No hay mejor forma para describir al noventa por ciento de los dirigentes de esa innombrable logia conocida como Sutep (y que sólo representa al 10% de los maestros peruanos), que utilizando los adjetivos que sirven de título a esta nota.
He conversado con muchísimos afiliados a ese brazo de Patria Roja, y lo menos que se puede decir de ellos es que son de una ignorancia sólo conocida entre los ya extintos Procónsules. Un “profesor” de lengua y literatura, refiriéndose a un restaurante en particular, me aconsejó que no lo visitase, pues la comida “es completamente pésima y sumamente carísima”. Comprenderá el lector que sus víctimas –que no “alumnos”– jamás podrán aspirar a ser miembros de la Academia Peruana de la Lengua.
Cada sutepero es más bruto que el anterior, lo que explicaría por qué se niegan a rendir un examen que fácilmente lo aprobaría un niño de primera etapa de –obviamente– una escuela privada.
¿Puede haber alguna duda de su condición de maleantes? Baste saber que pertenecen a un partido comunista cuya doctrina siempre ha sido la de despojar al que produce y eliminar al disidente.
Amen de verlos todos los días quemando llantas, apedreando casas y vehículos, golpeando como los matones que son a transeuntes inocentes, saqueando, asaltando y cobrando “cupos” a quienes desean circular cuando bloquean carreteras. Por comparación, los “Malditos del Cono Norte” aparecen como coros angelicales.
La principal función de los suteperos es mantener en la ignorancia a la niñez y juventud peruanas. Así colaboran con sus pares los comunistas de la CGTP y los infelices de Construcción Civil, que cumplen con el deber de mantener a los trabajadores peruanos en la pobreza, única forma de perpetuarse como “dirigentes”. Un país próspero se hace el uno y el dos en los comunistas.
Que son parásitos, lo son ¿Cómo se calificaría a ese innombrable sindicato que recibe mensualmente un descuento que el Ministerio de Educación hace a todos los maestros…. pertenezcan o no al Sutep? ¿Qué clase de gobernante pusilánime, tetelemeque y estúpido accedió a esa injusticia? ¿Y la derrama magisterial que Paniagua regaló al Sutep cuando pertenece a todos los maestros? ¿Y el millón y medio de dólares que los contribuyentes regalamos anualmente a ese grupete de dirigentes con “licencia sindical permanente”? ¿Qué se necesita para ser realmente un parásito? Ya es tiempo que alguien con cojones liquide al Sutep de una vez para siempre.
ABU partio ha la eternidad pero nos dejo un extenso numero de escritos que en su peculiar estilo nos saco del letargo impuesto por la caviarada y sus camaradas. (2006.12.28 – Correo)
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