Las reacciones contra el terrorismo parecen resucitar las imágenes de Sendero Luminoso y de la década de los 80. Tanto el mensaje como el accionar van dirigidos a combatir aquel monstruo del pasado, lo cual es un error de principio. Esta clase de fenómenos jamás vuelven a repetirse. Al menos nunca de la misma forma. Así como el socialismo del siglo XXI es algo completamente diferente del que existió antes de la caída del muro de Berlín, el terrorismo del siglo XXI tiene un nuevo rostro. Al igual que el socialismo descafeinado de Chávez, hoy tenemos un terrorismo light. No pensemos pues que vamos a combatir al Sendero Luminoso de los 80.
El mensaje de Movadef es la amnistía general y la liberación de sus líderes. Los senderistas saben perfectamente que han sido derrotados en todos los frentes. Peor aún, ya son conocidos y hay muchos que les tienen cuentas pendientes. De modo que ya no pretenden comenzar de nuevo. Creer que estos líderes que recuperan su libertad retomarán las acciones de hace 30 años no es factible. El mundo es otro. Incluso el mundo ya era otro del que se imaginaban estos alienados cuando iniciaron sus acciones en 1980. Creyeron que serían capaces de detener la historia y retener el comunismo. Pero saben que eso ya fue.
Lo que tenemos hoy en el escenario es algo completamente diferente. La izquierda lunática de los 70 que dio origen al terrorismo de SL empeñada en el asalto al poder con guerra popular ha dejado de existir. Sus sobrevivientes apenas se ríen de aquellos tiempos. Hoy son connotados asesores del gobierno y lúcidos comentaristas de los medios. Ya hemos visto a Carlos Tapia comentando risueñamente sus crímenes de antaño como si fueran travesuras de la juventud. Sin embargo no han dejado de aprovechar la aparición de Movadef para apoyar la histeria colectiva "contra el terrorismo" buscando que todos los reflectores apunten hacia ellos. Se suman a la "lucha contra el terrorismo". ¿Cuál terrorismo?
No nos equivoquemos de enemigo. Hoy no existe terrorismo. Los remanentes del VRAE protegen la ruta de la coca y son más bien bandoleros del narcotráfico. Ellos no quieren tomar el poder para instalar una dictadura del proletariado. Solo quieren que los "dejen trabajar". Esto no significa que hayan dejado de existir los utópicos y delirantes de la izquierda, aquellos que pasan por la lobotomía ideológica, igual que aquellos que canalizan sus odios y fracasos personales para hacerse "luchadores sociales". Los hay. Pero el programa ya no es el mismo. Los planes de asaltar el poder mediante las armas reposan en el basurero. El terrorismo ya no es una opción. No nos distraigamos mirando hacia otro lado.
Los planes de la izquierda obviamente siguen siendo tomar el poder, pero no por la lucha armada sino a través del copamiento del Estado mediante la infiltración de sus estamentos con sus cuadros, y otros métodos legalistas. Ciertamente la lucha contra sus enemigos ideológicos (el capital, las empresas, la derecha liberal) no ha abandonado la violencia del todo, pero esta es de menor intensidad, limitada al boicot, el sabotaje, las marchas, los paros con tomas de carreteras y otras formas de agitación social disfrazada de "conflicto social" y de reclamo popular. No miremos hacia otro lado.
Movadef no pasa de ser un grupo orientado a la liberación de los líderes senderistas. Son una especie de ONG de DDHH que reclama por una amnistía general. No tienen ningún otro discurso. No han hecho planteamientos políticos. Se dedican a defender a sus líderes, y es parte de su tarea negar el terrorismo. Pero en esta tarea no están solos. También la CVR trata con mucha deferencia y hartas dosis de comprensión sociológica los sucesos del "conflicto armado interno". La CVR no califica de terroristas a los senderistas. Apenas dice que sus acciones "llegaron a adquirir potencialidades terroristas". Así que los chicos del Movadef no están haciendo más que repetir el informe de la CVR. No han negado las muertes pero han dicho que son bajas de guerra como las hay en todo "conflicto armado". Igual que la CVR afirman que sus acciones se originaron en las condiciones de pobreza y miseria del pueblo. O sea, eran luchadores sociales que buscaban justicia social. Tienen el informe de la CVR como sustento.
Como vemos, el enemigo no es Movadef. El enemigo sigue siendo el mismo de siempre: la izquierda. Es la izquierda peruana que en su momento parió a Sendero Luminoso y que luego engendró a la CVR. Nada es más necesario para la izquierda que atizar el fuego de la "lucha contra el terrorismo". Se han ofrecido a dar la "lucha ideológica". ¿Cómo piensan dar la lucha ideológica si ellos son los que han elaborado el informe de la CVR que es el sustento de Movadef? ¿De qué van a discutir en esa lucha ideológica? ¿Como antaño debatirán en torno a las confrontaciones entre Marx y Bakunin o del revisionismo de Kerenski? ¿Seguirán recitando de memoria los versículos de Mariátegui? ¿Maldecirán a coro el imperialismo yanki? Es jocoso escuchar a la izquierda decir que van a enfrentar ideológicamente con los alucinados chicos del Movadef. Prefiero ver un pleito de locos entre los pabellones de Larco Herrera.
Mientras nos distraen con estupideces como el "enfrentamiento ideológico" al Movadef, los verdaderos enemigos de la democracia y del Estado de Derecho asumen sus posiciones en los órganos del Estado, fortalecen sus ONGs, incrementan sus órganos de prensa y propaganda, amedrentan jueces y fiscales, multiplican sus organizaciones de base, montan psicosociales y salen a las calles. El terrorismo que emergió de la izquierda en el siglo pasado hoy tiene un nuevo rostro. No dispara balas sino mentiras. No asesina pero desprestigia a las personas que pone en su mira. No se vale de bombas sino de audios malhabidos, sus combatientes siguen en el anonimato pero se valen de periodistas que se ocultan tras la libertad de prensa y la libertad de expresion, del mismo modo en que las ONGS manipulan los DDHH para defender a los terroristas y perseguir a los militares. El terrorismo del siglo XXI tiene un nuevo rostro. Es un disfraz legal.