miércoles, 31 de julio de 2013

Movimiento Homosexual (¿Socialista?) de Lima


Por: Mijael Garrido-Lecca

El jueves pasado el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) publicó en su página institucional de Facebook un vídeo convocando a quienes apoyan su causa (la lucha por la igualdad) a marchar, el 27 de julio, en contra del “neoliberalismo” porque “mata”. Podrán encontrar haciendo click aquí el vídeo del que les hablo; sin embargo, lo que importa es justamente lo que no podrán encontrar en el vídeo.

Yo creo que  todos los ciudadanos debemos ser exactamente iguales ante al Estado. Creo que la discriminación a los homosexuales es un rezago de un conservadurismo que está, por suerte, ya terminando y apoyaré siempre cualquier movimiento que esté en favor de que todos los peruanos recibamos el mismo trato. Admiro, además, el coraje de los varios amigos homosexuales que tengo. Hay que ser valiente para no temerle a lo que uno realmente es (Lean esto, por favor); sin embargo, odio a la mentira y al engaño. Me sulfura la demagogia y desprecio el oportunismo con el que algunos secuestran la indignación de otros para poder ganar protagonismo. Eso es lo que el vídeo del que hablo supone.

En primer lugar el término “neoliberal” es despectivo. ¿Conoce usted a alguien que se autodenomine “neoliberal”? ¿Conoce usted a algún hincha de la “U” que se autodenomine “gallina”? No creo. Sería buena idea que una organización que lucha con tanto empeño hace casi 30 años contra la discriminación deje de utilizar términos despectivos. En fin, hasta aquí la cosa es semántica. Luego dicen que “el neoliberalismo mata”. Me encantaría saber cuál es el sustento de esa afirmación y, además, me gustaría comprender qué tiene que ver el modelo económico que cada quien prefiere con su posición frente a la igualdad. Yo quiero pensar que los homosexuales deben tener los mismos derechos que los heterosexuales porque son seres humanos, no importa si son socialistas o liberales.

El segundo problema serio que el vídeo tiene es que genera, del modo más maniqueo, una falsa dicotomía que obliga a los ciudadanos a tomar postura en una lucha que, realmente, no existe. ¿Acaso no se puede ser gay y de derecha? Si es que el MHOL se va a dedicar a la defensa de los derechos de los homosexuales y -además- a la difusión de ideales económicos de izquierda me parece fantástico, pero que lo digan explícitamente. Es tremendamente inmoral sensibilizar a quienes ven el vídeo enumerando causas tan justas para luego invitarlos a marchar por un asunto que nada tiene que ver.

Hay sectores de la derecha que son, sin ninguna duda, dignos de ser llamados brutos y achorados, pero la izquierda también debería luchar por evitar situaciones como esta en las que vemos clarísimos ejemplos de la ICM (izquierda cobarde y manipuladora). ¿Cuál es la diferencia entre regalar arroz a cambios de votos en una elección y sensibilizar con la causa de la igualdad para luego pedir marchar en contra del modelo económico?

Finalmente, es curioso (aunque es perfectamente válido si se indica con claridad) que un movimiento que busca luchar a favor de los derechos de los ciudadanos homosexuales ataque a la libertad económica. Las sociedades económicamente libres son más libres civilmente. La libertad es una sola cosa.

Espero que el MHOL haga una de dos cosas: o que se cambie de nombre a Movimiento Homosexual Socialista de Lima o que, simplemente, den una explicación coherente, pidan disculpas y retiren el vídeo. De lo contrario estarían arriesgando el apoyo de todas las personas que creen en la igualdad (frente al Estado) y no creen en el socialismo. Somos varios.


lunes, 29 de julio de 2013

La política en la calle


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Si algo sabe hacer la izquierda es movilizarse por las calles. Parecen haber nacido para eso. En realidad es una necesidad para hacerse notar debido a la insignificancia de su existencia diseminada por infinidad de agrupaciones estrambóticas casi clandestinas. Se trata de un sector de alucinados donde cada loco quiere tener su propio manicomio. Tenemos a la vieja guardia de izquierda tratando de mantener vigencia, los ecológicos antimineros y los neosocialistas que se creen la izquierda moderna, los comunistas de caverna y mazo junto a los comechados y parásitos del sindicalismo mafioso. Para terminar están los twitterstars de la farándula, artistas fracasados y mediocres dirigidos por neuróticas sin empleo que se alucinan activistas sociales. 

A todo lo anterior cabe añadir el lumpen social, los desadaptados juveniles y universitarios deficientes que se suman a las marchas para expresar sus miserias interiores y frustaciones personales. Esa es en suma la variopinta composición social de las marchas de protesta que ha soportado el centro de la ciudad en estas fiestas patrias. Cada segmento con sus propias consignas y objetivos. Los sindicalistas rechazando la ley que trata de imponer un criterio de mérito en la carrera pública, los ecocomunistas rechazando la minería, los socialistas exigiendo nueva Constitución, los pro terrucos de los derechos humanos figureteando siempre, los faranduleros tomándose fotos y tuiteando, y los demás jodiendo por joder, como la barra de la U y jóvenes universitarios desaprobados. 

Si alguien cree que todo ese montón de lunáticos, vagos y bullangueros constituye una expresión política que deba tenerse en cuenta está equivocado. No hay manera de entender mensaje alguno en ese circo de payasos multicolores y equilibristas de la politiquería criolla sustentada en consignas y gritos de batalla. Es por eso que nadie los ha tomado en cuenta. No existen. Así lo reflejan los medios al señalar que Ollanta ignoró al malestar de las calles en su mensaje. Pero no podía ser de otra forma. 

Para empezar se trató de una manifestación informe, un sancochado de extremistas que no logró reunir más de tres mil personas. Siempre hubo cuatro veces más policías que manifestantes. El cuento de los indignados no pasó de ser un chiste. Más aun cuando los indignados eran los mismos que votaron por Ollanta Humala y toda la escoria de Gana Perú. Ahora resulta que la mediocridad social que votó por los mediocres, protesta por estos mediocres precisamente por ser mediocres. ¿Alguien los entiende? Una masa de mamarrachos marchando no constituye una propuesta política. No se puede hacer política en las calles. 

La izquierda sigue creyendo que generar el caos social es una buena estrategia para desestabilizar al gobierno y lograr cambios políticos. En el pasado solo conseguían cambiar al ministro del interior cuando a un policía se le escapaba un tiro y mataba a un manifestante. Pero hoy ni eso consiguen porque ahora las marchas son bien escoltadas, filmadas y controladas. Los detenidos son pocos y rápidamente puestos en libertad bajo la vigilancia de activistas y abogados de los organismos de DDHH. Así que hoy las marchas ya no consiguen nada. Ni siquiera las gigantescas marchas que tuvieron lugar en Buenos Aires hace unos meses y donde se movilizaron cerca de 4 millones de personas en contra del gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner. Al cabo de semejante demostración de descontento popular no pasó absolutamente nada.

Antes protestábamos con razón en contra de dictaduras o gobiernos ilegítimos. Pero hoy tenemos una democracia y partidos que nos representan en el Congreso. No serán muy buenos pero la verdad es que tampoco los marchantes son mejores. Si la izquierda quiere entrar al mundo moderno tendrá que empezar a cambiar sus costumbres. No le pediremos que cambien de mentalidad, pero al menos que aprendan a respetar el Estado de Derecho y la democracia institucionalizada, haciendo política por los canales adecuados del diálogo. Es una irresponsabilidad que los dirigentes azucen las marchas para luego tocar las puertas y sostener una reunión con el premier. Pueden tener la misma reunión sin originar caos social. La política no se hace en las calles. Ya es tiempo de que abandonen esas costumbres primitivas, al menos mientras tengamos una democracia.

¿Y qué esperaban?


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

La psicosis social que se desataba ante los discursos presidenciales de 28 de julio están quedando atrás, afortunadamente. Aunque todavía queda algo de miedo. A algunos todavía se les escarapela el cuerpo al rememorar los días delirantes de Velasco Alvarado, quien no esperaba ni fiestas patrias, porque en cada fecha especial lanzaba un discurso anunciando una felonía con máscara de acto revolucionario. Por ejemplo, su perversa Reforma Agraria fue anunciada el 24 de junio, Día del Indio, que fue cambiado a "Día del Campesino". Alan García en los 80 utilizaba el 28 de julio para anunciar sus desvaríos mentales tales como estatizar el sistema financiero o no pagar la deuda externa al imperialismo. Así que Hugo Chávez en realidad fue una mediocre imitación de nuestros gobernantes.

Hoy que por fortuna esas épocas de delirio revolucionario progresista han pasado, y tras sobrevivir y recuperarnos de tanto desbarajuste social y económico, aun quedan progres que critican el discurso de Ollanta Humala por "continuista". Siguen esperando el anuncio de lo que llaman "las grandes reformas que el país necesita". No sabemos exactamente a qué reformas se refieren porque la cháchara progresista se queda siempre en la vaguedad de las generalizaciones y abstracciones, como el relamido "cambio del actual modelo neoliberal primario exportador" o una "mayor justicia social". 

En realidad el discurso de 28 de julio no debería merecer mayor atención. Es un simple recuento de lo hecho en el año y el anuncio de las metas para el año que viene. Eso es todo. Es un discurso protocolar que no debería durar más de 30 minutos. Se trata básicamente de un ritual de fiestas patrias, una ceremonia que se ha institucionalizado como una costumbre, al igual que el te deum y el desfile militar. Más allá de la fiesta y la paranfernalia patriótica, todo debe transcurrir sin sobresaltos.

Los cambios siempre son necesarios pero estos deben darse fundamentalmente en el propio Estado, tal como está ocurriendo con la ley SERVIR. Ya es hora de que el Estado empiece a reducirse en lugar de seguir creciendo con más ministerios y organismos. La burocracia no dinamiza el desarrollo del país. Por el contrario, es una rémora. Tenemos un número escandaloso de ministerios y muchos de ellos son solo decorativo y completamente inútiles. Ya basta de hacer demagogia con la creación de ministerios. Es hora de podar el Estado.

No debemos pues esperar anuncios espectaculares. No necesitamos supuestos cambios de modelo ni de sistema, cuestiones que solo existen en el delirio y la estupidez progresista. Lo que se requiere es que el Estado funcione mejor, que deje de ser un estorbo para el desarrollo, que agilice los trámites, los reduzca o los elimine, y que se dedique básicamente a crear infraestructura que es tan deficitaria en este país. La inclusión social es imposible sin carreteras, hospitales y escuelas. Y todo esto es deficitario y precario, sin mencionar a la burocracia engreída que la maneja. Así que toda revolución tiene que realizarse al interior del propio Estado. Muchos ministerios y demasiada burocracia para tan pocos y malos servicios.

sábado, 27 de julio de 2013

La marcha de los tontos útiles


Escribe Dante Bobadilla Ramírez

Crecí entre marchas de protesta durante los años 70 y 80, cuando el Perú vivía en un estado permanente de crisis económica de la que no podíamos escapar. Los 70 bajo el dominio de una dictadura militar de izquierda que experimentó con el país causando su ruina, y los 80 ahogados en constantes paquetazos económicos que elevaban los precios, mientras la izquierda terrorista estallaba bombas en las calles de Lima y miles de campesinos en los Andes eran masacrados en aplicación del programa general de la izquierda peruana de "guerra popular del campo a la ciudad", predicada por todos pero ejecutada por Sendero Luminoso y el MRTA. 

Hoy la realidad es totalmente diferente. El Perú vive una bonanza económica que está sacando de la pobreza a mucha gente. Somos admirados y envidiados por el mundo y el crecimiento se ve en las calles cuando nos topamos a cada rato con gigantescas grúas de construcción o enormes malls. Las regiones tienen dinero como nunca y algunas están haciendo buenas obras de desarrollo, como en Arequipa y Ancash por citar solo dos ejemplos, sin dejar de mencionar a Ica que tiene pleno empleo. Los peruanos ya no viven desesperados por emigrar como lo estaban en mi generación. Al contrario, algunos están volviendo.

Sin embargo hay jóvenes que quiere salir a protestar según dicen contra la corrupción. Otros, los empleados públicos, se oponen a los cambios que el país requiere para seguir progresando y prefieren defender sus privilegios de clase. Pero hay además otros a quienes no les interesa ni lo uno ni lo otro sino realizar su propio programa político aprovechando las circunstancias y mezclándose con los reclamos de estos sectores. Es la izquierda radical a quienes debemos desenmascarar.

Unos afirman que la izquierda se ha desmarcado del terrorismo, pero vemos a varios apasionados defensores de terroristas. Yo creo que la izquierda no ha cambiado mucho del caldo de cultivo terrorista que fue en los 70. No ha dejado de lado su viejo programa de captura del poder por la violencia. Saben bien que con sus delirantes ideas y fracasados modelos nunca ganarán una elección. Antes aseguraban que la estructura de poder se los impedía, que los medios estaban controlados por el poder económico y otros cuentos por el estilo. Hoy que tienen medios, poder económico y amplias redes de organización, tampoco son capaces de ganar la confianza del pueblo. Peor aun, sus modelos se caen a pedazos en el mundo.

Tras fracasar en su intento de utilizar a Ollanta Humala como caballo de Troya, la izquierda ha regresado a sus viejos métodos y busca desestabilizar al gobierno con marchas de protesta. Tratan de imponer su programa político por la fuerza y no por los votos. Piden nueva Constitución, referendum, nuevo modelo económico, etc., pero no han ganado las elecciones. Una tonta maniobra política en el Congreso, que es común en el ambiente político en cualquier país y que además ya fue rectificado, será el pretexto para una marchita de "indignados", máscara con que tratan de ocultarse los agitadores de izquierda para engatuzar a los jóvenes inocentes de hoy. Jóvenes que ignoran el trasfondo real de la marcha y creen que protestan contra la corrupción, cuando más bien deberían defender la estabilidad del país para segurar su futuro.

Los jóvenes no deberían prestarse pues a ser los tontos útiles de la izquierda cavernaria. La corrupción no se arregla con marchas. En realidad nada se arregla con marchas. Solo servirán como carne de cañón para los antimineros ecocomunistas, comechados de la burocracia y de los agitadores sociales de siempre.

viernes, 26 de julio de 2013

Cinismo y desfachatez en la izquierda


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Solo en una mente perturbada cabe hacer marchas de protesta en los mismos días en que la población celebra las fiestas patrias. El regalito de estos esquizofrénicos al Perú será caos y violencia. Por más que los líderes que convocan a estas marchas pretendan erigirse como defensores de la ética y dignidad, lo cierto es que no pasan de ser más que unos aprovechados e irresponsables. A ellos habría que aclararles varias cosas.

1.- Deberían dejar de engañar a los jóvenes con el sonsonete de "indignados" porque acá no hay indignados de ninguna clase sino la misma plaga de revoltosos de izquierda, organizados alrededor de la CNDDHH pero esparcidos en esa feria de coliformes fecales que son los micro partiduchos rojos ya conocidos, y cuyas banderolas y líderes son los que se ven en estas marchitas. 

2.- La izquierda no debería sentirse "indignada" de la clase política que apoyó con tanto fervor en el 2011, sabiendo perfectamente que Gana Perú era un conglomerado de improvisados, trepadores y buenos para nada, encabezados por un perfecto inútil, y en donde sobresalían los viejos políticos fracasados de la vieja izquierda. Lo que hoy se tiene en el Congreso y en el poder se lo debemos precisamente a la izquierda. Así que sus poses de indignación resultan francamente ridículas.

3.- El pueblo peruano jamás ha apoyado a la izquierda en sus marchas. Ellos marchan solos. Y lo peor es que nunca han logrado nada más que generar caos, derramar sangre y enlutar familias, para luego culpar descaradamente al gobierno y a la policía. 

4.- La última marcha popular plenamente justificada fue la que se hizo en el 2000, frente a los intentos del fujimorismo de perpetuarse en el poder de manera ilegítima. Esa marcha no estuvo encabezada por la izquierda sino por un verdadero conglomerado de partidos y liderada por Alejandro Toledo, un aparecido de la nada que de pronto se tornó en líder. ¿Dónde estuvo la izquierda entonces? 

5.- Hoy la marcha no se justifica en lo absoluto. Aunque con dificultades muy comprensibles y naturales, tenemos un país libre, viviendo en un Estado de Derecho, con plena democracia, respeto por las libertades y en una situación de buena salud económica. No hace falta perturbar el ambiente con poses demagógicas sino pedir diálogo por los canales civilizados que existen y vienen funcionando.

6.- Los intentos de la izquierda por causar caos y zozobra no son nuevos. Es una estrategia política que forma parte de sus manuales. Lo han hecho siempre. Hoy pretenden una movilización nacional para exigir referendos, cambios de modelo económico y nueva Constitución. La izquierda debe aprender a vivir en democracia y a respetarla. El camino sensato para que logren sus metas políticas es formar un partido y ganar las elecciones. 

7.- Mientras la izquierda siga apelando a la violencia, seguirá siendo rechazada y despreciada por el pueblo peruano. Dicen ahora los convocantes a la marcha en su falso discurso que están hartos de la clase política. Pero esa es la clase política que ellos apoyaron. Y por cierto, el pueblo peruano también está harto de la izquierda violenta y revoltosa. ¡Ya basta!

jueves, 25 de julio de 2013

¿Indignados? ¿Cuáles indignados?


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez


La fantasía y el uso libertino del lenguaje es algo que caracteriza a la izquierda en general, desde políticos hasta periodistas como Jacqueline Fowks, corresponsal de El País en Perú, y quien publica lo que le viene en gana y se le presenta a la imaginación acerca de lo que pasa en nuestro país. Si uno se dejara llevar por lo que publica tendría una imagen muy disparatada del Perú. Según sus últimos artículos, en el Perú ha prendido el "movimiento de indignados" y tras "dos manifestaciones multitudinarias" han ganado la partida al gobierno y al Congreso. ¿Qué fuma Jacqueline Fowks?

Necesitamos corregir todo ese disparatado lenguaje y pisar tierra firme. Acá no existe ningún "movimiento de indignados". Todo lo que hay es una turba de huachafos que se hace llamar "indignados" y salen a las calles con máscaras de Anonimous. Una marchita de 2,500 personas no se compara en lo absoluto a lo que han sido los verdaderos movimientos de indignados en el mundo, los cuales han superado el medio millón de movilizados por varios días. Así que no hagamos más el ridículo llamando "indignados" a estos marchantes que básicamente son los mismos de la izquierda criolla. Ellos no son indignados sino aprovechados.

Y por supuesto, tampoco es cierto que esa marchita del 22 haya tenido algún efecto, pues desde que fue convocada por todos los agentes de izquierda, empezando por la CNDDHH, la maniobra política del Congreso ya se había caído. Lo cierto es que hubo indignación en la población, pero creo que la mayor indignación fue producida por la majadería de Perú Posible, un partiducho que agoniza en el desprestigio de su patético líder, y que sin embargo tuvo el cuajo de querer imponer a su candidata Pilar Freitas, quien para colmo es una joyita tan impresentable como el mismo Toledo.

En segundo lugar, resultó indignante que el gobierno pretenda imponer a dos completos atorrantes como Víctor Mayorga y Cayo Galindo, chupamedias y trepadores sin nivel ni preparación alguna para los cargos tan importantes que pretendían usurpar. Eso sí que fue una falta de respeto total para la ciudadanía y para la majestad de nuestras instituciones. Por su parte la izquierda se puso histérica por Rolando Sousa, a quien descalifican por algo insólito: por haber defendido a Fujimori, como si eso fuera un delito. Pero sensatez es algo que no se le puede pedir a la izquierda.

Entonces dejémonos de huachaferías y paren de llamar "indignados" a esa caterva de aprovechados de izquierda que salieron con sus mismas banderas de siempre, con sus mismas consignas trilladas y los mismos personajes patéticos que ya todos conocemos. Lástima nomás que junto a ellos haya marchado una juventud bizoña y desorientada. Sin duda ellos necesita aprender más acerca de quién es quién en la política peruana, y qué es lo que en el fondo buscan.

miércoles, 24 de julio de 2013

MARCHANDO POR LA DERECHA



Por: Elvis Occ

Se continúa anunciando más marchas contra el cambalache ocurrido en el Congreso, como también un buen numero de reclamos. Es mi parecer que la derecha popular debe y tiene que participar en estas actividades para ir recuperando esos espacios en donde ha perdido protagonismo o nunca estuvo. Nuestra presencia debe ser identificable, allí donde no estamos aun.

Es obvio que la izquierda se sabe sola en la cancha pues contrincante de espíritu batallador, hace mucho que no lo tiene. Nuestro liberales y conservadores han hecho poco o casi nada por mostrarse mas combativos y más participativos allí donde su presencia es mas necesaria. Y para muestra un botón, la marcha del 22 de Julio fue secuestrada por la izquierda con obvio oportunismo a vista y paciencia de nuestros liberales.

Con los partidos políticos totalmente desacreditados, con sus figuras mas conspicuas reducidas a manga o anime y con partidillos de derecha casi inexistentes, se abre la puerta para la derecha popular. Convengamos que la indignación no es exclusividad de los de izquierda, ni de sus camaradas marxistas. Por tanto haríamos bien en mostrarnos y concretar nuestra presencia en las protestas ciudadanas, sin por esto comprometer o contaminar nuestras ideas y principios. Mascullando nuestra inconformidad en un rincón no lograremos nada, hace falta mucho mas.

 

www.elvisocc.org

LA "REPARTIJA"


Por: Felipe Cortijo

Algunos de nosotros habíamos previsto, desde el mismo momento del pronunciamiento de Mario Vargas Llosa en su ya famosa carta a la opinión pública, rodeado de “intelectuales” de izquierda -donde el escritor hizo gala nuevamente de sus odios personales- algunos preveíamos, repito, una estrategia comunista que desembocó en lo que ahora todos podemos ver claramente.

Las “marchas” convocadas contra lo que ellos llaman “repartija” (para poner sobrenombres son muy buenos, tienen a varios publicistas en sus filas), no fueron otra cosa que el uso oportuno de una coyuntura política para captar la atención ciudadana e involucrar a incautos en lo que será el lanzamiento de la campaña política de toda la izquierda nacional. Ya tienen un movimiento comunista formado por la izquierda de todos los pelajes, allí no sólo vemos a Claudia Cisneros, Rocío Silva Santisteban, sino al mismo Gregorio Santos. Lo único que falta es definir quien lidera dicho movimiento, me atrevo a suponer que será la Alcaldesa de Lima, cosa que no será inmediata por estar en funciones públicas, pero eso se verá más claramente a fines de año.

Muchos cayeron en la trampa preparada anticipadamente, Expreso no lo vio claro sino hasta hace unos días, Correo se abstuvo prudentemente de hacer eco a la izquierda, y en Perú 21, Aldo Mariategui recién ayer dio la voz de alerta. No es que seamos adivinos, algunos de nosotros conocemos muy bien la idiosincracia comunista, eso es todo. Convivimos algún tiempo, mientras éramos estudiantes, con el enemigo. Los conocemos muy bien, sabemos que no dan puntada sin hilo, sabemos de lo que son capaces de hacer. Bebimos de las mismas fuentes, nos alimentamos de lo mismo, pero ya habíamos sido vacunados previamente, somos inmunes a las utopías radicales.

Sobre la “repartija” debo decir un par de cosas, demasiado escándalo y mucha hipocresía, aquí sólo se dio lo de siempre, los contubernios de toda la vida republicana, habría que verse en el espejo cómo se rasgaban las vestiduras tontamente. Habría que tener vergüenza para verse como tontos útiles de los comunistas, ellos promovieron todo ese escándalo, “indignados” por lo que no le tocó. Francamente ridículo! Y aún hoy, después de que las cosas están diafanamente claras, aun hoy existe gente honesta que sigue respaldando esa “protesta”. Creo que ya es hora de madurar, de dejar de seguir creyendo en la “pureza” de los ideales políticos, aquí quienes promueven estos escándalos saben lo que hacen, saben lo que quieren. Les aseguro que no es nada “inmaculado”, no existe pureza en esa condición humana.

El 27 de Julio se prepara otra marcha hacia el Congreso, allí veremos mejor quienes se hacen presentes, pero obviamente lo veremos por televisión, estamos realmente muy  asqueados para participar en medio de la turba de esos “indignados”. Dejemos que el gobierno con la policía, si es que también no se vuelve cómplice, se encargue de ellos.

Un gobierno de burócratas


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Con las nuevas ministras nombradas Ollanta Humala ratifica una vez más que no tiene ni la menor idea de lo que significa gobernar un país hacia el desarrollo. Ya bastante teníamos con un pasmoso gabinete dirigido por nada menos que un "especialista en derechos humanos", quien ha resultado más opaco e intrascendente que una pelusa en el ombligo. Ahora, con un gobierno desgastado y con todas las cifras de bajada, Ollanta tenía la oportunidad de lavarle la cara de mediocridad a su gabinete, pero nada. Al parecer ha preferido, una vez más, el gesto cursi para las galerías nombrando a tres mujeres que solo le servirán para una pose progre y supuestamente vanguardista.

Personalmente me resulta indiferente si se nombra a un hombre, mujer o gay como ministro. Todo lo que importa es que sea la persona idónea para el cargo. Y para ser más precisos, me importa poco a quién nombren en ministerios decorativos como Cultura e Inclusión Social, que no aportan nada al desarrollo del país, aunque el de Cultura más bien ha significado un verdadero lastre últimamente. Pero lo que me llama la atención es que en un ministerio clave como el de Comercio Exterior se nombre a alguien que no sea una empresaria exportadora sino a una auténtica burócrata de escritorio. Es obvio que Ollanta ha preferido experimentos sexistas de "equidad de género" en su gabinete antes que dirigir la nave del país por buen rumbo.

Por lo que se sabe, la señora Magali Silva es una economista que ha venido desempeñándose como viceministra de pymes y que antes laboró en el BCR. Puede tener méritos académico, pero estos sirven poco en el mundo real donde hay que tomar decisiones fundadas en conocimiento cabal de los problemas que competen a un sector. Y se trata de un sector vital para la economía del país. En un momento en que las exportaciones han empezado a caer, lo más razonable hubiese sido sacar a alguien del sector exportador que tenga experiencia directa y perspectiva global de lo que es hoy el comercio mundial. 

Tal parece que Ollanta Humala será un gobernante destinado a capear el temporal con el piloto automático pero con una tripulación cada vez más inexperta, compuesta por puros burócratas acartonados. El Perú está en manos de un incompetente que ya se ha ganado el triste apelativo de "Cosito" y de un abogadillo de derechos humanos que no pinta nada para nadie, pues está comprobado que los ministros no le preguntan a él ni la hora. Triste futuro el que nos depara este gabinete y este gobierno. 

Rio revuelto, ganancia de izquierda


Fuente: Lampadia

El escándalo político nacional que desató la elección en el Congreso del Defensor del Pueblo y los miembros del Tribunal Constitucional (TC), causado, principalmente, por la voluntad obsesiva de Gana Perú y el oficialismo por controlar el TC, con la complicidad de Perú Posible, del fujimorismo y del devaluado PPC, de pronto, parecería ser parte de un juego maquiavélico que busca desprestigiar a la clase política, al Congreso y a las instituciones para generar el caos público e interrumpir el sistema democrático y la economía de mercado.

¿Alarmismo injustificado? De ninguna manera. Ya se conoce que sectores nacionalistas han comenzado a recolectar firmas para “cerrar el Congreso” en Chiclayo. En un reciente comunicado de Patria Roja en el que se convoca a una revuelta nacional para este 27 y 28 de julio, se sostiene que “frente a la crisis del Estado neoliberal se hace urgente y necesaria una nueva Constitución para refundar la república sobre nuevas bases”. Algo más. Nicolás Lynch de Ciudadanos por el Cambio, en un reciente artículoen La República, escribe lo siguiente: “una reforma política inmediata que la sociedad organizada le exija al Congreso y una Nueva Constitución, elaborada por una Asamblea Constituyente, que se elija el 2014…”.

Como se ve, por la boca muere el pez. Alguna mano negra o algún seguidor de Montesinos pretende sacarle partido al caos político desatado por el oficialismo palaciego y la torpe comparsa congresal. Al margen de la especulación de si todo esto fue causado adrede para interrumpir la democracia, es evidente que se quiere aplicar a pie juntillas el Manual Bolivariano que pasa, precisamente, por generar crisis políticas y de representación, convocar a una Asamblea Constituyente e instaurar un autoritarismo que se perpetúa en el poder mediante reelecciones indefinidas. Así pasó en Venezuela, Bolivia y Ecuador.

En el colmo del delirio, Lynch agrega: “Hay que regresar al último acuerdo de paz entre los peruanos que es la Constitución de 1979…” ¿Cuál acuerdo de paz? ¿El de esa constituyente regimentada por las botas militares? ¿Se refiere a la hiperinflación incontrolable, las colas y escaseces motivadas por el control de precios? O, quizá se refiera al hecho de que Sendero Luminoso controlaba una tercera parte del territorio nacional, asesinaba a autoridades locales, hacía volar edificios y casas en los pueblos más alejados y Tarata y Palacio de Gobierno. ¿A eso se refiere Lynch? Tanto delirio y tanta irresponsabilidad son difíciles de entender.

Los representantes del proyecto bolivariano usando el deterioro de la clase política (algo evidente y que nadie puede negar) pretende acabar con la democracia y la única institución que ha funcionado en el Perú: el mercado. Su enemigo real es la libertad económica consagrada en la Constitución de 1993, pero terminar con ella, solo es posible enterrando a la democracia. De allí la esencia autoritaria del proyecto bolivariano.

Tratar de comparar la Constitución del 93 con la de 1979 es como comparar el cielo con el infierno. Antes de los noventa no solo nos azotó la hiperinflación y el terrorismo, sino que nuestras reservas internacionales eran negativas, hoy suman US$ 68 mil millones. Otro dato para estremecernos: cerca del 60% de los peruanos era considerado pobre en tanto que hoy solo el 25%. La inflación promedio era de 1,187% mientras que ahora solo es de 2.5%. ¿Cuál acuerdo de paz? La maniobra bolivariana es más que evidente.

El modelo político y económico peruano se ha caracterizado por un impresionante crecimiento económico, reducción de la pobreza y la desigualdad, pero ese desarrollo no ha sido acompañado por una eficiente gestión pública de los políticos y de las instituciones. Se puede decir, entonces, que el mercado ha funcionado, pero los políticos han fallado.

Necesitamos, pues, una reforma política para que el espacio público acompañe y potencie todos los círculos virtuosos del desarrollo y del bienestar general. Pero de ninguna manera podemos dejar pasar la maniobra bolivariana. Queda claro, pues, que la indignación de los peruanos contra la clase política también tiene que ser contra los animadores del proyecto bolivariano que pretende resucitar el viejo velasquismo que convirtió a la mayoría de peruanos en mendigos.

Deberíamos aprovechar esta crisis para reflexionar sobre los ajustes que requieren nuestras instituciones públicas, empezando por los partidos políticos y la estructura del propio Parlamento. En un momento de dificultad, la gente de buena voluntad, tiene que saber sacra lo mejor de cada uno. ¡Ojalá estemos a la altura de las circunstancias!

martes, 23 de julio de 2013

Indignados que dan risa


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El Perú es un país de imitadores y huachafos que se copian todo lo que ven afuera. Lo hemos confirmado una vez más en la reciente marcha que, para variar, ha tomado el nombrecito de "indignados" y máscaras de Anonimous. Se han copiado hasta las consignas. Lo único que faltaba eran imitadoras de Femen, pero eso está difícil porque este también es un país donde la cucufatería predomina por encima de las modas. Todo lo que podemos decir es que ha sido triste ver una marcha donde lo único a que faltó fue la creatividad y una motivación auténticamente democrática. Ha sido más de lo mismo.

Para empezar, se trata de los revoltosos de toda la vida, encabezados por la misma cúpula de izquierda que nunca descansa en su empeño por generar el caos callejero con la escusa que sea. Rocío Silva Santisteban y la CNDDHH, coordinadores de la izquierda y organizadora incansable de marchas junto a los sindicatos. Aunque ahora la CGTP se quedó en casa preparando petardos para el 27. En cambio han estado presentes antimineros como el ex cura Marco Arana y el inepto Gregorio Santos. Cabe mencionar a los artistas y figuretis mediáticos de la progresía criolla que no han dejado de tuitear ni un minuto para hacerles saber a sus seguidores que estaban allí. 

El pretexto fue la repartija congresal de puestos al TC y DP. Pero resulta que este asunto quedó anulado el mismo día miércoles pasado. O sea que esta escusa ya no existe, por tanto no es válida. Siempre causa gracia leer a Rocío Silva Santisteban quien hoy nos dice que si la protesta tiene éxito, el Congreso tendrá que replantear la repartija. Esta señorona debe vivir más allá de la Luna porque el Congreso ya replanteó eso hace cinco días. ¡Mucho antes de la marcha! 

De hecho la marcha fue solo una farsa del radicalismo fanático que ha juntado a todos los delirantes antisistema, desde los antimineros y antiglobalización hasta los pro gay y pro terrucos, a los que cabe añadir una buena cantidad de tontos útiles que se dejan manipular inocentemente por irresponsables organizadores del caos. Siempre empiezan hablando de marcha pacífica, pero ya en las calles los expertos agitadores adiestrados de izquierda incitan a las masas a cometer actos vandálicos y estúpidos, como marchar contra Palacio de Gobierno o enfrentarse a la policía, llegando incluso a la destrucción de propiedad e incendio de locales. Este cuento de "marcha pacífica" ya es viejo. 

Lo verdaderamente indignante es que esta masa de revoltosos es exactamente la misma que dos años atrás apoyaba ciegamente a toda la escoria de Gana Perú encabezada por un inepto como Ollanta Humala. ¿Acaso les importó en el 2011 que ese frente al que apoyaban con tanto candor estaba compuesto por la más pestilente confluencia de improvisados, trepadores, ignorantes y buenos para nada? ¿De qué entonces se quejan ahora? 

Uno de los carteles más estúpidos que se pudo leer anoche decía "Ollanta mentiroso, devuélveme mi voto". Cabría decirle a ese despistado que Ollanta nunca mintió ya que nunca dijo nada excepto consignas idiotas como "inclusión social". Si alguien creyó que un cachaco improvisado, inexperto, sin ideas, sin partido ni equipo iba a ser un gran gobernante, ahora debería estar pensando en suicidarse por idiota en lugar de salir a hacer marchitas de protesta. 

En resumen, la marchita de anoche fue un acto más de la misma cepa bacterial de la izquierda criolla, con sus mismos patéticos personajes y sus mismas pancartas y consignas trilladas, reclamándole a un gobierno y a una clase política que ellos mismo pusieron en el poder. Aparte de lástima, no dan para más.

domingo, 21 de julio de 2013

Ollanta arrugó frente a Capriles


Escribe Dante Bobadilla Ramírez

Para coronar la semana más triste de la democracia peruana en la última década, Ollanta Humala salió corriendo de Lima para evitar recibir al líder opositor venezolano Henrique Capriles. Gesto que lo pinta de cuerpo entero como un cobarde carente ya no solo de ideas y principios sino de modales. Es evidente que Ollanta Humala ha preferido complacer, una vez más, al prepotente camionero que hoy gobierna Venezuela, evitando así que pronuncie nuevas condenas y amenazas contra el Perú, como lo hizo antes cuando el canciller Roncagliolo sugirió el cumplimiento del acuerdo alcanzado en Lima durante la reunión de UNASUR.

Humala deja al Perú como el único país supuestamente democrático cuyo presidente no recibe a Capriles, siendo este un personaje que representa a la mitad del pueblo venezolano. Además Capriles ha venido a demandar, con todo derecho, que UNASUR haga cumplir la resolución que adoptó en Lima, bajo la presidencia pro tempore de Ollanta. Capriles no es pues cualquiera, y no es posible que nuestro gobierno lo trate como si fuera nadie. Por lo menos la canciller Eda Rivas debería tener la decencia de recibirlo y escucharlo. Pero lamentablemente este es el gobierno de un pelele, o mejor dicho, de un cosito, sometido a la furia chavista.

El Perú ya no es una nación libre y soberana, hoy es una colonia del chavismo. Venezuela, y particularmente ese patán llamado Nicolás Maduro, es quien dirige ahora nuestras resoluciones internacionales y dicta la agenda interna del presidente Ollanta Humala. Nunca antes el Perú había caído tan bajo.

sábado, 20 de julio de 2013

Defensores del "perro muerto"


Escribe Dante Bobadilla Ramírez

Cuando se carece de formación y de principios no queda más que opinar como cualquier hijo de vecino o pasajero de combi, presa de las pasiones, prejuicios o tendencias populares sin fundamento racional. Cualquiera con algo de habilidad puede montar una perorata para justificar sus bajas pasiones y hasta sus malas acciones. Solo los principios nos permiten diferenciar lo malo de lo bueno y sacudirnos de la palabrería engañosa.

En su columna de hoy titulada "¡A la caza del tesoro!" copia exactamente el pensamiento de los más radicales de la izquierda criolla, expresada ya varias veces en La Primera y La República. Así que no hay ninguna novedad en esos argumentos que, valgan verdades, son simples escusas para validar  el "perro muerto" del Estado, típico desde los días de Velasco Alvarado. El rojerío, y ahora esta señora de pensamiento claramente progre, se niegan al pago de los bonos de la reforma agraria con el cuento de que quienes lo tienen ahora son los bancos, y porque estos sería "especuladores". La misma letanía de Hugo Chávez y el progresismo anticapitalista. Lo que quieren es que el Estado siga con una estafa que ya lleva 40 años. Y esto es una vergüenza, en especial para alguien que se cree "liberal".

Dice esta señora: "Cuando el TC resuelve una causa, debe cuidar que el derecho de los ciudadanos y los objetivos constitucionales primen en sus decisiones con ... una visión de la problemática jurídico-social-económica del país". Lo que el TC debe cuidar es que la ley se cumpla. Y un principio elemental del derecho es el respeto por la propiedad y el cumplimiento de las obligaciones asumidas legalmente.

Me sorprende tanto rollo progre para justificar el "perro muerto". El Estado confiscó bienes y emitió unos bonos prometiendo pagarlos, y es su OBLIGACIÓN cumplir con pagarlos. Así de simple. Si los bonos cambiaron de manos eso es completamente intrascendente. Eso no le quita al Estado su obligación. La deuda del Estado no ha desaparecido. Por lo demás son miles los tenedores de esos bonos. Si un banco tuvo a bien comprar algunos bonos, lo hizo como una inversión. Para eso es que están los bancos: para invertir. Llamarlos "especuladores" por eso es caer en el peligroso juego retórico de la izquierda radical que conduce a los resultados desastrosos que ahora vemos en Venezuela, producto de esa típica pobreza mental y de los prejuicios anticapitalistas que no tienen asidero lógico en el mundo real. 

Agrega esta señora: "¿El Estado pagará 4000 millones de dólares, 80% de los cuales irán a manos de especuladores, a cambio de qué? A cambio de que uno de cada cinco niños siga estando desnutrido, de que el Perú sea el país con mayor índice de TBC, de seguir mandando a nuestras tropas al VRAEM sin rancho ni balas ni guantes, a cambio de que el Hospital Policial carezca de insumos, de que el Perú tenga la peor educación de los países de ingreso medio-alto. A cambio de ser incapaces de luchar contra el narcotráfico, la minería ilegal, el tráfico de personas y de que la brecha de infraestructura siga creciendo."

Olvida esta señora que esa plata NO ES del Estado sino de los peruanos que fueron confiscados! Olvida también que a pesar de haberse hecho ilegalmente de toda esa fortuna, el Estado nos ha dejado en la situación penosa que ella describe. O sea que toda esa fortuna en manos del Estado ¡no sirvió para nada! ¿Y ahora alega que ese dinero debe quedarse ilegalmente en manos del Estado porque tenemos malos hospitales? ¿Es esto una lógica válida y respetable? A mi me parece francamente un disparate, y hasta una muestra de estupidez y pobreza mental que no merece un espacio en ningún diario.

Hay que decir las cosas claramente, sin apasionamientos ni mentiras. Que el Estado se quede con toda esa plata ajena definitivamente no va a cambiar en nada la situación del país, ni para bien ni para mal, pues el pago que se le demanda en 8 años representa menos del 2% del presupuesto del Estado. Como nunca en toda nuestra historia, el Estado tiene además 67 mil millones de dólares acumulados en RINs. Así que cumplir con pagar esa deuda en 8 años (y no necesariamente en dinero) no significará ninguna tragedia nacional. Al contrario, será justicia, pues hay miles de peruanos que tienen esos bonos y que no tienen por qué seguir esperando y menos olvidarse de su plata porque una jauría de limitados mentales no quiere que se le pague al Banco de Crédito por ser "especulador". 

Ya es tiempo de acabar con esta política del "perro muerto" del Estado. La izquierda y los demagogos de toda clase han permitido que el Estado sea el mayor ladrón del Perú. Si alguna vez fue culpa de Velasco Alvarado y su cúpula de asesores comunistas, hoy la culpa es de todos estos peleles que siguen gritando en contra de un acto de justicia elemental.

jueves, 18 de julio de 2013

La gran repartija del Perú


Escribe Dante Bobadilla Ramírez

Los luctuosos sucesos ocurridos en el Congreso la noche de ayer pasarán a la historia como una de las más tristes performances de la clase política peruana, junto a la noche larga en que aquella cámara de diputados dominada por el aprismo aprobaba a carpetaso limpio la ley de estatización del sistema financiero enviada por Alan García, o la noche en que el congreso fujimorista defenestraba a tres magistrados del TC por oponerse a la "interpretación auténtica" de la Constitución, que un comando de mamarrachos fujimoristas había perpetrado para permitir la rereelección de Alberto Fujimori contra todo sentido común. 

Ha sido una pena ver a gente que se presumía respetable, como Alberto Beingolea, tartamuedeando una protesta contra Cecilia Tait, para decirle que a él tampoco le gusta la elección pero que igual vota porque respeta un acuerdo hecho entre partidos, que ya más parecen bandas de delincuentes políticos, pues lo que ha hecho es simplemente repartirse el poder como si fuera un botín. Respetar acuerdos de pandillas por encima de principios democráticos significa haber perdido la brújula de la democracia. Una pena realmente.

Lástima también han dado aquellos que desde afuera aplaudían el sucio acuerdo porque sentían que aseguraban la presencia de sus facciones, tirando al suelo todo atisbo de decencia política y respeto por el país. Quienes estamos en política no por puestos sino por defensa de principios, no podemos más que lamentar esta repartija barata de cargos que pone en peligro la institucionalidad del país.

La democracia liberal se sustenta en la división del poder y en la independencia de las instituciones que comparten el poder político del Estado. Pero sobre todo, por la majestad que emanan. A partir de la repartija de anoche, todo esto ha quedado en el tacho de la basura. No solo se ha eliminado la independencia de los poderes sino que se ha llenado las más importantes instituciones del Estado con personajes del más bajo nivel profesional, ético y moral, como son los casos concretos de los señores Víctor Mayorga y Cayo Galindo, a los que cabe añadir el de la cuestionada señora Pilar Freitas. 

El espectáculo de vergüenza que han dado a todo el país los congresistas que se prestaron a esta maniobra, tendrán que cargar con el peso de las consecuencias que su nefasta decisión le traiga al país en el futuro. Hay que tomar sus nombres y sus rostros para ponerlos en la lista negra de la historia del Perú.

Ciudadanos por el cargo


Escribe Martín Santiváñez

La profunda contradicción en la que vive nuestra clase política se manifiesta por igual en todo el espectro ideológico. La derecha es incapaz de presentar un recambio generacional. El centro naufraga en la tibieza y el ausentismo. Y nuestra izquierda solo critica el reparto de los puestos públicos cuando el proceso se le escapa de las manos. Si la izquierda controla el nombramiento de los puestos públicos (Ciudadanos por el cargo), la cosa cambia. Cuando nuestra progresía influye en el proceso de elección, sus cuadros se alinean en posición "mamemos del Estado" y nadie pronuncia la palabra "repartija". Pero es imposible denunciarlos porque ellos son la conciencia moral del país.

Es por esta razón que se me antoja un poquito hipócrita rasgarse las vestiduras ahora que la clase política peruana ha hecho lo que mejor sabe hacer: mirar por sus intereses, consolidar sus privilegios. El problema de la elección de los cargos públicos es, también, un problema de control. Y el control está en función de la independencia. En el Perú son pocos los ejemplos de independencia jurídica, administrativa y política. Bolívar no se equivocó cuando dijo de nosotros que éramos un país de oro y esclavos. "El primero lo corrompe todo, el segundo está corrompido por sí mismo". Algunas veces, la Contraloría emite un informe, aunque esto se quede en algo más bien testimonial. Trivelli reparte arena y coliformes y aquí no pasa nada. De vez en cuando, un juez o una Corte importunan al Gobierno. Pero esto es, valgan verdades, la cruda excepción.

La sumisión al poder, la componenda partidista y el pacto por debajo de la mesa son rasgos de la política peruana. Esto no va a cambiar de un día para otro, y mucho menos si continuamos eligiendo a los mismos personajes de siempre. La meritocracia no será construida por los que están interesados en preservar el statu quo. Los corruptos no apoyarán a los mejores. En realidad, para que llegue la meritocracia hace falta derrotar a la coalición de mediocres que usufructúa el gobierno desde los inicios de la República. La meritocracia no llegará gracias a la clase política. Si se implementa, habrá de surgir en contra de ella.

La mediocridad instalada


Escribe: El Comercio (editorial)

Mientras se escribe este editorial se escuchan, a unas pocas cuadras del edificio del Diario, las pifias al Congreso coreadas por la manifestación que se organizó con motivo de los nombramientos realizados ayer por el Parlamento.

Razones para estas pifias no faltaron. Para empezar, mientras que tres de los vocales nombrados para el Tribunal Constitucional (TC) –los señores Eguiguren, Blume y Sardón– son reputados constitucionalistas con una importante trayectoria académica, los otros tres parecen deberle su nombramiento solo al hecho de ser muy útiles para los partidos que los propusieron.

El señor Víctor Mayorga (popularmente conocido como el congresista ‘planchacamisas’) es un miembro del ala radical del Partido Nacionalista que en el 2011 permitió el acceso al Congreso al brazo político del MRTA para que lanzara una perorata en nombre de Néstor Cerpa Cartolini. ¿Podremos esperar la misma amabilidad de parte del señor Mayorga con los enemigos de la paz cuando le toque decidir sobre ellos desde el TC? Al Congreso, por lo menos, no le preocupa este tema.

Tampoco le preocupó al Parlamento designar como vocal al señor Rolando Sousa, un abogado que defendió el régimen fujimontesinista. Régimen que, entre otras cosas, atropelló sin asco al TC. ¿No debería ser requisito para ser vocal de esta importante institución haberle guardado respeto en el pasado? Por lo visto, no para el Congreso.

Los cuestionamientos al señor Sousa, además, no terminan ahí. Su estudio de abogados es conocido por haber defendido a diversos condenados por delitos de corrupción, violaciones de los derechos humanos; a acusados de narcotráfico y lavado de activos. Un currículo difícilmente compatible con un puesto que encarna la defensa de la Constitución y las libertades.

Asimismo, tenemos como nuevo vocal al ex congresista Cayo Galindo Sandoval, un señor que no tiene ninguna experiencia profesional en temas constitucionales que resaltar y que, lamentablemente, solo es conocido por dos hechos. Primero, porque en el 2009 fue suspendido 120 días del Congreso por realizar una protesta en sus instalaciones (lo que él cuestionó a través de una acción de amparo pendiente de verse, para su suerte, en el TC del que ahora él es parte). Segundo, por haber sido acusado de haber influido en la entrega ilegal de permisos de pesca por 1.440 toneladas mientras fue jefe del gabinete de asesores del Ministerio de la Producción.

Por otro lado, con la misma falta de seriedad con la que el Congreso realizó estas tres designaciones nombró además a la defensora del Pueblo. La señora Pilar Freitas ha sido cuestionada por su actuación como procuradora del gobierno de Fujimori, al haber defendido a los jueces que fallaron en contra de Susana Higuchi (caso que según Montesinos habría sido arreglado) y al haber perseguido al señor Baruch Ivcher. También ha sido cuestionada por haber sido destituida del cargo de superintendenta nacional de Registros Públicos, por haber tenido un aparente conflicto de intereses para ser designada presidenta de la Fundación Canevaro en el gobierno de Toledo, entre otras cosas. La señora Freitas se ha defendido de sus críticas con diversas explicaciones aún en discusión. No obstante, para no permitir que se debilite de partida una institución tan importante como la defensoría, bien pudo el Congreso buscar un candidato incuestionable, como lo fueron los antecesores de la señora Freitas.

Estas decisiones, además, se produjeron un día después de que se difundieran audios que mostraban a las bancadas, escandalosamente, repartiéndose por pedazos los nombramientos como quien se reparte una torta. Y todo esto a vista y paciencia del país entero, mostrando que si algo le falta al Congreso es sangre en la cara.

Pero nada de esto importó. Tanto así que Jaime Delgado, vocero de Gana Perú, no tuvo empacho en pedir que cesen los cuestionamientos porque fue “una votación complicada y difícil”. Alguien debería explicarle al congresista que más complicado y difícil es para los ciudadanos aceptar que tenemos que vivir con el Congreso del que él forma parte.

Luz verde a la repartija


Escribe: Mónica Delta 

Contra viento y marea se dio luz verde a la repartija. Con el desparpajo de una clase política que no se respeta y que se burla de la inteligencia ciudadana se consumó la ‘elección’ partidaria para los puestos de la Defensoría del Pueblo y del Tribunal Constitucional.

Las consecuencias no tardarán en verse en casos que se convertirán en emblemáticos para el país.La majestad del Tribunal Constitucional estará, mayoritariamente, en manos de obedientes de los intereses del partido que los patrocina. En la Defensoría del Pueblo, después de haber tenido figuras enaltecedoras –como Jorge Santistevan de Noriega, que en paz descanse, quien, si viviera, estaría muy confundido, y Beatriz Merino, cuya transparencia ha sido su modo de vida en lo público y en lo privado–, pasamos a un personaje que, en lo personal, no conocemos, pero que responde sin dudas ni murmuraciones a Perú Posible, aliado del Gobierno, cuyo líder está en serios aprietos legales. La cosa no pinta bien. 

La institucionalidad democrática está devaluada y se está convirtiendo en una circunstancia peligrosa. Si el presidente Humala quería emparejar el suelo y tener un contexto más viable para su discurso del 28 de julio, no lo ha conseguido. La luz verde, que Nadine Heredia le dio al ‘chuponeado’ ministro Pedro Cateriano para concretar compras para el VRAEM, no es anecdótica, es preocupante. El blindaje evidente a Alejandro Toledo en el asunto de los manejos inmobiliarios de su íntimo amigo, su suegra, su esposa o sabe Dios quién, también le cobra una cuota en el respaldo ciudadano al jefe de Estado. ¿Hasta cuánto de su capital político estará dispuesto a entregar Ollanta al bien amado ‘cholo sagrado’? 

Por otro lado, cuánto está dispuesto a entregar a cambio de una inhabilitación a Alan García? Salvo que quiera quedarse más allá de 2016, no se explica la cantidad de frentes que se ha abierto el presidente “de todos los peruanos”. La luz verde que sí queremos es que el sistema democrático se fortalezca y que el mandatario no sea parte del cinismo de la clase política que dirige al país.

El asesinato de la decencia política


Escribe: Fritz Du Bois

Ayer murió la decencia política en el Perú al presenciar, por televisión, cuando se estaba planteando la reconsideración para la defensora, a un congresista de Gana Perú que tiene 30 denuncias penales –desde homicidio hasta robo agravado, pasando por falsificación– tratando de calmar a Pantaleón. Quedamos congelados. En ese momento nos quedó muy claro en manos de quién estamos, y todavía nos faltan tres largos años.

Ayer el PPC firmó su sentencia de extinción. Un partido que se consideraba un guardián de la legalidad se metió a la cama con violadores constitucionales –pasados y futuros– a cambio de colocar en el tribunal a un vocal allegado. Aquí no había gobernabilidad en juego ni riesgo alguno al proceso democrático. Simplemente vendieron su alma al diablo.

Ayer destruyeron la Defensoría del Pueblo y la convirtieron en un anexo de un partido desesperado por sobrevivir ante tanto escándalo. Considerando que hasta la Fundación Canevaro fue tomada al abordaje por Perú Posible para fines partidarios, ¿se imaginan cómo se aprovecharán de una institución con credibilidad y de alcance nacional, que cuenta con un abultado presupuesto pagado con el dinero de todos los peruanos?

Ayer arremetieron contra el Estado de derecho al otorgar un veto para impedir declarar la inconstitucionalidad de futuras leyes a un gobierno que le gustaría arrojar la actual Constitución al tacho. En realidad es ingenuo pensar que con argumentos legales convencerán a vocales colocados por un oficialismo que lo único que conoce es el carpetazo. Así que por un par de nombramientos están arriesgando el principal escudo que tenemos los peruanos para protegernos de la tendencia de los que actualmente nos gobiernan de ir a un chavismo desaforado.

Ayer fue un día negro para los ciudadanos, que quedamos desprotegidos frente a la demagogia y el Estado. Solo queda esperar que no hayan enterrado también nuestro futuro democrático.

miércoles, 17 de julio de 2013

NO MARCHO CON PRO TERRORISTAS!!


Por Elvis Occ

Hoy contemplé con estupor dos eventos por demás grotescos y vomitivos, por su enfermiza elaboración como también por su delicuencial ejecución. Por un lado el Congreso -a pesar de la desaprobación generalizada- engarzó en el TC a un fujimorista y un abogado de prácticas dudosas. En la DP a un personaje atiborrado de denuncias y envuelta en maquiavélicos eventos. Con la excepción del Dr. José Luis Sardón, de una brillante trayectoria y constitucionalista reconocido, los demás fueron evaluados según la curvatura de la cerviz.

Otro evento que imaginaba acontecería fue la marcha convocada por la CNDDHH por su más dilecta representante: Rocio Silva Santiesteban, la defensora de derechos humanos de los terroristas y que anda de amorios con el comunista cura Marco Arana. La misma que llamara melodramática a la hermana del comandante Juan Valer, muerto en la residencia del embajador japonés durante el enfrentamiento con el MRTA. Como al mediodía, esta frustrada poetisa convocó a una marcha de protesta que se concentraria en la Plaza San Martin. La marcha se inició y sorpresa, sorpresa. Toda la izquierda del Frente Amplio de Izquierda y mas, estaban allí aprovechando el publicherry.

Fueron los odios y ese socialismo agazapado entre progresía, lo que conspiró a que este gobierno y este Congreso fueran los mas badulaques y zafios de nuestra historia. Que marchen solos, gaznapiros hipócritas! No nos prestemos al reverdecimiento de un tronco seco como es la vieja izquierda peruana. El turno es de la nueva derecha! Avisados estamos. De ahora en adelante esa izquierda y sus caviarMarxistas no desperdiciaran ocasión para mostrarse como los defensores de lo justo, como el ultimo bastión de la moral o como los protectores de los pobres. Ellos empollaron el problema y hoy se ofrecen a resolverlo. Esa es la estrategia comunista de siempre. No! Nunca marchare con esos, nunca! Por mis principios, por el respeto que le tengo a los caidos en la lucha contra el terrorismo y por la memoria de mi hermano. NO!

www.elvisocc.org     

El Perú como botín


Escribe Dante Bobadilla Ramírez

La diferencia entre Víctor Andrés García Belaúnde y su legendario tío Fernando Belaunde, es que mientras este propugnaba "El Perú como doctrina" como lema para enfrentarse a los dogmatismos del APRA y de las izquierdas marxistas de todo pelaje, Vitocho y la banda del Congreso han patentado la consigna "El Perú como botín". Esto es lo que deja en claro el audio difundido ayer, y que solo confirma lo que ya se sabe: el Perú está en manos de una banda que podríamos llamar "Los malditos de la Plaza Bolívar" y que están arranchándose las más importantes instituciones del país a mordiscones, cual hienas hambrientas.

Lejos de buscar personajes independientes y probos para que se hagan cargo de nuestras instituciones, lo que esta banda de maleantes politizados trata de hacer es coparlas, infectar nuestras instituciones con sus secuaces de partido. Nada les importa el país. Absolutamente nada. Tampoco les importa su prestigio como políticos y congresistas, pues ya están muy venidos a menos hace tiempo. Lo que hoy muestran al país estos miserables es que no solo son unos caraduras sino que le tienen un desprecio total a la opinión pública.

Lo que ocurre en estos días es una lamentable consecuencia de la degradación paulatina de nuestra política a causa de los supuestos grandes "logros sociales" que se impusieron desde la Constitución fallida de 1978, como el voto universal y obligatorio, incluyendo el voto de los analfabetos y el de los jóvenes. Una buena base social dominada por la ignorancia y obligada a elegir a candidatos a quienes tampoco se les exige ninguna calificación, excepto ser peruanos de nacimiento, como si eso sirviera para algo, es la que nos da como resultado la miasma que hoy tenemos en el Congreso Peruano y en Palacio de Gobierno. Con el delirio de supuestos "grandes logros sociales" lo que hemos hecho es colocar las bases del cadalso en donde se decapitará el futuro del Perú.

La gran pregunta ahora es ¿quién será capaz de cambiar esta situación? Evidentemente la escoria que hoy tenemos al mando del país será incapaz de hacerlo, como lo han venido demostrando en los últimos años. Mientras tanto en Chile, con un sistema electoral mucho más inteligente, el presidente Piñera acaba de enviar al Congreso una gran reforma electoral para mejorar aun más la clase política. Acá parece que nadie será capaz de ponerle el cascabel al otorongo.

martes, 16 de julio de 2013

COMUNISMO NUNCA MAS!!



Por Felipe Cortijo

Hacen algunos días, el diario El Comercio recordaba con un extraño sesgo progresista, un año más del asesinato de alumnos y profesores en la Universidad Enrique Guzmán y Valle, la famosa “Cantuta”. Siempre me pregunté el porqué de este sobrenombre, quizás tenga que ver con el origen de su fundación por el generalísimo don José de San Martin. Quizás por el hecho de encontrar esta flor en las provincias del Perú y el alto porcentaje de inmigrantes en esta casa de estudios. El asunto es que ya nadie pone en duda que los muertos de la Cantuta fueron miembros de Sendero Luminoso, de manera activa y “concientizada”. Fueron terroristas.

Pero lo que llama poderosamente la atención es que ese mismo periódico, no ha dicho absolutamente nada sobre otro crimen político. El 16 de julio se conmemoró un año más del atentado en Tarata, Miraflores, y aun recordamos las escenas dantescas por televisión de lo que significó el inicio del fin de esa oprobiosa “lucha armada” de Sendero Luminoso. A partir de ese día se dio un quiebre en las conciencias amodorradas de los limeños, soportando estoicamente -o quizás pusilánimemente- las bombas, los apagones, los homicidios, y toda la estrategia de una campaña de terror comunista.

Recuerdo que los debates en las mismas aulas de San Marcos, los profesores más radicales se quedaron sin argumentos teóricos. Era patético ver como se esforzaban en querer explicar en esos momentos con los cursos de Materialismo Histórico, el levantamiento en armas, el llevar a la praxis la mentada “lucha de clases”. Hacían un papel ridículo entre pifias y condenas a voz en cuello, tal era la indignación de simples estudiantes. Lo recordaré con fervor toda mi vida. Ridícula y desnuda se mostraba al fin toda la monserga marxista, como dije, patética. ¿Así se buscaba la “justicia social”? Finalmente, el apoyo a la reacción del gobierno era unánime.

Pasaron los años, y ya nadie quiere recordar esta infausta fecha, ni siquiera cierta prensa que se dice seria, y los jóvenes que ni siquiera habían nacido, ni lo toman en cuenta. Debaten con el Movadef, y algunos hasta ven la posibilidad de respaldar y formar parte de estos abortos políticos.

Algunos ya no lo recuerdan, otros quisieran que se olvide, pero existimos aún quienes nunca olvidaremos a la niña símbolo con la piernita mutilada. Los gritos desgarradores a “Carlos”. El hermano muerto. Y un alcalde de apellido Andrade que junto a rescatistas de Defensa Civil se puso el casco de seguridad para buscar víctimas entre los escombros. No lo olvidaremos, el Perú cambió desde entonces, y lo único que podemos hacer para honrar esa memoria es ser sincero y hablar con la verdad: Ni perdón, ni reconciliación, ¡Comunismo nunca más!