lunes, 31 de diciembre de 2018

La decadencia peruana


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El Perú acaba un año perturbador. 2018 fue el año de la guerra política declarada, peor aun que el año anterior en el que solo hubo un Congreso beligerante, pero dentro de lo normal, como puede esperarse a un Congreso dominado por la oposición. Sin embargo, 2018 marca un punto de inflexión en muchos aspectos, pues se hizo renunciar al presidente y se llevó a la cárcel a la lideresa de oposición. Todo esto con muy buenos pretextos de lucha contra la corrupción.

La política ha degenerado a tal punto que hoy las masas son parte de ella, no solo a base de las permanentes encuestas con que la prensa manipula a la población, y a los mismos políticos, sino incluso con un referendum absolutamente innecesario y burdo, inventado por el presidente Vizcarra con el único propósito de consolidar su simpatía popular. De modo que ahora tenemos una política populachera que se orienta por encuestas de aprobación ciudadana.

Si alguien cree que vivimos en una democracia y en un Estado de derecho se equivoca. Todo lo que hay es una pura apariencia de legalidad. Los atropellos se cometen con buenos discursos y excelentes recursos legales. La ley se estira a conveniencia, ya sea para anular un indulto, apresar a un político, declarar inconstitucional una ley o, incluso, un cambio al reglamento del Congreso. La ley sirve para ser invocada en todos estos casos de flagrante atropello a la razón, por simple votación estrecha de un colegiado, o por el capricho personal de un juez. 

El presidente accesitario Martín Vizcarra también forzó la Constitución presentando "cuestión de confianza" por algo que no corresponde, como es una propuesta de reforma constitucional. Igual se zurró en las formas y le impuso su capricho al Congreso bajo amenaza y con apoyo de la prensa y las masas. No contento con eso, se opuso a que el Congreso norme la cuestión de confianza para evitar esta clase de exabruptos presidenciales. Una vez más, la prensa y la chusma lo apoyó.

Por el lado de la oposición, está claro que fue el año de la debacle de Keiko Fujimori y Fuerza Popular. Es cierto que su prisión preventiva, ordenada por el juez Concepción Carhuancho, es un completo abuso desproporcionado, y que la persecución obsesiva del fiscal José Domingo Pérez no tiene nada de "lucha contra la corrupción", como se quiere vender el espectáculo a las masas. Este no es un caso de justicia ni de lucha contra la corrupción. Es un caso netamente político y ha resultado en el desborde emocional de las masas adoctrinadas por 15 años en el odio a Keiko. 

No tengo ninguna duda de que Keiko recuperará su libertad más pronto que tarde, y que toda esta farsa montada por el desequilibrado fiscal Pérez acabará en la nada, quizás tras un largo proceso, si es que el payaso fiscal Pérez encuentra evidencias más sólidas que simples testimonios arrancados bajo chantaje, y se atreve a presentar un caso ante la justicia. Lo cual dudo mucho. Lo más probable es que al verse con las manos vacías se le acabe el show.

Pero la debacle de Keiko no se borrará con su eventual liberación. Ha quedado en evidencia su total orfandad política como líder de un partido que aspira al gobierno. Para empezar, quedó claro que su partido no es un partido. Es un club de fans repleto de invitados a la fiesta electoral, que carecen de unidad ideológica, doctrinaria, programática y hasta de disciplina partidaria. Como política, Keiko resultó estar más confundida que adolescente al acabar la escuela. No tiene norte político. Lo suyo es, para variar, populismo puro. Incluso ha apoyado leyes que perforan el modelo económico consagrado en la Constitución, al mejor estilo de una izquierda recalcitrante.

Finalizado el año con este panorama, el Perú no tiene un futuro promisorio para el Bicentenario. La ineptitud de la mayoría de ministros del gabinete Villanueva es clamorosa. Más de la mitad de los ministerios no han podido gastar ni la mitad de su presupuesto de inversiones. El país está detenido o en retroceso. La urgente reforma laboral les quema las manos y nadie la quiere hacer. No hay más indicios de reformas en el Ejecutivo, pese al colapso del Estado en varios frentes. Vizcarra se conforma con salir bien en las encuestas y no para de repetir su relamido discurso de "lucha contra la corrupción", cuando nada está haciendo al respecto. La reforma del CNM es puro show.

Lo más probable es que el 2019 siga siendo el año del show político y la decadencia del país. No hay esperanzas de que los políticos se pongan de acuerdo en nada. Es probable que todo se ponga peor.

domingo, 30 de diciembre de 2018

2018: el año de la debacle peruana


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Cuando PPK decidió llamar al 2018 "año del dialogo y la reconciliación nacional" seguramente no se imaginó que tendríamos exactamente todo lo contrario. Entonces estaba desesperado para salvarse de la vacancia, acababa de firmar el indulto de Fujimori y sabía que se le vendrían encima todos los pabellones del manicomio de izquierdas, incluyendo sus marchitas de zombis. 

De hecho, la izquierda desempolvó sus pancartas para reanudar su campaña de odio a Fujimori. Se fueron corriendo a la CIDH a pedir la anulación del indulto. La corte dejó todo en manos de la justicia peruana, y esta, presionada por las ONG de izquierda y el show de los familiares de los terroristas, anuló el indulto. 

En el otro frente, el odio tampoco descansaba en paz, y promovieron los recursos legales para hacer posible la demolición del "mausoleo" (en realidad un modesto pabellón de 10 nichos) de los terroristas de El Frontón en un cementerio de Comas, que es más un cerro de tierra y polvo en un lugar olvidado de la ciudad. Eso no fue más que una pura obsesión y ganas de joder. 

Como ven, en el Perú nada está más lejos que el olvido y el perdón. Pero si esto es producto de las profundas heridas dejadas por la época de terror desatada por la izquierda durante 17 años de nuestra historia, lo demás fue obra del nuevo presidente accidental del Perú, Martín Vizcarra, y de un oscuro personaje que alcanzó fama internacional logrando apresar a Keiko Fujimori.

Todo lo que la gente sabe es lo que ve en la TV, escucha en la radio y lee en los diarios. De allí lo importante que es capturar los medios de comunicación. El control de los medios garantiza el control de las masas. Lo que la gente cree y siente depende de los titulares y portadas del día. Nunca en la historia del Perú hemos tenido una prensa tan sesgada al servicio del poder de turno, como el que hemos visto este año. La prensa se ha prostituido al poder formal e informal. Es decir, ante el gobierno central y ante los poderes fácticos, o sea, la mafia caviar.

Definitivamente este ha sido el año de la prensa mermelera. Luego de la Ley Mulder que prohibía la publicidad estatal en medios privados, aparecieron solícitos defensores de la prensa mermelera para presentar recursos ante el TC, logrando anular una la ley con argucias y paparruchadas retóricas. Hoy la publicidad del Estado en la prensa es escandalosa y sin control de ninguna clase.

Gran parte del año se ha desperdiciado en un estéril enfrentamiento entre Vizcarra y el Congreso. Lo de estéril es para el Perú, porque para Vizcarra ha significado subir a las alturas en las encuestas. El truco fue apelar al populismo barato, un recurso que siempre rinde frutos, especialmente cuando se cuenta con facilidades para llegar a las masas y venderles historietas en vez de realidades. Algo que Vizcarra pudo hacer gracias al control de la prensa.

De esta manera Vizcarra y los medios le contaron a las masas ignorantes la historia del súper héroe Vizcarra, un luchador contra la corrupción instalada en el Congreso. Específicamente en Fuerza popular y el Apra, los malos de la película. De este modo el súper héroe Vizcarra se enfrentaba contra los malvados Alan y Keiko. El Perú se convirtió en un circo romano. El espectáculo más aplaudido de Vizcarra fue su referendum. Un mamarracho sin sentido que solo tenía por objetivo atizar más los odios de la población contra el Congreso. 

Pero pronto Batman Vizcarra tendría su Robin, un modesto fiscal de nombre José Domingo Pérez, quien surgió de la nada pidiendo prisión preventiva contra la malvada Keiko Fujimori. Esto ya parecía un ring de Catchascán, donde pelean dos contra dos, mientras los medios mermeleros narran la contienda celebrando cada contrasuelazo de los malos.El show transmitido en vivo para ver cómo meten presa a Keiko superó todos los records de audiencia. Ni la telenovela más exitosa había tenido tanto rating como la audiencia donde el fiscal Perez pedía prisión para Keiko.

Quince años de adoctrinamiento en el odio gratuito a Keiko rindieron sus frutos. En una escena digna de la peor película de ciencia ficción, masas exaltadas celebraban la prisión de Keiko como si se tratara del enemigo público número uno. En el colmo de la ignorancia mucha gente confundía la abusiva prisión preventiva con "justicia". Delirantes exclamaciones se leían en las redes: "al fin se ha hecho justicia", "por fin están castigando a los corruptos", decían algunos periodistas en sus cuentas de Twitter. 

En el 2018 descubrimos que los partidos políticos podían ser "organizaciones criminales" por tener una estructura jerárquica, que las donaciones de campaña pueden ser "lavado de activo", que se pueden encarcelar a las personas por 36 meses solo para que el fiscal investigue cómodamente, a ver si le encuentra algo para denunciar. Todo lo que se ha visto a cargo del fiscal José Domingo Pérez no pasa de ser más que un show montado para las masas incultas. A ojos de todos los especialistas en materia jurídica y penal, su recurso es un sinsentido, un abuso y una exageración. 

Pero para las masas incultas José Domingo Pérez es el héroe nacional. Incluso ha opacado al presidente Vizcarra, quien después de su farsa de referendum, tuvo que salir todos los días a repetirle a las masas que era el hombre de la "lucha contra la corrupción". Por ahora no parece haber más show pero algo se les ocurrirá porque la gente quiere más circo romano.

Entre tanto circo y show el Perú sigue empeorando su situación. Vizcarra ha demostrado ser un cero a la izquierda en la conducción del país. Tiene un gabinete de improvisados sin oficio, que incluso se quedó sin cuatro ministros por varias semanas. Si no es por la presión de ciertos sectores críticos, parecía que Vizcarra no tenía apuro de nombrar a los reemplazos en esos ministerios. Reformas, que se diga reformas, no hay ninguna a la vista. La tan mentada reforma laboral fue solo un discurso en el CADE, pero de regreso a Lima los caviares pusieron a Vizcarra contra la pared y lo hicieron desistir. 


Como vemos, el 2018 ha sido el años del show, el circo y el psicosocial a cargo de dos payasos recién llegados al escenario político. El país sigue detenido mientras entretienen a las masas con la telenovela "luchando contra los corruptos", una vieja saga que ya lleva 18 años en cartelera, pero que sigue deleitando a los incautos. Este año han aparecido dos nuevos actores, aunque repiten el mismo libreto. Sin embargo, la historia le encanta al pueblo. Lo más seguro es que seguirán votando por los nuevos corruptos que van llegando, mientras les hace seguir odiando a Alan y Keiko.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Las fases de implantación del socialismo del siglo XXI


Escribe: Viviana Padelin
Fraternidad Libertaria Latinoamericana


A diferencia del comunismo del siglo pasado, que llegaba al poder mediante violentas revoluciones armadas que dejaban muertos en ambos bandos, el socialismo del siglo XXI llega a través de elecciones, disfrazada como “opción democrática”. Pero luego la implantación del socialismo es gradual. Usualmente no ocurre en un solo período de gobierno. Puede durar dos o tres períodos, en los cuales la gente se va adaptando a los cambios, mientras el gobierno desarrolla el adoctrinamiento del pueblo, copando poco a poco todos los poderes. A continuación mostraremos las etapas de implantación del socialismo en el siglo XXI, según la experiencia histórica reciente.

La implantación del socialismo puede ocupar una o dos presidencias del mismo gobernante o mismo partido o coalición con respaldo siempre de izquierda. Pueden sucederse colegas de partido o incluso dejarle la posta a la esposa con el argumento de consolidar la revolución o garantizar los cambios. Luego se busca la aceptación popular para la implementación de cada uno de los cambios que pretenden en primer lugar, asegurar la dictadura socialista. Se crean campañas artificiosas para encandilar a la población con unas medidas populistas siempre bajo la excusa de que se defiende al pueblo de los malos. 

Demolición de toda oposición.- La estrategia tradicional es combatir a toda la clase política señalándola como caduca y corrupta, culpándola de todos los males presentes. No es raro ver persecución judicial de políticos, en particular los de mayor oposición al régimen. Esto se hace siempre bajo la excusa de estar luchando contra los corruptos o enemigos del pueblo. Esta clase de espectáculos judiciales suelen ganar mucha aceptación popular y crean un fuerte vínculo con el dictador.

Asistencialismo.- Creación de un Ministerio especial para el asistencialismo. Luego vienen medidas como el aumento de asignaciones familiares por hijo, más derechos a las embarazadas, más derechos laborales, descanso por nacimiento de hijos, planes de emergencia para la mujer, planes de subsidios en salud y vivienda, etc. Objetivo: siembra de votos para la próxima elección.

Aumento del Estado y de la burocracia: Por cada nuevo empleo público se estiman 6 votos del grupo familiar. El Estado se convierte en el principal empleador ya sea directa o indirectamente, bajo la modalidad de contratos por servicios, estudios especializados, asesorías técnicas, realización de campañas, publicidad, etc. Los capitales privados frenan sus inversiones: sus empleados son absorbidos por el sistema público. 

Aumento de salarios: Empieza el barullo por el aumento del sueldo mínimo vital. Cuenta con el obvio beneplácito de la clase trabajadora y sindicatos. Más adelante comienza la espiral inflacionaria que licuará todos los aumentos.

Ataque al sector privado.- Se muestra al sector privado como depredador y abusivo. Se van dando leyes de control del mercado bajo la excusa de la defensa del consumidor y del ambiente. Poco a poco se le cierran las opciones de competitividad a las empresas y se le aumentan las cargas laborales, como más días de maternidad y paternidad, lactarios, obligación de contratar discapacitados, mujeres y jóvenes, etc. Intentos por destruir el sistema privado de pensiones y cogerse sus fondos.

Control de medios de comunicación: A través de la publicidad oficial se asegura que sólo tengan voz aquellos periodistas, actores, conductores y artistas oficialistas. Comienza la autocensura de la prensa que privilegia a los políticos del sistema y acalla a los incómodos y disidentes. Selectividad en la información publicando solo aquello que le conviene al régimen.

Fuerzas armadas y de seguridad: Persecución de políticos de oposición. Persecución de quienes han combatido en la guerra contra la subversión y el terrorismo. Persecución mediática y judicial reabriendo casos del pasado remoto para incorporar más implicados.

Cultura: Campañas mediáticas e instalación de matrices de opinión contrarias a personalidades opositoras dela cultura local. Saturación de la población con temas nacionalistas, autóctonos, nativos, lenguas originarias, exclusión de la cultura extranjera, racismo inverso combatiendo al blanco. Subvención estatal del arte que exalte todo lo nativo: murales, películas, música. El reclutamiento de artistas es parte de la estrategia para ganar llegada al pueblo. No es difícil porque gran parte de los artistas suelen ser de izquierda.

Corrupción: Se dan a conocimiento público hechos de corrupción de funcionarios de tercera o cuarta línea. Se busca incriminar por cualquier causa a personajes de oposición, forzando figuras legales o simplemente acusándolos para llevarlos ante el público y hacer un espectáculo. Esto tiene un doble objetivo: impacto social mostrando que el gobierno lucha contra la corrupción y al mismo tiempo, “alinear” tras de sí a todos los políticos y la administración pública, que, temerosa de la persecución judicial y complots armados en su contra (sumarios, juicios), actúan fielmente al gobierno.

Discriminación y Derechos Humanos: El gobierno encuentra un nicho de votantes leales en sectores marginales (indígenas, homosexuales, transexuales, jóvenes de las redes sociales, etc) y legisla para ellos. Objetivo: creación de grupos sociales para defender al gobierno y fidelización de votantes. 

Revisión del pasado: Evocación permanente del pasado, rememorando dictaduras o gobiernos democráticos que son señalados como "auotracias" o "dictaduras", empleando libremente el lenguaje. Objetivo: recrear la imagen de un enemigo inexistente en la actualidad al que hay que seguir combatiendo para instalarse como la única opción posible de gobierno digno y moralmente intachable.

Remodelación de símbolos patrios: Modificaciones en la bandera, escudo, himno o incluso nombre de la república y de sus instituciones para vincularla al régimen.

Aumento exponencial de la delincuencia común: La delincuencia es esencial a la implantación del neocomunismo. Los hechos delictivos callejeros neutralizan y recluyen los posibles actos de protesta de la clase media pues concentran sus esfuerzos y preocupación en su propia seguridad. Los delincuentes ganan las calles sin control. Esto luego incluye programas de desarme de la población civil, control estricto de armas a la población. En vez de luchar contra los delincuentes, se dan leyes que restringen las libertades de los ciudadanos bajo la excusa de que es parte de una estrategia para proteger a la población.

Impunidad en los hechos delictivos: Jueces y fiscales afianzan la impunidad de los delincuentes. Incrementos de mujeres y menores de edad en la delincuencia. Los delincuentes salen en libertad, son liberados sin llevarlos al juez o se les reducen las penas. Esto es señal de que la delincuencia ha crecido integrando en sus redes a policías, jueces y fiscales. Eventualmente serán revelados nombres de autoridades implicadas en bandas organizadas de delincuencia que operaban por años en la impunidad.

Iglesia.- comienzan los choques con autoridades de la Iglesia Católica. Medidas para aislar a la Iglesia Católica, como ofrecerles los mismos privilegios a otras iglesias y ponerlas al mismo nivel que los católicos invocando principios de igualdad y no discriminación del Estado.

Ocupaciones de fábricas no operativas y de tierras fiscales o privadas.- Como antesala de las expropiaciones, los capitales extranjeros que ya habían frenado sus inversiones comienzan a retirarse del país. Persecuciones mediáticas y judiciales a empresarios nacionales. Estatización de empresas privatizadas . La clase media es incapaz de organizarse en oposición. El temor aniquila.

Aumento de ONG`s de izquierda.- Creación de redes trasnacionales para el asedio a opositores, asesorar al gobierno y dirigir la prensa y la justicia. Se constituyen grupos de notables que se instalan como la conciencia moral del país, como el círculo de la salvación.

Creación de grupos de choque dispuestos a salir a las calles al primer llamado. Son utilizados como sostén de violencia sin armas, aunque suelen causar graves destrozos en la ciudad para amedrentar a la oposición. Son promotores del modelo en actos políticos oficialistas y para neutralizar actos de la oposición. Están vinculados a dirigencias de izquierda, universidades bajo el control de la izquierda y colectivos financiados por las ONG de izquierda. Son los dueños de las redes sociales donde predican el odio más radical.

Educación: Programas de becas indiscriminadas. Creación nuevos modelos educativos que buscan implantar la nueva ideología en los niños. Semilleros de grupos de izquierda que sostendrán ideológicamente al régimen. A esta altura el nivel educativo es muy bajo en todos los niveles de enseñanza estatal.

Aumento de impuestos.- La recaudación siempre disminuye en los regímenes populistas debido a la retracción de las inversiones y al aumento descontrolado del gasto público. Entonces vienen los nuevos impuestos o la ampliación de estos a sectores que antes estaban exonerados. 

Quiebre del sistema de salud.- Aumento de los programas de salud pero sin disponer los recursos necesarios para sostenerlos. Se amplían los beneficios de los seguros públicos y subsidios de salud por maternidad y otros. Los hospitales colapsan. 

Reforma Constitucional.- Lo que se busca siempre es abrirse paso hacia el poder, ya sea permitiendo su reelección o cerrándole el paso a la oposición. Se vende como el nacimiento de una nueva patria y un nuevo futuro de esperanza y cambio.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Nace el derecho al transfuguismo


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Como si no tuviésemos cosas más importantes que discutir en este país que se hunde cada vez más rápido, los políticos se dedican a pelearse entre ellos. El mismo presidente solo abre la boca para interferir en los asuntos del Congreso o del Ministerio Público sin ninguna prudencia ni respeto por la autonomía de esas instituciones. Los modales hace tiempo que se han perdido en la política peruana. 

El tema del momento es el lío que se ha armado en el Congreso por la decisión unilateral y sorpresiva de Daniel Salaverry, para dar paso a la conformación de bancadas con todos los tránsfugas que están en el aire. Se ampara en una resolución del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucional la famosa "Ley Antitránsfugas" pero sin haber alcanzado los 5 votos que se requieren para declarar la inconstitucionalidad de una norma. 

El caso no fue tan sencillo de resolver en el TC y produjo mucha polémica. Solo votaron a favor de la inconstitucionalidad los magistrados Manuel Miranda, Carlos Ramos, Marianela Ledesma y Eloy Espinosa-Saldaña. En cambio el presidente del TC, Ernesto Blume Fortini, y Augusto Ferrero Costa, emitieron un voto singular indicando que “debe declararse infundada (la demanda de inconstitucionalidad) en todos sus extremos, sin que sea admisible una decisión interpretativa”. El magistrado José Luis Sardón también emitió un voto singular, declarando que “mi opinión es por declarar esta demanda infundada y, por consiguiente, declarar constitucional la norma impugnada, sin condicionarla a interpretación alguna".

El constitucionalista Anibal Quiroga quien fue el abogado de los denunciantes, la resolución del TC "una sacada de vuelta de la Constitución porque no tienen los cinco votos. Para que una demanda de inconstitucionalidad tenga validez requiere de cinco votos, sino se desestima". Lo único claro es que no está claro cuál es el camino jurídico a tomar en este caso. Adicionalmente hubo otros vicios como la filtración del fallo que fue publicado por el congresista Gilbert Violeta antes de que sea oficial. De otro lado se cuestionó que el magistrado saliente Oscar Urviola emitiera un fallo cuando su periodo ya había culminado. En síntesis, fue uno de los fallos más controvertidos del TC.

En primer lugar hay que decir que los tránsfugas han sido un dolor de cabeza para el Congreso y para la política peruana desde hace mucho tiempo. Ya en el Congreso anterior (2011-2016) se discutió la necesidad de una ley antitránsfugas, y uno de sus más esforzados propulsores era Yonhy Lescano, que fue un ácido crítico de los tránsfugas. Sin embargo, una vez aprobada la Ley Antitránsfugas, Yonhy Lescano fue el primero en cuestionarla y corrió al TC a presentar la demanda de inconstitucionalidad.

En realidad existía en el Congreso un marcado sentimiento antifujimorista, que llevaba a ponerse en contra de todo lo que salía de la bancada naranja. No importa si era bueno o malo. Si salía de la bancada fujimorista, la propuesta era rechazada de plano porque siempre se la miraba con sospechas. Así pasó con la ley Antitránsfugas que fue atacada y rechazada desde el principio, solo porque pensaban que el interés oculto del fujimorismo era proteger su mayoría, por lo tanto, y pese a que se trataba de una buena ley y una larga aspiración parlamentaria, fue impugnada. 

Ahora lo que se pretende es consolidar el transfuguismo. Es decir, en vez de solucionar el problema se le va a fortalecer y a premiar, dándole categoría de legitimidad constitucional y de derecho de conciencia. Estas cosas pasan solo en el Perú. Por eso es que la política peruana es la basura que es.

Un tránsfuga es un miserable de la política y debe ser tratado como tal. En especial si ya está en el Congreso llevado allí por un partido político. Como han dicho varios constitucionalistas (incluyendo tres de los siete magistrados del TC, y como dice la legislación comparada de otros países) la curul le pertenece al partido y no al congresista. Si un congresista se quiere ir debe dejar la curul y devolvérsela al partido para que ingrese su accesitario. Así es como debería ser. 

Es una leguleyada estúpida argumentar que se debe respetar la "libertad de conciencia" para bendecir el transfuguismo. La libertad de conciencia se aplica a la votación sobre temas específicos sensibles donde no se puede exigir acatamiento de consignas. No hay "libertad de conciencia" para la traición a un partido cuando ya se está bien cómodo en una curul parlamentaria. Desde un principio saben las personas que se adhieren a un partido político adónde se meten. 

El problema principal de muchos saltimbanquis e improvisados de la política peruana es que carecen de formación ideológica, de ética y modales políticos. Por ejemplo, no soportan que su agrupación política piense distinto y no le den la razón. Entonces hace su pataleta y se va. Por eso vemos a tantos payasos que se hacen los "indignados" cuando su partido toma una posición política. Hemos visto congresistas que han renunciado porque no pusieron su proyecto de ley a debatir cuando ellos querían que se debata, y en primer lugar. Otra que renunció porque se peleó con una colega de bancada. cada quien tiene una excusa más ridícula que la otra. Por supuesto que en el caso de Fuerza Popular muchos se han ido para no terminar chamuscados con el partido.

Superada la calentura del momento y buscándole salida al entrampamiento legal y burocrático, sin duda se van a consolidar las bancadas de tránsfugas, volviendo a la balcanización del Congreso. Así vamos a pasar del callejón de las peleas que es hoy el Congreso, a la olla de grillos. Lo que nos espera es un Congreso peor. Tal parece que todos están ansiosos de que la democracia fracase en el Perú, porque esta contrareforma de las bancadas de tránsfugas se suma a las reformas basura que el presidente Vizcarra promovió contra el Congreso. Hay un sentimiento de perversión en el ánimo de los políticos de pacotilla que tenemos en estos tiempos, que lamentablemente se extiende hacia la sociedad, donde parece prevalecer un deseo suicida por quemar la democracia y adorar a un dictador.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Yo, el Supremo Vizcarra


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El barco del Perú se hunde mientras el presidente Vizcarra se dedica al show todos los días. Las cifras del país al final del año son todas malas, salvo las de popularidad del presidente, quien sigue navegando en medio del clamor popular, gracias en parte al servilismo de una prensa prostituta. Podemos decir que Vizcarra es un inepto como gestor, pero es todo un éxito como showman. 

Pocho Rospigliosi tuvo muchos años un exitoso programa dominical de día entero en la TV, con la fórmula mágica de "darle a la gente lo que a la gente le gusta", que eran los goles de Cubillas. Ahora Vizcarra usa la misma fórmula: le da a la gente lo que le gusta: antifujimorismo. guerra contra el Congreso, ataque a los congresistas y a la clase política. Es decir, Vizcarra ha armado su circo romano con el apoyo de los medios sumisos a su poder, y no debería sorprendernos ya si uno de estos días pone a Keiko atada en un poste en medio de la Plaza de Armas, para que la gente la lapide. Sin duda su popularidad sería mayor.

A eso se ha reducido el Perú de Vizcarra: a un circo romano. Su estilo es propio de una dictadura: controla los medios más importantes, arrasa con la oposición y humilla al Congreso amenazando cerrarlo, tiene apoyo de las masas, la izquierda lo asesora y le presta sus influencias en las instituciones mediante sus ONG, gobierna al margen de la clase política, incluso de sus propios congresistas, etc. Al final vemos que no tenemos un gobierno sino una promotora de espectáculos. Cada idea y propuesta que sale del gobierno es un golpe al Congreso y a los políticos, lo que la gente ignorante interpreta como "al fin se está luchando contra la corrupción". Eso es lo que a a la gente le gusta y eso es lo único que el gobierno les da.

Si alguien pensó que con el referendum Vizcarra tendría suficiente, se equivocó. El show debe continuar y a mitad de semana dio un inesperado mensaje a la Nación anunciando más de lo mismo: seguir luchando contra la corrupción, que traducido en términos prácticos es seguir con el mismo show contra el Congreso. Dijo que no va a esperar que el Congreso haga su trabajo y lo va a hacer él mismo. Es más, Vizcarra ya tiene lista la ley de la Junta Nacional de Justicia, y simplemente le ordenará al Congreso que lo apruebe sin cambiarle una coma, porque sino estarían desvirtuando su lucha contra la corrupción. En otras palabras, Vizcarra le ha anunciado al país que usurpará las funciones del Congreso y nadie ha dicho nada. 

Otra gracia del gobierno para agradar al populacho es la propuesta de eliminar la inmunidad parlamentaria. Así son todas las propuestas del gobierno: palo a la piñata del Congreso. Mientras tanto el país se sigue hundiendo. El desempleo amenaza y la reforma laboral retrocede. El ministro de Economía salió vapuleado solo por mencionarlo. Ahora dice compungido que no se tocarán los "derechos laborales" ni con el pétalo de una flor. Entonces eso quiere decir que no habrá ninguna reforma laboral, porque si no quieren chocar con la vaca sagrada, causante del deterioro laboral, no va a pasar nada.

Cada vez que alguien habla de reforma laboral, siempre los arrinconan con la misma estrategia: ¿tocará a la vaca sagrada de los derechos laborales? Entonces le arman un escandalete en la prensa y acaban retrocediendo. Y en un gobierno que está haciendo los mayores esfuerzos por caerle bien a la gente con toda clase de piruetas de circo y chistes baratos, sería impensable que un ministro haga una reforma que vaya en sentido opuesto. Así que adiós reforma laboral. Seguirán adorando a su vaca sagrada de los derechos laborales mientras la informalidad laboral y el subempleo crecen.

Ahora bien, lo lamentable no es solamente que un cómico ambulante se haya trepado al poder y empiece a ganarse las simpatías del populacho con malabares de circo pobre, chistes viejos y tortazos en la cara de los congresistas. Lo más triste es que no tengamos una clase política a la altura de las circunstancias y le salga al frente a este payaso, y a toda su corte de adulones. Ya ni qué decir de una prensa basura, incapaz de criticar al poder que les da de comer. El Congreso es solo un adorno republicano inútil. Los congresistas son una muy buena muestra de lo que es el Perú: ignorantes, informales, sinvergüenzas, mediocres, aprovechados y sin ideas genuinas. La gente los odia tal vez porque ven en el Congreso al espejo del país. 

Esto es lo que hay. Tenemos a un nuevo Pachakuti, que como Toledo y luego Ollanta, se alza nuevamente con pose de salvador de la patria y nuevo mesías. De estos payasos estamos hasta el cogote pero siguen apareciendo y, lo peor de todo, es que la gente los sigue idolatrando. No tenemos remedio.

martes, 11 de diciembre de 2018

Una victoria pírrica


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El referendum convocado por el presidente Vizcarra acabó tal como estaba previsto. El triunfo de la fórmula presidencial no tuvo mayores inconvenientes, habida cuenta de que tuvo masiva propaganda y casi nula competencia. Es decir, la gente fue convocada para marcar una fórmula sin mayores explicaciones. Gastamos 250 millones de dólares en ese capricho presidencial. Sin embargo, hubo poco entusiasmo y gran ausentismo. El 25% no acudió a votar. Esto significa que si el voto no fuera obligatorio posiblemente el 90% de los ciudadanos se hubiera abstenido de participar en esa farsa.

Ha sido bastante jocoso ver al presidente Vizcarra con todo su séquito, esperando el flash electoral para luego aplaudir jubilosos, pararse emocionados y darse de abrazos como si hubieran triunfado. Una imagen que deja en evidencia lo extraviado que anda Vizcarra en la realidad. A menos que haya asumido que este resultado signifique un aval para su gobierno. Muchos han lo han considerado así pero es una falsa idea. La gente fue convocada a la mala para marcar por algo que no entendían.

Acabado el espectáculo queda esperar el siguiente capítulo de la serie "Gobernando sin brújula". Hasta ahora Vizcarra se ha dedicado a dar espectáculos para la chusma. Su guión ha sido el de la confrontación con el Congreso y poco más. Parece que tiene de asesores a cómicos ambulantes, expertos en mantener la atención de un público barato con un show estrafalario pero improductivo. Habría que ver qué otro show del mismo estilo pueden preparar.

En lo que respecta a las reformas aprobadas, al menos tres de ellas ya habían sido aprobadas por el Congreso y el referendum estaba demás. Se ha perdido tiempo en la conformación de la Junta Nacional de Justicia que será la tarea que sigue para nombrar jueces. La financiación de los partidos políticos ya estaba legislado y es ridículo meter eso en la Constitución. 

La no reelección de los congresistas es la medida más criticada por ser un abuso de un totalitarismo antidemocrático propio de una dictadura ignorante. Nadie puede estar impedido de participar en política ni de votar por quiere quiere votar. Cualquier congresista podría y debería presentar un recurso de nulidad al TC y llegar hasta la CIDH para revertir esta absurda medida. Y no se trata solo de congresistas sino de cualquier otra autoridad elegible. En una democracia nadie puede estar impedido de ser candidato. Así de simple.

Todavía le queda la mitad de la gestión a este gobierno y no se le ve rumbo alguno. El gabinete se desgrana como un choclo podrido y la prensa prostituta no se ocupa del tema. Las obras públicas están paralizadas y la economía está frenada. No hay ideas. Todo es discurso, floro y pose. Vamos a ver hasta cuándo puede Vizcarra seguir engañando al pueblo con su rollo de "estamos luchando contra la corrupción" cuando en realidad nada está haciendo por este asunto. Sus ministerios rebosan en corruptos y si no saltan más escándalos es porque controla a los medios. 

Mientras la prensa prostituta siga apañando al gobierno y dándole con palo al Congreso y al fujimorismo, mientras los chacales de IDL sigan persiguiendo a la oposición, con show televisado, las masas ignorantes seguirán entretenidas en el circo romano. Pero eso no puede durar para siempre. Tarde o temprano la gente sentirá que después del show no hay nada. El empleo disminuye y los ingresos también. Es un misterio saber hasta cuándo se le puede engañar a la gente solo con circo.

domingo, 9 de diciembre de 2018

La democracia en crisis


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Hoy los peruanos tendrán que salir obligados a votar, una vez más, para ratificar o no los cambios a la Constitución propuestos por el gobierno, y que ya el Congreso ratificó bajo amenaza. No sé si son capaces de percibir con facilidad el absurdo de toda esta farsa. Lo voy a explicar.

En primer lugar, quien tiene la potestad para cambiar la Constitución es el Congreso. No el gobierno. Pero como acá todo el mundo hace lo que le viene en gana, el gobierno de Vizcarra perpetró unos cambios a la Constitución, animado por la exaltación popular contra el Congreso y los jueces corruptos. Esto fue apenas la cereza del pastel preparado por los medios durante los últimos dos años de guerra sin cuartel contra el Congreso, particularmente contra el fujimorismo. 

Vizcarra aprovechó el descontento popular para capitalizarlo a su favor con una pose populista. Los cambios a la Constitución que propone Vizcarra son reformas baratas. Ni siquiera ha concedido el tiempo necesario para un debate sensato. Peor aun, no ha permitido que se cambien sus reformas. Al más puro estilo de un dictador caribeño Vizcarra conminó al Congreso a aprobar sus reformas tal como estaban, y en un plazo perentorio. Y para dorar la píldora, exigió que dichos cambios sean sometidos a referendum. Es decir, pasó por encima del Congreso.

Si alguien niega que estamos en una dictadura, después de ver el espectáculo patético de Vizcarra sometiendo al Congreso a sus caprichos, entonces no sabe lo que es una democracia. Por desgracia el Congreso se sometió mansa y vergonzosamente. Bailaron al ritmo del dictador. Apenas se atrevieron a cambiar levemente una de las reformas, lo que motivó las iras del dictador quien luego salió a gruñir exigiendo a la población rechazar esa modificación insolente. De este modo el dictador plasmó la fórmula que el populacho borreguil tendría que marcar para complacerlo: "si, si, si, no".

Desde luego que la farsa electoral de hoy no nos convierte en democracia. Estamos sometidos a los dictados de un patán en el gobierno, que ha pasado por encima del Congreso y mellado sus facultades constitucionales. Que los congresistas se hayan sometido a esa humillación no cambia nada. Esto es una dictadura y punto. Una dictadura populachera amparada en las masas idiotas.

El primer requisito de una dictadura es controlar la prensa. Y la prensa en el Perú está controlada por el gobierno. Los más importantes medios de prensa, radio y TV se han prostituido al gobierno gracias a la publicidad estatal que les da de comer. Con los medios a su disposición, montar un psicosocial es muy simple: solo tienen que repetirle todos los días a la gente quiénes son los malos. Portadas y titulares diarios atacando a los mismos de siempre. Reportajes dominicales dirigidos a los mismos. 

Si además, el gobierno puede manejar instituciones como la Fiscalía de la Nación, o parte de ella, directa o indirectamente, a través de aliados con los que comparte intereses políticos, la cosa es aun más fácil. Se arma el circo de las cacerías fiscales contra tus enemigos políticos, todo transmitido en vivo por la prensa mermelera. Los cargos no son relevantes. Cualquier cosa sirve porque no es un juicio sino solo un pedido de prisión preventiva, pero basta y sobra para encandilar a las masas hambrientas que se deleitan en el circo romano y aúllan cada vez que ven a alguien en la cárcel. 

El ambiente está preparado para que el dictador aparezca en escena con su espada desenvainada y jure solemnemente defender al pueblo de los malos y corruptos. Es coronado por las masas idiotas como el nuevo mesías, mientras el dictador se coloca el disfraz de súper héroe luchador contra los corruptos. Al día siguiente hace su mamarracho de reforma constitucional, arrasa con el Congreso y después obliga a las masas a marcar como él quiere. Y las masas idiotas acatarán.

No hay ninguna duda de que la fórmula de Vizcarra no solo ganará en este referendum, sino que arrasará. Con lo cual, el dictador tendrá su plebiscito ganado y sentirá que ya es un presidente electo. ¿Qué viene después? Lo veremos. Por lo pronto, las masas idiotas tendrán que darse cuenta poco a poco que el referendum no ha cambiado nada el escenario político ni va a eliminar la corrupción. Tarde o temprano tendrán que darse cuenta que les han vendido una ilusión. Pero no importa. Lo más seguro es que seguirán vitoreando a su dictador y le pedirán más. Y el dictador les dará más.

Lo que viene después sin duda es más show, más espectáculo político, más cacerías de brujas. Todo eso mientras la realidad del país se deteriora. Estamos caminando como el cangrejo hacia atrás. Lentamente vamos creando las condiciones del caos que reinaba en los 80: el Estado crece sin control, el gasto público aumenta sin criterio, el déficit es mayor a pesar del aumento de impuestos. Las condiciones laborales no mejoran, la economía se deteriora y afecta los fondos de las AFP. Pero mientras haya circo político alimentado por la prensa prostituta, las masas idiotas seguirán felices y pidiendo más. 

sábado, 1 de diciembre de 2018

Cuatro veces NO al referendum


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

En una semana estaremos listos para ir nuevamente a las urnas, pero esta vez no para elegir a nadie sino convocados por un capricho presidencial. Tendremos que responder a cuatro preguntas que al presidente se la ha ocurrido que nosotros, el pueblo, debemos responder. Ante esto tenemos que asumir una posición general y explicarla. Es lo que haré.

Desde ya anticipo que votaré cuatro veces NO en ese referendum como señal de rechazo total a esta burda maniobra electorera y populista, de un presidente que ha perdido el rumbo del país. No voy a ser parte de esa chusma que acatará como manada de borregos los dictados de Vizcarra, al pie de la letra. De ninguna manera. Yo no me dejo manipular con circos ni titulares de la prensa corrupta.

El escenario es bastante claro. Los mejores expertos juristas y politólogos han alertado de los peligros que las reformas planteadas conllevan, y rechazan en general este referendum. En el otro extremo, la chusma de las redes sociales, el electarado, se muestra dispuesta a acatar la consigna de Vizcarra. No es muy difícil saber hacia qué lado ir. Por lo menos para mi.

Por ahora no entraré en el detalle de las reformas, porque me he convencido de que para la mayoría de los peruanos son temas anodinos, de los cuales no tienen mayor idea. Al menos en el interior del país, la gente que trabaja en el campo, en la pesca, en la construcción o el ama de casa, tienen la mente en otras cosas. No son expertos en temas constitucionales para saber si deben o no refrendar cambios a medio centenar de artículos de la Constitución. 

Comprometer al pueblo en decisiones jurídicas sobre las que no tiene mayor versación, es una burda maniobra electorera que solo busca el efecto de un plebiscito a favor del gobierno. Eso es en el fondo lo que este gobierno pretende: ganar en las urnas una legitimidad que no tiene. No le bastan las encuestas preparadas por sus medios controlados. La popularidad de las encuestas sube y baja, pero el resultado plebiscitario de este referendum quedará y será utilizado para validar al gobierno.

Ese es el tamaño de la irresponsabilidad política de este gobierno transitorio y temporal. Ha puesto en juego la Constitución y la suerte política del país haciendo reformas bobas solo para movilizar a las masas ignorantes, dándoles el chupete de una pretendida "lucha contra la corrupción", que es el más gastado pero exitoso cuento que ha venido utilizando la mafia caviar en los últimos 18 años. Y como siempre hay un amplio auditorio de bobos dispuestos a creer el cuento y tragarse el show, pues hay que seguir usándolo. Esta vez el show incluye "referendum contra la corrupción".

En esencia, lo que ha hecho Vizcarra es aprovechar una coyuntura especial para armar su show unipersonal. El destape de los audios que revelaron la corrupción judicial se sumó a la bronca que sostenía contra el Congreso "fujimorista", a través de la guerra de los medios corruptos que sostienen una sucia campaña de desprestigio contra el Congreso y el Fiscal de la Nación. De allí nació la idea de hacer unas reformas a la Constitución (cosa seria, sin duda) y vender eso como la panacea contra la corrupción judicial y política, convencido de que los bobos comprarán el show. 

Pero como dije, los expertos y cualquiera con dos dedos de frente, saben que estas reformas son basura. Nada va a cambiar la realidad. Al contrario, con seguridad vamos a tener peores congresos si se aprueba la no reelección, una medida surgida nada más que del odio, la ignorancia y la estupidez. Para no mencionar que tendremos que mantener con plata del Estado a los partidos políticos que la gente tanto detesta. Francamente estas reformas son tan aberrantes que da vergüenza debatirlas.

Lo interesante es que una buena parte de la población ha reaccionado en las redes sociales y ha hecho viral la consigna #4VecesNO para sintetizar el rechazo que merece esta maniobra electorera del gobierno, y para evitar que estas reformas apuradas y mal hechas bajo chantaje, causen daño al país. Esta semana tenemos el duro trabajo de explicarle a la gente todavía pensante por qué debe marcar cuatro veces "NO" en ese mamarracho de referendum.