Escrito por: Elvis Occ
Hace unos
días me enfrasque en una ilustrativa discusión sobre las elecciones en nuestro
país. En algun momento metimos a EEUU –esta vez no fue Chile- como punto de
comparación. Los gringos, yanquis o el imperio, como deseen llamarlos, tienen
una peculiar forma de elegir a su presidente. En esa parte del mundo el que
gana el voto popular no necesariamente gana el voto electoral o en castellano
castizo: el que tenga más votos no siempre llega a ser presidente. Ha sucedido
cuatro veces ya en su historia. Siendo las elecciones del 2000 en que se
enfrentaran Al Gore (demócrata) y George Bush (republicano) el más polémico y
deliciosamente interesante.
En EEUU el
voto popular no elige ni lleva a nadie a la Casa Blanca. Esa es responsabilidad
de un colegio electoral compuesto por 538 electores provenientes de los 50
estados y el Distrito de Columbia (la capital) que depositan los votos por el
candidato que haya vencido en su estado. El que obtenga 270 o más votos electorales, se hace con la
presidencia. Y si todo eso no fuera marciano para nosotros, aún hay más.
Supongamos que California tiene 20 votos electorales y 20 mil habitantes, si
uno de los candidatos presidenciales gana por 11 mil votos contra 9 mil, la
repartición no sería proporcional. El que gana así sea por un voto popular de
diferencia, se queda con los 20 votos electorales.
Y así
arribamos a las elecciones norteamericanas del 2000, donde Gore y Bush estaban
virtualmente empatados en votos populares y con la tendencia en favor de Bush.
Gore llevo el caso a la Corte de Florida para que se recuenten los votos
incluyendo los “defectuosos” y la Corte dio el ok. Bush al ver que su
contrincante sumaba “nuevos” votos, apelo a la máxima instancia jurídica: La
Corte Suprema de los EEUU. Este fue el
principio de la discusión con mi interlocutor pues como recordaremos, la Corte
Suprema en una decisión de 5 contra 4 fallo en favor de Bush y prácticamente le
entrego Florida y la Casa Blanca. Sin embargo Al Gore tenía más votos populares
directos. ¿Acaso el JNE no hace algo similar?
La mitad de
los norteamericanos estaba convencida que la Corte Suprema de los EEUU eligió a
Bush en las elecciones del 2000, por encima de sus votos. El JNE no ha
suspendido un reconteo de votos pero a separado a dos candidatos con una cuota
importante de votos, que ha pasado a favorecer a sus coleros, a sus Bushes. Lo
peor es que parece que terminarían excluyendo un par de candidatos más. Independientemente
de que se esté aplicando la letra negra de la ley o no, es preocupante que una
institución cuya finalidad suprema –no única- es garantizar el respeto a la voluntad
ciudadana haga exactamente lo contrario. El JNE es un órgano colegiado de 9
miembros y no los 9 miembros de la Corte Suprema de EEUU. ¿Sera que nos estamos
americanizando? Ja!
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