viernes, 6 de julio de 2018

El lenguaje del Estado


Por: Erick Flores Serrano
Director del Instituto Amagi - Huánuco

Ahora que estamos en un momento marcado por el mundial de fútbol que se desarrolla en Rusia, en todos lados solemos escuchar que Argentina fue eliminada, que Francia se perfila para ganar la copa, que el Perú tuvo una participación destacada y toda una serie de comentarios en los que se habla de los países, como si se tratara de un ente que engloba a todas las personas que viven en Argentina, en Francia o en el Perú respectivamente. Lo correcto sería decir que la selección de Uruguay perdió con la selección de Francia, porque así hacemos justicia con los protagonistas que, a fin de cuentas, son los que asumen la responsabilidad directa de las victorias y derrotas.

Esta aclaración quizá sea intrascendente y mucho tiene que ver el hecho de que estamos hablando de fútbol pero una vez comenzamos a usar este lenguaje en otras esferas de la vida, aparecen algunas cuestiones que vale la pena ir entendiendo porque nos conducen a un razonamiento equivocado. ¿Sería correcto decir que los Estados Unidos de América están invadiendo el medio oriente para hacer guerras y llevar “democracia”?, ¿o decir que Corea del Norte quiere lanzar un ataque nuclear?, Es evidente que decir esto es un error. Quien toma la decisión de llevar guerras a medio oriente no es “Estados Unidos”, sino el gobierno de los Estados Unidos. Quien puede lanzar un ataque nuclear no es “Corea del Norte”, sino el dictador Kim Jong-un y la casta militar que gobierna. Al resto de personas que viven en cada país, quizá ni les interese lo que hacen sus gobiernos. Ellos no son parte de las decisiones que toman los gobiernos “en su nombre”.

Caer en estos errores es muy común en la mayoría de personas pero lo fundamental está en comprender que esta no es una casualidad. Murray Rothbard, padre del anarquismo libertario, describe -en su famoso “Manifiesto libertario”- con mucha solvencia este equivocado razonamiento y advierte los peligros que existen al usar este lenguaje. Para Rothbard, existe una intención política detrás de este fenómeno. La clase política que gobierna es la que incorpora este tipo de lenguaje en la sociedad y la intención no es otra que la de otorgarle legitimidad a su discurso; y en este sentido la razón asiste al pensador norteamericano. Cuando Putin dice: “Vamos a proteger los intereses de Rusia”, lo que está diciendo es que lo que se va a proteger son los intereses de la clase política que gobierna en Rusia, porque el interés de los rusos quizá vaya en otra dirección y no podemos hablar del pueblo de Rusia como si se tratara de algo homogéneo. No existe el interés colectivo de Rusia, lo que existe es el interés individual de cada persona que vive en Rusia.

Asignarle una esencia personal a algún colectivo o grupo es un error. Por más que la comunión entre sus integrantes sea casi uniforme, es un error pensar que se actúa o decide en forma colectiva. El individualismo metodológico nos enseña precisamente eso, que son las personas las que actúan y no “el pueblo”; la “sociedad” es una entelequia, no tiene existencia real, lo que existe es un conjunto de individuos que establecen una infinidad de relaciones entre sí y es eso lo que conocemos como sociedad. Es por eso que tiene mucho sentido afirmar que el Estado no existe, lo que existe es un grupo de personas organizadas que, a través del monopolio de la violencia, se especializa en vivir a costa del resto. Y aquí está la importancia de tener claridad en este tema, porque si la gente ve al presidente Vizcarra subiendo impuestos para “mejorar la educación en el Perú” y no tiene claro este asunto, lo más probable es que termine cayendo en la trampa del lenguaje del Estado y creyendo -ingenuamente- que el presidente Vizcarra representa la voluntad de todos los peruanos, cuando eso es absolutamente falso.

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