miércoles, 11 de diciembre de 2019

Obsesión fiscal


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Ya deberían hacer un videojuego con el fiscal Pérez persiguiendo a Keiko por una serie de obstáculos que él allana con facilidad, hasta capturarla y meterla presa con ayuda de la fuerza oscura. La obsesión del fiscal Pérez da para eso y más. Su intención no es perseguir el delito. Eso está claro. No hay delito en los aportes de campaña del 2011. Pero invoca la figura del “lavado de activos” para justificar su cacería política.

El objetivo del fiscal Pérez es mantener presa a Keiko Fujimori sin juicio. Su estrategia es hacernos creer que no puede investigarla estando ella libre. Precisa que esté presa durante tres años, mientras él busca pruebas para iniciarle un juicio, cosa que muy probablemente nunca ocurrirá. El objetivo es solo uno: tener presa a Keiko y desmantelar Fuerza Popular. Ese es el objetivo político que la caviarada se trazó desde la CVR, y está usando todos sus recursos y brazos legales para llevarlo a cabo. La pantomima jurídica es un cuento para bobos.

El desquiciado fiscal Pérez es apenas el peón de toda una macabra organización cuyo objetivo es la aniquilación política del fujimorismo. Asistimos al montaje del espectáculo más perverso de persecución política de la historia, ofrecida como supuesta lucha contra la corrupción. ¿Qué clase de corrupción? No se sabe ni se entiende, pues Keiko Fujimori jamás ha ejercido cargo público alguno, no ha manejado presupuesto público ni ha firmado contratos ni adendas sobre obras públicas. Es decir, jamás ha podido robar ni malversar un solo céntimo del erario público. ¿De qué corrupción se le puede acusar? Es francamente alucinante y ridículo. Más es el dinero que nos está costando el fiscal Pérez con todas sus maquinaciones perversas.

Gracias a la magistral puesta en escena de la mafia, con todo su elenco, el público vive todos los días un episodio de la farsa fiscal anti Keiko, contada por la prensa como si se tratara, en efecto, de la captura de una de las organizaciones más peligrosas del país, y no de un simple partido político que jamás llegó al poder. Es asqueroso ver cómo engañan a la gente usando los aportes de campaña como si fueran crímenes. Se aprovechan de la ignorancia de la gente. Han llegado a perseguir y estigmatizar empresarios como si fueran delincuentes por haber dado aportes a una campaña política. ¿En qué clase de país nos hemos convertido?

El espectáculo bárbaro del fiscal Pérez citando gente por docena para interrogarlos como si se tratara de desbaratar una gran red criminal, es de lo más ruin que se puede vivir como país. Y nadie puede detener a este fiscal desquiciado que ha llevado su obsesión a niveles de locura, trasgrediendo los límites del decoro, el respeto a la dignidad de las personas y sus derechos. Ni siquiera respeta las jerarquías de su propia institución. Es un patán suelto en plaza que cree tener súper poderes para hacer lo que le viene en gana. Es un monstruo creado por la prensa que vive del antifujimorismo y que ya ni la fiscal de la Nación se atreve a llamar al orden. 

En el Perú se ha perdido todo respeto por la ley, el orden y la institucionalidad. Hay mafias que se han apoderado de las instituciones y actúan al amparo de una prensa prostituida por el poder. El presidente Vizcarra es solo un muñeco de ventrílocuo que sigue el libreto que le han puesto desde un inicio. No tiene la menor idea de lo que es gobernar un país. Todo lo que ha hecho hasta ahora es ejecutar el guión del progresismo mediante la farsa de la lucha contra la corrupción que no le compete, para arrinconar al Congreso hasta cerrarlo con leguleyadas baratas. Y todavía tiene el cuajo de hablar de democracia en sus discursos. 

1 comentario:

  1. De acuerdo contigo, la enfermedad de éste fiscal es patética, ya cansa su obsesión

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