Los socialistas venezolanos alegan que el gobierno de Hugo Chávez redujo la pobreza. Para motivos de análisis vamos a asumir que tal afirmación es cierta, pero ¿cómo lo hizo? Creando bonos con los ingresos del petróleo. Pero los ingresos del petróleo no los generó el socialismo venezolano, sino las inversiones realizadas por empresas multinacionales antes de que llegue Chávez al poder. Lo que ha hecho el chavismo es gastar lo que otros han generado. De hecho la producción petrolera en Venezuela ha sufrido un significativo y constante deterioro bajo los gobiernos chavistas.
La reducción de la pobreza se logró con recursos provenientes del sistema capitalista, pero el socialismo ha conseguido que esos recursos decrezcan al punto que a pesar de que los precios del petróleo siguen altos, Venezuela vive una crisis económica, con alta inflación, desabastecimiento, caída de la producción, falta de reservas internacionales; en resumen está viviendo una exitosa cubanización. Los parámetros para considerar un modelo exitoso son subjetivos, pero no creo que 10 años de haber reducido levemente la pobreza a costa de destruir el país y una vez se acabada la plata, dejar a todos más pobres que antes justifique el apelativo de exitoso.
Por supuesto, siempre habrán los apologistas que dirán que el modelo no fue aplicado al 100%, que en algún momento se desvió, que si Chávez siguiera vivo hubiera encontrado las soluciones, o que no fueron tan radicales como debieron serlo, o que fueron demasiado radicales en la aplicación, etc. Lo cierto es que la situación económica de Venezuela ya era lamentable en tiempos de Hugo Chávez. Lo cierto es que el experimento socialista en Venezuela demuestra una vez más (¿acaso no ha sido esto demostrado tantas otras veces?), que el socialismo es un fracaso, que no funciona, que empobrece.
Por un lado, hay gente que no aprende y sigue teorizando tonterías. Por otro lado, sí hay gente a la que le va muy bien en el socialismo. Ahí está Fidel, o los familiares de Hugo Chávez que tienen plata para dejar de herencia hasta a los tataranietos y todo el círculo de políticos y militares corruptos que no les interesa que cambie el sistema, porque se quedan sin su mamadera. Para ellos el socialismo ha sido una maravilla.
Un modelo debe ser juzgado tanto por los resultados que produce a corto plazo, como por su sustentabilidad y los resultados de largo plazo. Es claro que bajo estos parámetros el socialismo es un rotundo fracaso.
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