Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
La Comisión de Justicia del Congreso rechazó el proyecto de Unión Civil. ¿Bajo qué argumentos? Sorprendentemente la defensa de la familia natural. ¿Pero estaba en peligro la "familia natural"? ¿Había un atentado contra la "familia natural"? Obviamente no. Es solo una burda estrategia para engañar a los incautos y justificar la homofobia, el odio, la discriminación y la intolerancia. Más nada.
La verdad es que nunca se ha visto tanta histeria homofóbica en las redes sociales como durante este debate de la Unión Civil. Lo peor de la especie humana ha aflorado en las mayorías para insular y denigrar a los homosexuales, llegando a pedir explícitamente su exterminio. Los llaman aberración, enfermos, asquerosos, pervertidos y muchas cosas irreproducibles. Ese es el temperamento que ha prevalecido en el Congreso, donde todos estos prejuicios y actitudes bárbaras se han recubierto con retórica barata alrededor de la familia, disfrazando su homofobia con nobles intenciones.
De otro lado resultó patético observar el espectáculo medieval de una chusma ferviente congregada frente al Congreso con sus biblias en la mano y pancartas invocando a Dios, para oponerse a la Unión Civil con lemas como "Dios los creó hombre y mujer", y citando versículos del Antiguo Testamento. Estos sectores religiosos han sido los más activos y ruidosos activistas en contra de la Unión Civil. Son organizados por logias internacionales que manejan mucho dinero, financian campañas que usan la mascarada de "profamilia" y "provida", hacen lobby en el Congreso y solventan a varios parlamentarios. Esto es algo que merece investigarse y hacerse público.
Era previsible este resultado en contra de la Unión Civil dado el nivel que tiene el actual Congreso, sin duda el peor de toda nuestra historia republicana, y donde además de su escaso nivel intelectual ha primado el número y la sinrazón. En cambio el proyecto fue aprobado por todas las instituciones del Estado por donde pasó en consulta, y donde fue analizado a la luz de la razón y el derecho. Hay gente que confunde democracia con votación y mayoría y exigen respeto al resultado. Esa es la misma actitud que reclaman los chavistas para defender su dictadura. La democracia no es solo voto sino principalmente respeto a los derechos civiles. Utilizar las mayorías exultantes es lo típico de los dictadores. Así lo hicieron todos los tiranos, desde Hitler hasta Maduro.
La defensa de los derechos siempre se ha realizado en contra de las mayorías. Y siempre ha costado lucha y sacrificio. Las mayorías nunca han dudado en utilizar la Biblia para defender su posición de abuso, tanto para justificar la esclavitud y la segregación racial como la marginación de la mujer. Es ya típico de estos sectores. Y han vuelto a hacerlo una vez más. Pero la lucha continua. Tarde o temprano tendrá que vencer la razón y el derecho por sobre el odio, la mezquindad, la homofobia y las creencias bárbaras propias del medioevo. Digo, si es que estamos camino al desarrollo y no a la regresión histórica.
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