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sábado, 20 de julio de 2019

Los falsos demócratas


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

En el Perú hay una casta de personajes que se creen los referentes de la democracia, los gurús de la decencia política, los dueños de la moral e infatigables paladines combatientes contra los corruptos. Sin ninguna duda, los personajes más destacados de esta casta de patricios republicanos son Mario Vargas Llosa y su carnal, Pedro Cateriano, ex premier de Ollanta Humala, famoso como "luz verde", por el audio donde instruye a un ministro anunciándole que proceda porque Nadine ya le había dado luz verde. Estos dos señorones de la política gustan posar como santones, dando lecciones de moral y democracia, limpiándose las manos de cuanto corrupto han ayudado en estos últimos tiempos.

Mario Vargas Llosa está de vuelta en el Perú y ya hizo noticia al admitir públicamente que él ha recomendado votar por todos los corruptos de los últimos 18 años. Claro que no admite ningún error porque según él cualquiera era preferible antes que votar por Keiko Fujimori, quien "representa la putrefacción", dijo. Lamentó además que PPK haya indultado a Fujimori, "un dictador corrupto". En resumen, Mario está de vuelta y no ha cambiado. Es el mismo enfermo de odio de siempre. El portaestandarte de esa especie de enfermedad mental que es el antifujimorismo, que ha infectado a gran parte de la sociedad en este siglo, gracias a la prédica constante de odio promovida por diversos sectores y personajes, como Pedro Cateriano. 

Es imposible pedirles una reflexión a quienes viven cometiendo errores por estar sumergidos en el odio. Es evidente que Mario Vargas Llosa sigue creyendo que su actitud ha sido la correcta, pese al desastre al que ha conducido al país, recomendando y avalando a los más grandes corruptos de la historia. Ni una pizca de autocrítica. Por el contrario, vuelven a lanzar sus mismas diatribas y a repetir sus ya conocidos conceptos. Y lo hace desde el pedestal dorado donde posa enhiesto como demócrata y librepensador liberal. 

En las últimas elecciones generales la mitad del Perú votó por Keiko Fujimori. Recordemos que PPK ganó apenas por 40 mil votos, luego de una sucia campaña de los medios para desprestigiar a Keiko en la última semana, atribuyéndole en un programa (Cuarto Poder) vínculos con el narcotráfico, y en un diario (La República) el bulo de que Vladimiro Montesinos dirigía la campaña de Keiko desde el penal. A eso hay que sumarle las marchas callejeras de los clásicos enfermos mentales del anti keikismo progre, repetido más de una vez, con sus típicas pancartas y arengas insultantes. Con toda esa perversa campaña en contra, Keiko Fujimori perdió por un puñado de votos. 

Nada de esto parece provocar una reflexión a los campeones de la democracia que siguen insultando al fujimorismo y señalando a Keiko Fujimori como la representación de la putrefacción. Tampoco el hecho de que el antifujimorismo patológico ha encaramado el poder a los más grandes corruptos. Si nada de esto sirve para el análisis y la reflexión, significa que el odio ha calado tan profundamente que ya somos una sociedad patológica. Y para colmo, es una sociedad enferma con referentes que padecen el mismo mal, y se pasean como adalides del odio, profetas del aniquilamiento selectivo, demócratas que desprecian a la mitad del electorado y le niegan sus derechos políticos al partido más grande del Perú, sumidos en el rencor a un pasado que ya empieza a ser remoto.

Habría que preguntarse si es posible hablar de democracia en el Perú haciendo a un lado al fujimorismo, por más golpeado que esté en estos tiempos. Desde las últimas elecciones en que Keiko perdió por un pelo la presidencia y el fujimorismo ganó la mayoría absoluta en el Congreso, los ataques al fujimorismo se acrecentaron con más furia que nunca en casi todos los medios. Además se dio inicio a la más feroz campaña de amedrentamiento fiscal contra Fuerza Popular, llegándose al colmo de haber apresado a la lideresa de la oposición con burdas leguleyadas. Todo esto es producto del odio insano en el que se arrastra la República en los últimos 18 años. 

Alguien tiene que invitar a la reflexión de la clase intelectual, si esta existe. Alguien tendría que buscar la manera de poner paños fríos al odio feroz con que determinados sectores, tanto de la política como de la prensa, se conducen en contra del fujimorismo, como si fuera casi el único partido que hay en el Congreso. Es cierto que hay personajes patéticos en el fujimorismo, pero los hay igual en todas las bancadas. El acoso permanente contra el fujimorismo ha provocado deserciones que han sido celebradas por esta prensa, que no han dudado en convertir en personajes famosos a estos desertores. Incluso vieron ya con buenos ojos al presidente del Congreso, Daniel Salaverry, tras su traición al partido naranja, olvidando repentinamente todos los cargos que le achacaban.

Es evidente pues que la democracia peruana está enferma. Y no va a curarse de sus heridas si quienes posan como referentes de la democracia siguen alimentando los odios, insisten en el camino de la descalificación del fujimorismo y de la mayoría política de este país. No hay manera de que podamos tener una democracia en estas condiciones. Habría que preguntarle a estos patricios como Mario Vargas Llosa y Pedro Cateriano cuál es su propuesta para fortalecer la democracia. ¿Acaso pretenden excluir al fujimorismo de la política para que sus pesadillas desaparezcan? ¿Estos campeones de la democracia pretenden censurar al mayor partido político del Perú porque son incapaces de superar sus odios y traumas? 

Ya esta bueno de tanto odio y antifujimorismo. El camino que ha transitado la República guiado por estos adalides del odio nos ha conducido a una crisis republicana muy severa. Creo que es hora de decirles basta. Ya cállense, señores. Estamos hartos de sus mismos discursos y poses. No nos sirven para nada si van a venir con lo mismo, poniendo su cara de sorpresa por haber preferido a los más grandes corruptos para salvarnos de la sombra de la corrupción. Es hora de dejar los fantasmas del pasado y buscar tratamiento psicológico. El Perú se los va a agradecer.

sábado, 5 de mayo de 2018

Dictaduras buenas y malas


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Se ha vuelto viral la respuesta que Mario Vargas llosa le diera a Axel Kaiser sobre las dictaduras. En realidad ni siquiera fue una respuesta porque no le dejó formular la pregunta, lo interrumpió apenas acabado el planteamiento del punto, cuando Axel se refirió a "dictaduras menos malas". Fue entonces cuando el Nobel frunció el ceño para interrumpirlo señalando que no le aceptaba esa pregunta porque partía del supuesto de que puede haber dictaduras menos malas que otras, es decir, buenas y malas. Mario aseguró enfáticamente que "todas son malas sin distinción". El público aplaudió.

Hasta allí los hechos que se han viralizado, junto con toda clase de comentarios y artículos sobre el tema. Así que meteré mi cuchara porque no veo reflejado mi punto de vista en ninguna de esas posiciones. En primer lugar me gustaría establecer sobre qué supuestos se puede afirmar una cosa u otra. Es decir, que todas las dictaduras son malas por igual o que hay unas buenas y otras malas. A mi no me atarantan con poses moralistas, que es la que Mario Vargas Llosa acostumbra usar, más allá del frío razonamiento. De hecho estoy cansado de que muchos intelectuales se excusen de dar razones parapetándose tras una pose moralista. Eso me parece una farsa moral.

Apelar a la moral para justificar una posición política es justamente lo que ha hecho la izquierda a lo largo del último siglo. Todos los genocidios perpetrados por los movimientos de izquierda fueron justificados por el altruismo de sus intenciones. Lo hizo incluso la CVR en el Perú para justificar el terrorismo de Sendero Luminoso debido a las condiciones de pobreza de Ayacucho. Así que usar la pose moral para justificar una posición es algo que, por lo menos a mi, no me convence. Es más, me parece inmoral.

Y me sorprende que Mario Vargas Llosa haya hecho la curiosa distinción de que las dictaduras de derecha son brutales porque no persiguen ideales, pero que las dictaduras de izquierda "vienen acompañadas del mito". ¿Será que por eso ya no son brutales? Claro que reconoce que "muchas veces" han sido muy brutales. ¿Y cuándo es que no lo han sido?

Axel Kaiser tiene toda la razón al afirmar que hay dictaduras que pueden ser menos malas. Desde luego que sí es posible. Todo depende del cristal con que se le mire. Si uno solo apela al lente de la moral y la pose democrática, obviamente tachará a todas como malas. Pero Axel Kaiser trata de elaborar un argumento que Mario Vargas Llosa no tolera por principismo moral, y lo interrumpe. Se gana los aplausos de un público que adora las poses morales y la cucufatería democrática. Pero no porque tenga la razón sobre el incompleto planteamiento de Axel Kaiser, quien apela al juicio de la sociedad para determinar la bondad o maldad de las dictaduras. El ejemplo es claro y simple: "¿cuántos preferirían vivir en la dictadura de Maduro y cuántos en la de Pinochet?" La respuesta es bastante obvia, pero Mario Vargas Llosa no la permite. Se lanza sobre el adversario para taparle la boca con su postura moral: ¡No! ¡Todas son malas! ¡Igual de malas!

Evidentemente eso es falso. Axel Kaiser le demuestra con datos que la población prefiere regímenes autoritarios y hasta dictaduras, siempre que el régimen le garantice suficiente libertad, sus derechos, su propiedad, empleo y posibilidades reales de progreso. Nada más le interesa al pueblo. El resto es una mera discusión académica ociosa. En los hechos, si un régimen le proporciona bienestar a la sociedad puede ser calificado de bueno, sin importar su naturaleza jurídica o académica. El fin último de la política es gobernar un pueblo para llevarlo al progreso. Eso no significa que no existan algunas restricciones que a juicio del poder político vigente, resultan necesarias para garantizar precisamente las libertades y los derechos que amparan el progreso.

Los juicios de los intelectuales suelen estar, como en este caso, muy alejados del sentir popular. Tal como lo admite el propio Mario Vargas Llosa, quien parece lamentar esta preferencia de los pueblos. La gente común y corriente no tiene las inquietudes metafísicas y la cursilería moral de los intelectuales. Le importa poco si el régimen que lo gobierna califica como dictadura o democracia, todo lo que le importa es si puede encontrar empleo y progresar, si su dinero no se volatiliza sino que tiene capacidad de compra, si tiene seguridades garantizadas por el Estado, etc. Más allá de esas condiciones que son los fines últimos de la política, las discusiones académicas solo sirven para los foros. Y fue una lástima que Axel Kaiser no le diera la estocada final al Nobel, luego de que este reconociera que los pueblos prefieren regímenes con autoridad, si es que al final viven mejor.

Lo curioso es que quienes más afectos son a las poses moralistas en política, son los intelectuales de izquierda, que por décadas han dado soporte moral a la dictadura sangrienta y vergonzosa de Fidel Castro en Cuba, a la cual incluso tenían el cuajo de defender mostrando cifras estadísticas que nadie cree, porque las dictaduras comunistas son hábiles en ocultar y cambiar su información, tal como tantas veces ha sido denunciado por organismos internacionales. Incluso regímenes "democráticos" como el de Cristina Kirchner llegaron a la desfachatez de tratar de engañar al mundo con sus cifras de inflación. 

La defensa que los intelectuales de izquierda hacen de las dictaduras comunistas y los elogios que prodigan a los dictadores de izquierda, desde Stalin hasta Castro o Chávez, contrasta con su cucufatería moral para condenar dictaduras de derecha, que han sido mucho menos crueles que las de izquierda, y que han reportado beneficios reales a su población antes que miseria y pobreza. Para no hablar de las libertades que toda dictadura de izquierda conculca plenamente. Por lo tanto, no me parece que debamos caer en la tontería de concederle a la izquierda la gentileza de condenar todas las dictaduras por igual, cuando es obvio que nada es igual en este mundo. Yo prefiero mantenerme en la posición racional de utilizar criterios objetivos para juzgar las dictaduras, antes que asumir una pose moral para hacerle el juego a la izquierda, mientras estas siguen en su postura de defensa de sus dictaduras fracasadas, criminales y longevas. Desde cualquier punto de vista, las dictaduras comunistas han sido las peores de la historia. 

jueves, 3 de mayo de 2018

Vargas Llosa y las dictaduras


Por: Erick Yonatan Flores Serrano
       Coordinador General – Instituto Amagi

“Todas las dictaduras son inaceptables”. Es la sentencia de Vargas Llosa que despertó mucha admiración en la última conferencia que dio en Chile. Pone sobre la mesa una vieja discusión en las filas del liberalismo sobre el juicio que debe tener un liberal frente a los procesos políticos de corte dictatorial que han existido en la historia. ¿Todas las dictaduras son iguales?, es la pregunta de fondo en este asunto y responderla no es tan simple como hace parecer el ganador del premio Nobel de Literatura del año 2010.

Desde la filosofía moral, creo que todos estaremos de acuerdo en que una dictadura es algo deleznable. Aquí no puede haber medias tintas entre liberales y libertarios, una dictadura es una forma de gobierno donde el poder político se concentra en una persona y prácticamente no hay límites. Liberales y libertarios son enemigos de la concentración del poder sin que haya atenuante que valga. En este sentido, la superioridad moral frente a aquellos que reniegan de la dictadura de Pinochet pero callan con los más de cincuenta años que los Castro gobernaron en Cuba, es indiscutible.

Hasta aquí pareciera que la afirmación de Vargas Llosa es incuestionable y en términos morales lo es, pero esto no se resume sólo a la filosofía moral. Dentro de esta discusión, los resultados que se presentan en cada proceso político también son importantes para el análisis. Objetivamente hablando, la dictadura de Pinochet en Chile, generó las condiciones para que la sociedad chilena pueda iniciar un proceso político y económico que hoy lo presenta como el país más desarrollado y rico en la región; la dictadura de los Castro en Cuba, sin embargo, ha terminado de destruir los valores de la sociedad cubana y ha partido a la población en dos, por un lado está la gente oprimida que la dictadura ha condenado a vivir en la pobreza más abyecta; y por otro lado está la casta política que vive engolfada en los privilegios que otorga ser parte del poder político que gobierna la isla.

En un escenario mucho más cercano, los resultados de la dictadura de Velasco Alvarado son diametralmente distintos a los que se derivan de la dictadura de Alberto Fujimori. Mientras que en el primer proceso se inició con el crecimiento descomunal del aparato del Estado y una cruenta persecución contra la empresa privada, proceso que tuvo como corolario la crisis política y económica que estalló en el primer gobierno de Alan García; en el segundo, se pueden destacar aciertos en el terreno económico y político, ya que el Perú se recuperó de la inflación y escasez producida en periodos anteriores, y se pudo derrotar militarmente a las organizaciones terroristas que -en nombre del socialismo y el comunismo- nos dejaron un saldo de más de 30 mil personas muertas.

Afirmar que los resultados de algunas dictaduras son distintos en comparación de otras, no significa que caigamos en el juego de afirmar que existen dictaduras buenas y dictaduras malas, como erróneamente entiende Vargas Llosa. Quedarnos sólo con el juicio de condenar todas las dictaduras,  pese a que moralmente es lo correcto, nos priva de un análisis mucho más rico en términos políticos, económicos y sociales. No existe una dictadura buena en términos morales, lo que existen son dictaduras que -comparativamente- terminan por presentar mejores resultados que otras; y en los ejemplos citados los hechos así lo demuestran. A final de cuentas, llevar la discusión al terreno moral no sirve de nada porque cualquier persona decente tiene que rechazar la dictadura de los Castro de la misma forma en que rechaza la dictadura de Pinochet; pero si queremos ampliar el horizonte de nuestro pensamiento, debemos entender que las dictaduras tienen sus peculiaridades y -a la luz de la evidencia- no son todas iguales.

miércoles, 20 de abril de 2016

Derecha popular no es populismo



Escrito por Elvis Occ

Halle una interesante *carta en internet dirigida a Mario Vargas Llosa por su buen amigo -eso dicen- Hugo Neira. En algunas partes del quejoso epistolario, el Sr. Neira escribe que Fuerza Popular, es de derecha popular. Tan temeraria afirmación llama a sorpresa, pues esta a millas marinas de distancia de la verdad.  El partido que lidera Keiko Fujimori no es ni tan si quiera de derecha y ella mismo dejo eso clarito en una entrevista, que eran de centro izquierda, eso índico. Inclusive esa aseveración tampoco es exacta. El partido Fuerza Popular es populista y dinástico. Lo de dinástico huelga explicar pues salta a la vista y hasta un ciego lo puede percibir.

Antes de continuar aclaremos que es populismo. Al respecto hay muchas y antojadas definiciones.  Sin embargo la mayoría de los científicos políticos coinciden en que populismo es un estilo de gobierno –independiente de la ideología- donde prima lo emocional sobre lo racional. Si tomamos en cuenta que el slogan del partido Fuerza Popular es: “El fujimorismo es un sentimiento”, pues imagínense. No solo eso, también se puede observar caudillaje carismático, marketing partidario agresivo a los sectores sociales más necesitados, oportunismo y cierto derroche irresponsable en lo económico. Apuntaron?

La derecha popular es un segmento de la población –de varios millones- que ha adquirido hábitos liberales y que ponen en práctica en su cotidiano vivir. Son peruanos emergentes fuertemente individualistas. Gente que cree en el libre mercado, el imperio de la ley, en un estado más light y menos metiche. La derecha popular cree que el gobierno debe socorrer al caído en desgracia, mas no mantenerlo. Este segmento de la población no pide que le den nada si no que lo pongan donde haya como y ellos harán un Gamarra. El capitalismo popular es el motor y motivo de esta derecha popular.


Una constante en nuestra cultura peruana, es superlativizar personajes o eventos históricos como también confundir buitres con pavos reales, desde el futbol hasta la política. Un claro ejemplo de tan funesta práctica es llamar partido de derecha a cualquier agrupación de encorbatados que no sea de izquierda. En el caso puntual de Fuerza Popular, el partido es liderado por la carismática hija del ex presidente Alberto Fujimori, con el aglutinante que el fujimorismo es un sentimiento. Siempre apunto a ganarse la simpatía de los menos afortunados y sin embargo esperamos que de llegar al poder no se distinga por una marcada juerga fiscal. PPK tampoco es de derecha, es mercantilista pero ese es otro rollo.

*http://elmontonero.pe/columnas/carta-a-un-amigo-del-que-discrepo

martes, 6 de octubre de 2015

De ocupación: escudero


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Una rápida respuesta al Sr. Juan Sheput, opinólogo omnipresente que acaba de publicar un artículo en El Montonero, defendiendo a capa y espada a Mario Vargas Llosa y condenando a quienes lo hemos criticado por sus últimas declaraciones y postura política. 

En primer lugar Sheput se equivoca de plano al mezclar los méritos literarios de Vargas Llosa, que nadie discute, con sus opiniones políticas. Está recurriendo a una muy conocida falacia argumentativa conocida como "magister dixit" o argumento de autoridad. Es decir, lo que dice Vargas Llosa tiene que ser respetado y venerado por ser un Nobel. No señor. Que sea un Nobel de Literatura no impide que sea un perfecto idiota para todo lo demás, y en particular en política. Lo han demostrado muchos literatos que terminaron comprometidos con dictaduras abyectas o cegados por odios y pasiones. Por ejemplo, nadie puede respetar las enfermizas posturas antinorteamericanas de Chomsky, ni el apoyo de Sartre a los comunistas o los elogios de Borges a las dictaduras o la veneración de García Márques a la nefasta dictadura de los Castro, por mencionar algunos.

En segundo lugar, resulta infantil disculpar a Vargas Llosa por no hablar del actual gobierno. Se puede decir que es un cobarde al no querer ocuparse del gobierno que ayudó a llegar al poder. Es lo primero que tendría que hacer si tuviera decencia política. Dar la cara por el gobierno que apoyó en campaña es lo mínimo que le corresponde si quiere hablar de política, antes de ocuparse de los demás. Que empiece con el gobierno en lugar de seguir con su cansada cantaleta antifujimorista repitiendo los mismos archiconocidos insultos contra Keiko, a quien sigue confundiendo con su padre. Ese no es el rol de un intelectual. Es la crisis de un paciente psiquiátrico. 

Dice Juan Sheput: "Los insultos que recibe Mario Vargas Llosa en las redes sociales demuestran la situación de decadencia que padecemos y, sobre todo, nuestra claudicación en el arte de polemizar o tener cierto oficio en el debate público". Y le pregunto al Sr. Sheput: ¿Qué ha hecho Mario Vargas Llosa además de insultar? ¿Con quién ha polemizado? ¿Qué argumentos ha expuesto? ¿Exponer sus viejos odios y rencores contra el fujimorismo de los 90 es un argumento político hoy? Lo que habría que decir más bien es que los insultos que sigue soltando Mario Vargas Llosa solo demuestran el nivel de su decandencia política y moral. Y si recibe respuesta, es porque se lo merece.

Por último, lamento que Juan Sheput haya decidido retomar su rol de escudero, ejercido durante tanto tiempo y con abnegado esfuerzo para defender al impresentable de Alejandro Toledo mientras aun estaba en posiciones de poder. Parece que Sheput ha decidido convertirse en escudero de Mario Vargas Llosa apelando a sus conocidos artilugios, falacias y acobracias retóricas. Le deseamos suerte en su nuevo papel, aunque viejo oficio. 

domingo, 4 de octubre de 2015

El inciendiario Mario Vargas Llosa


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Mario Vargas Llosa, el otrora esforzado promotor del candidato Ollanta Humala, volvió a aparecer pero no para dar cuentas del desastre de gobierno que ayudó a llevar al poder, sino a lo mismo de siempre: para brindar una nueva dosis de su enfermizo antifujimorismo, sumado ahora a un súbito antiaprismo, con lo cual adquiere ya todos los perfiles del progresismo local. Sin embargo, no dijo que apoyaría a algún iluminado de la izquierda sino a PPK, lo que debe haber molestado a la zurda.

Parece que los años, los premios ni las otoñales aventuras amorosas lo han ayudado a superar su trauma antifujimorista. Vargas Llosa habla como si estuviésemos en peligro de regresar a los 90 y no de ingresar al 2016. En un impresionante gesto de cobardía sigue llamando a Keiko Fujimori "la hija del dictador", como si la señora no tuviera vida propia, no fuera más que eso o tuviera culpa de ello. Es curioso que en una sociedad macerada en feminismo histérico acostumbrada a lanzarse sobre cualquiera que se exprese mal de una mujer, nadie se digne a criticar al escritor por sus reiteradas groserías contra Keiko y por llevar la política al nivel de un lio de borrachos machista de cantina.

Mario Vargas Llosa ha terminado sus días como el más infame representante de la política barata, fundada exclusivamente en revanchismos enfermos y enarbolando el hacha para destruir al oponente no con ideas sino con métodos arteros como la difamación, la manipulación de la verdad y el oportunismo. Lo demostró al renunciar al diario El Comercio porque este apoyaba a Keiko Fujimori, y luego se pasó a La República, el diario cloaca de izquierda, donde se hacía la campaña más sucia de la historia contra Keiko Fujimori apoyando abiertamente a Ollanta Humala. Entonces fue cuando a Mario Vargas Llosa se le cayó la máscara de prócer y perdió su pose de moralista político cuando dijo renunciar a "El Comercio" por su falta de objetividad y neutralidad. Pero acabó en un pasquín donde la mentira es cotidiana y su columna se luce al lado de Jason Day y Claudia Cisneros.

Al decir que estamos por elegir entre la dictadura y la corrupción, Mario Vargas Llosa pierde hasta el sentido de la realidad. ¿Cómo se puede sostener que Keiko es "la dictadura"? Solo sufriendo un grave trauma histórico que lo incapacita para ver el presente y el futuro. Al mismo tiempo resulta ridículo que Vargas Llosa acuse a Alan García de corrupción mientras calla en todos los idiomas la actual corrupción de este régimen que ayudó a llegar a palacio, y hoy está hundido hasta el cuello en acusaciones e investigaciones fiscales. ¿Se puede ser más cínico? ¡Ya es el colmo!

Es una lástima que Mario Vargas Llosa, teniendo tanto prestigio mundial, no alcance el nivel de un patricio, de un guía espiritual que orienta a un pueblo por el camino de la concordia y la paz, instándolos a reflexionar señalando los principios. En cambio, Mario se ha quedado en la categoría de un incendiario de la política, un simple oportunista que opina con el hígado, cegado por la bilis y los fantasmas del pasado. De esos tenemos a montones acá y no necesitan tener un Nobel para despotricar en una columna. Es la especialidad más usada en la prensa chicha de izquierda. No necesitamos más.

viernes, 3 de abril de 2015

La estatura moral de Ollanta y su garante


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Fuente: El Montonero

Según el sociólogo Carlos Delgado Olivera, el desprestigio de los otros es una de las más nefastas formas de arribismo que se practica en el Perú. Consiste en quedar bien a costa de enlodar a los demás. Todos son malos, ergo, yo soy el salvador. Así es como han emergido ciertos políticos izquierdistas en la región. No es pues nada extraño que Ollanta Humala lo practique desde sus inicios en la política y que durante su gestión en el gobierno haya usado el ventilador y el lodo como forma de comunicación.

Esta lógica primaria pertenece típicamente a sectores de izquierda. Ollanta Humala surgió precisamente como líder de esa izquierda condenando todo, dentro y fuera del país. Todo estaba mal, desde la Constitución hasta el TLC con EEUU. La refundación de la patria está siempre en esa mentes desquiciadas. Abimael Guzmán, como Pol Pot y Mao Tse Tung, también predicaron destruirlo todo para empezar desde cero la construcción de una nueva sociedad. Es el sueño de opio de esa gente. De allí la vena totalitaria y absolutista que los conduce al desprecio de los demás.

Todo esto lo vemos expresado en las reacciones tras la censura de Ana Jara. Ollanta Humala y su garante Mario Vargas Llosa se apresuraron a descalificar a la oposición dando el mensaje de que los malos están en el Congreso y los buenos en el gobierno. Humala llegó a decir que el Congreso no tiene autoridad moral para censurar a su ministra. Y Vargas Llosa dijo que sintió vergüenza al escuchar los argumentos de la oposición y cubrió a Ana Jara con su santo manto. ¿Esa es la verdad? Hablemos un poco de la moral de Ollanta y su garante.

Ollanta Humala es un militar golpista surgido de una turbia asonada montesinista contra Alberto Fujimori. Luego encabezó otra asonada golpista contra Alejandro Toledo justo al día siguiente de terminar su cargo dorado de agregado militar en Seúl. Como resultado de ésta hubo muertos de los que Ollanta fue librado mañosamente. Luego se dio la gran vida y montó su campaña política con dinero de muy dudosa procedencia. Llevó al Congreso la peor escoria humana jamás vista antes en la plaza Bolívar, la que votó siempre en contra de todos los gabinetes. Luego Ollanta presentó un recurso para vacar al presidente García culpándolo directamente de los muertos en las protestas sociales. Entonces dijo que si fuera presidente y hubiera un solo muerto en un conflicto social no dudaría en renunciar. Sus palabras están grabadas. ¿Puede este personaje de cómic hablar de estatura moral y llenarse la boca con la palabra democracia?

Mario Vargas Llosa tampoco es ningún santo. Sus devaneos políticos son sorprendentes. Es todo un profeta liberal en el exterior pero acá apoya a un chavista. El 2011 no dudó en garantizar al candidato de la izquierda delirante solo para impedir que Keiko Fujimori llegara a la presidencia. Lo dijo claramente. Es decir, un sujeto capaz de cualquier mezquindad por un acto de vendetta política no puede darnos lecciones de moral. Carece de principios democráticos. Hoy resulta ridículo verlo sorprenderse e indignarse de que Ollanta Humala apañe a la dictadura de Maduro.¿Puede haber mayor descaro político?

Incluso la hipocresía y el descaro tienen un límite. Ni Ollanta Humala ni Mario Vargas Llosa están para darnos ninguna lección de moral ni altura política ni democracia. Son tal para cual, simples socios en un negocio turbio.

miércoles, 1 de abril de 2015

MVLL es un HDP


Escrito por: Elvis Occ

Durante el gobierno de Alberto Fujimori, el escritor Mario Vargas Llosa no escatimó esfuerzos para ir por el mundo pidiendo que nadie le prestara un solo centavo al casi arruinado Perú. En una entrevista hecha a Hernando de Soto (prestigioso economista peruano) este dijo que tal sabotaje solo podría provenir de un hijo de puta. En un articulo que escribiera el controvertido escritor y conductor televisivo Jaime Bayli el 2011, este describe a Mario Vargas LLosa como un cabrón de mala entraña. Que difícil es desmentir todas esas contundentes aseveraciones contra el Nobel, después de la carta que le enviara a la censurada premier Ana Jara, donde asevera que dicha acción parlamentaria es un homenaje por venir de un Congreso sin moral.

Hernando de Soto es un economista de talla mundial que asesora a gobiernos a través de su fundación, no vive bajo la sombra, padrinazgo o mecenazgo de MVLL. Dicho economista puede darse el lujo de expresar sin cortapisas ni subterfugios sus opiniones acerca del escritor, sin temor a represalia alguna. No digamos nada de Jaime Bayli. Su madre, heredera de una importante fortuna le cedió buena parte de ella y es así que las finanzas no están entre sus preocupaciones, además de las exitosas publicaciones de sus novelas. Estos personajes -por nombrar dos- no están supeditados a la ira santa de MVLL, como si lo están ciertos sectores de la prensa y política peruana, agradecidos, genuflexos y felices cojudos seguidores del marqués.

En verdad no sé cuál es la agenda de Mario Vargas Llosa. A veces creo que sus intervenciones políticas son viscerales y en otras atropelladas manifestaciones parasimpaticas sin norte alguno. No creo que anide la maldad en su corazón pero si el odio a ciertos grupos y sus rostros. Estoy seguro eso si que cual mono con metralleta, cada vez que se arma de ese talento para opinar sobre política peruana, dispara ráfagas que matan a más de un admirador. Hernando de Soto y Jaime Bayli aun inermes a su venenosa pluma siguen creyendo que MVLL es un hijo de puta de mala entraña. El resto del país cree que nunca fue un garante si no más bien un alcahuete. Juzguen ustedes.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Un psiquiatra para Mario


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El habitual perfil de intelectual juicioso y racional que exhibe Mario Vargas Llosa cada vez que emite opinión, se convierte repentinamente en crisis psicótica cuando tiene que hablar de Alberto Fujimori o incluso de Keiko Fujimori. Parece que el escritor protagoniza un caso similar al del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Es obvio que el detonante de tan dramático cambio de personalidad es la palabra "Fujimori". Entonces los demonios se apoderan de Mario y se vuelve un guerrillero de la palabra disparando a mansalva insultos de grueso calibre y frases altisonantes. No tiene empacho alguno en llamar a Keiko "la hija del ladrón, del asesino", como si ella tuviera alguna culpa.

Es lamentable que el prestigio intelectual de Mario Vargas Llosa se vea empañado por sus arrebatos emocionales en contra de un régimen que ya no existe hace más de 13 años. El berrinche infantil que se apodera de sus gestos y palabras revelan que no ha superado el trauma de la derrota de 1990. Una derrota que apenas una semana antes de las elecciones nadie sospechaba. MVLL se fue luego del país a rumiar su amargura en España, donde escribió un libro que contiene su vómito negro contra toda la clase política. Es triste comprobar que hoy Mario comparte todas las características repugnantes que describe en ese libro. Se ha vuelto un confabulador, un fanático de su propia causa, un poder en la sombra que hace su juego sin alfiles ni torres ni caballos sino con puros peones.

Lo peor de todo es que los fantasmas que aquejan a MVLL van en orden con el antifujimorismo salvaje de la izquierda pro terrorista que aun sigue vivita y coleando, aunque algunos hayan perdido el pelo pero no las mañas y otras usen un poco de bótox. Lo políticamente correcto en el Perú es detestar el fujimorismo. Es por eso que nadie se ha tomado la molestia de defender a Keiko de esa agresión grotesca y estúpida que ha cometido Mario por reiterada vez. En cambio si lo hicieron cuando llamaron fea a Susel Paredes. Toda una legión de correctos reclamó entonces por la agresión a una mujer.

También es políticamente correcto rendirle pleitesía a la CVR y a toda clase de huachafería patética que la progresía invente en torno a la "memoria", además, claro, de condenar categóricamente y en voz alta a la corrupción. Hay tanto luchador anticorrupción en estos días que nadie se explica cómo la corrupción campea y hace lo que quiere por todos lados. Luchadores anticorrupción como Toledo y su cartel, o el gran negociado de las ONGs es todo lo que nos dejó la ola de indignación antifujimorista de hace una década. Según Transparencia Internacional, la corrupción en el Perú es el doble de la que había en los 90.

Es obvio que Mario Vargas Llosa, intoxicado por sus odios personales y aquejado por sus fantasmas del pasado, ya no sabe distinguir quién es el verdadero enemigo del Perú en el presente. Parece creer que el Perú no ha cambiado y que la historia puede dar marcha atrás. En política no hay nada más burdo que inventar monstruos contra quien luchar y ofrecerse como salvadores de la patria. De esa clase de payasos estamos cansados. Los salvadores de la patria suelen llegar, empeorar las cosas y luego nadie sabe cómo sacarlos. Esa es la historia de Latinoamérica en los últimos tiempos. Lo mejor que podría hacer Mario si quiere hacer política es vivir en el Perú; pero antes sería importante que se contrate un buen psiquiatra. Hay un grupo de peruanos que no estamos dispuestos a seguir tolerando más sus majaderías geriátricas.


miércoles, 19 de marzo de 2014

¿Cuando se jodio MVLL?


Escrito por: El Hdp

  • Es más papayita hallar un corrupto o una picara en el Congreso o el ejecutivo que un balón de gas a 12 soles. Si no es Chehade, es Omonte o hasta el mismisimo Premier Cornejo. Como carajos nos la arreglamos para escoger con precisión de cirujano a los choros, extorsionistas, corruptos y cretinos de entre 30 millones de peruvianos y ponerlos en el Congreso? Al paso que vamos dentro de poco "Los Injertos de Bocanegra" o "Los Norteños" tendrán su congresista representándolos legitimamente, al mejor estilo de Pablo Escobar. Y es que algunos clanes continuan metiendo a su "contacto" como congresista, para seguir contratando con el Estado sin importarles un coño las consecuencias. Tres Refinerias nuevas es lo que costara remodelar la "Refineria de Talara". Esas son las consecuencias. Un Congreso amarradito y en bandeja de plata, cortesia de PPC. Esas son las consecuencias so cojudos! 
  • PPC se puso en cuatro para que los humalistas se los monten en nombre de la "institucionalidad" y el Gabinete de Nadine pueda pasar raspando, el voto de confianza en Congreso. El partido del "tucán" Bedoya tiene fama de prostituirse al menor asomo de acomodo ventajoso. Lo hicieron en la MML y ahora en el Congreso. Una foto circula en las redes sociales donde se ve a un servil Luis Bedoya Reyes cuando era alcalde encendiendo un cigarrillo al entonces dictador Gral. Juan Velazco Alvarado. Ahora se especula que el calzón amarillo que apareciera en el balcón de Palacio era la señal de que el PPC se había echado... y sin calzón! Más o menos al estilo de Ollanta Humala con el régimen de Maduro. Ya van 29 muertos en Venezuela y siguen llegando tropas cubanas a reprimir las protestas pero nuestro presidente patas meadas, apoya a Maduro.
  • No se uds. pero yo estoy hasta la coronilla de tener que soportas la sarta de cojudeces que dice y predice MVLL. Quien le dijo al venerable vejete, que el premio Nobel se lo dieron por politólogo? Para colmo pasa de garante a escudero en fracción de segundos y sin rubor alguno. Es harto sabido que entre su hijita Morgana y Favre asesoran a Nadine con miras al 2016 pero guardemos las formas mi estimado Marquez! Este escritor se ha convertido en una suerte de Rasputin en el gobierno nacionalista y Santo Pontifice de la caviarada local. Cada vez que brillantemente excreta alguna frasecilla panfletera, sus multiorgasmicos huelepedos y chupamedias del mundillo caviar y marketeros mediaticos lo convierten en palabra de Dios. Patetico! Eso es proxenetismo consentido! Un chiste: Dice la zangana Villarán que aun esta pensando lo de la reelección. Es que le falta contratar al resto de revocados pues!
  • Quince dias me costo hallar un libro de Milton Friedman! Libros sobre iconos izquierdistas como el Che Guevara, Stalin, Mao Tse-Tung o inclusive del asesino Abimael Guzman abundan como gusanos en panza de perro muerto. Inclusive es fácil encontrarse con revistas marxistas de otros paises y grandes posters de los "héroes" comunistas en las librerias. Estamos cagaos! Nuestra sociedad esta enterrada en toneladas de asquerosa literatura marxista! No tenemos editoriales interesadas en publicar libros de autores como Hayek, Friedman, Mises, Bernancke, de Soto, ni mucho menos posters de Thatcher, Reagan o Fujimori. Salvo algunos periódicos tampoco existe una revista estilo "Vela Verde" o "Hildebrandt en sus trece", pero de derecha. Tenemos que hacer algo al respecto o nos volveremos una cubanizada nación chavista en poco tiempo!
  • Ya para nadie es un secreto que Nadine sera candidata de algo el 2016. La primera dama es presidenta de su partido (una vaina pegada con moco y baba) y su pelele marido no pierde ocasión para ponerla frente a cámaras y reflectores sin empacho alguno. Superado el susto en el Congreso todo parece indicar que los humalistas están envalentonados y PPC ni termina de subirse el calzón pero hasta el cagón Favre ya lanzo dardos contra los que votaron en contra. TROLLS y blogueritos chavistas están chambeando duro en las redes sociales defendiendo o validando las intervenciones u opiniones de su líder Nadine. Alan Garcia y Keiko parecen ser las figuras a demoler y para eso tienen la izquierdosa plataforma bloguera LaMula, ONGes marxistas y los periódicos de siempre con los periodistas prePago de siempre a su disposición. Necesitamos una nueva y contestataria derecha ya! 
     

lunes, 17 de marzo de 2014

EL escritor pierde los papeles


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Como si fuera Pedro Camacho, el novelista que confunde los libretos en la "La tía Julia y el escribidor", nuestro Nobel Mario Vargas Llosa ha terminado mezclando sus cuentos con la realidad. Ha salido a acusar nada menos que a la oposición de golpismo y de hacer peligrar la institucionalidad del país. ¿Desde cuándo una votación en el Congreso, ajustada estrictamente al mandato constitucional, significa un riesgo para la institucionalidad? Es todo lo contrario. El Congreso ha actuado ejerciendo su prerrogativa. La Constitución no exige al Congreso otorgar su confianza al gabinete, lo que dice es que el premier debe pedir el voto de confianza y, si no lo obtiene, debe renunciar. Y no lo ha hecho, o lo ha hecho pero lo han ratificado con todo. En vista de lo cual, quien pone en riesgo la institucionalidad es el presidente Ollanta Humala.

Pero el asunto es incluso anterior a los votos del Congreso. Quienes provocaron la caída del gabinete Villanueva fueron la primera dama y su alfil Castilla. En realidad, quien constantemente anda poniendo en riesgo la estabilidad del régimen es la primera dama, debido a su permanente intromisión en el gobierno, admitida públicamente por su dama de compañía, Ana Jara. También el premier Cornejo, con menos contundencia, ha admitido estas intromisiones, para no hablar del propio presidente quien dijo estar en un "gobierno familiar". De modo que quien actúa al margen de su rol y de los preceptos constitucionales es la primera dama Nadine Heredia.

Sin embargo el marqués no ha dicho media palabra contra esta situación anómala. Al mejor estilo del chavismo la ha emprendido contra la oposición y los medios de comunicación, acusándolos de golpismo y de montar una tenebrosa confabulación contra el gobierno y una campaña de demolición de la primera dama. Solo le faltó decir que la campaña está dirigida y financiada por los EEUU y con eso completaba la estrategia de Maduro para culpar de todo a los demás. Pero en el Perú por lo menos la CONFIEP ha criticado la actitud del Congreso exigiéndoles que se dejen de niñerías y den su confianza al gabinete para seguir haciendo buenos negocios. Así que al menos no podrán culpar a la "derecha empresarial". 

MVLL ha dejado más claro que nunca que en el Perú ya ha perdido toda la objetividad que alguna vez tuvo para enjuiciar el nefasto rol de la izquierda continental. Lúcido para criticar al peronismo en Argentina, al castrismo en Cuba, al chavismo en Venezuela y en el resto del continente; ha sido contundente para apoyar a los candidatos de derecha como la panista Josefina Vásquez Mota en México y Sebastián Piñera en Chile, alabar calificándolo de "magnífico" al gobierno de derecha de Alvaro Uribe en Colombia, quien puso mano dura contra la guerrilla de las FARC causando varias bajas importantes en operaciones no del todo legales, incluyendo incursiones fuera de su territorio. En suma, Mario Vargas Llosa es uno fuera del Perú y otro dentro. Acá resulta ser un progresista a carta cabal. A nadie extrañaría verlo como próximo candidato del Frente Amplio.

¿Por qué Mario Vargas Llosa carga en el Perú con la cruz de la incoherencia política? Por la sencilla razón de que nunca ha podido deponer su odio personal contra Alberto Fujimori y pensar en el destino del Perú como nación. Vargas Llosa será un marqués pero no un hidalgo, es un simple resentido viviendo con los traumas del pasado. Lo evidenció en las últimas elecciones cuando decidió apoyar al candidato de la izquierda, Ollanta Humala, un chavista, velasquista que arrastraba a todo el manicomio de la izquierda tras de si. Vargas Llosa no apoyó a Ollanta por sus dotes personales. Sabía perfectamente que era el peor candidato. Lo apoyó, como lo dijo claramente, solo para evitar el retorno del fujimorismo, como si eso fuera materialmente posible.

Desde entonces MVLL es el cuentista que nos mete floro afirmando que el gobierno de Ollanta es maravilloso. No ha tenido el valor de criticar su penosa actitud frente a la situación de Venezuela, como no dijo nada de su papel cómplice en tanto presidente de UNASUR en la validación de la fraudulenta elección de Maduro, ni en su cobarde actitud de no recibir a Capriles, etc. Ollanta ha confesado ser un admirador de Hugo Chávez, de quien dijo era "un ejemplo para Latinoamérica". Hace un año Nadine sufrió un accidente de tránsito en una camioneta que era propiedad de una ONG chavista. Así que para nadie es un secreto que los petrodólares venezolanos que Hugo Chávez repartió por todos lados comprando conciencias también llegaron al Perú, y sabemos bien a qué bolsillos. ¿Algo ha dicho el Nobel sobre todo esto? No. Pero lo sabe y calla.

El camaleón Vargas Llosa que es verde para el extranjero y rojo para el Perú ha asumido todo el discurso del progresismo y la caviarada. Es mentor del informe infame de la CVR y del mamarracho rojimio del Museo de la Memoria, se enfrenta agriamente al cardenal Cipriani tildándolo de intolerante y es ahora el portaestandarte de la campaña progre contra los medios de comunicación, porque tampoco perdona que El Comercio apoyara a Keiko Fujimori. Así pues, Mario Vargas Llosa es en el Perú un caviar marqués que ha asumido la agenda completa del progresismo. Mario Vargas Llosa es solo para el Perú la principal voz de la izquierda mientras que en el extranjero funge de defensor del liberalismo. En suma, es un hipócrita completo. Que lo sepan sus amigos en el extranjero. 

martes, 14 de enero de 2014

La felonía progresista se desarma


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Tras el reciente artículo de Mario Vargas Llosa "¿Un castillo de naipes?" la progresía debe haberse quedado con los crespos hechos, pues tenían la esperanza de que el Nobel pusiera la cereza sobre el pastel rojimio bautizado con el horroroso nombrecito de "concentración de medios". Sin embargo, el marqués no ha hecho más que repetir las mismas monsergas, chácharas, mentiras y medias verdades que ya la progresía había levantado como parapeto en su trinchera de batalla. Así las cosas, flaco favor le ha hecho MVLL a sus aliados de la izquierda peruana. 

EL único castillo de naipes es el cuento de la "concentración de medios" inventado por la izquierda desde que La República no pudo comprar EPENSA. Si esta compra se hubiera realizado, los porcentajes acumulados de las ventas de ambos grupos llegarían al 50%, pero la diferencia sería que la progresía jamás se hubiera quejado. Allí mas bien hubieran cambiado de cuento para defender esa compra. Y es que la izquierda es un sector que vive de las mentiras y del psicosocial. 

Cualquier cerebro elemenental sabe la diferencia que hay entre acaparar medios y aumentar las ventas. En el primer caso tengo la mayoría de los medios y en el segundo vendo más. No es lo mismo necesariamente. Un solo medio puede vender eventualmente mucho más que otros 5 juntos y eso no es acaparamiento ni concentración. Es solo éxito empresarial. Algo que la izquierda detesta.

Basar los argumentos en el porcentaje de las ventas ha sido la mejor manera que ha encontrado la izquierda para engañar a los tontos. No se cansan de gritar que El Comercio "controla" el 80% de la prensa escrita, lo cual es falso. Las mayores ventas se deben a la decisión de los ciudadanos libres que deciden qué comprar, y no a la de los dueños de los medios que no pueden imponerle nada a nadie. Ese cuento de que "no hay para elegir", es algo que solo ocurre en países como Cuba. Y por último, el porcentaje de ventas es una circunstancia eventual que puede variar en cualquier sentido, tal como es muy fácil demostrar viendo la historia de los últimos años. No hay pues manera de mezclar ventas con acaparamiento, salvo con malas intenciones.

El cerebro de un progre es como una ensaladera donde todo está mezclado. Una cosa es la propiedad de los medios, otra la dirección de los mismos y otra las ventas. La propiedad normalmente está distribuida en varios propietarios de acciones, la dirección es cambiante y las ventas son más volátiles aun, pues dependen de la voluntad de la gente y de nadie más. Y todavía hay otra cosa aparte que es la libertad de expresión. Esta última solo puede ser puesta en peligro por el gobierno y el Estado. Mezclar todo en un mismo cuento de espanto para asustar a la gente con el riesgo de la libertad de expresión es algo que solo cabe en el cerebro limitado de un progresista, de esos típicos idiotas latinoamericanos que siguen llevando a los países de la región al fracaso del socialismo. El mejor cuento de la izquierda ha sido siempre engañar al pueblo, como cuando entraron a La Habana gritando "liberación" y luego montaron una oprobiosa dictadura que ya lleva 55 años. Así que cuidado con los cuentos de izquierda.

viernes, 10 de enero de 2014

Concentracion de webetas!



Escrito por: El Hdp
  • Esta pugna empresarial entre la izquierdista LaRepublica y ElComercio, ha parido cada opinologo cojudo y especialista en la pendejada que hacen las delicias de los que ya tenemos canas en los testiculos. Que la concentracion de medios, la pluralidad, mi derecho a la informacion. ¿De donde sacan tanto tiempo para masturbarse? ¿Como carajos puede haber concentracion de medios cuando solo se tiene 8 de 60 periodicos mas vendidos? Es que al comprar EPENSA adquirio otra rebanada del mercado, repiten los culicagaos. No pepelucho! Si de las 60 rotativas en el Peru ElComercio solo dejara 8 para los demas, o si del 100% del papel periodico ellos tuvieran control del 80%... Si payasaso, entonces si podrias hablar de concentracion o acaparamiento de algo tangible. Y aparecio el viejo pedorro de Dammert con su proyecto de LeyMohme. No que el Art 61 de la Constitucion es clara pues!! JDC convocalo!
  • MVLL llego a Lima le hecho gasolina a la disputa Mohme vs. Miro Quesada y se fue. Ni opino del caso Toledo. Lo suyo es mutilar o apuñalar a todo hijo de puta que alojo algun Fujimori, en sus paginas, casa, o corazon. La razon de su existencia dejo de ser la escritura y para muestra su ultimo libro que ni Gustavo Faveron lo escribia peor carajo! Como impulsado por un resorte, nuestro presidente tambien critico la cacareada "concentracion de medios" y la cago! Figallo opino y la cago mas aun! Siomi quizo escuelear en la tele y la recontracago! Solitos muestran las costuras velasquistas. No sorprendio la entrevista a Nadine en LaRepublica. A dos paginas, con foto marca Tubino y haciendo las preguntas?...la empleadita de Morgana: Pao Ugaz. Que Mohme aprendio su poco de Montesinos, no cabe la menor duda. Si ElPeruano es el diario oficial del gobierno, LaRepublica lo es de los Humala. Dicen que Diario16 tambien.
  • Y mientras nos huevean con otro capitulo de "Al Fondo Hay Periodico", descabezan las FFAA, botan a tombos "incomodos" de la PNP, se hacen los suecos con el caso Lopez Meneses. Hasta la alcaldesa de Lima, Susana Villaran aprovecha el panico para contratar a regidores revocados. Que tal conchuda! Y dicen que buscara reeleccion! Siquiera estuviera ricotona como Lucianita Leon, que por cierto trato de cobarde a Cateriano! Que segun dijo le regalo medio punto para que pase un curso, cuando fue su alumna. Que basura el caviaron pelele este. Yo le regalaba 20 puntos a esa mami! Pucha pero que sabe el burro de alfajores, no? FLASH! El ProcuraTROLL Arbizu renuncio! Dicen que lo acogeria la exPontificia, una ONG o firma de abogados caviares. O sea que tendra mas de una oportunidad para seguir sangrando al estado este conchesu...
  • De arranque les dire que el Papa para mi es tan populachero como Hugo Chavez, por las huevas no es jesuita el argentinito. Sin embargo reconoscamos que su ayudante Cipriani se le achoro a los terrucos desde su Iglesia en Ayacucho. Mientras tanto el malnacido de nuestro Nobel de Literatura no desperdiciaba foro para pedir que bloqueen economicamente a Peru. Que mala entraña! No habia ni azucar en los 90s y este maldito nos salaba aun mas! Siendo agnostico, nuestro laureado escritor tiene la concha de pedir que saquen a Cipriani dizque por cavernario. Yo me pregunto. ¿No es mas cavernario tirarse a la tia y las primas? Ja! Bambaren, un curita comunistoide y jesuita para terminarla de joder, tambien arremetio contra Cipriani. Asi hubiera arremetido contra los terrucos en vez de alcahuetearlos, sotanudo inutil! Amen. 

viernes, 3 de enero de 2014

La ideología progresista y los medios


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El cerebro de todo progresista es bastante elemental. Su pensamiento gira siempre en torno al mismo monotema: "grupos de poder". Todo progresista vive convencido de que el mundo está acechado por grupos económicos, interesados en conquistar el poder para mantener a los pobres más pobres. Ellos serían los causantes de nuestra pobreza. Ese es el cuento que les contaron de niños y es en buena cuenta el fundamento del marxismo. Al rededor de esta lógica simplona (porque además de simple es burda) se estructura todo el pensamiento progresista. Cualquier tema será irremediablemente "analizado" mediante esa regla de tres simple progresista, desde la política económica hasta la minera, pasando por la educación y acabando en los medios. Siempre añadiéndole su clásica cháchara barata en torno a valores santificados como la dignidad y la justicia. Y listo. Así es como funciona todo cerebro progresista.

Debido a la precariedad de su pensamiento, los progresistas se ganaron el título de idiotas, apelativo que saltó a la fama cuando se publicó el "Manual del perfecto idiota latinoamericano", una obrita que en tono de sátira retrata exactamente cómo funciona el cerebro del típico idiota progresista latinoamericano que ve "grupos de poder" en todos lados, desde los EEUU y la CIA hasta las transnacionales o cualquier empresa importante. Siempre está condenando la acción de estos "grupos de poder" y culpándolos de todos los males. Y desde luego, se opone a todo lo que hagan. La única solución para enfrentar con éxito semejantes monstruos es convertir al Estado en otro monstruo. Solo el Estado poderoso podrá competir y derrotar a los grupos de poder. Más aun, en tanto que se trata de grupos de poder económico, solo el control de la economía por parte del Estado puede garantizar la derrota de tales grupos.

Demás está decir que la realización de los sueños progresistas provoca invariablemente desastres mayúsculos, muy semejantes al Apocalipsis. Los pueblos que tienen o han tenido la desdicha de ser gobernados por un delirante idiota progresista padecen los males, perversiones y miserias más dramáticas de la existencia humana. El mejor ejemplo de esto es sin duda la desdichada Venezuela chavista.

Para un progresista es imposible comprender cómo funciona realmente el mundo. Su incapacidad para entender la realidad lo lleva a creer en la estupidez de su ideología. Lo que vemos hoy en el debate en torno a la llamada "concentración de medios" es una grosera y viciosa repetición del mismo cuento progresista de toda la vida: grupos de poder que amenazan la libertad de expresión; ergo, el Estado como gran solución. No hay manera de hacerles entender que la única amenaza a la libertad proviene del Estado y que mientras haya libertad siempre se podrá publicar. Al final es el público el que, ejerciendo su libertad de elegir, decide qué periódico comprar, que canal ver, qué radio escuchar. Salvo el Estado, no existe otro poder que pueda impedir que la gente publique y compre los medios que quiera.

Lo curioso de todo esto es que Mario Vargas Llosa, otrora liberal y ex progresista converso, se ha sumado a la campaña de la "concentración de medios". No me cabe duda que sus odios mezquinos han eclipsado su inteligencia, no solo cuando prefirió apoyar al mamarracho de Ollanta Humala, secundado por toda la izquierda, sino cuando decidió renunciar a escribir en El Comercio porque este diario no apoyaba a su candidato. Haciendo todo un berrinche, MVLL se pasó a La República acusando al Comercio de ser parcializado, como si La República no lo fuera. Hoy es parte de la comparsa progresista que pide que el Estado meta la cuchara en los medios. Toda una hazaña de autodesprestigio intelectual.

En el 2007 MVLL elogió la aparición del libro "El regreso del idiota", el nuevo ensayo que analizaba a las nuevas generaciones de progresistas latinoamericanos. Entonces escribió: "Una década después, los tres autores vuelven ahora a sacar las espadas y a cargar contra los ejércitos de "idiotas" que ¡quién lo duda! en estos últimos tiempos, de un confín al otro del continente latinoamericano, en vez de disminuir parecen reproducirse a la velocidad de los conejos y cucarachas". Al parecer MVLL ya se ha sumado a ese ejército. Una lástima declarar oficialmente perdido a este escribidor que al final de sus días parece ser víctima de la idiotez progresista, quizá como efecto de algún mal degenerativo propio de la senilidad.

jueves, 2 de enero de 2014

El activismo gay de Mario Vargas Llosa


Por: Dante Bobadilla Ramírez

El matrimonio es una institución social, de origen natural, creada en torno a la unión de un hombre y una mujer con la intención de hacer familia, es decir, de procrear. Debido a este inmenso potencial y su tremenda gravitación para la sociedad, fue revestido de caracteres mágicos desde la más remota antigüedad, hasta que la religión la convirtió en ritual invocando la bendición de Dios. Muy posteriormente el Estado se animó a regular esta unión con la misma intención de proteger a la familia. En esencia este es todo el sentido del matrimonio. Es, repito, una institución social natural en torno a la unión del hombre y la mujer para formar familia. Eso y ninguna otra cosa es el matrimonio.

Sin embargo, hoy esta institución real que ha dirigido y protegido nuestra evolución como especie está siendo puesta en duda y, peor aun, está siendo atacada. La cháchara recargada de activismo militante en torno a los homosexuales ha terminado siendo dirigida en contra del matrimonio con el único propósito de favorecer las uniones homosexuales. Esto quiere decir que para favorecer la "causa gay" algunos no han tenido mejor idea que desvirtuar el matrimonio. Tal parece pues que hoy nos han colocado ante la disyuntiva aberrante de estar a favor del matrimonio, tal y cual es y ha sido siempre, o estar favor de los homosexuales y su causa, para lo cual debemos prostituir el concepto de matrimonio y hacer de él una unión bárbara.

Yo ya estoy viejo para caer presa de la histeria modernista de ciertos intelectuales que prefieren coger las banderas de moda en busca de reconocimiento, en lugar de defender la racionalidad y la sensatez. Por el contrario, hay intelectuales a los que simplemente he quitado de mi lista por preferir el activismo callejero antes que el debate serio y responsable en torno a cuestiones que son de por si complejos. Y uno de ellos es Mario Vargas Llosa, quien acaba de publicar el siguiente mamarracho:

"El matrimonio entre personas del mismo sexo, ya autorizado en varios países del mundo, tiende a combatir un prejuicio estúpido y a reparar una injusticia por la que millones de personas han padecido (y siguen padeciendo en la actualidad) arbitrariedades y discriminación sistemática, desde la hoguera inquisitorial hasta la cárcel, el acoso, marginación social y atropellos de todo orden. Inspirada en la absurda creencia de que hay solo una identidad sexual “normal” —la heterosexual— y que quien se aparta de ella es un enfermo o un delincuente, homosexuales y lesbianas se enfrentan todavía a prohibiciones, abusos e intolerancias que les impiden tener una vida libre y abierta, aunque, felizmente, en este campo, por lo menos en Occidente, se han ido desmoronando los prejuicios y tabúes homofóbicos y reemplazándolos la convicción racional de que la opción sexual debe ser tan libre y diversa como la religiosa o la política, y que las parejas homosexuales son tan “normales” como las heterosexuales. (En un acto de pura barbarie, el Parlamento de Uganda acaba de aprobar una ley estableciendo la cadena perpetua para todos los homosexuales)".

Tal vez Mario Vargas Llosa sea un buen novelista, pero como científico social no acierta en ninguna frase. Lo que trata de hacer Mario es apenas politiquería barata. Esa politiquería que consiste en simplemente declamar discursos delirantes y estridentes a favor de los pobres, los enfermos, los marginados y otros sectores, lo cual está muy bien en una plaza pública en busca de votos y aplausos pero no en un artículo firmado por un intelectual. Analicemos este párrafo de Mario Vargas Llosa para señalar sus falsificaciones intelectuales, es decir, sus engaños retóricos y su falta de rigor en la verdad.

Mario empieza diciendo que el matrimonio entre homosexuales tiende a combatir un prejuicio estúpido y a reparar una injusticia que padecen millones de personas. Resulta pues que para Mario Vargas Llosa el concepto de matrimonio que he dado al inicio de estas lineas es nada más que un prejuicio estúpido. Es decir que la investigación antropológica y social que nos lleva a tales conclusiones acerca de lo que ha sido siempre el matrimonio en todas las culturas acaba siendo "prejuicio estúpido". La humanidad ha venido progresado y evolucionando culturalmente en torno a una institución que para el Nobel solo es "prejuicio estúpido". No dudo que habrán mentes débiles que prefieran acatar las palabras del Nobel antes que todas las evidencias científicas. Y es que Mario está haciendo política. Solo eso.

También quiere decir Mario que el hecho de que por decenas de miles de años la humanidad no haya considerado que la unión de dos homosexuales sea un matrimonio, y que no le haya dado valor ni la haya revestido con los rituales y normas que dedicó a la unión del hombre con la mujer, ha sido una terrible y humillante injusticia para estos seres homosexuales. Es realmente para reír.

Lo que en seguida hace Mario es un truco de mago: confunde arbitrariamente los atropellos que sufren los gays en algunos países (no en el Perú, ciertamente) con ese supuesto veto al matrimonio. Es decir, que el hecho de no admitir que las uniones de homosexuales puedan constituir un matrimonio, es parte de esa intolerancia y discriminación que en algunos países sufren los homosexuales, lo cual es mentira. Nada tiene que ver una cosa con la otra. Desde luego que defendemos todos los derechos que tienen los homosexuales como personas y estamos igualmente en contra de la homofobia en todas sus formas. No debemos confundir ni mezclar, como hace mañosamente o ignorantemente Mario Vargas Llosa, la homofobia con la defensa del concepto histórico, antropológico y social del matrimonio y de la institución social que es. Ya resulta francamente estúpido que nos achaquen homofobia por defender los fueros del matrimonio real.

Cabe además resaltar que en el Perú no existe, afortunadamente, homofobia como un mal social. El hecho de que eventualmente aparezca algún desadaptado haciendo gala de homofobia no nos convierte en una sociedad homofóbica. Todo lo contrario, en el Perú muchos homosexuales gozan de aprecio y prestigio social. Hay homosexuales en los medios y en la TV, conducen programas y escriben columnas sin que sean discriminados o estigmatizados. Hay homosexuales muy queridos por la sociedad, como Ernesto Pimentel (la Chola Chabuca), Carlos Cacho, Beto Ortiz y una larguísima lista de homosexuales que colman el ambiente farandulero, artístico y hasta intelectual y político en nuestro país. Así que cualquiera que venga acá con las banderas de la lucha contra la homofobia se ha equivocado de cancha.

Los problemas patrimoniales que se invocan como pretexto para aprobar el matrimonio gay son en realidad problemas emanados de la mala y excesiva regulación del Estado. Ya es tiempo de cambiar -y quizá eliminar- la obsoleta figura de la "sociedad de gananciales" creada en una época en que la mujer no trabajaba. El problema patrimonial debe ser resuelto de otras formas y no solo para las uniones gay sino también para el matrimonio. Es necesario tener los problemas claramente identificados y separarlos, en lugar de hacer lo que hace Mario Vargas Llosa, mezclando todas las cosas en un solo paquete absurdo y en un discurso que tiene mucho de demagogia y confusión dirigido a una plaza de ignorantes. 

domingo, 22 de diciembre de 2013

Asociación lícita para mentir


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El gobierno de Ollanta Humala ha demostrado cabalmente que la máscara de luchador anticorrupción que tomó prestado del impresentable Alejandro Toledo, solo sirve para hacer campañas políticas y engañar a los incautos. Este gobierno nacionalista se hunde cada día más en el fango del desprestigio a medida que las evidencias de sus viejos compromisos con la mafia van saliendo a la luz. Y gracias a que está conformado por puros incompetentes e improvisados, con cada movimiento que hacen se hunden más.

Los primeros en saltar del barco pestilente del humalismo han sido los garantes. Por lo menos el menor de ellos, el hijito del Nobel, Alvarito Vargas Llosa, ya le rescindió la póliza y ha dicho claramente que este gobierno apesta. Mientras tanto Mario Vargas Llosa aun sigue en el extranjero haciendo sus poses de patricio guardián de la democracia peruana. Pero no tardará mucho en declarar su desencanto y decir, con cara de adolescente engañada, que Ollanta lo ha decepcionado.

Al final lo único que le quedará al gobierno es su convenida alianza con Alejandro Toledo, insecto rastrero que ya es parte del basurero político peruano. Más allá de esto, el gobierno cuenta apenas con el magro apoyo mediático de cierta prensa mediocre de izquierda que vive de las migajas que el gobierno le arroja. Así las cosas el gobierno necesita desesperadamente cubrirse las espaldas. Este es el factor común que hace que el humalismo y el toledismo conformen una de las alianzas políticas más podridas y pestilentes de la historia republicana, hecha con el exclusivo propósito de cubrirse las espaldas y protegerse de la ley.

Nunca antes en el Perú hubo una alianza política elaborada en torno al exclusivo mutuo interés de librarse del acoso de la ley. Se trata de una auténtica asociación para engañar, confundir, mentir y protegerse. La alianza toledohumalista no tiene otro propósito. Recordemos que Alejandro Toledo fue quien salió a los medios a dar un mensaje a la nación en plena campaña electoral, para advertirle al país del peligro que significaba Ollanta Humala. Entonces dijo que votar por Ollanta era dar un salto al vacío, e invocó al pueblo a meditar su voto. Y luego resultó que este mamarracho humano fue el primero en ir a saludar a Ollanta tras su triunfo para colgarse de su saco y pedirle cargos. Claro que lo hizo vestido con el usado disfraz de salvador de la patria y defensor de la democracia, jurando con voz engolada que solo quería apoyar la gobernabilidad.

Nunca antes en la política peruana habíamos tenido en el poder una alianza tan burda. En su gobierno Alejandro Toledo conformó una alianza de limitados mentales con Fernando Olivera, otro personaje de baja estofa que tiene el record Guiness de ser el ministro que menos tiempo ha durado: menos de 24 horas. Pero hoy esta alianza toledohumalista va más allá de la pobreza mental de ambos para unir recorridos sinuosos y hasta delictivos. Alejandro Toledo tiene a la vista una maniobra de lavado de activos del que apenas trata de librarse gracias a un padrino de la mafia judía. Por su parte, Ollanta Humala no es ningún santo. Hasta ahora la mafia ha cubierto su figura y borrado sus huellas, pero lentamente las cosas salen a flote.

Ollanta Humala tiene una larga cola de sucesos que mágicamente han estado siendo cubiertos por la mafia. Nunca se esclareció si fue el famoso "capitán Carlos", que no solo asesinó en Madre Mía sino que le cobraba cupos a los aviones del narcotráfico. Esta investigación no prosperó porque misteriosamente desapareció su legajo entero en el Ejército. El otro proceso se truncó por la descarada compra de los testigos. A esto hay que añadirle la fanfarronada protagonizada en Locumba, que fue claramente una maniobra distractiva para cubrir la fuga de Vladimiro Montesinos. Luego de ser amnistiado por el funesto gobierno transitorio de Paniagua, Ollanta surgió en escena apoyando las locuras de su hermano en Andahuaylas con un mensaje a la nación desde Seul. No hay que olvidarlo. Pero mágicamente han ocultado sus vínculos librando a Ollanta Humala de toda culpa en el Andahuaylaso. En todos estos entuertos, la caviarada oenegienta de DDHH y los indignados progres solo han atinado a mirar al techo.

A continuación Ollanta Humala apareció dándose la gran vida y gastando como millonario. Era obvio que la plata le llegaba fácil. ¿De dónde? Las investigaciones sobre sus fondos llevaron, por un lado, a Venezuela, donde apareció una empresa fantasma que le pagaba grandes sumas a Nadine por asesorías. Para nadie es un secreto el apoyo de Hugo Chávez a este cachaquito de dos por medio en la campaña del 2006. Para entonces Ollanta se agenció un vientre de alquiler y postuló a la presidencia logrando meterse en la segunda vuelta. Cosas que solo ocurren en un país sin institucionalidad ni cultura y con leyes cojudas como el Perú. Ollanta no ganó la presidencia entonces pero nos introdujo al Congreso la recua de ignorantes e iletrados más grande jamás vista en la historia. 

Lo demás ya se sabe. Vino la campaña del 2011 en la que Mario Vargas Llosa jugó un papel penoso apoyando al fantoche de Ollanta Humala solo para perjudicar la candidatura de Keiko. Una muestra de bajeza moral que sin embargo fue nuevamente disfrazada para los tontos como defensa de la democracia y lucha contra la corrupción. Ahora MVLL sabe muy bien que terminó apoyando tan solo a la nueva corrupción del siglo XXI.