Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
Y como era de esperar, el presidente Vizcarra salió ayer en público, pero no a dar el pecho y responder preguntas de la prensa, sino -como ya es su costumbre- a dar otro de sus consabidos mensajes a la nación, desde algún rincón de palacio de gobierno. Su estrategia -bien montada- no consistió en decir la verdad sino en mentir y engañar para crear un relato que convierta a sus perseguidores en los malos de la película. Una típica estrategia de medios que -sin duda- fue resultado de algún asesor de imagen, de esos que viven haciendo "media training" a políticos y funcionarios en problemas, antes de que den la cara y abran la boca ante los medios.
El libreto de Vizcarra estaba escrito. Lo leyó incluso con dificultad. La estrategia preparada por sus asesores fue inventar el mito de la conspiración. Algo que nunca falla ya que a la gente le encantan las historias de conspiraciones. Para dar credibilidad a sus palabras, soltó sendas mentiras muy efectivas, como que el presidente del Congreso ya tenía listo su gabinete. Cuentazo que hoy reproduce en primera plana La República. mientras que El Comercio, más mesurado, solo dice "Presidente implica a titular del Congreso en un conspiración". El montaje perfecto.
Está claro que esta campaña del gobierno y sus medios de prensa apuesta a la estupidez de la gente, pues la teoría de la conspiración es insostenible. Casi siempre lo es pero la gente siempre los cree. Estos audios no han sido grabados por los congresista (señalados ahora como los malos de la película) sino por el personal íntimo y de confianza del propio presidente de la República. Y no son de esta semana sino de hace meses atrás, cuando reventó el caso Richard Swing y la fiscalía inició sus investigaciones. Lo más probable es que las secretarias de palacio hayan decidido grabarlo todo para salvar su responsabilidad, dado que les estaban obligando a mentir y ocultar pruebas. Es obvio que olieron que todo ese asunto apestaba.
Este chupo ha saltado porque la fiscalía y una comisión del Congreso empezaron a presionar al personal de palacio indagando por los jugosos contratos de Richard Swing en el Ministerio de Cultura. Así que la teoría de la conspiración es lo más ridículo que han podido montar los asesores de Vizcarra y su prostiprensa. Para colmo, siguiendo lo que parece ser su accionar, Vizcarra ha hecho que uno de sus ministros mienta, para afirmar que dos congresistas de Acción Popular (sin decir nombres, obviamente) lo llamaron para garantizarle que en un eventual cambio de gobierno, él seguiría en su puesto. Este cuento no solo es inverosímil sino hasta ridículo. Está fabricado para darle credibilidad a la teoría de la conspiración. Acá lo importante es crear el mito y confundir a la gente hasta hacerle dudar.
Por su parte, todos los agentes de la mafia caviar han salido a demoler a Edgar Alarcón y Manuel Merino, movilizando todos sus recursos. Ya tienen harta experiencia en esta clase de operativos. ¡Cómo olvidar la furiosa, asquerosa y sostenida campaña de demolición de Pedro Chávarry y Keiko Fujimori, así como la inmunda campaña de desprestigio y satanización del Congreso anterior! Así crearon el ambiente propicio para el golpe de Estado, perpetrado finalmente para salvar a los miembros del Tribunal Constitucional, evitando su renovación con el cierre apresurado del Congreso. Todas estas operaciones mafiosas se han dado en perfecta coordinación entre palacio de gobierno, los medios de prensa, oenegés caviares, el Ministerio Público y el Tribuna Constitucional.
Una vez más vemos a los mismos personajes que antes defendían ardorosamente -desde sus programas de radio y columnas de prensa- a personajes como Ollanta Humala, Nadine Heredia y Susana Villarán, dedicados ahora a la defensa abnegada de Martín Vizcarra, invocando la gobernabilidad y la pandemia, y atacando con furia a los congresistas que osaron ventilar los nuevos audios de la vergüenza, a los que ignoran con increíble desdén, como si no existieran. ¡Qué diferencia con los audios que IDL soltaba en momentos precisos para complicarle la existencia a algún personaje de oposición! Bastaba que dijera un nombre y lo llamara "hermanito" para condenarlo y convertirlo en corrupto. Ya es bien evidente que estos periodistas utilizan su espacio en los medios para ponerse al servicio de ciertos intereses, y no lo hacen gratis. De hecho, viven de eso y para eso están.
El panorama esta mañana pinta a favor de Vizcarra. Ya los astros han sido alineados a favor del presidente gracias a las maniobras de la poderosa mafia caviar. Merino y Alarcón caerán en desgracia. El Tribunal Constitucional romperá todos los récords para resolver a la brevedad necesaria, el recurso absurdo presentado por la ministra de Justicia, un alegato mamarracho que parece bajado del "Rincón del vago" y cuyo único fin es servir de pretexto para que los amigos del TC suspendan la vacancia. No sería la primera vez que este gobierno se sale con la suya apelando a leguleyadas. No estamos en un estado de derecho sino en manos de una mafia que apantalla sus movimientos con recursos legales. El pueblo peruano será una vez más burlado por la mafia que, finalmente, seguirán controlando todo. Acá no ha pasado nada.
Lo más triste de esta penosa historia no es que el Perú siga en manos de una mafia, cuya especialidad es el complot y las campañas de medios para mantener al pueblo hipnotizado mientras mantiene los hilos del poder, sino que -efectivamente- podemos advertir que los peruanos defienden ahora a Vizcarra, pese a ser sin ninguna duda el peor presidente de la historia, un hombre mediocre sin estatura mental ni moral, cuya gestión se ha reducido a la guerra política para servir a los intereses de la mafia, y que no tiene absolutamente ninguna obra material que mostrarle al pueblo. ¿Hasta cuándo los peruanos seguirán siendo tan mansos y vivirán manipulados como borregos viviendo en un mundo de ficción?