Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
Como todo buen cobarde incapaz de reconocer sus errores, Daniel Abugattás cubrió su clamorosa complicidad en la incursión senderista al interior del Congreso atacando a todo aquel que le exigía una explicación. Desde luego, ningún sector más indignado con este agasajo al terrorismo que el fujimorismo, sector identificado con la lucha antisubversiva y la derrota del terrorismo, diga lo que se diga. Por lo mismo, el delirante congresista Abugattás, ampliamente conocido por su precariedad mental y frases estridentes, no tuvo mejor idea que ocultar su padrinazgo del show senderista en el Congreso que cargando contra el fujimorismo.
Las infelices frases de Daniel Abugattás que colmarían un capítulo entero en el libro de las mayores estupideces pronunciadas en el Congreso, deberían merecer indiferencia a estas alturas. Pero hace falta responderlas porque son una afrenta a todo peruano bien nacido. No es un descargo a favor del fujimorismo sino de la verdad. El fujimorismo tendrá oportunidad de responder, si estima necesario, la imbecilidad de Daniel Abugattás. Tarea que ya resulta bastante agotadora. Lo mejor que podrían hacer es una ley que permita al ONPE exigir un examen mental a todo candidato al Congreso.
En síntesis, lo que dijo el impresentable barbudo fue que el fujimorismo es igual que Sendero Luminoso porque ambos recurrieron a la violencia para imponer su ideología. Yo hasta ahora sigo preguntándome cuál es la ideología del fujimorismo. En estos días ya ni siquiera se sabe cuál es la ideología del Apra o incluso de la izquierda. El fujimorismo nunca ha propugnado la violencia como método político, como sí lo hizo la izquierda delirante por décadas. No cabe duda que a la violencia hay que responderle con violencia. Y eso fue lo que hizo el Estado peruano desde 1980, cuando dos facciones de izquierda le declararon la guerra al Perú. Las fuerzas del orden fueron a enfrentar a las hordas salvajes de dos grupos de izquierda que tomaron las armas y la dinamita. Fue el presidente Alberto Fujimori el que dio fin a diez años de violencia y pacificó el país. ¿No sabe eso Daniel Abugattás?
Todo peruano bien nacido debería conocer la historia para no ser sorprendido por estas sanguijuelas que hoy tienen el cuajo de meterse al Congreso para pedir la libertad de Abimael Guzmán. El congresista Daniel Abugattás ha sido cómplice del terrorismo que apela a engañosos recursos como un inocente agasajo a un líder muerto para meterse de contrabando a dar sus proclamas subversivas. Todo esto deja en evidencia dos cosas: primero: que la izquierda peruana fue y hoy sigue siendo parte del terrorismo. Es decir, solo hay dos clases de izquierda: la terruca y la pro terruca. Y en segundo lugar, deja claro que hay tontos útiles del terrorismo que por ignorancia o estupidez acaban apoyándolos.
Este affair terrorista en el Congreso ha revelado en breve la historia reciente del Perú. Allí están al fresco todos los integrantes de la coalición del mal: los terroristas, los pro terroristas y los idiotas de siempre que juegan como tontos útiles. El Diario Uno, digno representante de la cloaca de la izquierda no desaprovechó la ocasión para colocar en portada el gran titular: "Sendero y fujimorismo están al mismo nivel". Lo cual está en linea con la misión de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, la nefasta CVR, que justamente llega a la conclusión que tanto el Estado peruano y sus FFAA cometieron tantos crímenes como Sendero Luminoso. Más aun, responsabiliza con mayor énfasis al Estado y sus FFAA y les exige arrepentimiento y reparaciones, sin decir una sola palabra de reproche contra la funesta izquierda peruana que durante 3 décadas predicó la violencia a la par que sus congéneres en toda Latinoamérica.
El guión de la izquierda pro terruca, es decir, los progres y especialmente los caviares que detentan el poder mediante sus ONGs con su acceso al gobierno desde el paniagüismo-toledismo en adelante, es lavarle la cara a la izquierda y tirarle el muerto al fujimorismo y los militares para que ellos paguen el pato. El informe de la CVR consolida ese guión. La resurrección de Sendero Luminoso mediante sus organismo de fachada y el apoyo de viejos líderes radicales como Ricardo Letts -y el mismo César Lévano- se suma a la liberación de los terroristas para armar un nuevo frente de izquierdas que incorpore a los terroristas en el futuro. Para ello se cuenta además con el relato retorcido de la historia por parte de la CVR, y con la consolidación de clichés generados por las ONGs de DDHH pro terrucas culpando al fujimorismo y convirtiéndolos en el demonio a combatir.
Esta es toda la importancia de responder a la imbecilidad de Daniel Abugattás. Lejos de preocuparse por la incursión de Sendero Luminoso en el Congreso, pretende convertir al fujimorismo en grupo terrorista. Así fue como esta plaga de incompetentes nacionalistas llegó al poder. Las mentiras funcionan bien cuando se repiten una y otra vez. Alguna vez el MRTA trató de tomar el Congreso por las armas. Hoy Sendero Luminoso lo hace sin armas gracias al apoyo de los idiotas que hay adentro y que llegaron en la combi nacionalista. Pero lo peor de todo es que podrían incluso tomar el poder con el concurso de medios como La República y Diario Uno, además de las redes que manejan las ONGs pro terrucas como IDL y muchas otras. Hay que estar atentos y que el terrorismo de la izquierda no siga aprovechándose de los tontos.