Por: Augusto Grados
No no es una banda de rock setentera, sino la mayor amenaza que enfrentará nuestra democracia en los próximos años. El 90% de los medios está en manos del progresismo, que es básicamente anti fujimorista y después cualquier otra cosa. El problema es que tales medios crean toda una realidad alterna a base de titulares y columnas con el fin de mantener su propia lucha política. De hecho jugaron un gran papel en las elecciones pasadas, inventando psicosociales sin ningún respeto por la ética periodística.
Apenas empezó el gobierno de PPK la campaña anti Keiko cambió de giro para enfocarse en el Congreso. Diariamente les llueven denuncias y críticas de mala leche. Bastó que la mayoría fujimorista pretendiera examinar el pedido de facultades del Ejecutivo para que los medios se les lancen al cuello denunciando un supuesto afán de “obstruccionismo”. Sin embargo, como nunca antes, el Congreso y el Ejecutivo estuvieron de acuerdo en un 95% de los temas, y varios de los proyectos fueron enmendados de acuerdo al intercambio de opiniones con los ministros y congresistas del oficialismo. Solo algunos puntos (dentro de él que estaba el tema de la UIF) quedaron por revisarse.
El mayor escándalo y donde más suspicacias crearon fue alrededor de las facultades de la UIF. La realidad es que un juez no puede levantar el secreto bancario si no es solicitado por un fiscal. Las partes evaluaron el proyecto y estas facultades fueron otorgadas en una semana de manera más amplia que en cualquiera de los congresos anteriores. Luego vino el presupuesto que el Congreso aprobó luego de unos días de revisión, como corresponde por su rol fiscalizador. Si algo tiene que fiscalizar el Congreso es el presupuesto. Sin embargo, nuevamente el aparato mediático caviar cubrió de insultos al fujimorismo por la demora. Luego votaron por los miembros del BCR, donde los antifujis marcharon porque uno de los elegidos no era economista y el otro tenía militancia política. Lo que los medios callaron fue que estos casos no son los primeros y que los grupos políticos de izquierda también habían nominado miembros de sus partidos y ¡hasta sociólogos!
Por último llegó la crisis por el ministro de Educación. Nuevamente los medios montaron el más grande psicosocial en defensa de Jaime Saavedra. Llegaron al disparate de afirmar que el Congreso estaba en contra de la educación, que son lobistas de universidades etc. Lo que no dicen es que el ministro fue censurado porque la UIF (no el Congreso) descubrió una corruptela masiva en el MINEDU, entre la gente de confianza del ministro que terminaron con millones en los bolsillos. Tampoco dicen que en todos los gobiernos se han censurado ministros y que nunca, ni a Toledo, ni a García ni a Humala se les ocurrió hacer un ridículo e inconstitucional pedido de confianza por un simple ministro. Ha sido PPK quien originó esta crisis porque esta vez se compró el cuento del antifujimorismo mediático.
Podemos ver en estos cuatro meses que sí hay una oposición obstruccionista, pero que no es la del Congreso sino la de los medios antifuji contra el Congreso, salvo que a estos no los eligió nadie. Este Congreso ha sido más cooperador que todos los anteriores. Sin embargo, los medios han tenido éxito desinformando. De otro lado, algunos ppkausas han tenido una conducta agresiva permanente. Mientras los fujis aprobaban todo al gobierno, algunos ppkausas seguían lanzando puyas al fujimorismo. También han nombrado ministros rabiosamente antifujimoristas y hasta con antecedentes en las marchas anti Keiko. No apoyaron al fujimorismo en la elección dela Mesa Directiva del Congreso, ni de la Defensoría del Pueblo, protestaron por la elección de miembros del BCR, hicieron renunciar a un Directorio de lujo como el de Petroperú y se le fueron encima a PPK por asesorarse con el ex Ministro Alfredo Jaililie. En todos estos casos puede apreciarse el claro y absurdo veto impuesto por los medios anti fujis y también por la bancada ppkausa contra el fujimorismo. ¿De qué trata tanto odio? ¿Así es como piensan gobernar los cinco años?
PPK tiene que tomar un rumbo diferente al estilo confrontacional e improductivo de Humala o Maduro. O le hace caso a los medios y asesores antifujimoristas pechando al Congreso o busca la gobernabilidad acercándose al fujimorismo para sellar un pacto. Por el bien del país esperemos que decida por la segunda opción, y deje de hace de tonto útil de los sectores más radicales y sectarios que solo están interesados en su propia guerrita infantil y en agitar las aguas para que naufrague la democracia.
Un crack, muy claro este muchacho, casi transparente.
ResponderEliminar