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lunes, 12 de septiembre de 2016

La derrota de Sendero Luminoso


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Hoy celebramos un aniversario más de la captura del criminal Abimael Guzmán Reynoso, el más grande genocida de la historia, líder de la peor secta de dementes asesinos de la izquierda peruana: el Partido Comunista del Perú - "Sendero Luminoso". Una fecha que seguramente merecerá el silencio cómplice de la izquierda o, a lo sumo, algún artículo tratando de desprestigiar la acción policial o contando el mito progre de que no fue obra de Fujimori. Ya son muy conocidas las estrategias de la izquierda para desmerecer la captura de Abimael y opacar el triunfo de Fujimori. Han llegado a la osadía de contar la historia al revés: que los senderistas no eran terroristas sino luchadores sociales rebelados ante las injusticias y que el Estado cometió actos de terrorismo en casi igual medida. 

Empecemos por el principio. Sendero Luminoso fue el fruto más podrido que surgió de la cloaca pestilente que era toda la izquierda peruana de los años 70, alimentada por Velasco Alvarado con la protección del sindicalismo. Los orígenes de SL están en el sindicalismo magisterial y en las universidades públicas, convertidas en esos años en centros de adoctrinamiento del comunismo. Eran jóvenes infectados con el virus mental del marxismo, convencidos de que el poder solo era posible a través de la lucha armada, siguiendo el ejemplo de la revolución cubana y el discurso del Che. Por esos días existían incontables grupos de izquierda de todos los matices discutiendo cómo iniciar la guerra popular del campo a la ciudad y la alianza obrero-campesino-estudiantil. Las universidades eran manicomios repletos de dementes delirando con la lucha armada, y muchos de esos zombies del comunismo setentero sobreviven hoy en la política y hasta han pasado por ministerios. 

Toda esa basura ideológica que venía de Rusia y China nada tenía que ver con la realidad peruana. Tan delirantes estaban los senderistas que iniciaron sus acciones armadas colgando perros en los postes de Lima con carteles contra Deng Xiao Ping. A ellos se sumaron los del MRTA, otra fación de izquierda inspirada en el castrismo. En buena cuenta,  acá tuvimos terrorismo pro chino y terrorismo pro soviético. Su estrategia era derrotar al Estado mediante el sabotaje y ganar el apoyo del pueblo mediante el terror. Dinamitaron todo lo que pudieron, asesinaron en masa y selectivamente, hacían explotar coches bomba en medio de la ciudad y seguían reclutando jóvenes en las universidades. Ni el gobierno de Belaúnde ni el de Alan Gacía supieron responder al ataque terrorista. 

La derrota del terrorismo no fue obra de la casualidad sino del aprendizaje y la acción coordinada de varios estamentos, en especial de los policías del GEIN. La historia es bastante conocida. Pero no se puede negar que el gobierno de Alberto Fujimori significó un cambio radical en la lucha contra el terrorismo. Para empezar, recuperó las universidades del dominio de la izquierda, recuperó las cárceles del control senderista, pues ya eran fuertes de Sendero Luminoso. Cambió las leyes para juzgar a los terroristas en el fuero militar con jueces sin rostro. Es decir, hubo toda una estrategia frontal para enfrentar al terror de la izquierda sin miedos ni complejos. Algo que nunca antes se había hecho. De manera que resulta no solo mezquino sino estúpido negarle méritos a Fujimori en la derrota del terrorsmo. Pero en eso andan empeñados los angelitos de la izquierda.

Con la caída de Fujimori la izquierda se recupera y copa el Estado con el auspicio del caviarón Paniagua y, más tarde, bajo la venia del pelele de Toledo. Apenas Diego García-Sayán llegó al Ministerio de Justicia lo primero que hizo fue nombrar la Comisión de la Verdad a dedo, con puro izquierdista setentero, supuestamente para que explique las causas de la "guerra interna", como si nadie lo supiera. La CVR solo se dedicó a lavarle la cara a la izquierda, a la búsqueda de víctimas de las FFAA para ordenar reparaciones, pintar el cuadro de que el Estado fue tan terrorista como Sendero Luminoso y hacer creer que el peor genocida y corrupto de la historia es Fujimori. Eso es lo que hoy se enseña a los jóvenes. Por eso anda tanto pulpín socialconfuso cacareando los mitos que cuentan los rojos. De hecho la izquierda se ha dedicado a contar muchos mitos. Son expertos en cambiar la historia y contar cuentos de niños a los jóvenes.

Es una lástima ver en estos días a una plaga de jóvenes arrimados al izquierdismo, creyéndose (para variar) todos los cuentos y mitos de la izquierda y convertidos en zombies comecerebros del antifujimorismo. La historia a veces se repite, pero siempre es porque los jóvenes resultan muy fáciles de adoctrinar.

viernes, 12 de septiembre de 2014

La izquierda sin memoria


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Es curioso que la tan memoriosa izquierda peruana que no deja pasar una sola fecha del calendario progresista para celebrar, por ejemplo, la entrega del informe final de la CVR, hoy no haya pronunciado ni media palabra por el aniversario de la captura de su líder Abimael Guzmán. El día ha transcurrido en un silencio total por parte de la izquierda. La web de la CNDDHH aun luce los festejos del día de la entrega del IF-CVR, pero nada sobre la captura de Abimael Guzmán, el asesino más grande de la historia del Perú. ¿No es sintomático? Sin duda hay silencios que dicen mucho.

Si la izquierda celebra el informe de la CVR y calla el día de la captura de Abimael Guzmán es porque la CVR le lava la cara a la izquierda exculpándola por el holocausto de los peruanos a manos de dos grupos de izquierda, mientras que aun guarda el sentimiento de solidaridad frente a las huestes de Sendero Luminoso, una especie de profunda admiración y veneración por esos dementes homicidas que se atrevieron a llevar a la práctica la prédica de la izquierda. 

Para nadie debe ser un misterio que la izquierda peruana se pasó 30 años predicando la lucha armada, la guerra popular del campo a la ciudad, la lucha de clases mediante la aniquilación del enemigo de clase, la toma del poder por la violencia porque la violencia era la partera de la historia y porque el poder nace del fusil. Frases de cliché que se repetían en los salones y patios de las universidades públicas tomadas por los fanáticos seguidores del marxismo en todas sus variantes. Consignas pintadas en las paredes de las facultades junto a los rostros del Che, Mao, Stalin, Lennin y Mariátegui. Fueron 30 años de prédica y preparación.

No fueron solo esos delirantes que se ganaron la chapa de "sendero luminoso" porque repetían el sonsonete de "por el sendero luminoso de Mariátegui" a cada momento durante sus estúpidas peroratas a puño alzado en los patios, que siempre terminaban con detonaciones de petardos y la suspensión de las clases. Era toda la izquierda peruana en todas sus variantes de manicomio: los castristas, moscovitas, trotskistas, maoistas, albaneses, etc. Decenas de variantes igualmente violentas y extremistas, discutiendo sobre la mejor manera y el momento más oportuno para iniciar la guerra popular y la toma del poder. 

Cuando al fin Sendero Luminoso y luego el MRTA dieron el "salto cualitativo" de pasar de la teoría a la praxis revolucionaria, para la izquierda en su conjunto fue un momento de clímax. Desde el inicio de las acciones armadas hicieron causa común. Los parlamentarios de izquierda hacían lo posible por fustigar a las FFAA y al gobierno para entorpecer toda acción contrasubversiva. Los medios de izquierda apoyaban abiertamente a Sendero Luminoso. Revistas como Marka y Cambio eran los medios oficiales de los grupos subversivos y en ellos escribían los más connotados líderes de izquierda, los que hoy se pintan como pacificadores y senderólogos. 

La caída de Sendero Luminoso dejó atónitos a todos. La izquierda guardó conveniente silencio, como lo hace cada 12 de setiembre. Solo salieron de sus escondrijos para conformar la CVR y cambiar la historia. En su informe final le dicen a los peruanos con descaro y cinismo que las causas de la violencia fueron la pobreza, la marginación, la desigualdad, la tradición autoritaria, etc. Y al final condenan a las FFAA y al gobierno de Fujimori. Esa es la razón del alborozo de la izquierda por el informe final de la CVR. Y si callan reprimiendo su obsesiva memoria que sacan a flote cuando les conviene, es porque la captura de Abimael Guzmán fue un duro golpe para toda la izquierda peruana, pues los depositaba en el basurero de la historia, que es donde siempre deben permanecer.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Los filósofos del marxismo


Siempre he dicho que no hace falta leer el mamotreto de la CVR para desestimarlo, pues basta con saber que sus redactores fueron tan marxistas como los senderistas. Si tienen dudas, leyendo sus capítulos principales se pueden confirmar estas sospechas. Lo que allí se hace es justificar el accionar senderista colocando como origen de toda violencia la pobreza y la miseria, se eleva la masacre de SL a la categoría de "acto político" llamando al fenómeno "conflicto armado interno" y al cobarde ataque de SL a la población civil "guerra popular contra el Estado". Esa es la miseria del informe de la CVR.

Cualquier peruano que deteste la ideología de la violencia debería rechazar ese informe. Causa indignación leer defensas a la CVR de gente que con toda seguridad no ha leído ese informe o no ha entendido ni jota porque carecen de formación política. En especial muchas columnas de la prensa diaria donde la mayoría solo busca ganar una imagen pública de corrección y bondad, junto con más seguidores en el Twitter.

Lo que sí merece un comentario es la columna del ex presidente de la CVR, el filósofo marxista y filocomunista Salomón Lerner Febres, escrita en defensa de su Obra Magna. Leer el pensamiento de este señor no deja duda alguna de que la CVR ha seguido exactamente el mismo derrotero mental de Sendero Luminoso. Dicho con palabras más o palabras menos, con mejor prosa o elegancia, es por poco el mismo pensamiento Gonzalo. ¿Pero qué más se puede esperar de dos filósofos que tienen a Marx como padre putativo mental? Ambos son filósofos del marxismo.

Salomón Lerner, increpa a sus críticos porque estamos acostumbrados a "cierta cultura autoritaria que se resiste a comprender las fallas de fondo de nuestra sociedad y prefiere la imposición prepotente de sus ideas antes que involucrarse en cualquier atisbo de reflexión crítica". Es lo que dicen todos los marxistas: el mundo tiene "fallas de fondo". Para todo marxista el mundo está mal, es injusto, desigual, etc. Los marxistas son los únicos que han descubierto las "fallas de fondo de nuestra sociedad". Y estas deben ser corregidas mediante su iluminada visión a través de la violencia, pues las injusticias derivan siempre en la revolución violenta de las clases oprimidas. No hay un marxista que no sienta simpatías por la violencia, pues según ellos no hay otra forma de llegar al poder monopolizado por una clase enemiga.

Sin embargo nuestro filósofo marxista y ex presidente de la CVR nos restriega la acusación infantil de que nosotros pretendemos imponer nuestras ideas por la fuerza. Me gustaría preguntarle: ¿No ha sido el marxismo el que ha apelado a la violencia y al genocidio para imponer sus ideas? ¿No lo hacen a diario en nuestro país? ¿Acaso no quieren imponernos el informe de la CVR como "la verdad"? Son los marxistas quienes quieren imponernos sus dogmas ideológicos disfrazados de "reflexión crítica". El mundo tiene problemas, es obvio; pero los problemas son parte consustancial de la realidad humana. La política sirve para resolverlos, para apoyar a la sociedad y para que esta pueda desenvolverse desarrollándose por su propia dinámica en libertad, y no por la dirección magistral de un líder iluminado, ni por la dirección sabia y suprema de un partido que posee la "verdad científica" y pretende reinventar el mundo a su manera.

Para un marxista los problemas son síntomas de que el mundo está mal diseñado, son pruebas de que hay "fallas de fondo". Por tal razón ellos no resuelven los problemas reales sino que van más allá, en busca de esas "fallas de fondo de nuestra sociedad" siguiendo el dogma creado por Marx. Pretenden un mundo perfecto donde los problemas dejarán de existir porque se resolverán esas "fallas de fondo". Se sienten iluminados y superiores, dueños de una "verdad científica". Nos dicen que nosotros no entendemos las "fallas de fondo de nuestra sociedad". Quieren inventar un nuevo mundo con una nueva sociedad y un nuevo hombre. Por eso siempre están repitiendo su cantaleta dogmática de las "transformaciones profundas de la sociedad". Esas que terminan siempre en abusos, masacres y genocidios. Ya las conocemos de sobra!

¿Cuál es la diferencia entre Salomón Lerner y Abimael Guzmán? Uno emplea dinamita para transformar el mundo injusto y el otro emplea discursos melosos para acusar al mundo injusto. Uno manda matar a los que no se ajustan a la nueva sociedad y el otro condena las muertes pero justifica el accionar porque hay "fallas de fondo en la sociedad", y porque la injusticia deriva en violencia. Eso es lo que se lee en el informe de la CVR. 

Pero no es todo lo que nos dice Salomón Lerner. Con su carita de buen niño, nos ilumina aun más con su pensamiento marxista. Nos acusa porque estamos "acostumbrados a imaginarse un país con dueños, y habituados a pensar en sí mismos como los guardianes de ese orden, para ellos incuestionado e incuestionable". No es así como nos imaginamos el mundo. De hecho es así como lo vemos, porque el mundo es así. En este mundo hay dueños. A los marxistas no les gusta, pero ese es su problema mental. En este mundo cada quien es dueño de su vida y de sus propiedades, producto de su trabajo. Quisiéramos que todos sean dueños y propietarios. Para eso queremos que haya más trabajo en todas sus formas, y fomentamos el emprendimiento y la educación, pero no en profesiones parásitas que solo sirven para generar panfletarios sociales.

Los marxistas, como Salomón Lerner, sus muchachos de la CVR y los senderistas creen que este mundo está mal porque tiene un cierto orden que a ellos no les gusta, viven convencidos de que una inteligencia maligna creó este "orden" para beneficio de unos y perjuicio de otros, y detestan el mundo porque tiene "dueños". Ellos quisieran un mundo sin propiedad privada, una sociedad de borregos idénticos alimentados por la mano justa de un líder divinizado. Puede ser Abimael Guzmán, Kim Il Sung, Fidel Castro o el mismo Salomón Lerner. Esa es la nueva sociedad y el nuevo orden al que aspiran los marxistas.

Pero Salomón Lerner va más allá en su cerrada defensa del mamarracho de la CVR, se toma la libertad de mentir al afirmar que quienes rechazamos el informe de la CVR hemos "hallado en la reflexión crítica que proviene de la memoria una suerte de amenaza no sólo a sus intereses concretos –entre los que se incluye la defensa de la impunidad—sino a su propia visión del mundo: un mundo jerárquico, excluyente, que no admite más movilidad que la que nace de la acumulación de riquezas, indiferentes a veces a la ilicitud o megacorrupción que, en ocasiones está en el origen de tal prosperidad.".

O sea que quienes criticamos ese panfleto amañado y mal redactado de la CVR queremos "la impunidad". ¿Cuál impunidad? Seguramente don Salomón se refiere a la misión realizada por los comunistas de la CVR: inculpar a los militares. Sabe muy bien que ese ha sido su principal trabajo. La CVR elude la responsabilidad de Sendero Luminoso, desvirtúa el accionar contraterrorista de Alberto Fujimori y condena a las FFAA. Han creado el ambiente propicio para reconciliarnos con los terroristas, con la izquierda en general, y condenar a Alberto Fujimori y a las FFAA. ¿O no? Por eso don Salomón nos culpa de querer "la impunidad", porque en el fondo lo que más le preocupa es que hagamos una verdadera reflexión de la violencia para señalar a sus verdaderos responsables: la izquierda marxista. Nosotros no buscamos ninguna impunidad. Lo que rechazamos es que la izquierda marxista que tanto daño hizo al país nos engañe y nos venda gato por liebre con ese informe. Es todo.

Lo demás en ese artículo es una muestra del pensamiento paraplégico y delirante de un marxista. No admiten que en el mundo hay jerarquías simplemente porque el mundo es así. Tan dogmáticos son que siguen aferrados a su fantasía de que todo el mundo está mal y, por tanto, todo lo que ven en él es malo. Viven convencidos de que el mundo obedece a un diseño diabólico e "injusto". Se sienten dioses capaces de diseñar un nuevo mundo mejor, un paraíso terrenal donde todo es igualdad. Ciegos por su dogma, son incapaces de advertir que en este mundo existen jerarquías en toda la naturaleza. Es parte de la organización de la materia y de la sociedad humana; y hasta de la mayoría de sociedades animales. En el mundo social humano las jerarquías empiezan en la familia. Pero para un típico marxista delirante todo eso está mal. Ellos aspiran a un mundo homogéneo. Nos dice don Salomón que la riqueza surge de la acumulación que tiene su base en las acciones ilícitas y en la megacorrupción. Ni más ni menos. Esa es pues la miseria mental del marxismo. Es fácil comprender de dónde sale la violencia: de una mente perturbada por un dogma pervertido.

Pero dice más aún este filósofo marxista en defensa de su CVR. Apelando a la ya conocida verborragia sensiblera y melodramática de la caviarada, Salomón Lerner afirma que nuestra crítica a las "reparaciones" se debe a que creemos que no le debemos nada a seres que siempre hemos visto como menos valiosos. Patrañas. Miente este señor. Las críticas se refieren a las reparaciones que se les ha dado alegremente a terroristas y a los familiares de terroristas, tal como ha sido demostrado más de una vez. Hay una crítica mayor que está dirigida a esa pasión irresponsable de la caviarada de usar el erario público con fines benéficos para el lucimiento de sus perfiles. Pero de allí a soltar toda la sarta de disparates que este filocomunista caviar PUCP escribe hay una gran distancia. 

Sin duda falta mucho para que seamos una sociedad democrática, pero no se trata de distancia ni tiempo sino de la persistencia en el mundo de estos delirantes del marxismo, quienes antes de aprender cómo es realmente el mundo no hacen más que memorizar su dogma de fe para pretender transformar la realidad según sus delirios. Mientras exista un lunático del marxismo, ya sea senderista o caviar, criticando el mundo y juzgando que todo en él está mal en su esencia, en su estructura social y en su diseño económico porque hay "fallas de fondo", nadie podrá vivir en paz. Todos estamos en peligro de ser degollados por defender un mundo libre, pues somos parte de un sistema nefasto que debe ser purificado con una nueva sociedad y un nuevo hombre.

domingo, 16 de septiembre de 2012

La mezquindad y estupidez de la izquierda


Hace unos días se ha conmemorado la captura de Abimael Guzmán ocurrida hace 20 años. Ha sido ocasión para que, una vez más, se desate toda la histeria antifujimorista de la izquierda progre y caviar, afectada cada vez con más gravedad por una severa estupidez que les impide el raciocinio haciéndoles decir y escribir cuanta sandez se les viene a la cabeza desde el hígado. Así es como hemos podido observar y oír el mayor de todos los disparates que se haya dicho en los último 20 años: Alberto Fujimori no tuvo nada que ver con la captura de Abimael Guzmán. Peor aún, han dicho que no quería que lo capturen, que prefería que siguiera libre para utilizarlo como pretexto de una guerra de baja intensidad y para quedarse en el poder, entre otras estupideces del mismo calibre.

Conocida es la inclinación que cierta clase de personas delirantes tiene para fabular e inventar historias de conspiraciones maquiavélicas. Están por ejemplo los que afirman que los EEUU nunca llegaron a la Luna, que todo fue un montaje de Hollywood; los que aseguran que Hitler está vivo y que la historia de su suicidio es un cuento; los que afirman que nunca hubo un holocausto y que todo fue un montaje yanki; los que afirman que el ataque de las torres gemelas fue planeado por la CIA para atacar Irak; los que afirman que la CIA dirigió el golpe contra Pinochet; los que ahora aseguran que el video contra Mahoma fue hecho por la CIA para emprender el ataque de los EEUU al mundo árabe; etc. Es decir, los idiotas nunca acaban.

No deberíamos ocuparnos de los idiotas, pero lamentablemente estos tienen un gran arraigo en la juventud. Con su prédica histérica dirigida al odio consiguen grandes audiencias y adhesiones de gente que desea dirigir sus frustraciones hacia algún objetivo en el mundo. Este puede ser EEUU o Alberto Fujimori o tal vez simplemente "el sistema". Lo importante es activar el mecanismo del odio y ofrecer un blanco junto a una fábula que se acomode a la lógica más perversa. No importa cuán estúpida sea. Será creída.

Es así como la histeria de la izquierda peruana ha difundido la idea de que Alberto Fujimori no tuvo nada que ver en la captura de Abimael Guzmán y que esto fue obra exclusiva del GEIN. ¿Tenía Fujimori que estar metido en el GEIN para ser parte? ¿No bastaba con haber dotado de presupuesto al GEIN? ¿Acaso tenía Fujimori que estar pendiente de cada paso y aprobar cada acción? Obviamente que no. Es necesario explicarles a estos ñaños de hoy cómo funciona el mundo, pero con dibujitos. Hay que aclararles la memoria mencionando algunos hechos concretos que perfilarán exactamente la figura de Alberto Fujimori como el presidente más comprometido en la lucha contra el terrorismo. Ningún presidente estuvo más decidido ni tuvo los cojones necesarios para actuar contra el terrorismo como Alberto Fujimori.

En primer lugar la derrota de Sendero Luminoso no pasa únicamente por la captura de Abimael Guzmán. Hubo una larga lista de mandos terroristas que se iban capturando gracias a una reforma total de la lucha contra el terrorismo implantada por Alberto Fujimori, el cual comprendía, por ejemplo, una drástica legislación antiterrorista, la creación de jueces sin rostro, el empleo del fuero militar y la construcción de cárceles especiales, con todo lo cual se puso fin a la coladera de terroristas que era el Poder Judicial. Desde luego, nada de eso hubiera sido posible sin cerrar el Congreso, donde cohabitaban nuestros típicos políticos mediocres y cacasenos de siempre, especialmente los de izquierda, quienes preferían saludos a la bandera y a la Constitución como todo mecanismo de lucha contra el terror.

El pueblo peruano estaba prácticamente en medio de dos grupos de delirantes: los terroristas que soñaban con un paraiso comunista, y los ultrademócratas que se aferraban a la Constitución y la ley convencidos de que a los dementes de SL y el MRTA se les podía combatir solo con la ley. A pesar de que la realidad nos decía otra cosa y que Sendero Luminoso estaba ya en Lima, los ultrademócratas no querían una legislación drástica ni acciones decisivas. Hubo pues que dar el golpe para salvar al Perú de la desgracia. Total, la democracia se puede reconstruir y el Congreso también. 

Pero además de eso, Alberto Fujimori dio evidentes muestras de valor contra el terrorismo imponiendo el orden y la disciplina en los penales que habían sido tomados practicamente por Sendero Luminoso, y convertidos en cuarteles generales del terrorismo. Allí están todavía las imágenes de las senderistas realizando sus marchas, cánticos y ceremonias en los patios de Canto Grande, adorando y vivificando a Abimael Guzmán, cuyos enormes retratos adornaban los muros del penal junto a la bandera roja comunista. Esa era la situación de los penales. Pero Alberto Fujimori entró sin miedo a poner orden dando un claro mensaje a Sendero Luminoso de que la guerra estaba declarada.

Tampoco le tembló la mano a Alberto Fujimori para ingresar a las universidades, convertidas desde los años 70 en academias de adoctrinamiento del comunismo, y origen de toda la violencia política desatada en el Perú bajo diversas modalidades, incluyendo el terrorismo senderista, cuyos líderes prepararon sus cuadros de criminales en la Universidad San Cristobal de Huamanga mientras cobraban sueldo del Estado. Igual ocurría en La Cantuta y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde la educación era en los hechos imposible, pues casi toda la actividad era el adoctrinamiento ideológico marxista y la organización de cuadros de dementes de izquierda. 

Véase las fotos sobre el accionar de las FFAA en la UNMSM que bajo las órdenes de Alberto Fujimori ingresaron a poner orden, capturar subversivos y a limpiar la inmundicia de sus paredes convertidas en muros de propaganda comunista. De manera pues que no vengan a decir que Alberto Fujimori no estaba comprometido con la guerra antisubversiva. Es fácil afirmar hoy que sin tales medidas drásticas y necesarias se hubiese podido derrotar a Sendero Luminoso. Ahora es muy fácil llenarse la boca con condenas al autoritarismo y panegíricos al orden constitucional, cuando ya respiran tranquilos y caminan sin miedo por las calles. Por suerte tuvimos un presidente que supo tomar medidas extraordinarias ante situaciones extraordinarias, y que tuvo el coraje de arriesgar su reputación y hasta su futuro personal para salvar a este país repleto de papanatas, malagredecidos y cobardes.