martes, 9 de julio de 2013

La mentalidad española en el origen de la crisis


Por Mónica Mullor

Un Estado-niñera, controlador, interventor y protector, es lo que desean los españoles. Y lo digo con los resultados del estudio Values and Worldviews, que la Fundación BBVA ha realizado en diez países europeos. Dichos resultados muestran que la población española es la más estatista, aspira a que el Estado se encargue de proporcionarle no sólo todo tipo de seguridades y servicios esenciales, sino amplios derechos... y ojalá mucho más.

Este es el legado de los años de populismo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien hizo que los españoles olvidasen la relación existente entre deberes y derechos, entre esfuerzo y resultado, y quien, con su política de prometer derechos a destajo, hizo que los españoles olvidaran la fuente del desarrollo y la prosperidad: el trabajo y el esfuerzo.

Escribe Pablo Molina: "La encuesta coloca a los españoles en la cima de los aprovechados vocacionales, firmemente dispuestos a vivir mejor incluso en tiempos de crisis pero siempre que sea a costa de los demás". Y así ha sido como España ha llegado a la situación en que está: endeudada y desacreditada.

A continuación doy cuenta de alguno de los resultados del referido estudio:

La población española, la más intervencionista

Frente a un promedio europeo que va del 55 al 65%, entre el 77 y 86% de los españoles creen que el Estado debe desempeñar un gran papel en los ámbitos normalmente relacionados con el bienestar (sanidad, educación o pensiones). También lo quieren muy presente en otras áreas, por ejemplo en el control de beneficios, precios y salarios. Los españoles partidarios de este Estado tan ubicuo son porcentualmente el doble que la media europea. En otras palabras, los españoles aspiran a tener un gran Estado-niñera, controlador, interventor y protector.

Los españoles quieren más Estado del Bienestar

Una gran mayoría de la población española quiere que se mantenga el actual modelo de Estado del Bienestar, a pesar de que está en quiebra. Defienden un aumento del gasto público para salir de la crisis, y predomina la preferencia por un amplio sistema estatal de seguridad social (81%, frente al 66% del promedio europeo). Quieren que se incremente el gasto público en sanidad (78%), en atención a discapacitados (75%), mayores (73%) y desempleados (69%); en educación (65%) y en investigación científica (62%), con mayorías muy por encima de la media europea. Mientras el 39% de los europeos está de acuerdo en hacer ajustes para cuadrar las cuentas públicas, en España sólo el 2,1% defiende los recortes de gasto público (políticas de austeridad) para reducir el déficit y la deuda, frente a un 59% que está por mantener o aumentar el gasto público. Así, la población española es la que menos se inclina por hacer ajustes para combatir la crisis.

A los españoles no les gusta que se recompense el esfuerzo

En general, los europeos aprueban que haya diferenciación en los ingresos a partir del esfuerzo individual, percepción que se acentúa en países como Dinamarca y Holanda. Sin embargo, los españoles se alejan del promedio europeo: un 55% aboga por unos ingresos más equilibrados, con independencia del esfuerzo personal, frente al 42% que cree que los ingresos deberían diferenciarse en función del esfuerzo.

Finalmente, los españoles son los más dispuestos a organizar algaradas callejeras en defensa del denominado Estado del Bienestar y a culpar de todo lo que les pasa al capitalismo.

Por eso están los españoles como están...

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