Escrito por: Elvis Occ
¡No le mientan a la gente, caray! ¿Libertad de expresión o libertad de prensa? ¿De Arnulfo Quispe o de La Republica? ¿De los propietarios del medio de comunicación o de un loquillo en Facebook? Estamos claros que la empresa dicta la línea editorial del negocio periodístico, no? Si un día el columnista estrella ve la luz y decide que el tono de sus escritos sean contrarios a los que le abonan su quincena, lo renuncian. De esos casos hemos visto muchos por aquí. Que más quisiera yo que el caso del recientemente ungido al pedestal de mártir del periodismo, Rafo León, fuera algo así. Mucho lo siento, pero no. Lo suyo fue escaramuza menor, minucia glamorizada, pugna entre hiato y diptongo que no paso de gutural chillido.
¡Noticia mis cultileidos! No es lo mismo libertad de expresión que libertad de prensa. ¿Es que nadie ha reparado en esto? Una es la gallina y la otra el huevo. Libertad de prensa, es el derecho que tienen los medios de comunicación de investigar e informar sin ningún tipo de limitaciones o coacciones, como la censura previa, el acoso o el hostigamiento. Y libertad de expresión, es el derecho fundamental que tienen las personas a decir, manifestar y difundir de manera libre lo que piensan sin por ello ser hostigadas. ¿Pero acaso no es lo mismo? No lo es. Si un cubano dice lo que piensa de la revolución y el gobierno juzga que no es lo “patriótico”, va directo a prisión. ¡Chau libertad de expresión! Si lo publica un periódico, desaparece el pasquín y a la cárcel todos. ¡Chau libertad de prensa!
No es lo mismo libertad de expresión que libertad de prensa, como tampoco es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, diría el Nobel Camilo José de Cela. La anécdota cuenta que en su etapa de senador de designación real, sucedió que se quedó dormido en una de las sesiones de la Cámara Alta y fue reprendido por el Presidente:
-Sr. Cela, está usted dormido.
A lo que el aludido respondió rápidamente.
- No, señor, no estoy dormido; sólo estoy durmiendo.
-¿Acaso no es lo mismo? –le respondió el Presidente.
-¡Claro que no es lo mismo!, porque no es igual estar dormido que estar durmiendo, como tampoco es lo mismo estar jodido que estar jodiendo.
A Rafo León, usando el idioma futbolero, le sacaron la amarilla por acumulación de faltas y si no se aplaca, la jueza le sacara la roja. Es que este sujeto es más ordinario que la palabra sobaco. Tan solo busquen sus comentarios tan bien arrebozados en bosta que ha hecho en las redes sociales contra personajes conocidos, y verán que solo era cuestión de tiempo. Vuelvo y repito. ¿Libertad de expresión o libertad de prensa? ¿Si se trataba de libertad de prensa que hacia Mohme santiguándose sin la compañía de los Miro Quesada? ¿Y si era la libertad de expresión la que se mancillo –según algunos- porque no lo apoyaron miles de consternados ciudadanos? Sospecho que usar: “libertad de expresión” es efectista y tiene mayor arrastre que “libertad de prensa”. Moraleja, la próxima vez que escuches que a la libertad de expresión la están jodiendo -respira hondo y cuenta hasta diez- quizá sea solo El Trome el que este jodido.
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