Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
Un grupo de peruanos con dignidad y buena memoria salieron a las calles de Miraflores a conmemorar la captura de Abimael Guzmán Reynoso, líder del Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso y cabecilla de la banda de asesinos más grande de la historia, que con el cuento de la revolución armada por la justicia social desató el mayor baño de sangre de nuestra historia. Este grupo de peruanos que llegó hasta la calle Tarata para celebrar el fin de esa banda de criminales de izquierda, representa una auténtica reserva moral del país y una avanzada cívica en contra de las ideas de izquierda que tanto daño causaron al Perú.
Por otro lado, ha resultado muy significativo que quienes se llenan la boca hablando de la "memoria" hayan callado en todos los idiomas el día del aniversario de la captura de Abimael Guzmán. Contrasta este silencio con la bulla que armaron por el aniversario de la entrega del informe de la CVR y con la ola de artículos que durante toda la semana conmemoró el golpe de Pinochet llorado por un Allende convertido en mártir. Tal parece que para los memoriosos del rojerío nacional la captura del criminal más grande de la historia del Perú no significa nada, no es motivo de recordación ni incita a la reflexión. Nada.
Por otro lado, ha resultado muy significativo que quienes se llenan la boca hablando de la "memoria" hayan callado en todos los idiomas el día del aniversario de la captura de Abimael Guzmán. Contrasta este silencio con la bulla que armaron por el aniversario de la entrega del informe de la CVR y con la ola de artículos que durante toda la semana conmemoró el golpe de Pinochet llorado por un Allende convertido en mártir. Tal parece que para los memoriosos del rojerío nacional la captura del criminal más grande de la historia del Perú no significa nada, no es motivo de recordación ni incita a la reflexión. Nada.
En realidad no debe extrañar esta muestra de amnesia, hipocresía y doble moral tan propios de la izquierda. Ellos solo tienen memoria para cobrar reparaciones y buscar nuevos negocios para sus ONGs de DDHH, negocios que disfrazan de "acto humanitario". La izquierda afirma haber zanjado con el terrorismo pero sus actos demuestran que sus palabras solo son eso: palabras. La izquierda se ha pasado la última década tratando de confundir a la población, especialmente a los jóvenes, contando la historia al revés. Según ellos el terrorismo provino del Estado.
La CVR dio la pauta de la desinformación social y el cambio de la historia. Lo que hace la izquierda es repetir ese guión: quien debe pedir perdón y "reparar" es el Estado. El foco está puesto sobre las víctimas de las FFAA. Todas las muertes no esclarecidas son cargadas en la cuenta del Estado. El principal violador de DDHH es Alberto Fujimori, quien según el lenguaje de la CVR es corrupto, cabecilla del grupo Colina, asesino, déspota, dictador, autoritario, militarista que desprecia la democracia, etc. Estas son solo algunas de las calificaciones que el informe de la CVR otorga a Alberto Fujimori. A continuación los medios y ONGs de izquierda se han encargado de difundir la tesis de que es autor de delitos de lesa humanidad.
En cuanto al verdadero terrorismo, acabamos de verlo: silencio y apatía absoluta alrededor de una de las fechas más importantes de nuestra historia reciente, un día que motivó que los peruanos colocaran voluntariamente banderas en sus ventanas para celebrar la captura del criminal más miserable de la historia. Esta fecha no está en la memoria de la izquierda. Nuestra progresía ha publicado sentidos artículos de homenaje a Salvador Allende en el día de su muerte, pero ni media columna por la captura del líder del PCP-SL. Un silencio muy elocuente.
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