Steven Levitsky es uno de los columnistas más celebrados de La República. Aunque luce un perfil académico muy respetable, lo cierto es que sus aportes al debate político de nuestro país son solo ruido. Su mejor argumento no es su análisis sino su condición de gringo y académico. Pese a que se esfuerza por mantener cierta distancia política, finalmente acaba siempre apoyando -como quien no quiere la cosa- al progresismo. Hecho que, por supuesto, es celebrado por la caviarada que lo tiene cual santo patrón, comentando y repitiendo sus aportes retóricos como "la coalición paniagüista".
El genio Levitsky llega hoy para dictarnos una lección de realidad peruana a los peruanos. Nos dice que la reacción limeña contra la frustrada compra de Repsol por parte de Petroperú ha sido "histérica", motivada por un supuesto "consenso de Lima". Nos dice que haber supuesto que Ollanta Humala volvía a sus fueros chavistas estaba "contra toda lógica". Lo cual significa que quienes pensaron esto son unos estúpidos, entre ellos la CONFIEP y varios columnista de La República. ¿Qué bola de cristal tiene Levitsky para saber "a ciencia cierta" que Ollanta Humala no tiene intenciones de unirse a la ola chavista? Nadie sabe.
Luego nuestro ilustre pensador da por hecho que el gobierno desistió de la compra de Repsol debido a esta inusitada "demostración de fuerza brutal". O sea que no fueron los datos técnicos financieros los que permitieron al gobierno desistir de la aventura empresarial sino el "consenso de Lima", una nueva, extraña y poderosa fuerza política que este gurú acaba de inventar. ¿O acaso debemos decir "descubrir"?
Levitsky diagnostica que en Lima existe una "extraña alergia a la intervención estatal" como si fuera una enfermedad que solo afecta a los limeños. En otros países no existe tal cosa, dice. Asegura que Ollanta Humala ha quedado atrapado en un modelo que nadie se atreve a cambiar. ¿Y por qué tendríamos que cambiarlo? No lo dice. Ciego para concederle alguna posibilidad al éxito del modelo y a la sensatez política, Levitsky afirma que se debe tan solo al temible "consenso de Lima" que ha impuesto el programa de PPK.
Siendo aun más arriesgado, el "politólogo" afirma convencido que 5 millones votaron por la Gran Transformación. ¿Desde cuándo en el Perú se vota por programas políticos y no por personas? Este sabio internacional vive convencido de que hay 5 millones de peruanos que leyeron el mamotreto de la Gran Transformación y que votaron apoyando ese programa. Pero además nos dice que hay un poderoso fantasma llamado "consenso de Lima" capaz de derrotar al fantasma de la "coalición paniagüista" e incluso dominar la voluntad del presidente esquivando la influencia de su esposa. Usar la imaginación para engañar a los incautos es un viejo recurso efectista literario, pero ridículo en política.
TIENES EL AJI, PERO EN EL ORTO
ResponderEliminarese maldito judio hijo de puta solo sirve para joder en peru
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