lunes, 17 de septiembre de 2018

Vizcarra se pone fuera de la ley


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Es sumamente extraño lo que está pasando en la política peruana. El presidente Martín Vizcarra ha preferido armar una guerra contra el Congreso, como si este le estuviera bloqueando su gestión de alguna manera. Nada de esto ocurre. Al contrario, el Congreso le ha otorgado amplias facultades legislativas para que haga las correcciones que quiera y gobierne tranquilo. De hecho, cada día se están publicando varios decretos al amparo de esas facultades. Entonces cabe preguntarse ¿qué está moviendo al presidente para actuar de manera tan belicosa y confrontacional contra el Congreso?

No nos dejemos engañar por el show presidencial de las "reformas urgentes" porque ninguna de las reformas que con tanto ahínco reclama son urgentes, y mucho menos le sirven al gobierno para una mejor gestión ni para atender las urgencias del país. Ni una sola de esas reformas le sirven al gobierno para nada. Incluso la mayoría de ellas son anodinas y solo servirían después del 2021. Se trata de cambios en el CNM, el Congreso y los partidos políticos. ¿Qué cosa de todo eso es urgente? Nada. Y para colmo, nos ha vendido el sebo de culebra del referendum.

La actuación de Vizcarra está fuera del marco constitucional, como ya lo han señalado varios especialistas. En primer lugar, el presidente no puede exigirle al Congreso que se apure con las reformas que quiere porque el Congreso no está sujeto a mandato imperativo. En segundo lugar, el Congreso es el único que está facultado para hacer cambios en la Constitución. No es materia del Ejecutivo. Por lo tanto está demás que Vizcarra apure al Congreso. En tercer lugar, no puede pedir cuestión de confianza para cambios de la Constitución. Eso es simplemente ridículo.

Entonces cabe preguntarse ¿por qué el presidente está tan interesado en incendiar la pradera y provocar una crisis constitucional en el país? ¿Por qué está tan desesperado por patear el tablero y disolver el Congreso? La única explicación es que quiere cubrirle las espaldas a los corruptos del siglo XXI que están a punto de ser acusados por la Fiscalía, después que el fiscal Vela regrese de Brasil con todas las pruebas necesarias para acusar a quienes han gobernado el país durante los últimos 15 años. Esa es la verdadera razón. No hay otra. Ahí está el detalle. Y para variar, las cloacas del antifujimorismo servirán una vez más como tontos útiles de la corrupción del siglo XXI.

Detrás de todas estas bravatas y circo anticonstitucional de Vizcarra, con sus intenciones de cerrar el Congreso, está las mafia de los medios de comunicación, los conglomerados de El Comercio y La República que también están embarrados con la mermelada de los últimos gobiernos corruptos y hasta con los apoyos de Odebrecht a varios periodistas. Hay mucho pan que rebanar en el caso Odebrecht que en el Perú es lo único que está verdaderamente retrasado. La mafia caviar que manejaba la Fiscalía con el inepto Pablo Sánchez detuvieron el caso por años. Ahora que al fin se ha empezado a investigar hay mucha gente nerviosa, básicamente políticos y periodistas.

Así que no nos dejemos engañar por el show de Vizcarra y sus falsas "reformas urgentes". Lo único urgente en el Perú es iniciar los juicios a los corruptos del siglo XXI. Ahora que ya se tienen las pruebas es hora de que la Fiscalía por fin le inicie los juicios a Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Nadine Heredia, Susana Villarán, PPK y demás implicados en los latrocinios de los últimos 15 años. Y quién sabe si el mismo Vizcarra no va a estar comprendido en estas acusaciones. Esto es lo único que está por ocurrir en el Perú y que está poniendo nerviosos a muchos. 

A la sucia y feroz campaña contra el Fiscal de la Nación Pedro Chávarry, se suma ahora la campaña contra el Congreso y la Comisión Lavajato. Y una vez más los corruptos se aprovechan de las masas de ignorantes y enfermos del antifujimorismo patológico, que ya anunciaron una marcha para hoy en apoyo del cierre del Congreso. Una vez más saldrán de sus cloacas a apoyar a los corruptos del siglo XXI por quienes hicieron campaña y votaron repetidas veces en los últimos años. 

Hay que estar atentos a que estos corruptos no se salgan con la suya. Que no nos vendan gato por liebre. Que no nos engañen con sus reformas basura. Si hay algo que defender en este momento es la institucionalidad y la democracia. Si hay algo que denunciar es a los corruptos del siglo XXI que han vuelto al poder reciclados desde el toledismo y el humalismo. Que no nos engañen con su show anticorrupción los mismos corruptos que se han apoderado del poder en los últimos 15 años. No caigamos en las campañas de la prensa basura que desde cloacas como La República alientan a Vizcarra al cierre del Congreso. El Perú está en juego. 

jueves, 13 de septiembre de 2018

El nudo mental de la izquierda


Por: Erick Flores Serrano 
        Director del Instituto Amagi - Huánuco

Augusto Rey, en su columna del lunes 10 de setiembre publicada en Perú 21, nos habla -indignado- de “los estereotipos raciales” todavía anclados en nuestra sociedad. Cita al sociólogo de izquierda Gonzalo Portocarrero, para acusar a la tienda Saga Falabella por el contenido de un spot publicitario de colchones, donde -según Rey- hay un mensaje que “segrega y arrincona” al peruano promedio. Menciona también la enorme cruz que él, pasando los veranos en el Boulevard Asia por su condición de “hombre blanco” y “privilegiado”, carga todos los días de su vida. Una telenovela dramática donde se pinta de héroe en un mundo lleno de fobias y prejuicios. Detalles más, detalles menos, lo que hace el columnista de Perú 21 solo es seguir el guion de la corrección política y posar ante un público que, lastimosamente, termina creyendo en las paranoias progresistas que están de moda.

Cualquier persona con dos dedos de frente que haya podido ver los cuarenta y ocho segundos del comercial, antes de que la empresa retirara la publicidad, puede dar fe de que ninguna crítica que le han hecho a la tienda, tiene fundamento. En el anuncio no se manifiesta ningún tipo segregación, no se refuerza ningún estereotipo racial, mucho menos está presente el racismo que Rey y la comparsa de izquierda ven en un anuncio sencillamente irrelevante.

El racismo es una ideología, una forma muy equivocada de concebir el mundo, un mundo donde unos son superiores a otros por su raza. En este sentido, hay mucho más racismo en la columna de Rey y en la histeria colectiva que se ha generado por su culpa, que en el comercial de Saga Falabella. No es racista quien llama negro a un negro, racista es quien cree que llamarlo negro es una ofensa. Como personas sensatas, es nuestra responsabilidad poner las cosas en su lugar y dejar de darle importancia a las cosas que no son importantes. El “racismo” de Saga Falabella quizá sea un bonito cuento, es claro que el tema vende mucho pero no es más que eso, un cuento, una fábula, una ficción, una lucha que solo existe en la mente de personas de rara y atrevida imaginación.

Dicho esto, sería interesante reflexionar sobre lo que hubiera pasado si en el comercial los roles hubieran sido distintos, ¿qué pasaba si Valeria, la bella chica de piel morena que hace el papel de roommate de la chica “blanca y privilegiada”, hubiera sido la protagonista del anuncio en lugar de la otra?, ¿acaso la columna de Rey, junto con la opinión de aquellos que comulgan con él, hubiera sido un mar de halagos hacia la empresa por su enorme contribución al respeto y a la integración de la población afrodescendiente?, ¿la izquierda hubiera celebrado que una enorme empresa capitalista le haya dado voz a una mujer de piel morena? Es evidente que no y esto es lo que en verdad debería de motivar nuestra preocupación.

Antes del nudo colonial al que hace referencia Rey, de lo que hay que preocuparnos en este país es del nudo mental que la izquierda, con esa moral tan selectiva y convenida, viene atando en la cabeza de los más jóvenes e incautos. Si algo debe quedar claro con todo esto, es que el racismo es una forma de pensar muy primitiva, en nuestro país lastimosamente existen personas que piensan así y es lamentable; pero mucho más triste y lamentable es la insania mental de quienes ven racismo en todos lados, desde un comercial de colchones hasta un catálogo de ropa.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Otra vez la histeria antiracista progre


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Una vez más los dueños de la verdad y la moral, es decir, el progresismo buenista, ha puesto el grito en el cielo por un comercial al que acusan de "racista". El escandalete se ha producido básicamente en las redes sociales por parte de los más ilustres progres y sus seguidores, expresando su horror y maldiciendo a Saga Falabella, mientras se rasgan las vestiduras lloriqueando porque han afectado su profunda sensibilidad social con un comercial inocuo, donde solo el cerebro retorcido de un progre puede hallar racismo. 

Más allá de las redes solo el diario La República, como era de esperar, le ha dado cabida a la histérica denuncia progresista, lo que de inmediato llevó a un comunicado del progre Ministerio de Cultura. ¡Cuándo no! Es decir, faena completa del progresismo en su pataleta antiracista contra Saga Falabella, una vez más. Ante tal cargamontón, la empresa aludida tuvo que sacar un comunicado disculpándose. Pero ni eso satisfizo a los progresistas que criticaron de mil formas el comunicado. Y no faltaron los tradicionales pulpines pidiendo marchita o sabotaje a la tienda.

Siendo objetivos y honestos, cosas que la izquierda ignora por completo porque lo suyo es siempre el prejuicio ideológico y el activismo histérico, el comercial en cuestión no tiene nada, pero absolutamente nada de racista. Todo el racismo está en el cerebro retorcido de los progresistas, a quienes les basta ver una chica afro para que les brote el sentimiento proteccionista. La escena transcurre cuando una chica (blanca, para precisar) habla de estar viviendo con una roommate (compañera de cuarto) por lo que han escogido (ambas, debe suponerse) un colchón que tiene ciertas características, como el no retener los malos olores. De ambas, hay que suponer, obviamente. 

Lo concreto es que la chica del comercial parece hablar solo de ella, mientras que su compañera, una bella muchacha de cabellos ensortijados, salta sobre la cama. Eso es todo. Sin embargo, para el fino entender de la progrería, la chica blanca habla de los malos olores de su compañera afro. Algo que en ningún momento se da a entender, de ninguna manera. Todo el escandalete antiracista parte de una ridícula sospecha prejuiciosa del progresismo. Nada más que eso.

Según la mente retorcida de los progresistas la chica blanca está rajando de su compañera afro, y diciendo nada menos que ella tiene malos olores. Esto es ridículo. No es lo que se colige necesariamente de la escena, pero es lo que han pretendido atribuir los progresistas para vender su campaña antiracista y posar como los buenos de la sociedad. Es obvio que si ambas chicas fuesen blancas no habría ocurrido ninguna campaña progre contra este comercial. Lo que mueve al progresismo es el afán de creerse protectores sociales de negros, indios, campesinos, homosexuales, etc. 

No está mal defender los derechos de las personas, pero hay que hacerlo en todos los casos, no selectivamente. El problema del progresismo es su ridícula selectividad. Nada les gusta más a los progres que salir disfrazados de súper héroes sociales, con su capa roja, en defensa de los sectores oprimidos, marginados, excluidos, etc. Basta que vean una campesina o una negra, (uy, perdón, una "afro" según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Progresista) para que les brote la histeria antiracista. Predican la igualdad social pero no la practican porque para ellos existen sectores sociales privilegiados y sobreprotegidos. 

Han habido muchos casos similares de histeria antiracista progre. Recuerdo el de un chico serrano (uy, perdón, andino) que salió del cine en Larcomar en plena función a comprar algo y cuando volvió no lo dejaron entrar porque no tenía el boleto. ¡Pa' su mare! La progrería armó un escándalo mayor aduciendo que al chico lo habían "discriminado" por ser "andino". Hasta Cinemark tuvo que disculparse y despedir a la boletera para complacer a la jauría rabiosa del progresismo. 

En otra ocasión chillaron porque en un club había un baño para amas. ¿Qué tiene esto de malo? Absolutamente nada. Cuantos más baños mejor. En un club hay diferentes baños: para visitantes, para el personal administrativo, para el personal de planta (vigilantes, jardineros, etc.), para hombres, para mujeres, para niños, etc. Y también para amas. ¿Hay algún problema con eso? Ninguno. Se trata de un baño exactamente igual a los otros. No le falta nada. Pero para los atormentados mentales del progresismo el que exista un baño para amas es "discriminación". No chillan por los otros baños sino por el "baño para amas". 

Hay que estar siempre en guardia con estas histéricas y estúpidas campañas progres que pretenden orientar la moral social por senderos delirantes. Para la izquierda todo se entiende en términos de "lucha de clases" y siempre están buscando el enfrentamiento social entre "buenos y malos".  Según el cerebro progresista la sociedad se divide en buenos y malos, pero no porque unos cometen delitos y otros son víctimas de los delincuentes, no. Incluso los delincuentes suelen gozar de la protección del progresismo. Para los delirantes progresistas en la sociedad hay buenos y malos en función de su color de piel, su procedencia regional, su etnia o rol laboral. Ellos determinan quiénes son los buenos y quiénes los malos. 

Los liberales estamos curados de esta estupidez ideológica. Para un liberal todos somos iguales y punto. No hay tal cosa como una "discriminación positiva", ridícula etiqueta utilizada por la izquierda para justificar su idolatría por ciertos sectores sociales, y su afán de convertirse en "defensores" de estos sectores, con campañas histéricas montadas sobre puras alucinaciones y prejuicios. Y no es casual que siempre estén haciendo campañas contra las empresas privadas. Todo es parte de la estrategia progresista de la lucha de clases y de la eterna doble moral que los caracteriza. 

viernes, 7 de septiembre de 2018

Feminismo moderno: un problema de salud


Por: Erick Flores Serrano
        Director del Instituto Amagi - Huánuco

El sobre-peso y la ausencia de higiene son problemas muy serios para la salud de las personas. Esta no es una opinión, creo que la mayoría de personas somos conscientes de los peligros que esto puede traer a nuestras vidas. Sin embargo, el feminismo moderno parece ignorar (con descarada intencionalidad) toda evidencia médica al respecto y promueve estos problemas como una de sus plataformas de lucha contra la “opresión heteropatriarcal”.

Bajo el rótulo de la “diversidad corporal”, el feminismo moderno hace una promoción irresponsable del sobre-peso y la ausencia de la higiene, dicen que una mujer que no se depila, que no se baña y que sufre de obesidad, es una mujer libre; aducen que padecer este tipo de males permite que las mujeres se liberen del yugo normativo que impone la sociedad a través de los estándares de belleza que genera el machismo, el patriarcado y todos los hombres de paja que se han inventado para justificar su lucha. Incluso en estos tiempos este feminismo moderno celebra el día internacional sin dietas, fecha en la que se busca luchar contra la industria de productos dietéticos y generar “consciencia” sobre el cuerpo de la mujer.

De una manera u otra, todos conocemos que la vida de una persona que sufre de estos problemas no es fácil, tiene que enfrentar burlas de todo tipo en cada momento de su vida y, de no tener la suficiente autoestima y capacidad para enfrentar emocionalmente este tipo cosas, las consecuencias hasta pueden ser fatales. Pese a todo esto, el feminismo moderno, contrario lo que tendría que hacer por solo sentido común (no necesariamente en el marco de “la lucha por la liberación de la mujer”), pretende hacerles creer a las víctimas de estos males que su situación no solo es normal sino que es virtuosa, que contribuyen a la lucha por un mundo mejor.

Lo que hace el feminismo moderno no solo es irresponsable en términos médicos, sino que constituye un grave perjuicio para la población que dice defender, las mujeres. En este punto -pese a que bien podría hacerse- es irrelevante caer en razones estéticas. Todos tenemos una concepción de belleza en una mujer que puede diferir bastante la una a la otra, y no es menester de esta entrada hacer especificación alguna. Lo que sí es imperativo comprender, es que si hay algo que no es subjetivo, es la salud de las personas. Una persona con sobre-peso y sin higiene, es una persona que está sufriendo un problema. No es una persona sana y esto no es ofensa en ningún sentido. Lo que termina siendo una ofensa al sentido común, es la promoción de estos problemas como si fueran algo que genere orgullo y placer en las víctimas, lo cual fuera de “liberarlas” de alguna opresión, las condena a una existencia triste y a una “felicidad” ficticia.

Y eso es lo que representa el feminismo moderno para las personas, en especial para las mujeres, un problema de salud. Un problema que crece en el mundo y que, afortunadamente, ha tenido una respuesta clara y contundente en todas las personas con un poco de sentido común y que vemos con preocupación este tipo de cosas.

No se engañen, mujeres, el feminismo moderno no lucha por ustedes, tiene marcados intereses políticos y ustedes solo son instrumentos, herramientas desechables en su lucha; el resto somos los enemigos.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Más obras y menos palabras


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Un líder es aquel que tiene una visión clara y precisa de lo que necesita un país para surgir, y el coraje para hacerlo realidad. Pero quien maneja el poder con mano firme y dictatorial, y actúa como un dios magnánimo ofreciendo dádivas a la población con dinero público y privado, buscando el aplauso y la adoración de la gente, no es un líder sino un narcisita irresponsable. Un fantoche del montón.

Lo que nos sobra son fantoches que se trepan al poder para fotografiarse con la banda y su corte de adulones. Su máxima propuesta es un ministerio, un programa social, o inventar nuevos “derechos” a costa del presupuesto o de la empresa privada. Y a veces un referéndum para legitimarse o legitimar las barbaridades que impone.

No hay líderes. Miren la campaña municipal. Casi dos docenas de aspirantes sin ideas dando vueltas en lo mismo: transporte público, semáforos, inspectores, multas, etc. Y hasta persisten con la estulticia de las ciclovías. ¿Qué lleva a estos señores a obsesionarse con las ciclovías? ¿No ven que todas están vacías? Y para colmo, hay muchas que se han hecho quitando espacio a los autos y empeorando el tráfico.

Lamentablemente en la política prima la pose “progresista” y la ideología barata antes que el sentido de la realidad y de lo urgente. Prefieren clichés cursis como “una ciudad para ti”, y carecen de una visión de ciudad moderna del siglo XXI. No ven que Lima está rezagada más de medio siglo en infraestructura vial. Y para colmo tenemos una plaga de zombies enemigos del concreto combatiendo las pocas obras que se hacen.

Lima ya debería tener por lo menos tres extensas autopistas elevadas de tres carriles por lado que la atraviesen a lo largo y ancho para darle fluidez al tráfico. Una que parta de la Panamericana Sur, desde la desembocadura de Villa el Salvador, para enrumbar hacia el norte, pasar Circunvalación, empalmarse con la Panamericana Norte y seguir hasta el Zapallal. Otra que baje por la Carretera Central desde la salida de Chaclacayo hasta el Callao, por Javier Prado y La Marina, con un ramal por Faucett que se vaya hasta el aeropuerto y siga de largo hasta la Panamericana Norte. Obras de ese nivel es lo que necesitamos con urgencia, y no ridículas ciclovías. Y hay que comprometer al gobierno central para que se involucre con la capital.

Nunca entenderé por qué a los peruanos les cuesta tanto pensar en infraestructura. Es como una tara mental. No se puede escapar del subdesarrollo ni descentralizar el país sin carreteras y puentes. En muchos lugares todavía se cruza vadeando los ríos o en barcazas inestables. Vamos a llegar al bicentenario sin siquiera haber concluido la Panamericana como una autopista de doble carril por lado, que es lo mínimo que ya deberíamos tener. La Carretera Central es un suplicio pero nadie hace nada. Deberían hacer una vía alterna que vaya por la margen opuesta del Rimac y concluir el túnel trasandino, pero nada de nada. Las carreteras siguen matando gente cada mes.

En un país de gente confundida es difícil encontrar un líder con ideas claras, y con la voluntad y el coraje para emprender reformas. Solo mienten hablando de reformas. Si el presidente Vizcarra quisiera hacer reformas, tiene mucho trabajo por hacer. Debería ocuparse de la reforma del Estado que es lo que le compete, eliminando y unificando ministerios, reduciendo la burocracia y el gasto público, reestructurar la Policía Nacional para eliminar la corrupción y potenciar su eficacia, quizá volviendo a crear la policía de investigaciones. Debería hacerse una reingeniería total de las regulaciones existentes eliminando muchas de ellas, y anulando costos a los ciudadanos. Hay grandes reformas que el Estado necesita y que no son precisamente las payasadas que se están impulsando vía referéndum. ¡Póngase a trabajar, señor presidente!

sábado, 1 de septiembre de 2018

La caviarada pide golpe


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El Perú enfrenta una vez más otro capítulo funesto de inestabilidad política, debido a la contumacia y descaro con que actúan la mafia caviar y los medios de prensa. Como a todos nos consta, desde mucho antes de que el hoy Fiscal de la Nación, Pedro Chavarry, asumiera el cargo, ya habían desesperadas movidas caviares para mantener en el puesto a Pablo Sánchez, amigo íntimo de la logia caviar, en cuya gestión se paralizaron las investigaciones de Odebrcht, sin aportar ningún resultado efectivo en la lucha contra la corrupción del siglo XXI. 

Recordemos cómo se movilizó todo el contingente progre-caviar en defensa del cuestionado ex Fiscal de la Nación Pablo Sánchez, cuando el Congreso intentó acusarlo por negligente. Allí saltaron todos los representantes del rojerío, el progresismo y la caviarada juntos, dando gritos en defensa de su fiscal. Hasta hicieron una marchita. Y para variar, acusaron a Keiko Fujimori de querer copar todas las instituciones, que es exactamente lo que han hecho los caviares en el país desde hace mucho. Están metidos en todos lados como un quiste canceroso. 

Es evidente pues que la mafia caviar se quedó muy preocupada tras la salida de Pablo Sánchez, y ya desde el primer momento pusieron en la mira al nuevo fiscal Pedro Chávarry. Esos son los hechos objetivos. No estoy inventando nada ni menos estoy fabulando, como hacen los columnistas caviares hablando de las intenciones de Keiko o del fujimorismo. La caviarada le movió el piso a Chavarry desde el principio. No lo han dejado en paz ni un solo día. Le han tirado barro con ventilador. ¿No es sospechoso?

¿Por qué tanta desesperación de la caviarada por sacar a Pedro Chávarry? ¿Será porque desde el primer momento movió las fichas para acelerar las investigaciones del caso Odebrecht? ¿Será porque ya está consiguiendo colaboración en Brasil después de que las torpezas de Sánchez y su equipo lo bloquearan? No se me ocurren otras razones. ¿Qué temen los caviares y, en especial, la mafia de los medios de prensa? Hay que recordar que en el Perú hasta ahora no ha pasado nada en cuanto respecta al escandaloso caso de megacorrupción de Odebrecht. Nada. Como dice el comercial: nada, nada, nada. 

Toledo anda libre y feliz. Hasta ahora no tiene una acusación fiscal formal ante el Poder Judicial y no se le ha abierto un juicio. ¿Eso no es escandaloso? Lo único que hicieron los torpes de la fiscalía comandada por Sánchez fue pedir su famosa "prisión preventiva" solo después de que Toledo se fue a EEUU y sabiendo que reside en EEUU. De hecho, EEUU va a negar esa petición al cabo de dos años porque ni siquiera hay un proceso judicial abierto. Eso es claramente una maniobra para dilatar el proceso y nunca juzgar al ladrón de Cabana. Pero eso no indigna a los caviares.

Ollanta y Nadine andan felices luego de superar en el TC otra "prisión preventiva" solicitada por los ineptos fiscales, que hasta el día de hoy no formulan cargos ante el Poder Judicial, ni lo harán. Si no han podido con Toledo en más de cinco años de ajetreos fiscales, menos harán algo contra Ollanta. Además, Ollanta ya ha demostrado tener jueces y fiscales protectores. Los maneja a su antojo. Pero esto es algo que tampoco indigna a los caviares, y menos sabiendo que uno de los protectores de la parejita delincuencial Humala-Heredia es el tremendo juez César San Martín. 

Lo que más molesta y preocupa a la mafia caviar es que alguien que no pertenece a su club social, a su hermandad, a su logia y a su red mafiosa, esté ocupando el máximo cargo en la Fiscalía de la Nación. That's all. No lo van a dejar trabajar. Le han soltado los perros y todos los días vomitan su rabia ladrándole desde sus columnas y medios. Han montado un operativo implacable para crear psicosociales diarios. El recurso más utilizado por la mafia es el de las supuestas declaraciones de un "colaborador eficaz". Es el típico recurso de la mafia. ¿Recuerdan al famoso "informante de la DEA" que utilizó Cuarto Poder el domingo anterior a las elecciones para incriminar a Keiko con el narcotráfico? 

Así es como opera la mafia. Y cuando uno mira todo lo que está pasando en estos días, puede darse cuenta fácilmente que acá hay un operativo bien montado, siguiendo la estrategia de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda nazi. Han sacado "colaboradores eficaces" que dicen cosas raras, hablan de hechos en los que no participaron ni tienen forma de saber, más parece que están diciendo lo que les han puesto a leer bajo intimidación o negociación. ¿Cómo pueden saber quiénes se reunieron, dónde se reunieron y hasta de qué hablaron si no estuvieron presentes?

Pero estas son preguntas que el común de la gente no se hace. Además, ese tipo de declaraciones no tienen ningún valor en un proceso porque no pueden ser probados. Para lo único que sirven es para montar el psicosocial y la campaña basura de los medios de prensa. Nada más esa es la utilidad de esas supuestas declaraciones que un fiscal relata convenientemente en un informe que se filtra a la prensa. 

Todo está muy bien orquestado. Y a partir de este cúmulo de basura, de este montaje de apariencias basado en puras fabulaciones, se ataca una vez más a Keiko Fujimori para mostrarla como "el poder en la sombra". Este es un artificio que le ha servido muy bien a la caviarada en los últimos 18 años en que han robado a sus anchas y protegido a sus ladrones, mientras dirigían los reflectores de la prensa mafiosa hacía Keiko. Es la estrategia que mejor les funciona gracias a que el veneno del odio ya ha sido inoculado a la sociedad en todos estos años. Y ahora repiten estupideces absurdas como señalar a Keiko como la protectora del fiscal. ¿Qué poder tiene Keiko para proteger al fiscal? Ninguno. Es ridículo. Hemos llegado a un punto en que se puede decir cualquier estupidez sin ningún reparo porque hay una manga de ignorantes que lo va a creer. Eso es todo lo que importa y es todo lo que quieren.

El resultado final es que por simples apariencias, dichos, habladurías y montajes de prensa, se pretende desembarcar al Fiscal de la Nación, aduciendo ridículamente que "debe dar un paso al costado para que sea investigado". Otro fino argumento caviar es que un fiscal no debe tener ningún cuestionamiento. Ah, claro. ¡Pero si son ellos mismos los que inventan los cuestionamientos para sacarlo! Si en este país tuvieran que renunciar todos los que son cuestionados por la prensa, nos quedaríamos sin autoridades. El país no puede andar a la deriva o al vaivén de las campañas de prensa. No podemos dejar que la mafia caviar y la prensa corrupta mermelera asuma tanto poder.

Lo que hay que hacer ahora en el Perú es defender la institucionalidad frente al cargamontón de la mafia caviar. No es posible que ellos se crean con el poder de mantener en su puesto al que les gusta y sacar al que no les gusta. Los caviares no son los dueños del Perú, aunque hayan infestado con su gente casi todas las instituciones. Ahora defienden al pelele de Vizcarra tratando de llevarlo hacia la confrontación con el Congreso, una vez más. Hasta le piden a gritos que cierre el Congreso. Y es que así funciona la lógica y la doble moral caviar: cuando ellos quieren es bueno cerrar el Congreso. 

Y en el colmo del descaro y doble moralina, los sinvergüenzas del progresismo y la caviarada nos acusan de golpistas por el solo hecho de advertir que las condiciones están dadas para que un aventurero salga del cuartel a poner orden por la fuerza. Eso es lo que pasa cuando crean inestabilidad y caos político, que es la especialidad de la izquierda. En realidad los únicos golpistas acá están en el lado de la mafia caviar y en la maquinaria demoledora de la prensa mermelera. Esto señores tiene que ser detenido. No nos van a amedrentar.