sábado, 31 de agosto de 2013

Ilegal pero moral


Por: Edurne Uriartte

Aquello que no se admitió para Irak ahora sí comienza a aceptarse para Siria

«BOMBARDEE Siria, aunque sea ilegal», le aconsejaban ayer a Obama, y no George Bush, sino el progresista The New York Times a través de un artículo que tuvo colgado durante todo el día en su portada digital, además de en papel. Firmado por Ian Hurd, politólogo y experto en Derecho Internacional, que documentaba la imposibilidad de encontrar una base legal para el ataque militar fuera del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas («Bomb Syria, Even if It Is Illegal»). Pero recordaba también lo que otros, sobre todo los neoconservadores, llevan años fundamentando, que otras intervenciones como la de Kosovo también fueron ilegales pero legítimas y que muchas de las atrocidades de los últimos años han puesto de manifiesto las evidentes limitaciones de una legalidad basada en el Consejo de Seguridad y en el veto de las potencias como Rusia y China.

El propio editorial del diario progresista había defendido algo parecido unas horas antes, si bien con más timidez, que Obama «debería presentar una defendible justificación legal», pero, si no es posible, y el periódico sabe que no lo es, que componga una fuerte coalición internacional que le dé legitimidad. Lo que hizo Bush, pero con la diferencia de que, entonces, la razón moral era sobre todo explicada por voces conservadoras y eso la hacía menos popular que ahora, cuando es defendida por John Kerry con sus palabras sobre la «obscenidad moral que debe sacudir la conciencia del mundo».

Algo parecido pasa con el cambio ideológico de roles que se ha producido en Europa, donde Obama tiene dos principales apoyos para la intervención militar, el conservador de Cameron y el progresista de Hollande, que hablan igualmente en términos morales sobre la necesidad de intervención. Mientras a la izquierda continental le costaba menos eludir la fuerza de la posición de Tony Blair por lo de las peculiaridades británicas, se siente mucho más concernida cuando la razón moral es esgrimida nada menos que por el líder del socialismo francés, François Hollande.

Lo cierto es que aquello que no se admitió para Irak, que pudiera ser ilegal pero moral, ahora sí comienza a aceptarse para Siria. Lo que contribuirá, espero, a replantear el papel del Consejo de Seguridad como guía de la legitimidad en conflictos internacionales en la línea defendida por los socialistas españoles con Zapatero al frente. Y no sólo para cuando sea progresista el presidente americano, sino cuando otras atrocidades tengan lugar y el presidente sea republicano.

No hay un objetivo estratégico claro, no se pretende un cambio de régimen y es dudoso el resultado, señalan los más críticos de la intervención militar. Pero las guerras de Afganistán e Irak enseñaron precisamente la inmensa dificultad del logro de la democracia y de la libertad. O la conveniencia de objetivos más limitados. En este caso, «castigar y disuadir», tal como lo han definido fuentes del Gobierno francés, lo que es, en términos morales, bastante más que no hacer nada. Y resulta coherente con los valores integrados en un concepto como Occidente.

El fracaso del "otro modelo"


Por: Axel Kaiser

Joseph Schumpeter profetizó que el capitalismo sucumbiría, entre otras razones, por la emergencia de una clase de individuos que haría de la destrucción del sistema una rentable profesión: los intelectuales. Ellos serían, según el profesor de Harvard, quienes crearían la atmósfera social necesaria para derribar el orden económico libre.

A nivel local, el libro "El otro modelo" parece encajar en la categoría de Schumpeter. De manera franca y entusiasta los autores nos dicen que quieren aprovechar el cambio en la hegemonía intelectual de nuestro país para poner fin al sistema económico liberal que ha regido en los últimos 30 años. Según este grupo de cinco académicos, de los cuales cuatro son profesores de universidades privadas, "si de una batalla de ideas se trata, es entonces en calidad de arma que este libro debe ser leído". Y el arma en cuestión es peligrosa, pues está cargada con aquellas municiones que solo el sentido de misión y la fe pueden procurar.

Una muestra de ello se pudo ver hace un tiempo en un programa de televisión en que se encontraban dos de los autores -Guillermo Larraín y Alfredo Joignant- junto al economista Rolf Lüders y la historiadora Patricia Arancibia. Visiblemente preocupada, esta última les preguntó a los autores por qué otro modelo si el que tenemos ha sido el más exitoso que jamás hayamos conocido. La pregunta es crucial no solo porque apela al más elemental sentido común -¿por qué cambiar algo que es un éxito?-, sino porque los mismos autores reconocen en su libro que este modelo económico ha sido el que más prosperidad ha generado. La respuesta la daría Joignant minutos después: de lo que se trata, sugirió, no es de cómo funciona la realidad, sino de visiones normativas, es decir, de ideologías.

Como recordara el ex socialista Jean-Francois Revel, esta es la diferencia central entre liberalismo y socialismo: el primero reconoce en la realidad la fuente de información y el juez del correcto fundamento de la acción, el segundo no. El socialismo, ideología que, con concesiones, claramente inspira "El otro modelo", es construido de manera a priori y promete resolver todos los problemas humanos. El liberalismo reconoce que no puede construirse una sociedad más perfecta de lo que somos los seres humanos y que por tanto nunca podremos arreglarlo todo. El primero es utópico y fracasa; el segundo, realista y funciona. Este utopismo explica la crítica que hace "El otro modelo" al sistema liberal chileno en el sentido de que este no resuelve "todos los problemas", algo que por su naturaleza realista este jamás pretendió.

Pero el libro además cae en una evidente contradicción, ya que por un lado sostiene que el "neoliberalismo" es una utopía y por otro reconoce que ha funcionado. Si los autores hubieran dedicado al menos una página a explicar por qué la teoría económica liberal fue tan exitosa en Chile -o en el mundo- habrían evitado la contradicción. Ellos mismos, sin embargo, ofrecen una salida al citar al Nobel de Economía Douglass North, para dar cuenta de la adopción del modelo económico por la Concertación. Siguiendo a North argumentan que las creencias en favor del modelo bajo el gobierno de Aylwin se vieron reforzadas debido al crecimiento económico acelerado que este producía.

Hasta ahí llegan los autores. Pero el mismo North nos explica también que son aquellas teorías que mejor entienden la realidad económica las que dan los mejores resultados. Según North entonces, nuestro éxito se debe a que el modelo actual interpreta mejor que otros cómo funciona la realidad económica, es decir, cómo actuamos los seres humanos. Es más, el mismo North se refirió al caso de Chile el año 2004 afirmando que nuestro éxito se debía a que los Chicago Boys habían creado las instituciones necesarias para incentivar actividades productivas y crear riqueza.

Si North tiene razón, y los autores de "El otro modelo" así parecen creerlo, entonces no es utopía lo que caracteriza al actual modelo sino un sano entendimiento acerca de cómo funciona la realidad. Por eso ha sido un éxito. "El otro modelo" en cambio, bota por la borda lo que ha enseñado North -y la experiencia histórica-, suponiendo que se puede construir un mundo mejor usando una teoría económica esencialmente opuesta a la liberal. Y eso es una utopía, no porque pretenda ponérsele fin al sistema económico actual. Eso se puede hacer perfectamente y así como van las cosas probablemente se hará y Chile deberá pagar el precio.

La utopía consiste en creer, como si las leyes económicas y la naturaleza humana fueran hoy distintas de lo que eran hace 30 años, que el modelo estatista radical que "El otro modelo" sugiere, no solo va a corregir muchas de las imperfecciones del actual sistema y lograr un paraíso igualitario, sino que además lo va a superar incluso en aquello que todos admiten este ha hecho bien. El origen de esta utopía se encuentra en el estatismo romántico de la obra. Sumado a un antiliberalismo e igualitarismo casi delirantes, este elemento lleva a los autores a conferir al Estado una personalidad propia, como si fuera un ente más allá del bien y el mal capaz de elevarnos a un orden moral y material superior, lejos de las miserias del mercado.

Para los autores, la actividad estatal debe ser omnipresente porque así lo requiere el "interés general", concepto que no demuestran pero que entienden como aquello que se construye políticamente y que incorpora, difiere y al mismo tiempo trasciende al interés individual, como si todo eso fuera posible al mismo tiempo. Esta acrobacia conceptual es propia de las corrientes colectivistas, las que al aludir a abstracciones en lugar de realidades concretas logran hacer defendible cualquier cosa. Típicamente, lo que el colectivismo justifica como máxima expresión de moralidad es el sacrifico del individuo en nombre del colectivo bajo la falsa pero atractiva premisa de que lo que es bueno para el todo lo es también para la parte. Indudablemente es ese espíritu colectivista el que inspira "El otro modelo".

Los autores no dejan duda alguna al respecto al sintetizar el mensaje de su libro en una poética metáfora según la cual los chilenos debiéramos "navegar todos juntos en un mismo barco hacia destinos significativos". En esta visión de la historia, heredera de ese enemigo de la sociedad abierta que fue Hegel, no hay destino significativo que no sea colectivo, por lo que el barco necesariamente debe ser el Estado, el que debe forzarnos, en nuestro propio beneficio, a emprender la travesía común. Los capitanes de ese barco, por cierto, son los autores de "El otro modelo" o intelectuales afines, que saben mejor que cada uno de nosotros cuál es nuestro bien y cómo construir una sociedad decente, concebible solo como resultado de la actividad estatal.

El problema, más allá de la obvia incompatibilidad de "El otro modelo" con una sociedad de personas libres, es que la fe de los autores en el barco que aspiran a dirigir u orientar es tan profunda que, como el capitán del Titanic, no logran ver ni les importa demasiado el iceberg con el que inevitablemente se estrellarán: el de la realidad.

Alejandro Toledo: vida y milagros


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Alejandro Toledo es lo más cercano que hay a Jean Baptiste Grenouille. Nació en la miseria pero gracias a su formidable olfato tuvo la habilidad de una rata para escapar del infortunio y encontrar sustento. Hábil para arrimarse a quien puede darle algo, supo encontrar ayuda y trepó la pendiente de su existencia hasta llegar a niveles que para el común de los mortales resulta imposible. La mayor habilidad de Alejandro Toledo es sin duda saber obtener provecho de las maneras más insospechadas, utilizando cualquier recurso, incluso su extracción social, su origen andino y hasta su "cacharro". Hoy es una piedra en el zapato del Perú debido a sus intromisiones en la política, con ese constante afán de ganarse alguito y figurar en la estampita. Su lenguaje confuso y contradictorio está siempre muy cerca del embuste y la mentira. 

La primera vez que lo vi, a fines de los 80, Toledo estaba delante del mostrador de una aerolínea, en plena sala de embarque, casi rogándole a la empleada mientras detenía la fila de los que nos embarcábamos en un avión al Cuzco. Ante las protestas de los pasajeros tuvo que hacerse a un lado. Cuando pasé junto a él le oí suplicar: "por favor, llame a Relaciones Públicas, me han dicho que tienen un pasaje de cortesía". Cuando ya todos estábamos en el avión algo parecía andar mal porque no nos movíamos. De pronto se abrió la puerta del avión y entró Alejandro Toledo, sonriente, feliz, con su típica facha de siempre: mocasines, bluyín, saco y camisa sin corbata. Me saludó y se sentó a mi lado. Se había salido con la suya y viajaba gratis. Durante el viaje no paraba de molestar a la azafata pidiéndole cosas. Ya desde ese momento empecé a detestarlo. 

A pesar de que su campo es básicamente la administración de recursos humanos, en los 80 Alejandro Toledo se hizo fama de economista y en cada alza de precios del gobierno de Alan 1.0 los medios lo buscaban para entrevistarlo. Sus respuestas eran siempre las mismas: "Me preocupa el efecto social de las medidas". Luego en los 90 su nombre estaría cada vez más vinculado a escándalos de todo tipo, como el del caso CLAE, donde apareció como asesor de Carlos Manrique, siendo luego, junto con su hermano Luis, de los pocos afortunados que recuperaron su dinero de la gran estafa. 

A mediados de los 90 logró fundar un partido de la noche a la mañana, en una época en que las leyes exigían cifras astronómicas de firmas. Desde entonces lo persiguió el escándalo de las firmas falsas, que nunca se esclarecó. En un país donde ya es una afición judicial escarbar casos de los 80 como el del Frontón o el comando Rodrigo Franco, el escándalo de las firmas falsas de Toledo se ocultó eficazmente bajo la alfombra del olvido. Pero se sabe bien que esas firmas se las dio el mismísimo Vladimiro Montesinos como parte de una estrategia montada en el SIN para fragmentar a la oposición en las elecciones del 95. Cosa que Toledo hizo de maravilla pues logró hacerse nombrar a toda costa candidato presidencial de la oposición sin ser nadie. Los resultados lo confirmaron al darle apenas el 3.5% de los votos. 

La noche del 17 de diciembre de 1996 Alejandro Toledo estaba presente -¡como no!- en la residencia del embajador japonés cuando fue asaltada por comandos del MRTA. Sin embargo su suerte y olfato le permitieron salir de allí en el primer contingente liberado. De todos modos su conducta al interior de la embajada en los pocos días que estuvo de rehen ha sido reseñada por varios testigos, quienes narran la forma vulgar en que Toledo se birlaba los pocos alimentos que llegaban, además de su conducta rastrera ante sus captores. Los pormenores están bien narrados en los libros que se han ocupado de ese suceso. Véase por ejemplo "Secretos del túnel" de Umberto Jara con los testimonios de Sandro Fuentes y otros rehenes. 

En 1998 Alejandro Toledó protagonizó un escándalo de sexo, alcohol y drogas en el ya famoso Hostal Melody. Su francachela de tres días salió a la luz cuando Elian Karp llamó a la policía para denunciar su desaparición. Al hacer el seguimiento de su tarjeta de crédito, la policía encontró a Alejandro Toledo calato con cuatro putas y una mesa repleta de botellas de whisky. No se alcanzaba ver lo demás. Estos hechos están bien documentados y hay varios testigos. Lea el caso aquí. 

Elian Karp recién se había reincorporado sorpresivamente a la sociedad conyugal luego del divorcio y de diez años de separación. Lo hizo apenas se enteró de las aspiraciones presidenciales de su ex marido. Sin embargo, al volver desconocía las costumbres que Alejandro había adquirido en su ausencia. Por eso ante su repentina desaparición no dudó en hacer la denuncia policial. Dicen que fue nuevamente Vladimiro Montesinos el que acalló el escándalo ante la prensa. Sin embargo, el episodio se hizo público durante la campaña del 2000. Fue allí cuando Toledo inventó el cuento del secuestro por agentes del SIN. No se lo creyó nadie. Ni Elián Karp, pero ambos formaron una pareja perfecta en cuanto a intereses, ambiciones y mentiras. 

En la campaña de la "Marcha de los Cuatro Suyos" Alejandro Toledo se agenció un millón de dólares donados por George Soros como apoyo a su movimiento, pero no gastó ni cien mil en la marcha, por lo que la gente tuvo que soportar los gases lacrimógenos sin las máscaras ofrecidas. Poco después logró su sueño más preciado al ganar la Presidencia de la República básicamente porque Vladimiro Montesinos le había limpiado el panorama eliminando políticamente a Andrade y Castañeda mediante la prensa chicha, y porque la gente quiso evitar el regreso de Alan García. Fue el momento de la gloria para este personaje de cómic. Posando con su vincha y ademanes de salvador de la patria, patentó para la historia la palabra que sería su marca personal: "carajo". Por ese entonces ya se sabía que Alejandro tenía una hija negada y la siguió negando con descaro y poca hombría. Sería su entorno presidencial quienes lo forzaron a admitirla. Entonces apareció en la TV con su mejor cara de hipócrita y cínico para decirle al país que había ganado una hija. 

Ya de presidente, Alejandro Toledo y su primera dama instauraron la huachafería como distintivo. Empezó con una estrambótica juramentación en Machu Picchu y el posterior izamiento de la supuesta bandera del Tawantinsuyo en Palacio, un bodrio multicolor que flameó durante sus cinco años de gobierno. Su gestión fue única: empezaba a despachar después de las diez de la mañana y llegaba una o dos horas tarde a todos sus compromisos, haciendo famosa su "Hora Cabana". Sus primeros viajes en el avión presidencial eran escoltados por dos cazas MIG para ser recibido en todo lugar con una infaltable banda de músicos. Instituyó además su descanso quincenal en Punta Sal, haciendo del whisky etiqueta azul la bebida oficial, y usando siempre sus dedos para servirse el hielo. 

El acto que mejor retrata lo que fue su gestión se produjo el día en que se llevó al gabinete ministerial en pleno al aeropuerto para recibir a su esposa, quien regresaba después de haber huido presa de uno de sus típicos arranques de histeria tras un pleito conyugal de faldas. Poco le faltó a Toledo para recibir a Eliane con la guardia de honor formada en fila. Y cómo olvidar el día en que recibió a los reyes de España y saludó a su Majestad, la Reina Doña Sofía de Grecia, con un palmoteo en la espalda. Tampoco dudó en ir a visitar a "su amigo" Bill Gates volando hasta Seatle en el avión parrandero, para esperar una hora y media antes de ser recibido por media hora. A su regreso dijo que había llegado a "importantes acuerdos" para su Plan Huascarán. 

Esa fue la época en que los funcionarios públicos lucían como currículum puestos en el mercado y gestión de carretillas de anticuchos. Fue un gobierno débil y sin carácter que se dejó atarantar por las movilizaciones organizadas por la izquierda. Las regiones se sublevaban y Toledo se apresuró a someter a referendum una regionalización que fracasó. Luego creo los feudos regionales que hoy tenemos. Ante las asonadas callejeras a Toledo no le quedó más salida que instaurar el diálogo como estrategia. La fila de los invitados a la mesa de diálogo salía de Palacio y cruzaba el Rimac. De allí salió el famoso Acuerdo Nacional, que no era más que un mamotreto lleno de retórica donde todos pusieron lo que les vino en gana para firmar. Fue la mejor manera de capear el temporal. Gracias a esa maniobra Toledo pudo seguir gobernando y evitó que lo echaran. 

Toledo continuó con el ridículo proyecto iniciado por Paniagua a instancias de la caviarada y montó la "Comisión de la Verdad y Reconciliación". Ya sabemos que nunca sirvió para conocer ninguna verdad y menos para la reconciliación. No fue más que un negociado de las ONGs de izquierda y un proyecto destinado a lavarle la cara a Sendero Luminoso y a la izquierda peruana en su conjunto, echándole toda la culpa de la violencia a la pobreza. Luego dio inicio a la persecución de militares y al desprestigio de las FFAA, además de someterse a la CIDH y otorgar reparaciones y homenajes a los terroristas. De paso se descuidó la defensa nacional enarbolando la peligrosa política unilateral del desarme. Para esto ya había desmontado el Servicio de Inteligencia. 

Toledo cayó también en la tradicional costumbre peruana de desmontar lo hecho por el gobierno anterior. Así fue como inició la reposición de trabajadores que habían sido despedidos durante el régimen de Fujimori con el objetivo de reestructurar el tamaño del Estado. Habría que recordar que durante el gobierno aprista del 85-90 el Estado se llenó de burócratas hasta el techo. Otros salieron porque se cerraron empresas públicas. Pero todos los despedidos fueron convenientemente compensados. Sin embargo, el gobierno de Toledo inició la inicua tarea de reponer a estos trabajadores en puestos y empresas que ya no existían y pese a que ya habían cobrado sus beneficios de ley. Pero además, Toledo incrementó la burocracia creando más de docientos organismos públicos inútiles. Se le dio por crear una "Comisión Nacional" para cada problema. Así aparecieron la CONAJU, CONAPA, CONADIS, CONASI, etc. Además fue la feria de leyes ridículas y planes nacionales con nombres rimbombantes. 

Su gobierno tuvo la suerte de que los precios internacionales de los minerales empezaron a subir frenéticamente. El oro pasó de 380 a 1800 dólares. Gracias a que ya estaban en explotación los proyectos mineros iniciados en los 90 como Barrick, Pierina y Yanacocha, el Perú pudo aprovechar esta alza de precios y hacer caja. Esto le permitió a Toledo acabar su gestión con un saldo económico favorable. Pero no fue ningún mérito suyo. 

Su actuación en la última campaña electoral no pudo ser más patética. Al verse primero en las encuestas se creyó dueño del poder y convocó a su gabinete y hasta empezó a mostrarlo. Cuando Ollanta lo desplazó en las encuestas, dio una conferencia de prensa para advertirle al país el gravísimo peligro que Humala representaba. Invocó a la sabiduría y rogó para que no se diera un salto al vacío votando por Ollanta. Derrotado ya en las elecciones despotricó como una mujer despechada contra PPK, su ex aliado y ex premier de su gobierno. Luego corrió de inmediato a ofrecerle su apoyo a Ollanta Humala con el eterno pretexto de "apoyar la gobernabilidad", siguiendo las viejas y malas artes de otro trepador de igual pelaje: Fernando Olivera. 

En estos días vemos los apuros por los que pasa este personaje de comedia con el lío de sus cuentas y compras inmobiliarias millonarias a nombre de su anciana suegra. Una comedia de enredos que tiene a todo el entorno judío que lo apañó desde siempre como una mafia siciliana. El escenario exhibe el perfil de la cosa nostra. Pero nada es más vergonzoso que ver a esa gusanera congresal que tiene hoy el Perú ofreciendo su protección a esta alimaña de la política nacional. En este país ya nadie, absolutamente nadie puede colocarse la máscara de un "luchador contra la corrupción", ni siquiera para una fiesta de carnavales.


La gran obra de la CVR


Por Víctor Robles Sosa

Diez años son suficientes para tener un juicio cabal del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). El mío es claro: A partir de falsear los hechos, dividió al Perú, permitió la resurrección del terrorismo, y consagró la impunidad para los criminales a la vez que la persecución injusta e indiscriminada a quienes combatieron a los asesinos. En resumen: ni verdad, ni reconciliación.

Diez años después, las víctimas del terrorismo siguen esperando justicia. En los pueblos que fueron asolados por Sendero Luminoso, sus habitantes ven hoy, con rabia y frustración, que los asesinos de sus seres queridos se pasean libres e impunes por las calles, y además reciben “reparaciones” económicas como “víctimas del estado”, mientras que para ellos solo hay olvido. ¿Se puede reconciliar así a un pueblo?

El 2001, unos 4000 terroristas estaban recluidos en las prisiones. Diez años después del informe de la CVR, solo unos 400 siguen presos, aunque la mayor parte ya se prepara para salir. Por si fuera poco, al 90% de la cúpula de SL y el MRTA le anularon la cadena perpetua cambiándola por penas generosas de hasta 15 años. En contraste, miles de ronderos, policías y militares que combatieron al terrorismo son perseguidos judicialmente con el auspicio de las ONG de izquierda, en aplicación de las recomendaciones de la CVR.

Diez años después, actores centrales de la lucha contra el terrorismo siguen esperando la oportunidad de dar su valioso testimonio ya que la CVR los ignoró, como los religiosos, los periodistas, las ex autoridades y los líderes de los Comités de Autodefensa de Ayacucho – a los que la izquierda llamó “paramilitares” en los 80 – , los familiares y compañeros de María Elena Moyano o Alejandro Calderón, los directivos del Instituto Libertad y Democracia que enfrentó ideológicamente a SL, los ex jefes militares de Ayacucho, etc. ¿Cómo se puede llegar a la verdad sin estos y muchos otros testimonios? La izquierda solo escuchó a los suyos y a los allegados a Sendero y el MRTA.

Diez años después, la mayoría de nuestros jóvenes ignora quién es Abimael Guzmán, el mayor genocida de nuestra historia; y muchos creen que fue un “luchador social”, y que SL fue un “partido político” que se “alzó en armas” contra la “injusticia social”.

Diez años después SL se mueve a sus anchas en universidades, barrios, sindicatos, comunidades urbanas y rurales bajo su nuevo membrete de MOVADEF, que se encarga de la “lucha política y legal”, mientras su brazo armado del VRAEM hace lo otro.

Diez años después, Sendero Luminoso rompió el cerco militar que lo aisló en Vizcatán, rebasó el valle Apurimac-Ene, se expandió al Mantaro y a La Convención. El Estado, por influencia de la CVR, dejó de reprimir al terrorismo hasta el 2006, y en ese proceso SL asesinó a más de 250 policías, militares y civiles en el VRAEM.

Este panorama es fruto de la aplicación de las conclusiones y recomendaciones de la CVR. Ésta concluyó que la victoria de nuestro pueblo sobre el terrorismo es una “vergüenza” que hay que ocultar y la presenta como un “conflicto armado interno” entre el estado y dos “partidos políticos alzados en armas”. Esto se les enseña a nuestros jóvenes desde hace una década, por eso ignoran la verdadera dimensión de la amenaza terrorista.

El trato injusto a las víctimas del terror también es fruto de la CVR, que declaró “víctimas” por igual a los terroristas y a las personas masacradas por aquellos. Hemos llegado, al extremo de que el estado indemniza y pide persón a terroristas como Osmán Morote y Yovanka Pardavé, entre muchos otros, y de levantar inclusive monumentos a la memoria de los asesinos (Ojo que llora)

La impunidad penal para los terroristas quedó consagrada en las recomendaciones de la CVR cuando ésta planteó una serie de atenuantes a su favor, al declararlos “subversivos” con “motivaciones sociales”, “combatientes” de un “conflicto armado”, siendo en realidad son terroristas que asesinan por fanatismo ideológico con el fin de instaurar una tiranía totalitaria.

Diez años después es hora de reflexionar sobre la ex CVR a la luz de sus resultados. Hemos retrocedido frente al terrorismo por aplicar sus recomendaciones, desinformando a nuestros jóvenes, dándoles excesivas concesiones políticas y legales a los criminales, y renunciando a nuestro derecho a reivindicar la victoria de nuestra nación sobre la más cruel y sanguinaria organización terrorista del mundo.

Es hora de honrar la memoria de los mártires y héroes de nuestro pueblo dejando de confundirlos con sus victimarios, de decir basta de impunidad para el terrorismo, basta de persecución indiscriminada a los campesinos, policías y militares que combatieron al terror, basta de torcer la historia y la verdad.

Es hora de rectificar para que nuestros jóvenes repudien al terrorismo, sepan que Guzmán es el Pol Pot peruano, que Sendero es enemigo sanguinario de la libertad y la democracia, y que deben sentirse orgullosos de pertenecer a una nación que se ganó la admiración del mundo entero por haber derrotado, unida – campesinos, dirigentes populares, policías y militares, etc -, a SL y al MRTA.

El naufragio kirchnerista


Por JUAN SALINAS BOHIL
@salinasbohil

Si la vedette y actriz Moria Casán tildó en su momento a la fauna artística argentina de jet set de cabotaje, no puede llamarse de otra modo a los diversos grupos políticos, económicos, judiciales, gremiales y de toda clase que atiborran con su accionar tapas de diarios y estudios de radios y televisión.

Es común escuchar este no es un país serio como si fuese necesario de urgencia inmediata que lo sea. Afortunadamente no lo es, porque de lo contrario, la existencia en él se haría imposible. Argentina se ha convertido en una gran platea en donde a 40 millones de vivientes les resulta más efectivo divertirse con los numerosos programas de boberías que brinda la televisión en donde abundan personajes estrafalarios que parecen recién salidos del laboratorio del Dr. Jekyll y pomposas señoritas con abundancia de siliconas, notable ausencia de neuronas, lenguaje suburbano y forrada billetera obtenida vaya a saberse con qué artimañas y a costa de quiénes.

Analizar seriamente la realidad bajo el nuevo cielo bolivariano resulta impropio. Por ejemplo, aumenta día a día la cantidad de opositores que hasta ayer nomás defendían a capa y espada preferentemente con esto último las bondades del modelo estatista, dirigista, inflacionario, restrictivo de las libertades individuales, verborrágico, mesiánico y profundamente corrupto. Estos seres han comenzado a bajar la planchada del crucero del amor nacional y popular con inclusión social en el que tan bien vivieron durante una década. Y para uno, opositor a rabiar aún antes de que Él asumiera, autor no reconocido y por ello frustrado de concepciones como la presidencia como bien ganancial, el encomillado en lo nacional y popular, aplaudidores profesionales, matrimonio presidencial y tantas otras dichas en soledad mientras los conversos de hoy se empalagaban de miel kirchnerista, el travestismo no llama la atención. Esa actitud es moneda corriente en un país donde los electores resultan, aunque no lo asuman, los únicos responsables de sus peripecias en un territorio falto de ideología o mejor dicho con una sola y excluyente en la que mama toda la dirigencia.

El modelo, el socialismo bolivariano del siglo XXI o la década de mayor crecimiento de Argentina en sus 200 años de historia comienza a hacer agua y grandes rumbos se abren en babor, estribor y el casco de la nave. Presurosos, toda la primera clase, con sus chalecos salvavidas de última generación, sus GPS a prueba de humedad y balas, y chóferes y guardaespaldas, se apiñan en cubierta junto a la borda a la espera del bote salvador.

Más algunos, superrápidos, se han lanzado a las tempestuosas aguas del Mar de la Realidad siguiendo a pura brazada el fluir de un bote bautizado neokirchnerismo que se encuentra a punto de naufragar debido a la cantidad de gente que carga y que con relativo éxito intenta alcanzar la costa de un paraje repleto de mosquitos llamado Tigre. Ellos son un ex terrorista ajado, otrora joven idealista, Carlos Kunkel, lógico entrista del peronismo en los 70 que acaba de confesar en LA NACIÓN, nunca fue kirchnerista, siempre fui peronista aunque sin aclarar por qué intentó derrocar a Perón (¿su líder?) para implantar por las armas una dictadura castroguevarista.

Otra que se fue de boca y del kirchnerismo es Milagros Salas, una especie de Gabriel Condorcanqui con polleras, si bien no suele usarlas, sitiada más que situada en la norteña provincia de Jujuy, que como la queridísima Hebe ha recibido millones de dólares para hacer casitas para los pobres y mantener una guardia pretoriana a su servicio. Pues bien, esta ingrata mujer habría manifestado recientemente: Que el kirchnerismo se vaya a la m.

Pero quien más llamó la atención con su desvinculación de la Casa Rosada fue Eugenio Zaffaroni, miembro de la Corte Suprema, otro reconocido militante de izquierda que como el gobierno no se ha cansado de acusar a los medios de comunicación de crear una especie de paranoia con relación a la inseguridad, quizás porque como funcionario de larga data cuenta con custodia oficial y esas simplezas de robos o asesinatos les son ajenas. Por lo demás, el juez acaba de dejar plantados a sus pares en una audiencia pública citada por la Corte por la Ley de Medios para irse a Alemania por dos o tres semanas por cuestiones académicas. Su labor es debería ser full time, sin horas extras ni premios por presentismo. Es de esperar que como a cualquier mortal se le descuente de su sueldo el medio mes de vacaciones que se ha tomado.

Lo dicho no tendría que llamar la atención proviniendo de un integrante de la nomenclatura pero con esta gente siempre hay más. Zaffaroni dijo, además: Me queda un año en la Corte, espero que pase rápido. Más rápido sería si renunciara hoy y muchos, incluso él mismo, estarían más felices que en la actualidad. ¿Por qué esperar?

Sin embargo, quien no debe abandonar el barco es la Presidente pese a algunas desconsideraciones efectuadas sobre su salud. Las razones son dos y creo, bien valederas. La primera es que con pleno conocimiento de causa puedo afirmar que goza de una salud excelente. La otra, igual de importante es que, ¿alguien puede imaginarse a Boudou al frente de la Casa Rosada? Argentina sería un caos. Impidámoslo.


viernes, 30 de agosto de 2013

El antifujimorismo militante de la CVR


La farsa montada por la izquierda para tapar su responsabilidad

Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

La Comisión de la Verdad y Reconciliación tuvo muy poco de verdad y menos de reconciliación. Debemos afirmarlo permanentemente para que los jóvenes de hoy no sigan siendo engañados. Quienes vivimos la historia reciente del Perú, como testigos y partícipes de ella, conocemos bien la verdad. Nadie nos puede contar cuentos. Por ello juzgamos una obligación moral denunciar la infamia de la CVR. 

El papel principal de la CVR fue manipular la verdad. Su tarea no se redujo a mostrar hechos porque estos ya eran públicos. Lo que hizo la CVR, además de apelar a la gran excusa marxista de la pobreza como causa de la violencia, fue equilibrar los hechos. Su interés se centró en el Estado, las FFAA y Alberto Fujimori. El gran logro de la CVR fue convencer que la experiencia sufrida por los peruanos no fue un ataque alevoso de dos grupos terroristas de izquierda que pusieron en práctica el plan político que la izquierda venía pregonando desde hacía 30 años. Lo que había sucedido, según la CVR, fue un "conflicto armado interno". 

La teoría del CAI requería mostrar a las FFAA como otro grupo terrorista, al Estado como una agencia de terror y a Alberto Fujimori como el líder terrorista. Gracias a la astucia retórica de sociólogos marxistas, la historia del terrorismo quedó transformada en una guerra de bandas, donde los más malos resultaron siendo el Estado, las FFAA y Alberto Fujimori. Demostrar esto es muy fácil. Basta analizar las "Conclusiones Generales" de la CVR. Lo que encontramos allí es un enfoque parcializado sobre el rol del Estado y en particular de Alberto Fujimori. Pero además, notamos la ponzoña dirigida hacía el hombre que pacificó el país. Nadie puede negar que durante el gobierno de Alberto Fujimori se detuvo el proceso de violencia y el número de víctimas se redujo prácticamente a nada. Con aciertos y errores el país fue pacificado, los terroristas fueron capturados, juzgados y encarcelados. Sin embargo, la CVR no tiene ni una sola palabra a favor de Fujimori. Al contrario, su nombre está siempre rodeado de los peores adjetivos y epítetos.

En estas conclusiones de la CVR encontramos que mientras a Abimael Guzmán se le menciona siete veces, sin añadirle ni un solo adjetivo ni condena alguna, en cambio Alberto Fujimori se le menciona 13 veces y siempre, sin una sola excepción, está señalado con calificativos como corrupto, autoritario, dictador, etc. Hay pues una clara diferencia en el tratamiento a uno y a otro. Mientras que a Abimael Guzmán simplemente se le menciona, como corresponde en un documento oficial que debe mostrar por lo menos imparcialidad o neutralidad, con un lenguaje técnico y frío, el trato a Alberto Fujimori es apasionado, rencoroso, envilecido; se le rodea innecesariamente de calilficativos reiterados que evidencian una clara intecionalidad por mostrarlo como un ser despreciable y ruin. Esta fue pues realmente la labor de "construcción de la verdad y de la reconciliación" que emprendió la CVR y su jauría de progresistas PUCP, para ocultar la responsabilidad histórica de la izquierda y ofrendar un chivo expiatorio.

A continuación mostramos un extracto de las 13 veces en que la CVR menciona a Alberto Fujimori en sus conclusiones, para que el propio lector juzgue si se trata de un documento pulcro, que puede alcanzar la categoría de neutro y confiable. 

31.- (…) Esta incongruencia se expresó de la manera más patente cuando, tras ser capturado, Abimael Guzmán Reinoso abandonó casi inmediatamente la tesis del equilibrio estratégico y solicitó al gobierno un acuerdo de paz junto con un reconocimiento explícito y sumamente elogioso al gobierno dictatorial de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.

35.- . (…) En la década de 1990, especialmente a partir de su frustrada toma del Congreso y de la toma de la residencia del embajador japonés en diciembre de 1996, el MRTA favoreció la legitimación de la política contrasubversiva autoritaria y militarizada del gobierno de Alberto Fujimori.

36.- También lo hizo Alberto Fujimori en 1990. Sin embargo, a partir del golpe de Estado del 5 de abril de 1992, Fujimori se convirtió en un gobernante autoritario que buscó permanecer en el poder consolidando una autocracia corrupta.

98.- (…) facilitaron el triunfo del ingeniero Alberto Fujimori, un candidato independiente que rápidamente reveló su menosprecio por la democracia.

100.- La CVR posee indicios razonables para afirmar que el presidente Alberto Fujimori, su asesor Vladimiro Montesinos y altos funcionarios del SIN tienen responsabilidad penal por los asesinatos, desapariciones forzadas y masacres perpetradas por el escuadrón de la muerte denominado «Colina».

102.- (…) Condena, sin embargo, las ejecuciones extrajudiciales que se habrían producido, injustificadas por tratarse de personas rendidas, y comparte el rechazo de la opinión pública a las imágenes de Alberto Fujimori paseándose entre los cadáveres en la residencia recién rescatada.

103.- (…) los atentados y crímenes incluso contra miembros del propio SIN, así como la desvirtuación de operaciones legítimas como el mencionado operativo Chavín de Huántar, llevan el sello del gobierno autoritario de Alberto Fujimori.

104. Por lo expuesto, la CVR sostiene que en los últimos años del gobierno de Fujimori el conflicto armado interno fue manipulado con la finalidad de hacer que el régimen permaneciera en el poder.

119.- (…) Aprovechando el desgaste de los partidos políticos y el desprestigio del Legislativo, el gobierno de Alberto Fujimori, y los promotores de una política contrasubversiva autoritaria y militarizada, sobredimensionaron su ineficacia y sus problemas…

129. La CVR considera que la dictadura de Alberto Fujimori pretendió legalizar de forma espuria la impunidad a las violaciones de los derechos humanos realizadas por agentes del Estado…

130.- (…) El descrédito sufrido por el sistema judicial durante el régimen presidido por Alberto Fujimori desembocó en un favor a los verdaderos subversivos cuando, años después, el Estado tuvo que realizar nuevos juicios a partir de pruebas escasas

131.- (…) Bajo la dictadura de Fujimori, la obsecuencia del Ministerio Público ante los imperativos del Poder Ejecutivo fue total.

160.- Para la CVR una secuela del conflicto armado interno en el terreno político es la descomposición moral en la que se hundió el país durante los últimos años de la dictadura de Alberto Fujimori

Esta es pues la manera recargada de calificativos como la CVR trata a Alberto Fujimori en sus conclusiones, siendo notoria la animadversión mostrada, pues no hace falta recurrir a tanta adjetivación y apasionamiento. Una pasión que no se muestra en cambio cuando se habla de Abimael Guzmán, el mayor criminal y genocida de nuestra historia, de quien tan solo se menciona fríamente su nombre. Acá mostramos una evidencia clara, una prueba contundente del rol de la CVR en la "construcción de la verdad". Aun queda mucho más por analizar, como el enfoque dado a la reconciliación, en donde es el Estado el que debe agachar la cabeza y pedir perdón a la sociedad. ¿Acaso dice algo sobre el perdón que deberían pedir los partidos de izquierda y líderes de izquierda, entre ellos algunos comisionados de la CVR, por haberse pasado 30 años pregonando y preparando la lucha armada, en contacto con líderes y potencias extranjeras?

Como ya dijimos, aun queda mucho más por analizar. Pero al menos no nos queda duda alguna de que la CVR fue un burdo intento por manipular la verdad montada por la izquierda para limpiar su responsabilidad ante la historia y ante el pueblo peruano. El informe de la CVR seguirá siendo rechazado por una buena parte de los peruanos que conocemos la verdad de primera mano.

La izquierda setentera pregonó, alentó, preparó y engendró la guerra popular y el terrorismo


jueves, 29 de agosto de 2013

"NO SOY YO"



Por: El Hdp

  • El Informe de la Unidad de Inteligencia Financiera confirma que el borracho de Cabana movió cerca 25 millones de cocos a través de su empresita fantasma ECOTEVA, y esta a su vez tenia más cuentas bancarias que zapatos de cienpiés. El Cholo sano y sagrado quedó mas cagado que palo de gallinero. Para colmo El Comercio lo llamó a California y el mismo borracho respondió y acabó haciéndose el cojudo. "Osto on ona roonion" dijo el gilazo. Se negó, dijo que no era él, pero del fono salía un turrón de queso con wihsky más bravo que el del Chato Barraza y Melcochita juntos. Cómo se ve que el miedo no anda en burro. Hazte nomás el huevón! Igual ya perdiste!
  • La pregunta del millón es si el ProcuraTROLL ordenará el embargo de las jatos del borracho. Después de todo el cara de chancho es el Procurador anticorrupción, aunque haya fanfarroneado en su CV como todo buen peruano buscapuestos. No creo que su chamba sea solo el de perro de presa del fujimorismo...aunque hasta el día de hoy no ha recuperado ni un sol de los millones que el MRTA tiene encalentados en algún lado. ¿Será que el secuestro y extorsión de empresarios no es corrupción? O será que aspira a terminar chambeando en Aprodeh o Ideele?
  • La vaina del diálogo convocada por el caviarín que funge de premier francamente no sorprende a nadie. ¿Acaso saben hacer otra cosa estos caviares? Así de inútiles son. Expertos en el show, el teatro y la cojudez. ¿Desde cuándo se necesita armar un circo para dialogar? Ya pues no jodan! Tampoco sorprende que el Partido Pactista Comodín, el PPC, haya sido el primero en anotarse. Luego aparecieron los ecotevas de la chakana. Me cagué de risa escuchando al Sheputo pidiendo financiamiento del Estado para su partido, cuando ya apesta a rictus mortis. ¡Qué no joda! ¡Que vayan a pedirle plata a Eva Fernenburgh.
  • Y se cumplió otro aniversario de la CVR y su "Manual Para Indemnización de Terroristas". El más caro del mundo, dicho sea de paso. El Informe de la CVR costó 19 millones de dolares! Y todo para decirnos lo que ya todo el mundo sabía a colores, pero plagado con odio y rencor antifujimorista. El Ojo Que LLora, monumento dedicado a Sendero Luminoso y MRTA, fue pagado con nuestros impuestos pero no están Maria Elena Moyano, Rodrigo Franco, Cmdte Valer, ninguno de los Húsares de Junin dinamitados ni mucho menos los campesinos asesinados a machetazos por los malditos senderistas en Luccanamarca y otros tantos lugares. Tenemos que hacer otro monumento para nuestras víctimas de la izquierda genocida!
  • Ahora resulta que un subOficial grabando la reunion de estudiantes sanmarquinos adoctrinados por MOVADEF, es un "infiltrado" pero los miembros del MOVADEF que adoctrinan y dictan clases son docentes y alumnos. ¡No me jodan! La pobre UNMSM está repleta hasta el desagüe de rojetes que predican la lucha armada desde los 70. Allí siguen enseñando subversivos como Nicolás Lynch y Carlos Tapia, entre otras joyitas del ayer. El Rector de la UNMSM dice deplorar la presencia de policías infiltrados en el campus universitario pero no deplora los aquelarres senderistas que se arman en sus narices. So cojudo! Seguimos en la misma boludez de los 70. Y así los miserables de izquierda andan chillando "para que no se repita". Creen los imbéciles que con sus quenitas y charangos basta para que no se repita el terrorismo. Hay que tirar a la basura el marxismo, empezando por el Informe de la CVR. 

La enfermedad mental de la memoria


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

En política el lenguaje llega a niveles de perversión, abandona su sentido real y es una simple marioneta de representaciones teatrales. Las palabras dejan de ser referentes de la realidad y son apenas una alegoría de los contenidos mentales más alucinantes, una mascarada que evita la realidad. Así un retardado mental pasa a ser una "persona con habilidades diferentes" o una obsesión enfermiza pasa a ser una "memoria" sacralizada y justificada con una frase absolutamente estúpida como "un pueblo que olvida esta condenado a repetir su pasado". Larga es la lista de expresiones usadas hoy con un sentido meramente simbólico, buscando manipular las mentes débiles que hoy abundan y tratando de que las cosas no sean lo que son. Lo peor es que no solo se manipula el lenguaje sino a las personas, convertidas en actores involuntarios de un drama montado por los pervertidos para que su obsesión tome forma de teatro colectivo.

El gusto progresista por la parafernalia teatral y simbólica llega a niveles repulsivos, en especial cuando se moviliza a toda una delegación campesina solo para darle colorido al escenario, y para que las palabras quechuas suenen auténticas y no tan falsas como se ven en los paneles. Pero este colorido circo progre aun llega a niveles de perversión mental cuando las campesinas son llevadas al proscenio solo para que sus llantos aderecen  mejor el montaje de la farsa por la memoria. La pasión progresista por la sensiblería y la cursilería simbólica pretende traducirse en obra de arte, en mensaje profundo, en llamado a la conciencia. Sus danzas, movimientos, gestos, quenas, zampoñas y palabritas quechuas, disfrazan una auténtica limitación para expresar con palabras claras y coherentes lo que es nuestra realidad. A falta de argumentos, lo único que queda es provocar emociones.

Tanto la progresía que ayer montó el circo para conmemorar el informe de la CVR, como la misma CVR dominada por la progresía PUCP, hacen alarde de lo mismo: los campesinos. No es novedad. Esto viene desde los textos de Marxs, Lenin y Mao. La izquierda miraflorina setentera que gestó el terrorismo tenía también a los campesinos a flor de boca, aunque no conocían a ninguno directamente. El campesinado es para la progresía el éter donde sus pensamientos ondulan, el símbolo mágico que le da sentido a su mundo, el icono de su santuario y el personaje de sus obras y revoluciones. Por eso Sendero Luminoso se fue al Ande. 

Los progresistas creen que han descubierto al campesinado, pero se trata de un viejo molde ideológico que se implantan como un chip. Los campesinos han sido permanentemente utilizados por la progresía desde hace más de un siglo. No solo para sus obras teatrales sino incluso para sus revoluciones sangrientas. Hoy siguen siendo utilizados para montar el circo por la "memoria" y para tratar de imponer al país el mamotreto de la CVR. Pero se trata de una memoria que enferma. 

Un conocido progresista de muchos medios pero escasas ideas dice en su Facebook: "Nada peor que barrer la mierda bajo la alfombrita. Recordar es un proceso de sanación y también de integración". ¿De dónde sacó esto el progresista? ¿De un tratado de psicología clínica? ¡No! Lo sacó de la cháchara habitual que domina el mundo progre, donde el lenguaje es manipulado hasta prostituir cada palabra. Esas frases de cliché solo adquieren significado en la mente de un progresista porque en el mundo real no es más que basura ecológica. Pero su expresión ha sido precisa: ellos no quieren barrer la mierda porque les encanta revolcarse en ella, respirar la mierda y convertirla en icono y obra de arte. 

En el mundo clínico debemos hacer un gran trabajo terapéutico para que las personas aquejadas por una obsesiva memoria que hace daño, logren escapar de ella, colocar sus recuerdos en el pasado y quedarse apenas con un aprendizaje vital para seguir caminando hacia el futuro. La progresía parece encantada de seguir patinando en el fango de mierda que fue la época del terror generado por la izquierda. Los peruanos no permitiremos que la izquierda vuelva a enfermar al Perú.

domingo, 25 de agosto de 2013

La CVR y su rol de destrucción del Estado


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Sabido es que la CVR estuvo conformada mayormente por gente de izquierda, incluso con viejos personajes comprometidos en la lucha subversiva contra el Estado peruano, y hasta confesos y orgullosos asesinos de policías. Detrás de estos comisionados hubo además todo un ejército de militantes de izquierda salidos de la PUCP para formar parte del equipo de expertos que manejó la CVR. En consecuencia, lo que el informe final de la CVR contiene, para quien sabe leerlo, es una pieza magistral de la ideología de la izquierda peruana. Un pensamiento que nace del enfoque marxista de la sociedad y del Estado burgués, y que se orienta de manera crítica hacia el rol que cumplen estas instituciones. 

Repasando brevemente el ideario de izquierda, el Estado, las FFAA y la iglesia son instituciones creadas para mantener la estructura social de dominación. La lucha ideológica de la izquierda (como también la militarizada) apunta a derribar estas instituciones. Cualquiera familiarizado con la dialéctica marxista de la izquierda peruana conoce este modo de razonar. Y esto es exactamente lo que encontramos en el informe final de la CVR. Toda la retórica está destinada a combatir al Estado, las FFAA y a las instituciones democráticas, señalándolas como agentes del mal y equiparándolas en todo momento con el accionar terrorista. Incluso puedo advertir que los militantes del PUM de la CVR, han dejado de lado al MRTA por sus cercanías con este grupo terrorista. Es evidente, notorio y escandaloso que al MRTA casi no se le menciona.

Para demostrar lo dicho, citaremos casi textualmente (hemos reducido las frases eliminando la retórica) el Prefacio del informe final de la CVR, donde hallamos bien perfilado las ideas básicas de izquierda. Los errores propios de agentes del orden se magnifican hasta convertirlos en característica esencial del Estado burgués. Se aprecia un claro esfuerzo por mostrar que la estructura de poder (Estado, partidos políticos, iglesia, FFAA, etc.) es mala en su esencia y opuesta al pueblo, y que por tanto existían razones objetivas y justificadas para derribar ese régimen. Sale a relucir nuevamente la persistente oposición que la izquierda peruana mostró contra el empleo de las FFAA para enfrentar a SL. Esa fue su principal labor desde el Congreso.

La
pregunta que debemos hacernos al finalizar esta lectura es si realmente estamos frente a una adecuada interpretación de nuestra historia. Debemos preguntarnos si esa es realmente la visión que los peruanos tenemos y si esos son francamente los sentimientos que nos quedan al cabo de tanto dolor vivido. Leamos pues. Presentaremos primero un titulo que resume el mensaje y luego el texto de la CVR. (Las negritas son nuestras).

LA CVR NO NOS HABLARÁ DEL DOLOR Y SUFRIMIENTO DE TODO EL PUEBLO PERUANO FRENTE AL TERRORISMO DE IZQUIERDA SINO DE LA VERGÜENZA Y EL DESHONOR EN NUESTRA LUCHA DESESPERADA CONTRA ESE FLAGELO

"La historia del Perú registra más de un trance difícil, penoso, de auténtica postración nacional. Pero, con seguridad, ninguno de ellos merece estar marcado tan rotundamente con el sello de la vergüenza y el deshonor como el fragmento de historia que estamos obligados a contar... "

SENDERO LUMINOSO Y EL ESTADO PERUANO ERAN IGUALES EN EL ODIO AL PUEBLO Y ESE ODIO ES PARTE DE NUESTRA NEFASTA CULTURA

"(La CVR) ...tiene fundamento para aseverar que estas dos décadas de destrucción y muerte no habrían sido posibles sin el profundo desprecio a la población más desposeída del país, evidenciado por miembros del PCP-SL y agentes del Estado por igual, ese desprecio que se encuentra entretejido en cada momento de la vida cotidiana de los peruanos."

HUBO CRÍMENES MASIVOS Y NO FUERON ERRORES INDIVIDUALES SINO PARTE DE UN PLAN MAQUIAVÉLICO POR PARTE DEL ESTADO Y DE LAS FFAA

"Hemos encontrado que los crímenes cometidos contra la población peruana no fueron atropellos de ciertos sujetos perversos que se apartaban de las normas. Nuestras investigaciones nos obligan a denunciar la perpetración masiva de crímenes coordinados o previstos por las organizaciones o instituciones que intervinieron directamente en el conflicto."

LAS FFAA NO RESPETARON EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN SU LUCHA CONTRA SENDERO LUMINOSO

"...era deber del Estado defender a la población. [...] el orden que reclaman los pueblos no es el de los campos de concentración, sino aquél que asegura el derecho a la vida y la dignidad. No lo entendieron así los encargados de defender ese orden. ...hemos llegado a la convicción de que... las fuerzas armadas incurrieron en una práctica sistemática o generalizada de violaciones de derechos humanos y que existen fundamentos para señalar la comisión de delitos de lesa humanidad, así como infracciones al derecho internacional humanitario."

EL ESTADO Y LAS FUERZAS DEL ORDEN FUERON TERRORISTAS

"Como peruanos nos sentimos abochornados por decir esto, pero es la verdad y tenemos la obligación de hacerla conocer. Durante años, las fuerzas del orden olvidaron que ese orden tiene como fin supremo a la persona y adoptaron una estrategia de atropello masivo de los derechos de los peruanos, incluyendo el derecho a la vida. Ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, torturas, masacres, violencia sexual contra las mujeres y otros delitos igualmente condenables conforman, por su carácter recurrente y por su amplia difusión, un patrón de violaciones de los derechos humanos que el Estado peruano y sus agentes deben reconocer para subsanar."

LOS CULPABLES DEL TERRORISMO DE ESTADO FUERON TODOS LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS

"Tanta muerte y tanto sufrimiento no se pueden acumular simplemente por el funcionamiento ciego de una institución o de una organización. Se necesita, como complemento, la complicidad o al menos la anuencia de quienes tienen autoridad y por lo tanto facultades para evitar una desgracia. La clase política que gobernó o tuvo alguna cuota de poder oficial en aquellos años tiene grandes explicaciones que dar al Perú."

TODA LA CLASE POLÍTICA ES MALA Y DESPRECIA AL PUEBLO (POR TANTO HUBO CONDICIONES OBJETIVAS Y JUSTAS PARA UNA REVOLUCIÓN)

"Es penoso, pero cierto: quienes pidieron el voto de los ciudadanos del Perú para tener el honor de dirigir nuestro Estado y nuestra democracia; quienes juraron hacer cumplir la Constitución que los peruanos se habían dado a sí mismos en ejercicio de su libertad, optaron con demasiada facilidad por ceder a las fuerzas armadas esas facultades que la Nación les había dado. ..se alimentó la impresión de que los principios constitucionales eran ideales nobles pero inadecuados para gobernar a un pueblo al que —en el fondo— se menospreciaba al punto de ignorar su clamor, reiterando la vieja práctica de relegar sus memoriales al lugar al que se ha relegado, a lo largo de nuestra historia, la voz de los humildes: el olvido."

LA HISTORIA DEL PERÚ COMIENZA CON LA CVR

"La historia que aquí se cuenta habla de nosotros, de lo que fuimos y de lo que debemos dejar de ser. Esta historia habla de nuestras tareas. Esta historia comienza hoy."

sábado, 24 de agosto de 2013

MONUMENTO A LA INJUSTICIA

 

Por: Elvis Occ

Cuentan que mi abuelo -licenciado del ejército- llevaba meses retirando las cercas de alambre que su vecino hacendado muy ladinamente había colocado metros mas allá de los limites. No solo eso si no que cada vez lo adelantaba más y más metros en perjuicio de las tierras de mi abuelo. Después de varias semanas, mi abuelo montó su mejor caballo y con su machete de un lado y un rifle del otro, se dio a la tarea de revisar los límites de sus tierras, como de costumbre.

Grande seria su sorpresa al hallar murallas de piedras de medio metro de grosor delimitando lo que supuestamente era la frontera entre ambas tierras. El barbado charapa montó en ira y comenzó a derrumbar las petreas murallas hasta caer exhausto por el esfuerzo. El monolitico cercado a pesar de estar entretejido con solo piedras, era demasiado trabajo para un solo hombre. La gente temia al avispado hacendado y mi abuelo de pronto se vio solo en la dura tarea de defenderse del invasor.

Sus amigos le decían que dejara las cosas como estaban en aras de la paz, total eran unos cuantos metros. Mi abuelo nunca lo vio así, para él esa muralla era un monumento a la injusticia. No era un asunto de metros menos sino de principios mellados. Así que por mucho tiempo, mi abuelo fue destruyendo poco a poco y piedra por piedra esa afrenta. El Ojo Que LLora es eso: un monumento a la injusticia. Nos han robado no unos metros sino décadas de desagravios y homenajes a nuestros heroicos soldados. Ha impuesto limites arbitrarios al reconocimiento histórico de civiles que murieron por su patria o por pensar como peruanos de bien.

Los terroristas tienen en el "Ojo que llora" un punto de reunión y partida a otras demandas que por descabelladas, no dejan de ser peligrosas. El Museo de la Memoria es lo que sobrevino después y no sabemos qué otros planes más se alojaran en la mente afiebrada de las ONGs, políticos de izquierda y los desubicados que apoyan esta invasión a la verdadera memoria de nuestra democracia. Democracia que Sendero Luminoso y MRTA juraron destruir a toda costa para imponer su "dictadura del proletariado".

No bajemos los brazos y desmontemos piedra por piedra esos monumentos a la injusticia, No estamos solos y no tememos a los protectores de terroristas. Que nuestra casa no se convierta en santuario de Senderistas y Emerretistas. Nuestra patria es el hogar de patriotas que dieron su vida por lo que hoy disfrutamos. Mi abuelo murió sin poder destruir los cercos de piedras pero sus hijos continuaron la tarea. El hacendado dejo de hacer cercos empedrados y también falleció. Recuerdo haber viajado a Luya y al ver algunos vestigios del derruido cerco, desaté unas cuantas lineas de piedras. No era la muralla de Berlin pero me dio una satisfacción parecida. Era un monumento a la injusticia, como el Ojo Que LLora.


viernes, 23 de agosto de 2013

Se mantiene el rechazo a la CVR


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

El informe final de la CVR sigue desatando controversia a diez años de su entrega. Sus defensores apelan a razones que más parecen escusas infantiles. En general se nos pretende imponer el dichoso informe de la CVR como una "verdad" oficial, cuando adolece de serios y graves defectos. Podemos resumirlo del siguiente modo.

1.- El objetivo de la CVR fue "explicar las causas del conflicto armado" y no lo hizo. Lo cierto es que no quisieron hacerlo. Dicen algo a medias tratando más de ocultarlo y maquillarlo, para de pronto levantar la tesis principal que domina todo el informe: la causa del conflicto fue la pobreza y las condiciones de exclusión social. Lo cual es falso. 

2.- Si la causa del "conflicto armado interno" fueron las condiciones de pobreza y exclusión social, como dice la CVR, ergo habría que concluir que los alzados eran revolucionarios que luchaban a favor del pueblo, aunque hayan equivocado su método. Ese es el intento sublime de redención que pretende hacer la CVR sobre los terroristas que asolaron el país por más de una década. Pero eso es falso. Sendero Luminoso pensaba tan solo en la gran revolución proletaria mundial, siguiendo la temática de la enfermedad mental de la izquierda peruana del siglo XX.

3.- Esto es lo que hay que decir con total claridad: la verdadera y única causa del terrorismo fue la demencia de la izquierda peruana del siglo XX. Esto es lo que la CVR (que fue un club de comunistas setenteros) pretende ocultar. El PCP-SL fue tan solo una facción de las muchas sectas de izquierda que en los 70 compartían el mismo discurso: la toma del poder por la violencia. Sendero Luminoso no fue más que la materialización de la prédica revolucionaria de la izquierda peruana, que seguía el mismo guión que sus congéneres en toda Latinoamérica, dirigidos por alguna de las potencias comunistas del mundo de aquel entonces: China y la URSS, la que operaba teniendo a Cuba como plataforma de subversivos para nuestra región.

4.- Sendero Luminoso y el MRTA fueron frutos de la izquierda peruana que predicaba la guerra popular del campo a la ciudad, la que alentaba a la lucha armada, la que proponía destruir el Estado burgués y el caduco sistema capitalista, la que se adoctrinaba con libros de Marx, Lenin, Mao, etc., la que se entrenaba en Cuba y que mantenía vínculos con terroristas internacionales desde Chile hasta Nicaragua. Esa fue la izquierda que dio origen al terrorismo. Esa es la verdad que la CVR pretende ocultar. Nunca lo dice. Y lo peor de todo es que los mismos alienados que gritaban "guerra popular" con el puño en alto y que incluso participaron en acciones subversivas, pasaron luego a formar parte de la CVR. ¡Que no frieguen!

5.- Por otro lado, la CVR pretende hacerle creer al Perú que hubo un "conflicto armado", o sea una especie de guerra civil entre dos frentes iguales, tratando de establecer como "verdad" que ambos frentes fueron iguales en vesanía, maldad, crueldad y abuso de los DDHH. Por ello la CVR los ha equiparado estadísticamente cuando dice que el PCP-SL es responsable del 54% de las víctimas. Luego de señalar al PCP-SL como responsable de iniciar el conflicto armado, el trabajo de la CVR en todo el documento es minimizar la culpa de SL apelando a la pobreza como causa real, y al abuso de las FFAA que así acaban siendo tanto o más perversas que SL.

6.- La misión de la CVR fue convenientemente maquillada con encantadoras y dulces intenciones como la de ir en búsqueda de las víctimas y buscar su redención. Pero esa no fue su misión oficial. Esa misión se la impusieron ellos mismos para armar el show y tergiversar su informe, mostrando a las FFAA como uno de los principales violadores de los DDHH ya que solo fueron a buscar víctimas del ejército. Regaron la idea de que quienes presentaran denuncias contra las FFAA recibirían "reparaciones". El ejército de caviares PUCP que salió en esta misión tenía ese objetivo. Por ello no le prestaron atención a otro tipo de testimonios, como ha quedado ya comprobado.

7.- Lo paradójico de la CVR es que siendo una comisión que supuestamente busca la verdad no dice toda la verdad sino que se interesa mucho más por las víctimas de las FFAA. Salvo los casos ya conocidos y emblemáticos de las masacres senderistas, el trabajo de la CVR se centró en "descubrir" víctimas de las FFAA, como si ello ayudara a mostrar la verdad general del conflicto. El objetivo claro de la CVR fue abultar la cuenta de víctimas de las FFAA y montar el show de televisión en las audiencias públicas para señalar los abusos de los militares para luego emprender su cacería implacable en el PJ. 

8.- En buena cuenta, la CVR completó el trabajo de Sendero Luminoso y el MRTA al dejar en claro que el Estado y las FFAA fueron tan violadores de DDHH como las huestes de la izquierda terrorista. Continuaron el ataque a las FFAA hasta desprestigiarla por completo y culminaron la faena exigiendo que sea el Estado quien agache la cabeza para pedir perdón y pague a sus víctimas. Ni Abimael Guzmán lo hubiera soñado mejor.

9.- Otra cosa paradójica es que la CVR, siendo una comisión en busca de la reconciliación nacional, tenga a todo lo largo del documento de su informe final un trato tan vejatorio hacia algunos sectores y personas como Alberto Fujimori y el hoy cardenal Juan Luis Cipriani, para quienes utiliza un lenguaje panfletario que no está a la altura ni es propio de un documento oficial del Estado peruano. A Fujimori no se le reconoce mérito alguno siendo el gobernante que logró la pacificación del país. Para él sólo hay diatribas, desprecio y calificativos como dictador, corrupto y autoritario. Y más aun, lo acusan directamente de violación de los DDHH porque aseguran tener "indicios razonables". En cambio a SL jamás los llaman terroristas. Apenas se atreven a decir que su accionar "alcanzó características terroristas".

10.- Finalmente, lo que hoy la CVR y los sectores de izquierda pretenden es defender el informe amparándose, una vez más y para variar, en los más pobres, los excluidos, los marginados, los que no tienen voz, en las víctimas, etc. Ya conocemos esa relamida letanía zurda. Conocemos su manía por manipular la pobreza para disfrazarse de seres nobles. Es lo que hoy claman: la defensa se las víctimas exigiendo las famosas "reparaciones". Y han llegado a la majadería de chantajear al país con una insólita posición: "sin reparaciones no hay reconciliación". Eso parece decir que si no les dan plata la vuelven a hacer. 

Si la izquierda tuviese un poquito de vergüenza histórica, utilizarían los ingentes dineros que reciben de donaciones internacionales para sus dichosas ONGs de DDHH en resarcir a las víctimas de su discurso delirante y violentista del pasado. Después de todo, ellos nos llevaron al conflicto.