miércoles, 22 de agosto de 2012

Las multinacionales peruanas


¿Qué es lo que hace grande a un país? La respuesta es muy simple: sus empresas. La grandeza de cualquier país puede medirse por la cantidad de empresas que tiene, por la cantidad de ventas que facturan, por la cantidad de empleados que la sostienen, por la cantidad de impuestos que pagan, por la cantidad de agencias o sucursales que administran, por el importe de sus activos, etc., pero el dato más importante de todos hoy en día, en pleno mundo globalizado, es por la cantidad de países donde están presentes. 

Durante muchos años las empresas que dominaban el escenario nacional fueron las empresas extranjeras. Buena parte del siglo pasado estuvo marcado por la presencia de empresas norteamericanas, que a principios del siglo XX superaron el predominio de las empresas británicas reinantes durante el siglo XIX. Hoy ese panorama ha cambiado. Tenemos la presencia de numerosas empresa extranjeras de diverso origen. Ahora tenemos multinacionales chilenas, colombianas, brasileñas, españolas, etc. Y esto es la expresión del progreso de esos países.

El dogmatismo de la izquierda latinoamericana del siglo XX emprendió una nefasta prédica contra las empresas multinacionales norteamericanas asegurando que llegaban a robarnos, a explotarnos y a llevarse nuestras riquezas. Convirtieron el término "transnacional" en sinónimo de peligro. Todavía podemos escuchar voces de izquierdistas congelados que repiten esas estupideces, aunque solo siguen refiriéndose a las transnacionales de EEUU. Igual que se opusieron al TLC con EEUU pero no dijeron nada de los que firmamos con otros países. Es que la enfermedad mental de la izquierda tiene una fijación contra los EEUU a quienes consideran el Satán.

¿Por qué en el Perú no podíamos crear empresas exitosas y transnacionales? Porque los disfuncionales de izquierda se pasaron más de medio siglo predicando contra la empresa privada. Incluso hoy todavía quedan cavernícolas de izquierda desprestigiando a la empresa peruana con ideas ridículas como las que escuché hace poco: "los empresarios no trabajan, las empresas caminan gracias únicamente a sus trabajadores". Con esas absurdas ideas Velasco Alvarado entregó la gestión de varias empresas a los trabajadores. Demás está decir que el experimento, además de ser una felonía que atentaba contra el derecho a la propiedad privada, fue una inmensa barbaridad que acabó en el fracaso.

Algo que los dogmáticos de izquierda aún no descubren es que la inteligencia y la creatividad empresarial no crece en los árboles. Es muy escasa y cuando se descubre hay que saber cuidarla, regarla y hacer que crezca y florezca hasta que de frutos. Pero el típico idiota de izquierda lo que hace es aplastar la creatividad empresarial. Es por eso que ningún país socialista crece y progresa. 

Afortunadamente en el Perú, desde el gobierno de Fujimori empezamos un giro en el entendimiento de la empresa y de la economía del país. De alguna manera Fujimori cambió esa mentalidad estúpida de izquierda que predominaba en el Perú y empezamos a valorar la creatividad, el liderazgo, la inventiva y la empresa. Gracias a esa nueva mentalidad el Perú empezó a surgir y hoy tenemos empresas grandes. No tantas como las hay en Chile, Brasil, México y Colombia, donde aprendieron antes que nosotros a que un país solo surge de la miseria gracias a sus empresas privadas, pero tenemos algunas y estamos creciendo.

Hoy el Perú ya cuenta con empresas transnacionales. Estamos llevando el nombre del Perú al mundo. Eso es la mejor señal de que crecemos. Aunque les duela a los resentidos sociales de izquierda, hoy el Perú tiene empresas en varios lugares del mundo. Empresas como Topitop cuyo propietario empezó como ambulante vendiendo ropa en las calles, hoy está presente en el mercado venezolano y pronto se expandirá a Centroamérica. 

Otras empresas como el Grupo AJE han sido objeto de estudio por parte de universidades prestigiosas y la toman como ejemplo de inventiva, creatividad y emprendimiento. El Grupo AJE está en varios países con mucho éxito y con diversos productos. Y son nuestros. Son de Ayacucho.

Debemos estar orgullosos de nuestras empresas. Todas ellas están llevando al Perú al mundo. Hoy en la India se venden las hamburguesas de Bembos, en España toman Kola Real, en Bolivia ahorran en una filial del Banco de Crédito del Perú, en Panamá usan barcazas construidas por el SIMA, que es de la Marina de Guerra del Perú. Esa es la única forma de crecer y ser grandes.

Todavía nos falta mucho para estar en las ligas mayores pero estamos en camino. Por eso no debemos permitir que la escoria de la izquierda nos malogre nuevamente el destino de progreso que los peruanos nos merecemos. Apoyemos el crecimiento de nuestras empresas y saquemos a la izquierda del camino.
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 Dante Bobadilla Ramírez


2 comentarios:

  1. Excelente!
    La izquierda peruana es la peor basura que existe. Durante décadas envenenaron la mente de millones de peruanos y sus experimentos fracasaron miserablemente.

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  2. y siguen envenenándolo...por eso tenemos una gran responsabilidad de no permitirlo!

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