en todos los medios.
Es claro que las respuestas de ella mostraban un cálculo muy femenino del resultado. En el caso de el muestran una formación vertical que lo venden como un militarote completo.
Vayamos sumando y restando.
Qué nos amenaza el silencio de Nadine, qué nos amenaza la verborrea del Presidente, teniendo en cuenta que han pasado dos años y seguimos sin miembros del Tribunal Constitucional, sin Defensor del Pueblo, sin miembros del BCR. Fácil. Si la democracia ha podido seguir adelante sin ellos es que no los necesita. Si la democracia ha funcionado como la está planteando la pareja presidencial entonces se “debe” establecer una llave para que el Gran Cambio se haga realidad.
Cuánto estamos los peruanos dispuestos en aceptar que de dos hechos, algunas especulaciones y varias realidades nos devuelvan a la época en que nuestros “ahorros nacionales” se usaban para que se paguen las cuentas del que no produce viva. ¿Cuánto estaremos dispuestos a volver a los 60s en que un arrogante asistencialista arruinó a todo un país?
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