lunes, 15 de julio de 2013

Un gabinete de cositos


Escribe Dante Bobadilla Ramírez

El último caso de chuponeo ha confirmado al país lo que ya era un secreto a voces: que quien manda en este gobierno es la Primera Dama Nadine Heredia. Pero algo más nos revela este audio: que el Gabinete que preside el señor Juan Jiménez Mayor es en realidad un gabinete de cositos, donde los ministros -incluyendo el ceñudo Ministro de Defensa Pedro Cateriano- solo saben bajar la cabeza ante la autoridad de la Primera Dama. En el audio se escucha claramente que Cateriano le dice a su interlocutor que la Primera Dama ya le dio "luz verde" para hacer gastos.

¿A alguien le sorprende esto? Creo que la gente ha reaccionado con cierta indignación por comprobar lo que ya todos sospechaban. Una cosa es sospechar y otra tener la evidencia en frente. Y por una parte me alegra que haya sido Pedro Cateriano el chuponeado porque hace rato que se le había subido los humos en el cargo, al punto de practicar el innoble oficio de cuestionar y acosar a su antecesor, pero no al inútil de José Urquizo sino a una personalidad de la talla de Rafael Rey. Cateriano ha tenido incluso la bajeza de negarle al ex ministro Rey la asesoría legal que por ley le corresponde para afrontar esos juicios de los que ningún funcionario público de este tenebroso país se libra. El ruin Cateriano es ahora el arruinado.

Pedro Cateriano es además el peón que Mario Vargas Llosa colocó en el gabinete de cositos presidido por esa insignificancia progresista que es Juan Jiménez Mayor, apodado "Menor". Si ya para el Perú resultaba humillante soportar en el gobierno a un pobre sujeto como Ollanta Humala, limitado en extremo y en todo sentido, no puede ser más vergonzoso tener un gabinete presidido por un abogado "experto en derechos humanos", sin más oficio que la burocracia papeluchera y segundón del gran caviar Diego García Sayán. 

Sin duda Ollanta Humala no sabe lo que el Perú necesita para salir del subdesarrollo. Mientras en Chile el presidente Piñera nombraba un gabinete lleno de ingenieros y empresarios, acá nos imponían un gabinete de abogados y burócratas. Esa es la diferencia entre un país que asume con claridad el reto de alcanzar el desarrollo y otro que se conforma con cosechar aplausos en las plazas regalando programitas sociales. El chuponeo ha estado bien dirigido y ha sacado a flote la realidad de la mediocridad que hoy nos gobierna. Eso hay que agradecérselo a Mario Vargas Llosa y a los huachafos de la derecha pituca.

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