lunes, 25 de agosto de 2014

El progresismo comunicorizado


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

La última jugada del progresismo parece un blooper de Chiquito Flores. Si alguien cree que resucitar el refrito de Comunicore cuando Castañeda lidera la intención de voto con más del 50% es una casualidad, es que no conoce al progresismo nacional. No, no es ninguna casualidad que una revistilla semiclandestina del entorno intimo progresista saque un "informe" sobre el relamido caso Comunicore en momentos en que Susana Villarán naufraga en la campaña y la Contraloría señala faltas y delitos en su gestión. De hecho es una manera sutil de lanzarle un salvavidas y un intento sucio de perjudicar al Mudo.

Sucio porque en realidad no tienen nada de qué acusar a Castañeda. Absolutamente nada. Todo es un montaje para engañar a los tontos. Veamos. La carátula lo dice todo. El rostro es de Castañeda y el titular dice Comunicore. Ya está. Es todo lo que la gente ve. Es lo que importa y lo que buscan. Más nada. Aunque los acuciosos aun pueden leer el texto de la carátula y comprobar que la supuesta investigación nada tiene que ver con Castañeda sino con personajes que habrían sido de su entorno. No es lo mismo. Pero eso no importa. Ya la hicieron.

La lógica va más o menos así. Un fulano vinculado a la empresa Comunicore es un acusado de lavar activos del narcotráfico. Comunicore le compró la deuda a Relima, esta le cobró a la Municipalidad de Lima cuando el alcalde era Castañeda. En conclusión Castañeda está vinculado al narcotráfico. ¿Qué le parece? Así funciona la lógica progre.

Si a usted eso le parece una estupidez es porque lo es. Pero esa es la clase de progresismo que tenemos. No se les puede pedir más. El novedoso informe habla de muchas personas y luego afirma que algunas de ellas serían del entorno de Castañeda. Hasta allí han podido llegar. ¿Es eso un delito? No. ¿Es una falta? No. ¿Es un pecado? No. ¿Qué es? Tan solo una estupidez. Ahora resulta que Castañeda tiene que responder por lo que habrían hecho personas de su entorno. Hasta la alcaldesa Susana Villarán ha salido muy oronda a decir que Castañeda debería salir a responder. ¿Sobre qué? No se sabe. Al parecer quieren que Castañeda responda por sus conocidos.

Por supuesto que el refrito de la revista "Poder", que nadie conocía hasta esta semana, no hubiera tenido ni la atención de las moscas si no fuera porque toda la red progre la rebotó de inmediato: IDL, utero.pe, La Mula, etc. Incluyendo por supuesto columna y programa radial de Rosa María Palacios dedicado al tema. La desesperación es tal que ya no saben qué inventar y hasta han empezado a mentir, para variar. RMP está incontrolable en la radio. 

Para empezar en el affaire Comunicore el Municipio no se perjudicó en un ápice, tal como lo han ratificado los peritajes técnicos. El Municipio le debía 46 millones a Relima y al final se le pagó 36. Se le iba a pagar en 10 años (una deuda que era ya de hacía diez años) pero al final se le pagó al contado, con lo cual el Municipio se ahorró unos cuantos millones de interés. En suma el Municipio no se perjudicó por ningún lado. Eso ya está establecido así por los peritajes contables y financieros. El Municipio debía y pagó. Punto. ¿Qué hicieron con ese dinero las empresas Relima y Comunicore? Es asunto de ellos.

El caso está siendo investigado pero lo que el progresismo busca desesperadamente es vincular a Castañeda con el tema. No han podido hacerlo de ningún modo pese a sus esfuerzos. No tienen manera de vincularlo. No hay nada. Solo les queda apelar a su muy recurrida "teoría del autor mediato". Todo lo que tienen por ahora es una frase que ya suena estúpida: "¿cómo no iba a saber lo que estaba ocurriendo?". Claro que esta gente no tiene ninguna idea de lo que es gestionar el Municipio de Lima. Nunca han gestionado ni una oficina de mando medio con diez empleados. Ellos creen que gestionar la MML es como manejar la bodega de la esquina y que uno tiene que saber todo lo que ocurre en todas las oficinas y encima ocuparse de las obras. 

La MML bajo la gestión de Castañeda estuvo en proceso de saneamiento de cuentas. Se saldaron muchas deudas, más de 150 deudas viejas, unas con sentencia judicial, y algunas se pagaron al contado. ¿Tenía que saber Castañeda cómo se manejaban cada una de esas deudas? Según algunos, si. Pero eso es algo bastante difícil en la realidad. En todo caso eso solo sirve para la especulación dentro del penoso discurso de "todos roban". Este asunto de Comunicore es un cacareo del progresismo que no tiene cuándo acabar y que sin duda nunca acabará, como es su costumbre, y será utilizado para arrojar la basura con ventilador. La campaña sucia de la izquierda ha empezado. 

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