viernes, 29 de diciembre de 2017

El indulto a Fujimori y la hipocresía de la izquierda


Escribe: Richard O. Campos Villalobos

En uso de las facultades que le confiere la Constitución, el presidente Kuczynski indultó finalmente al ex presidente Alberto Fujimori. Todo en medio de la más grave crisis política de la última década que casi lo aleja del cargo. ¿Negociado?, seguramente, al menos eso siempre hizo PPK, negocios, por eso es lógico pensar que se pagaron favores acordados bajo la mesa, previos a la votación congresal que no pudo destituirlo. 

PPK se quedó, pero no pudo desvirtuar ninguna de las acusaciones sobre sus negociados con Odebrecht siendo ministro de Economía del toledismo. No hace falta aclarar que la izquierda palurda que siempre chilla por la menor cosa, se dividió; y el grupo liderado por Verónika Mendoza salvó a PPK saliendo a pasear con cartelitos en lugar de votar. Y ahora reclaman por el indulto que dio PPK y salen a marchar contra PPK. ¿Quién los entiende?

Se han sumado a la carga los opinólogos antifujimoristas diciendo de todo, a estas alturas ya poco importa con qué argumentos salgan en contra del indulto. Lo han usado todo: la defensa de la institucionalidad, la lucha contra la corrupción, la resistencia al golpe, la justicia, etc. Consignas no les faltan. Lo que no ti8enen es coherencia. Para variar, se ha sumado la legión infantil de universitarios revoltosos, que, como bien dijo Aldo Mariátegui, no eran ni espermatozoides cuando Fujimori era presidente. Nuevamente están haciendo sus vandálicas marchitas de indignados, cargando fotos de terroristas, incluyendo víctimas del incendio de Las Malvinas, que ocurrió este año.

La moral y dignidad de la izquierda son una carcajada a mitad de un velorio, su oficio es hacer pactos bajo las sombras, pero solo las cuestionan y critican cuando otros lo hacen. Si de verdad le interesara tanto la institucionalidad, no tendrían a Velasco como líder supremo, ni celebrarían el golpe de 1968. La izquierda parió al genocida Abimael Guzmán Reinoso a fines del velascato, fue gestado en el vientre de los sindicatos comunistas del magisterio que Velasco fortaleció. La izquierda generó a Sendero Luminoso y al MRTA, una de vertiente maoísta y la otra castrista. La izquierda avaló la economía estatista del velascato que nos llevó a la hiperinflación de 7000% en 1990. La izquierda no tiene ninguna moral para criticar nada, sus marchas de pulpines vándalos solo son una muestra de la tremenda ignorancia en que viven los jóvenes. A Fujimori lo detestan porque derrotó a las bestias apocalípticas de Sendero Luminoso y el MRTA, y porque tiró a la basura el esquema socialista que llevó al Perú al fracaso y la miseria. Todo lo demás no pasa de ser más que retórica hueca y cuentos para tontos. 

Muchos políticos de izquierda avalaron la violencia terrorista, criticaron las acciones del Estado y las FFAA o guardaron silencio o simplemente se fueron del país. Cómo no recordar a Javier Diez Canseco, quien llamaba a Sendero Luminoso “mis hermanos equivocados” y que estuvo muy cerca del MRTA, al cual justificó como fuerza necesaria y alternativa entre Sendero Luminoso y el gobierno, convertido luego en ícono cuasi religioso de la pulpinada de la PUCP. Luego esa izquierda inmoral y genocida apoyó firmemente a Fujimori para evitar el triunfo de Mario Vargas Llosa y el liberalismo. Ya desde allí empezaron a votar en modo anti y a elegir candidatos que luego detestarían. Eso es parte de la trayectoria sinuosa y vergonzante de la izquierda malviviente.

¿Qué moral tiene la izquierda para oponerse al indulto humanitario de Fujimori? ¿No son acaso los primeros defensores de los derechos humanos? Bueno pues, un indulto humanitario forma parte intrínseca de las políticas de DDHH. Fujimori es un anciano de 80 años que está enfermo y ya pagó 11 años de carcelería. ¿Qué más quieren las hienas de izquierda? Luego de pasarse la vida posando como defensores de la moral y los DDHH, han llegado a oponerse al indulto alegando que Fujimori no se está muriendo. ¿Se puede ser más miserable? Bueno, ese es el nivel de estos pervertidos inmorales de la izquierda.

Lo que sí fue un asqueroso negociado es el juicio de Fujimori. El miserable juez San Martín fraguó la condena antes del proceso mediante consultas a juristas españoles para buscar una forma de condenarlo sin pruebas. ¿Eso es justicia? ¿Por qué los defensores de la “justicia y la verdad” no denuncian ese asqueroso negociado del juez San Martín? Mediante ese tipo de sucias artimañas terminaron condenando a Fujimori por los casos de Barrios Altos y La Cantuta, sin que tuviera nada que ver, así como de unos secuestros “agravados” de personas que nunca tuvieron dificultad alguna, como el caviar Gorriti. Para colmo, el miserable juez César San Martin trató de vincular la condena a la figura de lesa humanidad, como para asegurarse de que el indulto fuera inviable. Es decir, todo ese juicio fue una farsa y un circo donde la mayor condena ya estaba asegurada desde el principio.

Nadie niega que en el gobierno de Fujimori hubo corrupción. ¿Y en qué gobierno no lo hubo? La única diferencia es que la caída de Fujimori fue aparatosa y se montó un circo de falsos luchadores contra la corrupción, que eran igual o más corruptos aún, e iniciaron una cacería de brujas que concluyó en el abuso y el encarcelamiento de muchos inocentes que sirvieron al país, ya sea en el régimen de Fujimori o en las FFAA luchando contra el terrorismo. La venganza caviar fue atroz. De eso ya se encargará la historia.

El indulto es una facultad incuestionable del presidente y solo el odio y la estupidez puede motivar criticarlo y exigir su anulación. Es hora de pasar la página y superar el nefasto antifujimorismo alimentado por los sectores más cavernarios de este país.

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