Por: ALDO LLANOS MARÍN
Las últimas noticias al respecto están bastantes movidas, no tengo nada en contra de Jason Day, un joven carismático quién busca hacerse de un lugar en los mass media y en la política nacional enarbolando banderas de izquierda y apareciendo en auspicios progres, hasta allí todo bien y nada del otro mundo. El problema empieza justo al final del nuevamente fallido “Un billón de pie”, evento que este año pasó muy desapercibido, a pesar de que la nota mediática era una pretendida campaña en contra de la violencia hacia las mujeres.
Para los que de una u otra forma estamos inmersos activamente en el mundo cultural de nuestra sociedad, no nos pareció bien apoyar esta campaña al enteramos por medio de la agencia de noticias por internet, aciprensa, la génesis de la campaña “Un billón de pie” y las cuestiones de fondo que la subyacen, por lo que haciendo derecho de nuestra libertad de pensamiento, hicimos eco a la información que empezó a divulgarse en las redes sociales y a trasmitirla a cuantos amigos y conocidos pudimos. Posteriormente el sitio web “Perú Defiende la Vida” advirtió que la estrategia de “Un Billón de Pie” es utilizar el tema de la violencia contra la mujer para introducir posteriormente y cual Caballo de Troya, una agenda de género (feminista radical y pro gay), que incluirían los mal llamados “derechos sexuales y reproductivos”, que no es sino la plataforma necesaria para la legalización del aborto.
Como la inmensa mayoría de peruanos no se come esas políticas ideologizadas tal y como lo demuestran las sucesivas encuestas sobre el tema, a través de la plataforma CitizenGo se presionó a Supermercados Peruanos para que deje de financiar la campaña “Un Billón de Pie”. (http://citizengo.org/es/4717-dejen-financiar-grupos-feministas-abortistas) que movilizó a numerosos consumidores “indignados” para pedir que esta alianza concluya. Como era de esperarse hubo una respuesta numerosa.
Hasta allí todo bien, porque tanto las campañas a favor como en contra de “Un billón de pie”, se realizaban dentro del marco de la libertad de expresión. Hasta que Jason Day denunció en una columna titulada “Esto sí es guerra” del diario La República, que habría sido acosado por un sacerdote del Sodalicio de Vida Cristiana, en la sacristía de la parroquia de “Nuestra Señora de la Reconciliación”, ubicada en la urbanización Camacho a los nueve años.
Conozco los problemas que ha tenido el Sodalicio con la disciplina de algunos de sus miembros, con nombres y apellidos, además de que estos han sido de público conocimiento, pero otra cosa es decir despachadamente que todos en el Sodalicio son unos violadores o unos encubridores. Cuando alguien se lanza a acusar sin pruebas o con sospechosa virulencia me parece demasiado injusto y condenable. Jason Day parece encontrarse en esta posición por las incoherencias de su discurso.
Llama la atención que justo después de que aciprensa empezara a difundir información sobre los procedimientos y contenidos de “Un billón de pie”, Jason Day decide, y después de mucho tiempo, denunciar un intento de acoso por un sacerdote sodálite. ¿Dónde está la coincidencia? Pues el director de aciprensa, el señor Alejandro Bermudez, es un miembro del Sodalicio. Esta tesis parecería confirmarse con las descripciones despectivas que hace de los sodálites en su artículo del diario “La República”: “una secta de blanquitos bien”.
Pero el meollo de las dudas empezó a develarse cuando Day cambió su fecha de nacimiento para que su denuncia no caiga en descrédito. El primer problema con su versión es que, si nació el 8 de julio de 1985 -tal como figuraba en su página oficial de Facebook, hoy cambiada- a sus nueve años, en 1994, la parroquia de Nuestra Señora de la Reconciliación, lugar en el que se habría producido el supuesto acoso, ni siquiera estaba construida.
Luego, y en medio de la ola de críticas contra el actor, la periodista Paola Ugaz le lanzó un salvavidas a través del Twitter escribiendo: “Jason Day hizo su primera comunión en junio de 1996. La Iglesia estaba acabada de hacer”. A los cinco minutos, Day tiene un repentino momento de lucidez y memoria, y publicó en su Twiter: “Nuestra Señora de la Reconciliación estaba recién inaugurada cuando hice mi primera comunión en 06/1996”.
En su Facebook, Jason Day repitió esta versión en respuesta a uno de sus críticos: “yo hice la primera comunión en junio de 1996, a los nueve años, en la recién inaugurada parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación. Cuidado con quién miente, mira bien de qué lado estás” “Ni una palabra de lo que digo es mentira”, espetó.
Cuestionado por aciprensa de por qué el Centro para la Acción Ciudadana, organización que él dirige, remitió a la prestigiosa página de cine IMDB una biografía suya en la que se asegura que nació en 1985, Day solo atinó a responder que: “ya solicité que se haga la corrección en esa página. Esa fecha es incorrecta”. Sin embargo cuando los de aciprensa lo encaran con una captura de pantalla de diciembre de 2013 de su Facebook, en la que figura su fecha de nacimiento como 8 de julio de 1985, evitó responder cortando abruptamente el dialogo escribiendo: “Aquí termino esta entrevista porque salgo a comer. Saludos”.
¿Cuánta plata corre en la campaña “Un billón de pie”?
Solo hay que prestar atención a las ONGs feministas que acompañan la campaña “Un billón de pie”, tales como Promsex y DEMUS. De acuerdo a datos obtenidos por aciprensa, entre estas dos organizaciones, que forman parte de un gran conjunto de ONGs promotoras del aborto en Perú, han recibido en los años recientes más de 4,3 millones de dólares. El Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos, conocido como Promsex, utilizó, entre 2011 y 2014, 2,4 millones de dólares para su agenda pro aborto. Promsex recibe financiamiento de la International Planned Parenthood Federation (IPPF), la multinacional del aborto más grande del mundo, ONU Mujeres, el Servicio Mundial Judío Americano (American Jewish World Service), el Centro para los Derechos Reproductivos de Estados Unidos, El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Fundación Ford, así como organizaciones españolas y holandesas.
En uno de sus proyectos financiado por IPPF, con una inversión de 51,003 dólares, Promsex trabajó en que “congresistas y funcionarios públicos” tuvieran una “mayor información que permitan actitudes favorables en pro de los derechos sexuales y reproductivos”, o sea promover ese eufemismo lingüístico para camuflar la legalización del aborto.
En otro proyecto financiado por Planned Parenthood, con 160 mil dólares, y que culminó recién a mediados de 2013, Promsex buscó a través de su lobbypolítico “implementar las obligaciones por parte del Estado en la atención de servicios de salud sexual y reproductiva”. Por su parte, el Estudio para la Defensa de la Mujer, DEMUS, para proyectos que culminaron en los tres últimos años recibió 1,8 millones de dólares.
Para su agenda de género, Demus recibió financiamiento de la Agencia Catalana de Cooperación para el Desarrollo (ACCD), con más de 951 mil dólares; PCS, de Dinamarca; el Departamento de Desarrollo del Gobierno Británico; la Embajada del Reino de Bélgica, con más de 240 mil dólares; la holandesa Hivos, con más de 230 mil dólares; y una fuente británica no precisada con más de 155 mil dólares.
¿Vieron que rentable es sumarse a estas campañas y ser pro aborto?
Pero, ¿Cuáles son las incoherencias de Jason Day?
1.- Discurso discriminatorio: Jason Day califica de forma discriminatoria a todos los miembros del Sodalicio, sin importarle sus historias y sus vidas calificándolos como “una secta de blanquitos bien” Es curioso que Jason Day siendo un activista anti discriminación se exprese como un discriminador cuando de “responder” se trata.
2.- Doble discurso político: Jason Day es una activista contra el gobierno de Fujimori y sus políticas neoliberales. Sin embargo, su familia compró ventajosamente la empresa estatal Solgas durante el periodo de privatizaciones del gobierno fujimorista para posteriormente venderla a buena cotización a los españoles de Repsol, sí, esos mismos que son acusados de encarecer los precios del gas en muchos países del continente como el nuestro. Su familia tiene todo el derecho de hacer su plata como mejor les parezca, business son business, pero Day vive políticamente atacando a rabiar a aquello que lo hizo (¿y lo hace?) vivir muy bien, ya que como prueba estudió en los muy proletarios colegios Roosevelt y Markham, los más caros y exclusivos de Lima. Típica incoherencia de caviar. Ver: (https://unioncivil.lamula.pe/2014/02/27/que-es-uncaviar/cid14a/)
3.- Discurso machista: Jason Day afirma que parte de su trabajo es concientizar a la sociedad contra la violencia hacia la mujer, si ese discurso es coherente, significa que no solo no se las debe violentar física o psicológicamente, sino que también, y por sobre todo, se debe tener en cuenta su dignidad como mujer. Sin embargo al ser entrevistado por el diario “La República” en abril del 2013, confesó que le sería difícil tener una relación con una “chica de derecha”, (discriminación sexista por ideas) pero que “una cosa es una relación y otra cosa es un buen polvo (sexo ocasional), ojo, no quiero que esta entrevista me quite oportunidades de pasarla bien, jajajajaja”. O sea para Jason Day, cuando se trata de satisfacer el bajo vientre, las mujeres pueden ser usadas como objetos de placer masculino. Hasta aquí escucho los gritos de ultratumba de Flora Tristán.
4.- Discurso pro violación: Jason Day, como parte de la estrategia de posicionamiento de “Un billón de pie”, promueve la puesta en escena de la obra teatral “Los Monólogos de la Vagina”, que en su libreto original justifica la violación de una adolescente de trece años a manos de una lesbiana de veinticuatro. Esta obra fue escrita por Eve Ensler, también creadora de “Un Billón de Pie”, y presentada desde 1996. En uno de los monólogos, Ensler justifica la violación de la menor, quién estaba alcoholizada, a manos de una lesbiana de veinticuatro, poniendo en las líneas del personaje adolescente:“Ella (su violadora) fue mi sorprendente, inesperada y políticamente incorrecta salvación”. En la versión original de la obra, la directora escribió: “si eso fue una violación, fue una buena violación”.
Sin embargo en su Facebook, Jason Day, promovió cándidamente la realización de esta obra teatral en el marco de la edición peruana de “Un Billón de Pie”, publicando junto al afiche de la obra teatral el mensaje: “Muy recomendado”. Esta obra fue presentada el 9 de febrero de este año en distintas zonas de Lima.
Curiosa actitud, o cerril ignorancia, ya que si Jason Day está muy indignado por el supuesto acoso con riesgo de violación del que habría sido víctima cuando era un niño de nueve años, ¿Cómo podría promover una obra en la que se ensalza la violación de una niña de trece años?
5.- Doble discurso ante los violadores/acosadores: Jason Day expone en la campaña “Un billón de pie”, que todas las mujeres agraviadas deberían denunciar a sus agresores y no quedarse calladas porque este es un derecho fundamental para evitar que se siga repitiendo, en otras palabras, Day preconiza que no se debe ocultar jamás al agresor. Sin embargo cuando se le pidió que denuncie al supuesto sacerdote acosador, Day afirma no tener la intención de citar el nombre del sacerdote aludido “para no invitar a un ajusticiamiento público”. Pero, ¿Si ese supuesto sacerdote fuera real?, ¿por qué no se le denuncia en el acto, ya que podría estar perpetrando nuevos acosos e incluso hasta consumando violaciones a otras jóvenes victimas? Incoherencia total, y más aun, porque según él “no quiere invitar a un ajusticiamiento publico” sin caer en la cuenta que sus temerarias afirmaciones ensucian el buen nombre de muchos sacerdotes, sodálites o no, que se esfuerzan por vivir entregados en su misión al pueblo que les fue confiados.
¿Entonces por qué razón Jason Day, está hoy por hoy atrapado en su laberinto?, ¿por qué no aclara lo afirmado y si es el caso, pide disculpas por su ligereza?, total, eso lo pintaría como un gran tipo. Pues tal y como lo sustenté, porque Eve Ensler debe pagar muuuuuuy bien.
PD: Misteriosamente su columna “Esto sí es guerra”, la cual quise linkear para que ustedes mismos la lean y la comparen con mi artículo, ha sido borrado de su espacio en el diario “La República”.
Fuente original: La Mula
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