miércoles, 12 de diciembre de 2012

La revocatoria de Villarán va


Una nueva campaña a favor de Susana Villarán acaba de tener inicio con el nombrecito cursi de "Rostros y voces por el No y en defensa de Lima", encabezada por la ex congresista Anel Townsend. Desde ya debemos señalar el truco publicitario con que se busca engañar a la gente cuando se habla de "la defensa de Lima". Los artilugios empleados por el equipo de campaña de la alcaldesa se han esforzado en tratar de confundir a la gente, haciéndoles creer que tras la revocatoria no hay más que mafias tenebrosas y enemigos de la ciudad que pretenden paralizar Lima. Nada más falso.

Recurrir a la mentira es lo único que le queda a esta inoperante gestión edilicia, que es objetivamente la peor que hemos visto en los últimos 50 años. La pobre Anel Townsend solo ha podido tartamudear y sudar en la televisión ante la pregunta de Milagros Leiva: "¿por qué no revocar a Susana Villarán?". Solo atinó a mencionar una supuesta gran obra llamada "la casa de la mujer" donde se dará auxilio a mujeres golpeadas. Las entrevistas de Anel Townsend en los medios de izquierda resaltan por su ausencia de ideas claras. Usa la misma retórica hueca y los tópicos comunes de la izquierda progre municipal, haciendo referencia a la honestidad de Villarán y a su compromiso con los más pobres. Si así será la defensa de Villarán y de su comparsa de inútiles no necesitarán buenos rostros y buena voz sino algunos vendedores de sebo de culebra del Mercado Central.

Nadie podría defender honestamente la gestión de Villarán. En dos años solo tiene grandes anuncios, promesas a futuro, retórica social, obritas ridículas como escaleras en los cerros y muros de contención. Su tan cacareada "reforma del transporte" es básicamente un psicosocial armado con pura retórica. En los hechos no hay nada. La reciente reinscripción de taxis es un claro ejemplo del nivel de desvarío en el que trabajan en la MML, pues nada ha cambiado en el panorama de taxis. No basta que los taxistas se inscriban y registren los vehículos en un padrón municipal para que la realidad de la ciudad cambie y el servicio de taxis sea "formal". Esta es una estúpida visión de los problemas y de las soluciones.

El equipo de Villarán carece también de un enfoque realista sobre el problema del transporte público. Su solución consiste en transformar genéticamente a los actuales transportistas y convertirlos en seres nuevos, en empresarios que una vez renovados mentalmente podrán reiniciar su actividad agrupados en consorcios. En pocas palabras, es la misma visión comunista del "nuevo hombre" y de la "transformación social" a través de una nueva conciencia de clase. Ya podemos esperar sentados que semejante experimento social funcione. Mientras tanto tendremos que soportar no solo el caos sino la retórica de transformaciones futuras.

A los alcaldes se les recuerda por sus obras. A Belmont se le agradece la gran cantidad de pasos a desnivel que modernizaron Lima, como el del óvalo de Los Cabitos y el tremendo intercambio vial de Javier Prado - Evitamiento - Panamericana. Hubiera podido hacer la vía expresa de Javier Prado si Fujimori no le quita los recursos. Pero lo hizo Andrade, a quien también se le agradece la recuperación del centro de Lima tomada por los ambulantes durante décadas, y que fueron desalojados sin un solo muerto. A Castañeda se le recordará también por la gran cantidad de infraestructura urbana que modernizó Lima y por lo que le ha dejado a Villarán, pues ella solo está aprovechando obras de Castañeda. Pero la verdad es que Susana Villarán carece de la macro visión que se requiere para una gran ciudad capital. Villarán está enfocada en los cerros de la periferia, en el apoyo a los más pobres, a las mujeres, a los gays, etc. 

No hay nada de malo con la caridad y la beneficencia. El problema es que a Villarán no la eligieron para hacer caridad ni beneficencia, y menos con el dinero público. El alcalde de Lima tiene que enfocarse en los más graves problemas de la ciudad capital y resolverlos con realismo y eficacia. Villarán ha paralizado las obras de infraestructura urbana que Lima requiere con urgencia. Todavía existen muchos cruces que esperan ser convertidos en pasos a desnivel o realizar pistas elevadas. El proyecto de elevar la Av. Javier Prado a lo largo de todo San Isidro y conectarlo a La Marina ha sido dejado de lado, como todos los demás proyectos que están simplemente encarpetados. Lima necesita obras de esa envergadura. Y Villarán no da la talla. 

La revocatoria es una acción legítima y plenamente justificada en este caso. No se requiere, como afirman, una gestión corrupta. Basta comprobar la incapacidad de la gestión en su conjunto, pues no se trata solo de Villarán. Cualquier inepto podría tener una gran gestión si tiene un buen equipo detrás, pero no es el caso de Villarán. Todo su equipo padece de una incompetencia patética, rayana en la imbecilidad, siendo los casos más notables los de Eduardo Zegarra y Marisa Glave. No en vano este equipo es responsable de la masacre de La Parada, que es la mayor vergüenza que puede cargar una gestión edil, superando incluso la humillación de La Herradura. Como han dicho por allí, esta gestión municipal es la única que tiene en su haber 4 muertos. Y nadie ha renunciado ni ha sido despedido.

La revocatoria no paralizará Lima porque Lima ya está paralizada. Lo que hará la revocatoria es devolverle algo de dignidad a una ciudad que no se merece el engaño y la desidia de este equipo de segunda. Será un merecido castigo por la vergüenza internacional de La Parada, por los saqueos de Gamarra, y por los días de gran ansiedad que toda la ciudad vivió mientras la alcaldesa estaba en Nueva York. La revocatoria es un acto de dignidad y de rechazo a la improvisación, a la desidia, a la retórica, a las poses de buen samaritano, al engaño de los taxis, etc. Pero sobre todo será una buena advertencia para que nunca más se vuelva a presentar una pandilla de incapaces a tratar de gestionar nuestra ciudad sin tener ni planes ni ideas. Nos la jugaremos con las consecuencias que traiga, y lo haremos sin miedo porque en este momento da exactamente lo mismo que no haya nadie en el Municipio.


3 comentarios:

  1. "Basta de mentiras, Lima está parada, por incapaz, Revocatoria Sí" :D

    José Franz
    Lima

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  2. Muchos conservadores prefieren ocultarnos a los demás la que sería su descripción ideológica más precisa (esto es, la de “conservadores”), para hacerse pasar más bien por “liberales” en un sentido laxo de la palabra, es que esas personas han por fuerza de restringir luego el significado de “liberal” al único sentido que les puede resultar plenamente tolerable desde su mentalidad conservadora: el económico. Y por ello, un conservador, cuando se disfraza de “liberal”, a menudo será distinguible por el mucho hincapié que ponga en el área económica al explicar su ideología, y la escasa atención que preste a otras facetas de la realidad, como la ética (liberal), la tolerancia (liberal), las costumbres (liberales), la apertura de mente o de fronteras (liberal).

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  3. No a la Revocatoria. No a los corruptos que quieren volver a robar las arcas municipales encabezadas por Castañeda y sus secuaces financistas Marco Parra, Luna Gálvez y su ejecutor propagandistico Marco Tulio Gutiérrez con su instituto bamba IPAM que no es más que un instituto especializado para cobrar asesorías con costos sobrevaluados. Marco Tulio es un camaleón politico y fué un traidor del ex- alcalde de Lima Alfonso Barrantes. Marco Tulio es un cobarde que se corre a un debate con Eduardo Zegarra para confrontar su dudosa trayectoria como "asesor" de alcaldes.

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