Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
Como era de esperarse, la mafia progre-caviar implicada en la megacorrupción que viene asolando al Perú desde hace 15 años, ha reaccionado de maneras virulentas. Para empezar, han soltado a sus perros rabiosos de la prensa a ladrarle a todo lo que se mueva con color naranja o algo que se le parezca. La jauría rabiosa ha emprendido sus ataques contra Yeni Vilcatoma y Rosa Bartra, ambas figuras estelares de la lucha contra los corruptos del siglo XXI.
¿Es casual que los chacales de la prensa progresista le hayan dedicado sendos reportajes y columnas a estos personajes? No. Desde luego que nada es casual ni gratuito. Ocurre que ambas han pisado con sus zapatos la cabeza de la serpiente y esta se mueve dando coletazos y tratando de golpear a las personas más peligrosas en este momento para el establishment mafioso enquistado en el poder y los medios.
Si a todo esto le sumamos la reacción de la Fiscalía de la Nación allanando locales de Fuerza Popular, en una acción inaudita, innecesaria y desproporcionada, lo único que cabe inferir es que la mafia está desesperada. El Ministerio Público ha hecho el ridículo con ese allanamiento donde se han metido hasta los baños. Más allá de que el manicomio de los enfermos mentales del antifujimorismo, celebren esa ridícula acción, está claro que quieren amedrentar a Fuerza Popular, y a las principales personas que están detrás de estas investigaciones y acusaciones.
Los lacayos de la prensa progresista odebrechera han llegado a la cobardía de atacar a Yeni Vilcatoma de las maneras más vulgares, desde llamarla loca hasta tildarla de “topo del fujimorismo”. Están desesperados. Ya ni mencionar el nivel de cloaca que se ha visto en las redes sociales, donde los más connotados miembros de la progrería no han escatimado en insultos hacía Yeni Vilcatoma. Y todo esto, desde luego, ante la complacencia y mutismo de las defensoras de la mujer y propulsoras de la ley de acoso político contra la mujer. Todas las poseras de izquierda cerraron el pico.
Fuerza Popular no debe dejar amedrentarse. Quienes se han comprado el pleito con la mafia deben persistir en la lucha. Es hora de desalojar del poder a los corruptos que nos han estado robando en estos últimos 17 años, mientras posaban con su disfraz de luchadores anticorrupción. Que se cite a quien se tenga que citar. Ya es el colmo que armen todo un escándalo por una simple citación.
En un país donde la ley impera, todo el que es citado por un juez, un fiscal o una comisión del Congreso tiene que comparecer sin excepciones. Acá no hay vacas sagradas. Y el primero en dar el ejemplo debería ser el presidente de la república. Es una vergüenza que venga con subterfugios y leguleyadas para no responder. Una citación no es una acusación ni mucho menos una condena. No hay por qué rasgarse las vestiduras por una simple citación. Acá hay cosas muy sospechosas.
Lo que el país espera es que el Congreso, con la mayoría fujimorista, más quienes quieran sumarse a la lucha contra la corrupción, no desistan ni se dejen amedrentar. Hay que persistir en la lucha. Esta sí es una verdadera lucha contra la corrupción. No se sorprendan de las reacciones. Van a patalear, chillar, insultar, hasta han salido ya a marchar los muy conchudos. Es lo que cabe de ellos. Pero hay que seguir apretando. Hay que limpiar el país de esta mafia progre-caviar.
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