Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
Dentro del proceso irreversible de descomposición acelerada del nacionalismo, el Congreso decidió suspender por 120 días al lenguaraz y desequilibrado congresista Daniel Abugattás. Sin ningún atisbo de duda, la sanción está bien merecida. El señor Abugattás, siguiendo su tradicional comportamiento díscolo y confrontacional, se zurró en una decisión del pleno y se puso a difundir imágenes de una sesión que había sido declarada secreta. Así de simple. El resto es floro.
Nada tiene que ver de qué trataba la sesión ni por qué se declaró secreta o si era pertinente o no. El hecho es que se declaró secreta y punto. Y el señor Abugattás cometió una falta grave al burlarse del pleno y de las normas. ¿Qué se puede esperar de un legislador que se burla de las normas? ¿Tiene este sujeto autoridad moral para hacer normas y pedir a los ciudadanos que las cumplan? ¿Con qué derecho pasa por encima de la decisión del pleno del Congreso? La sanción está bien puesta y todo intento de justificarla resulta penoso y degrada aun más la situación.
Como todo buen cobarde, Daniel Abugattás trató de justificar su felonía posando como "defensor de las mujeres trabajadoras gestantes", acusando a medio mundo de conspiración y señalando faltas de otros, como si los pecados de los demás lo hicieran santo. Es decir, la típica conducta de un delincuente común y corriente, incapaz de aceptar su falta y hacerle frente a las consecuencias de sus actos. No se podía esperar otra cosa de este personaje de caricatura: Lisurataz.
Redondeando su faena, Daniel Abugattás se fue por la noche a los medios para demostrar su conocida insanía mental y lo poco hombre que es. En Canal N apareció con su novedoso disfraz de "defensor de mujeres maltratadas" y acto seguido llamó a Martha Chávez "mitómana profesional", pero en el colmo ya de su retorcida conducta, concluyó afirmando que Martha Chávez le había vendido armas a las FARC. Nunca se había apreciado más incoherencia en la actitud y el discurso en tan breve tiempo. En menos de tres minutos pasó de defensor de las mujeres a injuriador de damas y, para colmo, de acusar de mitómana pasó enseguida a difamar con semejante disparate sin sentido.
Esta mañana, en el noticiero matinal de Panamericana, se enfrentó a las damas que cuestionaron su proceder en el Congreso así como su lenguaje soez, entonces las acusó de manipuladoras de medios y de estar de lado de la oposición. Las conductoras tuvieron que cambiar de tema al ver que Abugattás empezaba a levantar la voz y a ponerse cada vez más agresivo y peligroso. Sin duda este sujeto padece de un grave transtorno mental que le impide controlar su propia conducta. Lo menos que se puede afirmar es que carece de inteligencia emocional. Y de la otra también.
Me alegro que ahora Daniel Abugattás esté fuera de circulación en el Congreso. Ya solo regresará para recoger sus cosas y retirarse para siempre de la vida política, al igual que los demás sujetos impresentables que el nacionalismo llevó al Congreso desde el 2006. Hagamos votos para que esta plaga de trepadores y chupamedias de Nadine Heredia no regresen jamás. Ahora que Nadine Heredia reconoció que las agendas son suyas solo falta que le lleven a juicio y luego a prisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario