jueves, 4 de julio de 2013

El enemigo es uno solo



Por Julio Caballero M. 

El enemigo es uno solo: la izquierda. Sea comunista, socialista, ecocomunista, del siglo XXI, progresista o como quieran llamarse. Son lo mismo. Lo definió el gobierno de Fujimori de manera tan clara que toda la izquierda lo tiene como el demonio. Lo han desprestigiado absolutamente, han encarcelado a delincuentes igual que a personas de valor solo porque son un peligro para la izquierda. Mientras al frente están los tontos útiles de la izquierda como AP, Perú Posible y el PPC, tratando de negociar puestos y ofrecer espectáculos patéticos de inconsecuencia política disfrazada de defensa de la "institucionalidad democrática".

Porque hay que ser verdaderos idiotas para confundir el apoyo a la democracia con el apoyo a la izquierda, que tantas veces ha minado la democracia y el Estado de Derecho en el Perú. A la izquierda nunca ¡jamás! le ha importado un comino la institucionalidad democrática. Todo lo que le interesa es la toma del poder por cualquier medio y a cualquier precio. Para tal fin son capaces de apoyar a quien sea, tal como ya lo han demostrado reiteradas veces. Por eso nada es más estúpido que un partido democrático aliándose con la izquierda.

El comunismo es el enemigo que ha venido enquistándose en todos los estratos de nuestra sociedad con diversos disfraces, desde inocentes movimientos artísticos hasta activistas ecológicos, así como los ya conocidos defensores de DDHH, primer disfraz del terrorismo desde inicios de los 80. La izquierda se puso de moda entre intelectuales snobs que hicieron de la "sensibilidad social" una bandera moral para convertir la política en beneficencia y atacar al "sistema capitalista", supuesto causante de la desigualdad. Fue así como se arrogaron el papel de defensores de la moral.

Sin embargo, en busca de la idílica igualdad, la izquierda ha cometido los crímenes e injusticias más atroces que conozca la humanidad, y siempre ha producido solo miseria, además de poner fin a las libertades humanas más elementales, empezando por la libre expresión de las ideas. En resumidas cuentas, la izquierda representa una ideología nefasta y fracasada que debemos combatir no en defensa de intereses económicos, como nos acusan, sino en defensa de la libertad y dignidad humanas. No hay dignidad cuando se nos reduce a la condición de esclavos alimentados por un amo que nos dice cómo vivir.

El discurso de izquierda es muy hábil para penetrar las mentes, en especial la de los jóvenes ilusos que caen seducidos por la idea del paraíso socialista, a la vez que aprenden a odiar al "sistema" y a todo lo que lo represente, empezando por los EEUU. La izquierda ha llenado el idioma con frases de cliché que todos repiten embelesados sin saber exactamente lo que significa en los hechos reales, tales como inclusión social, distribución equitativa de la riqueza, igualdad, justicia social, desarrollo sustentable, democratización de la prensa, etc. Palabrería insulsa que da pie a cualquier disparate totalitario una vez que toman el poder.

Ya tenemos las pruebas a la vista en Cajamarca y en Lima. Susana Villarán nos ha venido mintiendo con el cuento del "ya viene" y entregando más de nada, y por altos montos que sus amigos se meterán en los bolsillos por muchos años y sin hacer nada. El ejército de asesores de la nada, la feria de consultorías para evaluar el aire, los estudios para mover una tranquera han elevado el presupuesto a niveles que indignan. Y como corolario de la incapacidad, están los fastuosos gastos en publicidad. 

Ese es el enemigo de la sociedad: el comunismo reciclado con fachada de neosocialismo. Una izquierda que con lindas palabras quiere hacernos creer que es la solución. Hoy el Perú es distinto, ya no es de unos pocos, ya no hay "12 apóstoles", hay 8 millones de peruanos de clase media emergente en los últimos diez años y que ha probado lo que es vivir mejor, que quiere seguir creciendo, que tiene derecho a ver crecer a sus hijos y nietos en este mismo país, y no como nos ocurrió en los 70 y 80, cuando los peruanos se iban a buscar un futuro al extranjero huyendo de las fracasadas recetas de izquierda.

Recuerda peruano que cuando limitan tu educación por defender "derechos ganados" por los maestros del SUTEP, lo que están haciendo es negarte tu desarrollo. Cada vez que te entregan leyes populacheras que pretenden defenderte de algún mal, están limitando tu libertad de decidir. Cada vez que te prometen que tendrás algo gratis, te están condenando a vivir en la mediocridad. Conoce a tu enemigo, desenmascáralo, ponlo en evidencia y recházalo. 

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