lunes, 17 de septiembre de 2018

Vizcarra se pone fuera de la ley


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Es sumamente extraño lo que está pasando en la política peruana. El presidente Martín Vizcarra ha preferido armar una guerra contra el Congreso, como si este le estuviera bloqueando su gestión de alguna manera. Nada de esto ocurre. Al contrario, el Congreso le ha otorgado amplias facultades legislativas para que haga las correcciones que quiera y gobierne tranquilo. De hecho, cada día se están publicando varios decretos al amparo de esas facultades. Entonces cabe preguntarse ¿qué está moviendo al presidente para actuar de manera tan belicosa y confrontacional contra el Congreso?

No nos dejemos engañar por el show presidencial de las "reformas urgentes" porque ninguna de las reformas que con tanto ahínco reclama son urgentes, y mucho menos le sirven al gobierno para una mejor gestión ni para atender las urgencias del país. Ni una sola de esas reformas le sirven al gobierno para nada. Incluso la mayoría de ellas son anodinas y solo servirían después del 2021. Se trata de cambios en el CNM, el Congreso y los partidos políticos. ¿Qué cosa de todo eso es urgente? Nada. Y para colmo, nos ha vendido el sebo de culebra del referendum.

La actuación de Vizcarra está fuera del marco constitucional, como ya lo han señalado varios especialistas. En primer lugar, el presidente no puede exigirle al Congreso que se apure con las reformas que quiere porque el Congreso no está sujeto a mandato imperativo. En segundo lugar, el Congreso es el único que está facultado para hacer cambios en la Constitución. No es materia del Ejecutivo. Por lo tanto está demás que Vizcarra apure al Congreso. En tercer lugar, no puede pedir cuestión de confianza para cambios de la Constitución. Eso es simplemente ridículo.

Entonces cabe preguntarse ¿por qué el presidente está tan interesado en incendiar la pradera y provocar una crisis constitucional en el país? ¿Por qué está tan desesperado por patear el tablero y disolver el Congreso? La única explicación es que quiere cubrirle las espaldas a los corruptos del siglo XXI que están a punto de ser acusados por la Fiscalía, después que el fiscal Vela regrese de Brasil con todas las pruebas necesarias para acusar a quienes han gobernado el país durante los últimos 15 años. Esa es la verdadera razón. No hay otra. Ahí está el detalle. Y para variar, las cloacas del antifujimorismo servirán una vez más como tontos útiles de la corrupción del siglo XXI.

Detrás de todas estas bravatas y circo anticonstitucional de Vizcarra, con sus intenciones de cerrar el Congreso, está las mafia de los medios de comunicación, los conglomerados de El Comercio y La República que también están embarrados con la mermelada de los últimos gobiernos corruptos y hasta con los apoyos de Odebrecht a varios periodistas. Hay mucho pan que rebanar en el caso Odebrecht que en el Perú es lo único que está verdaderamente retrasado. La mafia caviar que manejaba la Fiscalía con el inepto Pablo Sánchez detuvieron el caso por años. Ahora que al fin se ha empezado a investigar hay mucha gente nerviosa, básicamente políticos y periodistas.

Así que no nos dejemos engañar por el show de Vizcarra y sus falsas "reformas urgentes". Lo único urgente en el Perú es iniciar los juicios a los corruptos del siglo XXI. Ahora que ya se tienen las pruebas es hora de que la Fiscalía por fin le inicie los juicios a Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Nadine Heredia, Susana Villarán, PPK y demás implicados en los latrocinios de los últimos 15 años. Y quién sabe si el mismo Vizcarra no va a estar comprendido en estas acusaciones. Esto es lo único que está por ocurrir en el Perú y que está poniendo nerviosos a muchos. 

A la sucia y feroz campaña contra el Fiscal de la Nación Pedro Chávarry, se suma ahora la campaña contra el Congreso y la Comisión Lavajato. Y una vez más los corruptos se aprovechan de las masas de ignorantes y enfermos del antifujimorismo patológico, que ya anunciaron una marcha para hoy en apoyo del cierre del Congreso. Una vez más saldrán de sus cloacas a apoyar a los corruptos del siglo XXI por quienes hicieron campaña y votaron repetidas veces en los últimos años. 

Hay que estar atentos a que estos corruptos no se salgan con la suya. Que no nos vendan gato por liebre. Que no nos engañen con sus reformas basura. Si hay algo que defender en este momento es la institucionalidad y la democracia. Si hay algo que denunciar es a los corruptos del siglo XXI que han vuelto al poder reciclados desde el toledismo y el humalismo. Que no nos engañen con su show anticorrupción los mismos corruptos que se han apoderado del poder en los últimos 15 años. No caigamos en las campañas de la prensa basura que desde cloacas como La República alientan a Vizcarra al cierre del Congreso. El Perú está en juego. 

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