Escribe: Dante Bobadilla Ramírez
A diferencia de los delincuentes comunes que perpetran sus fechorías dejando un largo rastro de pruebas y evidencias que los vinculan con el delito, los delincuentes de cuello blanco suelen ser más cautos y meticulosos en sus actos, pues muchos de ellos son incluso abogados o tienen abogados a su disposición, antes durante y después de sus trapacerías. Rodolfo Orellana lo dijo muy orondo: "mi principal ventaja es que conozco la ley". Pero eso no basta. Su problema es que no tiene padrinos.
Alejandro Toledo está pidiendo que archiven su caso y tal vez salga limpio a pesar de todo el mar de evidencias sobre sus millonaria adquisiciones inmobiliarias, mediante un típico embrollo de cuentas y empresas extranjeras en paraísos fiscales a nombre de la suegra, transacciones en bancos locales y foráneos que enredan la madeja a tal punto que nadie conoce a ciencia cierta el origen del dinero. Por último el as bajo la manga, el tio rico Mac Pato Maiman afirmando que el dinero es suyo. Elián puede seguir mostrando su sonrisa diabólica. La justicia ha sido magistralmente burlada.
Algo similar ocurre con Nadine Heredia, la mujer prodigio capaz de brindar asesorías por telepatía sobre casi cualquier aspecto de la vida humana y cobrar millonarios contratos. Otra vez el enredo de cuentas bancarias con infinidad de depósitos hormiga que revelan una obvia estrategia para burlar la ley de lavado de activos. Y una vez más la repentina riqueza inmobiliaria de la madre y hermanos de Nadine, así como sus extraños viajes continuos a Venezuela durante la dictadura de Chávez. El pool de abogados que ha formado la primera dama ya tiene su primer argumento: faltan pruebas.
Como corolario de la estrategia defensiva legal viene la cortina de humo política. El borrachín de Cabana asegura que una "trilogía del mal" quiere impedir su candidatura. ¿Ya se olvidó que en las últimas elecciones quedó en quinto lugar? Se ha lanzado con todo a su campaña presidencial pero con más intención de pasar por "perseguido político" que de volver a la presidencia. Le conviene estar de candidato para enturbiar sus procesos fiscales.
Nadine no se ha quedado atrás. Al mejor estilo chavista, ha convertido las investigaciones de sus cuentas en intentos para desestabilizar el régimen y socavar la democracia. Solo le falta decir como Maduro que todo intento de investigar a la primera dama es una ofensa a la patria. Su recua de congresistas no se cansan de acusar de golpista a todo el que cuestione la moral de Nadine. Hasta los periodistas mermeleros de la caviarada que se han vendido al régimen y hoy fungen de defensores oficiosos de la primera dama y del gobierno, como la inefable Rosa María Palacios, acusan casi de traidores a la patria y antidemócratas a quienes osan investigar a Nadine o poner alguna sombra de sospecha sobre el gobierno. Son una vergüenza del periodismo.
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