Escrito por Elvis Occ.
En los 90s escribi profusamente sobre las posibilidades de un movimiento nacionalista en Perú. La revista Caretas publicó alguno de mis largos comentarios al respecto. Eran más los que se mofaban de mi certeza que los que sinceramente concordaban con mis apreciaciones de la escena política futura. No sé cómo pero en unos de esos raptos cognocitivos -creo yo- pude ver por encima del bosque y descubrir un claro, un vacío, un nicho sin cacique, sin liderazgo, ni personaje carismático y sin cara conocida siquiera. Si, habia suficiente espacio y material para un movimiento nacionalista que había sido iniciado y abandonado luego por la dictadura velasquista. Las ideas ya estaban desparramadas por ahí. pero no había un caudillo -somos caudillistas, no nos hagamos- no habia un pastor para esas ovejas o si habia uno, este no sabia ni tenia como llegar a las cumbres mas altas de la politica nacional...y apareció Ollanta Humala.
Casi un década después hallé otro claro en el bosque politico peruano pero esta vez no sólo me conformé con escribir sobre él, me decidi a formar parte de esa página de la historia politica local. Cuando muchos no sabían cómo llamarlo o temian nombrarlo tal cual era, se me ocurrió que si era democratico, liberal y con la bandera del peruano emergente no podia ser otra cosa que una renovada forma de derecha. Los siguientes meses fueron una vorágine de ideas, manifiestos y reuniones con la finalidad de consolidar y ocupar tanto material como doctrinariamente ese claro en el bosque.
Hubo pugnas, denuncias, renuncias y demás. Se consolidaron blogs y decenas de cuentas en facebook en favor de la nueva derecha. Twitteros orgullosos de ser de una derecha nueva, popular y hasta chola, aparecieron de un dia para otro. Tuve el placer de leer a más de un columnista identificarse con la derecha, cosa que nunca crei pasaria. Ahora es bacán ser de derecha -me dije-, es cool para los jovenes. Por fin ser de derecha no era politicamente incorrecto. ¿Que paso entonces?
!El maldito piloto automático! No sólo Ollanta Humala o sus predecesores, también nosotros en la derecha popular hemos caido perezozamente en lo mismo. No hay reuniones, eventos, charlas, escritos, ensayos, propaganda, difusión o aunque sea una poca de interés en propalar las bondades de nuestras ideas, conceptos y/o definiciones de derecha. ¡Cuidado! No nos vaya a pasar lo que a los nacionalistas primigenios que fueron sorprendidos por un picaro capitán, el cual llegó de la nada hasta presidente. Ojalá un día no despertemos con la noticia que el piloto automatico fue reemplazado por un "Ollanta" cualquiera. Organizémonos con seriedad y compromiso que la historia nos juzgará, condenará o lo que es peor...nos ignorara sin pena alguna!
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