viernes, 29 de marzo de 2013

Servicio Militar Obligatorio contra las cuerdas


Cierto sector que se considera liberal ha puesto el grito en el cielo contra el Servicio Militar Obligatorio porque estima que vulnera su doctrina fundada en la libertad. Creen firmemente que en este mundo nada debe ser obligatorio. En el mismo sentido se ha manifestado la izquierda, declarando que se vulnera la libertad consagrada en la Constitución y atenta contra los DDHH. También se han sumado los luchadores contra la discriminación porque entienden que la ley discrimina a los universitarios de aquellos que siguen estudios técnicos. Y aun están quienes afirman que la ley solo obliga a los más pobres a prestar el servicio.

En todas las argumentaciones se pueden leer falacias notables, desde las planteadas por la derecha seudo liberal hasta la izquierda derechohumanista y antidiscriminatoria de clara y conocida tendencia anti militar. En este sentido podemos decir que los extremos se unen. Con excepción de los liberales anarcocapitalistas, el liberalismo entiende que se requiere un Estado mínimo para poder vivir civilizadamente como nación y país. Por tanto, la existencia de un Estado implica aceptar un número de obligaciones para los ciudadanos, tales como pagar impuestos y respetar la ley y la autoridad en un régimen democrático. No es pues posible vivir en una sociedad civilizada sin admitir obligaciones.

Quienes rechazan el SMO por "atentar contra la libertad" actúan simplemente como fanáticos de una fe, no como liberales. La existencia de un Estado implica usualmente la existencia de FFAA, y por ende, la de tropa regular y preparada, lo cual es una garantía para la seguridad de toda la nación. Hay países donde el servicio militar es tan obligatorio del cual no se escapa nadie, como ocurre en Israel por razones propias de su situación histórica. Y nadie puede acusar a Israel de ser un país donde la democracia y las libertades se encuentren amenazadas. Por consiguiente, ningún liberal puede negar la necesidad de un servicio militar que bajo ciertas condiciones podría hacerse obligatorio para todos o ciertos ciudadanos.

En el Perú las FFAA han sido sistemáticamente satanizadas por la izquierda durante el último medio siglo. En el inicio de las aventuras marxistas la izquierda definió a las FFAA como "fuerzas represivas al servicio de la oligarquía y el imperialismo". Durante la guerra contra el terrorismo la izquierda presentaba a las FFAA como "violadores sistemáticos de DDHH" y esta es la imagen le imputan hasta hoy. De hecho la izquierda no tiene motivos para simpatizar con las FFAA porque fueron quienes los combatieron y detuvieron en su demencial aventura marxista bajo todas sus formas. Es fácil entonces entender por qué la izquierda se opone al SMO.

No vamos a negar que el SMO en el Perú adolece de muchas deficiencias, como todo lo que está a cargo del Estado. Las condiciones del SMO deben mejorar, pero eso no es argumento para oponerse al SMO. Hay que exigir que las condiciones mejoren, sin duda. Algunos proponen pagarles un sueldo mínimo a los reclutas. Eso dependerá de la caja fiscal. Pero no hay que olvidar que el recluta no solo presta un servicio sino que adquiere una preparación que le servirá en adelante de muchas formas. Es además alojado, vestido, alimentado y cuidado por la institución. Todo eso también tiene un costo. Es preciso dotar a los licenciados de las FFAA con mayores ventajas para la vida civil, como convenios con universidades o institutos tecnológicos. Eso es más fácil de hacer.

Respecto de si solo los más pobres están destinados a este servicio ¡tanto mejor! De este modo el costo que significa preparar a estos reclutas estará mejor destinado. ¿Qué otras opciones tiene el pobre? No muchas, y generalmente ninguna. Y si las FFAA pueden ofrecerle opciones a alguien que no tiene ninguna ¿por qué oponerse? No se les está causando ningún daño. Todo lo contrario. Así que toda esa histeria desatada en contra del SMO porque "atenta contra los más pobres" no tiene ningún sentido. Peor aun: es un disparate total, producto de la ignorancia y la mala fe.

El sorteo está hecho para que cualquier persona pueda ir al SMO. Pero obviamente si alguien se pone en sus trece y decide no cumplir ¿qué se hace? Solo quedan dos alternativas cuando se infringe una obligación con el Estado: se le mete preso o se le multa. Y la multa no es poca en este caso. No se puede decir pues, sin faltar escandalosamente a la verdad, que el SMO está diseñado para que solo los más pobres hagan el servicio. Ojalá fuera así para destinar mejor el costo de esa preparación, porque quienes luego tienen la opción de ir a una universidad probablemente desperdicien lo aprendido en las FFAA. 

Lo ideal sería que el servicio sea voluntario. Existe esta opción, pero las FFAA tendrían que promocionar el servicio como se hace en otros países, mostrando las ventajas y los atractivos que tiene. Evidentemente primero hay que hacerlo atractivo. Este es un esfuerzo que aun queda por hacer. Pero lo que no debemos hacer es sumarnos a una campaña de satanización del SMO y engañar a la gente con información falsa. El testimonio de la gran mayoría de personas que ha pasado por el SMO es positivo. Se trata de una gran experiencia para la mayoría y una experiencia que ayuda mucho, especialmente a los más pobres, aquellos que crecen en un ambiente desestructurado, sin valores ni horizontes. En tal sentido, el SMO es también un apoyo real que las FFAA pueden ofrecer a los más pobres.

jueves, 28 de marzo de 2013

El acoso de las AFPs por el Estado


Hay una profunda incoherencia en que unos burócratas asalariados que jamás han hecho empresa ni generado empleo alguno hagan leyes laborales. Del mismo modo resulta curioso que se preocupen tanto del sistema privado de pensiones y nunca se ocupen del desastre de la ONP en manos del Estado. Parece que ya debemos pensar en candados constitucionales para impedir que una plaga de burócratas progresistas atenten contra la realidad del mercado, de las empresas y los trabajadores. Desde su creación, las AFPs han estado bajo el acecho del progresismo y en la última década no han cesado los intentos por reformarla. Incluso la Gran Transformación soñaba con eliminarlas al estilo argentino, donde el Estado progresista de CFK le robó sus aportes a millones de trabajadores, lo cual fue celebrado por la peste progresista que domina esa nación.

Lo que el progresismo no tolera ni perdona es que unas empresas privadas ganen tantos millones. Cada vez que escuchamos al congresista Jaime Delgado debemos volver a oír el cansado argumento de los millones que las AFPs vienen ganando. Eso les parece simplemente insoportable. Con esa obsesión en mente, el progresismo nacional viene inventando en la última década diversas formas para afectar las comisiones de las AFPs. Se han vuelto creativos y originales con sus propuestas. Llegan a engañar al público aduciendo que lo que quieren es defender a los afiliados. JDC propuso una especie de sindicato de afiliados que tenga voz y voto en los directorios de las AFPs para decidir dónde se invierte la plata. 

Obsesionados con la rebaja de las comisiones inventaron un circo que atenta contra el libre mercado y crea un monopolio a favor de una nueva empresa chilena, que será en adelante la que recepcione a los nuevos afiliados. Lo que también atenta contra la libertad de decisión del ciudadano porque uno debería tener la libertad de decidir a qué AFP quiere ingresar. Todo este desbarajuste anticonstitucional que ya fue recusado en el TC se produce tan solo por la obsesión progresista de afectar las comisiones de las AFPs y así evitar que ganen. La obsesión progresista le va a costar más caro a todos.

El último mamarracho creado por el progresismo de la SBS dirigido por Daniel Schydlowsky Rosenberg ya se pasó de autoritario al obligar a todos los afiliados a cambiarse de sistema de comisiones. Lo peor de todo es que el nuevo sistema le mete la mano al fondo previsional el cual es intangible. Al final nadie sabe cuál de las comisiones será más favorable para los afiliados. Lo inadmisibles es que una élite de progresistas con fiebre anti empresarial se tomen tantas libertades para zarandear un sistema que camina perfectamente bien. Ya es hora de que el Estado se ocupe de sus problemas y deje en paz a las AFPs. 

miércoles, 27 de marzo de 2013

LIBRO: Nueva Derecha Popular. DERECHA CHOLA!


Esto es un fragmento de un libro que escribi con el fin de contribuir al desarrollo de una nueva Derecha, una Derecha popular, una derecha Chola. Deben saber que el Catedratico Dante Bobadilla contribuyo de gran forma para que este proyecto salga adelante, mi agradecimiento. Esta edicion contiene algunas fallas de impresion propias de nuestro apuro por verlo nacer pero el contenido esta intacto. Les suplico su comprension. Gracias!

"...De un lado estaba esa minúscula pero poderosa y privilegiada casta empresarial fenicia que no tenía la menor intención de invertir sumas importantes (a duras penas reinvertían) en otros rubros pero sin embargo estaban decididos en obtener jugosos subsidios corporativos. Y del otro lado de la vereda estaban los consorcios extranjeros pagando céntimos por hacernos el favor de explotar recursos energéticos, madereros y mineros con mano de obra baratísima. Qué mejor escenario para que el Gral. Velasco se irguiera fácilmente como el justiciero. Derrocó al Presidente electo Fernando Belaunde, expropió la refinería de Talara y pedaceó las inmensas haciendas existentes, con una Reforma Agraria socialista, amén de otras medidas y reformas populistas que ni el mismísimo Fidel Castro lo pudo creer al enterarse. Me atrevería a decir que la medida no era necesaria pero sin embargo fue innecesariamente desmedida.

El Gral. Velasco le arrebató la bandera populista y reivindicatoria a los grupos izquierdistas peruanos, dejándolos sin discurso alternativo o argumento contestatario e inclusive obligándolos a ceder protagonismo y representación ante los países de la Cortina de Hierro. No fue sorpresa ver que un importante sector de la izquierda local se plegara a la política socialista de los militares.

Hoy en día los politólogos e historiadores debaten si tal estrategia y posterior implementación fue meramente política o en verdad contenía una honesta convicción socialista. Irónicamente a causa de las reformas agrarias y mineras, los poderosos grupos económicos locales, se vieron en la necesidad de ahora si diversificar sus inversiones o en el peor de los casos sacar sus inversiones del país en lo que se denomino “fuga de capitales”. La industria manufacturera y de servicios, apareció como el negocio rentable de los que veían en la política nacionalista con estrategia socialista, una oportunidad de resarcirse de lo perdido.

El general Juan Velasco Alvarado creó y bautizó, añadiendo el nombre del Perú como sufijo obligado, a las empresas estatales. Gracias a esa obsesión nacionalista tuvimos docenas de empresas “Perú” como Aeroperú, Electroperú, Mineroperú, SIDERPERU, ENTURPERU, etc. EL gobierno militar dejó en herencia más de 150 empresas públicas. Demasiado para lo que el Estado podía manejar eficientemente. El Perú pudo conocer en carne propia lo absurdo que es tener empresas estatales. Es un contrasentido total porque el fin de una empresa es ganar dinero, pero el propósito de las empresas estatales del “Gobierno Revolucionario de las FFAA” no era ganar dinero sino prestar servicios de bajo costo. A nadie le importaba el balance final de la empresa. En la mentalidad de izquierda el fin último de una empresa estatal es el “bien social”. Bajo esta mentalidad el Perú llegó a acumular pérdidas de las empresas estatales que equipararon la cuantiosa deuda externa. 

Si bien la deuda externa peruana alcanzaba en esos días ochenteros de Alan García los 25 mil millones de dólares, por el otro lado sumábamos una cifra similar en pérdidas acumuladas de estas empresas “Perú”. Adicionalmente, el servicio que ofrecían era muy deficiente y la corrupción alcanzaba ribetes de escándalo. La instalación de un teléfono domiciliario a cargo de la CPT y ENTELPERÚ tardaba cinco años. La única alternativa rápida dependía de estar en una “zona con suerte” y coima de unos 2 mil dólares al funcionario responsable. Yo tuve un amigo que alcanzó a ocupar uno de esos puestos clave en la Compañía Peruana de Teléfonos y su fortuna creció de forma exponencial a base de las coimas que cobraba por instalar teléfonos. Compró una enorme casa, autos y viajaba a Las Vegas en cada cumpleaños. Nunca hubo tanta corrupción en el Perú como en la época de las empresas públicas. Y todo eso fue el legado del gobierno socialista de Juan Velasco Alvarado."
Elvis Occ/Nueva Derecha Popular

www.elvisocc.org

martes, 26 de marzo de 2013

Más histeria anti discriminación


Vivimos un nuevo capítulo de la inagotable miniserie nacional "no a la discriminación", donde se pone de manifiesto la más fina sensibilidad para reconocer, en cada palabra y gesto, un potencial indicio de discriminación a cualquiera de los iconos intocables que el progresismo nos ha impuesto, ya sean los homosexuales, los afros o andinos. Los demás no importan. Aquí se puede insultar a un ex presidente, enlodar a cualquier político llenándolo de denuncias sin fundamento, abrir procesos de investigación sin más motivos que la venganza, se pueden pisotear honras alegremente, hasta se puede agraviar al Arzobispo de Lima y emplear etiquetas estigmatizadoras como "mafiosos y corruptos" sin que nadie se ofenda ni salga en defensa de los sectores aludidos. La hipersensibilidad hipócrita del progresismo está únicamente referida a ese sector de intocables que son los gays, los afros y los andinos. Ocasión que es aprovechada por los medios y políticos mediocres para hacer su propio show y posar como gente correcta y sensible.

El motivo del último ataque de histeria antidiscriminatoria ha sido un avisito que busca recepcionista y donde se exige "tez clara" como uno de los requisitos. Esto ha sido suficiente para que de inmediato la hermandad progresista de defensores de la igualdad y los histéricos antidiscriminación pongan el grito en el cielo exigiendo actuar a la Santa Inquisición, preparar las piras y quemar a los impíos que han osado ofender los sagrados principios de la igualdad. No hace falta decir que detrás de toda esta manada de histéricos han aparecido todos los funcionarios públicos, desde el inútil y decorativo Ministerio de Cultura hasta el incompetente Ministerio de Trabajo, para acompañar el griterío antidiscriminación.

Lo curioso es que los comentarios que se leen al pie de la noticia en la web abundan en ataques al dueño de la empresa contratante. Ataques que por supuesto hacen referencia a la apariencia y procedencia andina del dueño de la empresa, recordando que se trata de un serrano que parece una papa. Así es como reaccionan los indignados y sensibles militantes progresistas de la cruzada anti discriminación.

Pero además es una lástima que en este país las autoridades se pongan al servicio de estos escándalos y se sumen a la histeria en lugar de poner paños fríos y sentar las bases de la racionalidad y la sensatez. La cobardía es ya característica en estos funcionarios públicos que andan más preocupados por su puesto y perfil político que por ejercer una función orientadora. La cosa es muy simple. Si alguien busca una recepcionista es obvio que exija el perfil de una mujer atractiva, según los criterios culturales de nuestra sociedad, y no necesariamente según lo que le gusta al dueño de la empresa. Lo hace para que la gente que llega inicie el contacto con una primera impresión agradable. Ese es todo el objetivo que debe cumplir una recepcionista. Ergo, la apriencia cuenta. No se trata de una empacadora de espárragos. Si hay que culpar a alguien por los gustos culturales tendría que ser a nuestra sociedad, no a quien define el perfil del puesto. 

Estamos en una época en que la prensa vive del escándalo y cada día busca montar uno. Todo sirve. Y muy en especial si cuenta con el apoyo de este ejército de progresistas fanáticos de la anti discriminación para quienes cualquier gesto banal es un buen motivo para sus cruzadas histéricas. 

La eterna estupidez de la izquierda


Por: Felipe Cortijo Medina 

Hay algo insano en la enervada campaña contra la facultad presidencial de otorgarle el indulto humanitario al ex presidente Alberto Fujimori, víctima de un cáncer a la lengua. Hay algo ruin, de bajo fondo, de mala entraña en esas encendidas opiniones contra el indulto, en contraste con la mayoría de la gente que lo tiene muy claro: Fujimori se merece el indulto. Equivocado o no, Fujimori cumplió con el encargo recibido de manos del pueblo peruano: rescató al país de su peor crisis histórica y además nos dejó abierta la senda del desarrollo. 

No tienen sustento legal las posiciones contrarias a la tradición, la doctrina y espíritu de la gracia presidencial consagrada en nuestra Constitución. Tampoco tienen sustento moral alguno. Básicamente es la izquierda nacional la que se opone al indulto dejando de lado sus poses a favor de los derechos humanos. Los promotores de la sensibilidad humana han hecho cargamontón para oponerse a un simple gesto político y humanitario que el ex presidente Fujimori merece recibir, por su condición de ex mandatario, su avanzada edad y su situación delicada de salud. 

La izquierda peruana muestra una vez más sus verdaderas entrañas en este caso. Apelando a una necia incongruencia moral, a una miserable mezquindad política y a un cinismo histórico, intenta impedir a toda costa el indulto, aun sabiendo que para Alberto Fujimori ya no existe ningún futuro político personal. La justicia ya hizo lo suyo. Bien o mal ha obrado y condenado. Ya no cabe seguir discutiendo lo que ya es cosa juzgada. Ahora solo cabe el indulto para que Alberto Fujimori pase los últimos días de su vejez en casa. 

La izquierda es un sector que juega mucho con los simbolismos. Bastaría que Fujimori retorne al amparo de su familia para que se destroce aquel hermoso origami socialista, ese tigre de papel maíz que es la izquierda y su proyecto. Fujimori es algo más que un simple mortal para la izquierda. Es el símbolo de la derrota del comunismo en nuestra patria. Estuvo destinado a ser el cirujano social que extirpó el tumor terrorista de la izquierda. Por ello el socialismo nunca perdonará a Fujimori el haberlos exterminado. No quieren que sobreviva a la cárcel, no lo soportarían. 

Y entonces aflora el rencor de la izquierda, ese conocido “odio de clase” que ahora se dirige contra una sola persona. La izquierda peruana ha incubado por años una miseria de ideas. Sus valores perturbados han larvado sus cerebros por seguir una doctrina nefasta. Y viven hoy una tremenda frustración política al ver fracasados sus proyectos a nivel mundial. Eso tiene un nombre, ellos mismos lo intuyen, es sencillo de entender, se llama estupidez política. Y es algo en lo que aún persisten.

lunes, 25 de marzo de 2013

Los defensores de la vida


La marcha más significativa de estos días ha sido la convocada por el Arzobispado de Lima denominada "Marcha por la vida", pero que en realidad es una marcha contra el aborto exigiendo que este sea penalizado. Ha sido indudablemente multitudinaria. Se calcula que marcharon unas cien mil personas y estuvo encabezada personalmente por el cardenal Juan Luis Cipriani, quien dio un mensaje para cerrar el acto. De este modo la Iglesia pretende influir e imponer su criterio moral para que el Estado legisle penalizando el aborto. Un tema bastante complejo relacionado fundamentalmente con la libertad individual de la mujer y el manejo de su propia vida en tanto mujer. Sin embargo, las religiones han reducido todo a la beatería y la defensa de una abstracción llamada "vida". Es muy poco comprensible que la vida en abstracto sea más importante que una vida real y concreta, o sea la vida de una mujer y su destino personal. 

Quienes defendemos la libertad individual rechazamos por principio la intromisión del Estado en la vida de las personas. Es preciso defender la libertad de toda persona a tomar sus propias decisiones. Rechazamos que el Estado tome las decisiones que solo le competen a las personas como dueños de su destino. Los liberales no podemos criticar la intromisión del Estado en la vida económica y aplaudirla cuando se mete en la vida íntima o en la construcción del destino individual de la mujer. Solo la mujer sabe qué decisión debe tomar de acuerdo a su circunstancia concreta como individuo, y eso es lo que respetamos en primer lugar.

Nuestra posición no es a favor del aborto sino a favor de la mujer. Estamos por la defensa de la mujer y de sus decisiones como persona libre. Nadie puede obligar a una mujer a asumir un destino que no ha elegido y que no quiere o no puede afrontar.  Suena muy bonito defender "la vida". Pero la vida real tiene muy poco de romántico. Tiene riesgos, consecuencias y costos que la beatería no ayuda a afrontar en lo más mínimo. En este mundo ya hay suficientes madres adolescentes, mujeres y niños abandonados, y demasiada miseria para ser un romántico "defensor de la vida" exigiendo cárcel para los pecadores que infringen los sagrados valores de la Iglesia. Esas épocas ya pasaron.

También rechazamos los actos de intimidación de las iglesias y su intromisión en el Estado. La religión debe predicar sus principios pero no interferir en el Estado para penalizar la conducta de las personas de acuerdo a sus valores religiosos. Aun hay países donde las iglesias han logrado, por ejemplo, que el Estado prohíba la venta de licor y carne en los días de Semana Santa. Hasta hace muy poco en Chile la Iglesia impedía que el Estado permitiera el divorcio. Debemos procurar que las iglesias no nos dicten la ley. Eso es propio del oscurantismo, algo que ya tendríamos que superar. La misión de los liberales es limitar el poder del Estado tanto como el de las iglesias. La amenaza para el individuo es exactamente la misma.

domingo, 24 de marzo de 2013

Politiquería callejera se pone de moda


Ya no es la izquierda la que toma las calles en estos días. No son las incontables organizaciones de base ni las asociaciones populares ni los comités barriales ni los frentes de defensa, ni ninguna de las mil formas de agrupación que la izquierda ha inventado para decorar sus pancartas y banderolas y marchar por las calles en demanda de algún privilegio mal llamado "derecho", o para intimidar a sus "enemigos de clase" rechazando por ejemplo la revocatoria de la alcaldesa Villarán, o simplemente para hacerse notar agitando consignas alrededor de temas tan nobles como gaseosos, ya sea el medio ambiente o el agua. 

Otros sectores han copiado el mismo estilo de la izquierda y se han ido a tomar las calles para manifestarse como si se tratara de un carnaval, un corso de fiestas patrias o la llegada de un circo popular. Sin duda se trata de una forma primitiva de hacer política. Las marchas pertenecen a épocas romanas y su mayor y único sentido sigue estando en el ámbito castrense. El desfile de las tropas era y es un aviso de advertencia al enemigo. Las marchas tienen por objeto lucir la organización de las milicias, su equipamiento y valor. Eso no ha cambiado en nuestros días. Las tropas hitlerianas eran de las más sofisticadas en sus demostraciones y alardes públicos. Más tarde los seguirían las tropas soviéticas y hoy los chinos y norcoreanos.

Las marchas en el mundo civil fueron empleadas por los fascistas que marcharon sobre Roma. Pronto fue el signo distintivo del comunismo, fundamentalmente del sindicalismo obrero y luego el gremio estudiantil. Pero el único sentido de las marchas civiles fue la protesta contra las dictaduras, pues no había otros canales para expresarse y manifestar las ideas. Quienes vivimos bajo dictaduras alguna vez fuimos parte de una marcha. 

En cambio en épocas de democracia, en plena vigencia de las libertades y con una prensa libre las marchas no son más que payasadas. Suelen ser convocadas por activistas, ONGs y fanáticos de causas nobles y justas, de esos que abundan en estos días, y que solo buscan dar a conocer sus ideales excéntricos. Incluso hay grupos de delirantes y desquiciados como las Pussy Riot que gustan de exponerse desnudas, según ellas en signo de protesta. Y es que en estos grupos lo simbólico llega a ser lo más importante. Desde luego que el mundo real suele ser indiferente con esta clase de expresiones extravagantes. En el mundo real, viviendo en democracia y libertad, las marchas nunca cambiarán nada. 

viernes, 22 de marzo de 2013

El inteligente voto limeño



Por: Felipe Cortijo Medina

Atribuirse el triunfo del No por la astucia maquiavélica de determinados actores políticos es francamente risible. Es ridículo creer a estas alturas que el PPC y PPK hayan sido los motores del impulso final del voto de la ciudadanía hacia el No. Nadie pudo prever el desenlace que ya ha pasado a ser uno de los fenómenos políticos más importantes de los últimos años en Lima. El voto limeño no pudo ser  direccionado tal como se dio, nadie pudo influir en esa decisión de marcar 19 veces No a la izquierda de la cédula y 20 veces Si a la derecha de la misma, fue un voto pensante.

Me río sobremanera de la ingenuidad de uno y otro bando, y ya se vuelven a ver las actitudes de soberbia y autosuficiencia en Lourdes Flores, Raúl Castro, y también de la inefable Susana Villarán. Si algo queda claro es que no han aprendido absolutamente nada de esta insólita e inesperada experiencia. La necedad en política termina por sepultar los deseos de alcanzar el poder. Ahí vemos a Julio Cotler aconsejando un reacomodo de las fuerzas comunistas con miras al 2014, y lo más absurdamente torpe, lanzar de candidata a Marisa Glave, la generadora de toda la debacle de esta administración municipal, ¿se puede ser más necio en alguien que se declara científico social?, ese es un acto clamoroso de miopía prejuiciosa, no soporta un examen.

Pero lo peor no es esto. Se intenta reconstruir (yo diría experimentar) la administración del nuevo gobierno municipal metropolitano con un gobierno de “ancha base”, idea lanzada al aire como globo de ensayo para ver la reacción de ambos lados. Increíblemente, la que se muestra reticente a este experimento es la misma Susana Villarán, quien alega que sea demasiado pronto para decidirlo, es más, para ella la ciudadanía “no se ha mostrado descontenta con su administración”, sino todo lo contrario, le ha dado un voto de confianza.

Por más que parezca absurdo, la clase política esta convencida, a pesar de todos indicios, que las campañas se limitan a publicidad y dinero para convencer a la gente. Hasta hoy no se ha hecho una real autocrítica de todo su desempeño en este proceso electoral, ninguno de los dos bandos contrarios lo ha hecho. Y es que lo primero que deberían tener en cuenta es que ninguno de los dos consiguió su objetivo, ninguno pudo preveer el resultado del 17 de marzo, pero ya no se puede ir en contra de la estulticia de los políticos, finalmente se celebraron pírricas victorias.

El voto limeño en la revocatoria fue un voto pensante, inteligente, Lima no es provincia, no se deja llevar fácilmente por consignas políticas, no son masas adoctrinadas como las de Gregorio Santos y el ex cura Marco Arana. Lima, léase bien, fue el último reducto de la lucha contra el terrorismo, estamos conscientes y somos especialmente susceptibles a las demostraciones de violencia, y a los que apoyan o la practican. El voto del 17 de marzo fue un voto contra la absurda administración de algunos políticos vinculados directa o indirectamente a la violencia política. El ciudadano reconoce en Marisa Glave y Eduardo Zegarra (además de la propia Villarán) a dos responsables de las consabidas políticas progresistas que llevaron a una situación de hartazgo. Han estado a solo un paso de ser echados de la manera más vergonzosa, con a una alcaldesa que nunca supo gobernar con prioridades y medidas realistas. Después de todo es una alcaldesa netamente caviar.

jueves, 21 de marzo de 2013

El despelote progresista de las AFPs


El caos generado por estos días en las puertas de las AFPs nos da un ejemplo más de los niveles del absurdo al que puede llegar la realidad en manos de una nube de iluminados progresistas que pretende tomar decisiones por cuenta de la población, supuestamente preocupados por su bienestar. No hace falta ir a Venezuela para ver cómo una sociedad colapsa cuando es el Estado el que toma las decisiones de mercado que corresponden a los ciudadanos. Por ahora basta con ir a la puerta de cualquier AFP y ver el caos provocado por genios como Daniel Schydlowsky y otros insignes representantes del progresismo nacional que emprendieron una reforma del sistema privado de pensiones con el único propósito de afectar las ganancias de las AFPs y no beneficiar a los ciudadanos, tal como afirman mintiendo.

Ya hemos explicado el origen de esta patética reforma en nuestro anterior artículo. Hoy solo nos queda destacar la opinión de la gran mayoría de economistas y expertos en el tema, quienes sostienen que la reforma es esencialmente insulsa, pues para el ciudadano no significa mayor diferencia. Lo que es peor, nadie sabe si en el futuro le favorecerá o le perjudicará. La mayoría sugiere ser prácticos y elegir si lo que queremos es tener más plata en el bolsillo ahora o cuando se jubilen. Al final la comisión hay que pagarla de todas formas. Sea del sueldo o del fondo, pero hay que pagarla. Y nadie, repito ¡nadie! puede saber si en el futuro la comisión por saldo será mayor o menor para el ciudadano. ¡Ni Mandrake sabe eso!

Lo peor de todo es que los genios de la SBS, presididos por el progresista Daniel Schydlowsky, se tomaron la libertad de decidir por la gente y pasarlos a todos a la comisión por saldo si es que los aportantes no hacían la gestión para expresar lo contrario. ¿Por qué nuestros inútiles e incapaces congresistas no detuvieron esta barbaridad? Sencillamente porque quien preside esa comisión es otro progresista, el Sr. Jaime Delgado, experto en nada y supuesto "defensor de los consumidores". Pero cada vez que estos se atribuyen poderes para decidir por la gente generan caos. En todo caso, hecha la reforma creando una nueva forma de comisión, debieron dejar que la gente decida. Pero no. Lo que estos progres querían en realidad era afectar a las AFPS porque no toleran a las empresas privadas y menos que ellas ganen!

Este mundo sería mucho mejor si no existieran estas plagas de defensores del pueblo y de causas nobles y justas. Los activistas y congresistas defensores de causas nobles y justas son el mayor peligro que enfrenta hoy nuestra sociedad.

martes, 19 de marzo de 2013

La diferencia entre lo legal y lo moral


Rosa María Palacios es una periodista que da mucho que hablar, no solo porque habla mucho sino porque se mete en todo con aires de sabiduría eclesiástica e infalibilidad papal. Recientemente ha jugado un papel protagónico en el proceso revocatorio de la alcaldesa Susana Villarán, como si su cargo estuviera en la cédula electoral. Lo más curioso es que en todos estos meses RMP ha justificado tan esforzado entrometimiento en la campaña aduciendo que se trata de una cuestión de "moral pública". Así fue como se plantó en la puerta de la MML, con su armadura y su lanza, para defender a la alcaldesa porque, en sus propias palabras: las obras debían continuar y no se debía permitir que vuelvan a robar los de antes. 

Pero resulta que esta campeona de la "moral pública", que utiliza a su antojo el espacio que le otorgan los medios para hacer campaña electoral (no sabemos si gratuita) concluyó su campaña villaranista con una muestra más del nivel de inmundicia al que es capaz de llegar alguien por ganar unos puntos de rating, un minuto de fama, un sitio en la estampita. No se trata de Laura Bozo obligando a una pobre mujer a lamerle el sobaco a un sudoroso señor. No se trata de Magaly Medina bajándose el calzón al aire. No se trata de dos jovencitas concursantes agarrándose a golpes por el beso de un muchachito metrosexual. No. Esta vez se trata de una periodista o conductora que apela al chuponeo de conversaciones ajenas para revelar... y esto es lo más increíble  ¡nada!

RMP apeló al triste oficio del chuponeo supuestamente para "probar" lo que todo el mundo sabía: que Luis Castañeda estaba relacionado con la revocatoria. ¿Pero acaso su partido Solidaridad Nacional no era el más comprometido? ¿Acaso el Secretario Nacional de SN, el Sr. Luna Gálvez, no estaba en campaña? ¿Acaso la vocera de los revocadores, la Sra. Patricia Juárez, no es miembro de SN? ¿Entonces qué es lo que RMP "probó" finalmente? ¡Pues nada! Solo hizo un escándalo para ver si los reflectores la iluminaban y podía ganarse alguito. A ese nivel llega la angurria de algunos.

Naturalmente RMP se ha defendido apelando a las ya conocidas argucias legales. Al igual que todo delincuente pretende utilizar el Código Penal en su favor. Dice en primer lugar que eso "técnicamente no es chuponeo" ya que no es una interceptación de una llamada telefónica. Tecnicismos. Pero además, si lo fuera, asegura que ella está en libertad de poder difundirlo por el "interés público". ¿Cuál interés público? ¿Saber que Castañeda está en una reunión de su partido? ¡Vaya! ¡Qué sorpresa!

RMP le ha espetado a sus críticos que se informen mejor y que lean el Código Penal. Ella no ha cometido delito alguno. Seguramente. Pero ¿qué hubo con la "moral pública" que esta señorona dice defender? Ella sabe muy bien que la receptación es un delito. O sea, comprar o recibir algo que se sabe que es producto de un robo. Eso dice el Código Penal. No habla específicamente de grabaciones o chuponeos. Pero acá el tema no es legal sino moral. Toda persona con un mínimo de criterio sabe perfectamente que el mercado hace el negocio. Y RMP es una defensora del libre mercado. Entonces debe saberlo.

Al igual que la producción de droga, el chuponeo existe porque hay un mercado para los audios y videos malhabidos. Lamentablemente ese mercado lo construyen periodistas sin escrúpulos, como RMP. Mientras alguien pague por esos productos habrá un cartel de delincuentes produciéndolos. No hay que escudarse en el falso valor del "interés público". En España, el famoso juez del progresismo militante Baltasar Garzón, fue condenado por ordenar grabaciones de llamadas telefónicas a unos abogados que seguían una causa con él. Ni siquiera este cándido juez pudo justificar un criterio superior o un valor supremo por encima del respeto a la intimidad y del buen comportamiento. 

Ya es hora de que en este país se le ponga coto a estas malas prácticas periodísticas que siempre andan justificándose con el video Koury-Montesinos. Hay una gran diferencia entre descubrir las entrañas de un monstruo que se había apoderado del país, y revelar las intimidades, veleidades y ligerezas de un personaje sin cargo o de un simple candidato, sobre todo en el fragor o en el tramo final de una campaña. No hay que ser ingenuos. Ya es hora de detener a estos farsantes de la "moral pública" que solo quieren obtener utilidades personales o para su clan, apelando a tecnicismos legales. No podemos seguir tolerando que nos traten como adolescentes estúpidos.

Libro: NUEVA DERECHA POPULAR


A continuación un fragmento de mi primer libro sobre la nueva derecha, su emponderamiento popular y anécdotas propias en mi transitar por la política latinoamericana como atento veedor. 


"...Es necesario un liberalismo pragmático que propicie el encumbramiento de la Derecha Popular, es clave en el desarrollo del país, y en el desarrollo de una nueva derecha pues la vieja y comatosa derecha de clanes familiares ya ha desilusionado a una generación entera al claudicar ante los caviares marxistas. La decrépita derecha política ha envejecido desconectada del pueblo, mientras este pueblo ha brincado a la palestra del acontecer económico nacional como un sector exitoso y ávido de una nueva representación, ávido de una nueva derecha.
La izquierda se constituyó por mucho tiempo como la expresión más popular de la política. Hoy la izquierda ha dejado de ser aquel árbol macizo del marxismo del cual brotaron, como frutos del mal, los partidos marxistas. La izquierda de estos días se parece más a un arbusto o una maleza de voluntades sin ideas claras, que van desde un descolorido marxismo hasta la más insana palabrería populista edificada con simples consignas y frases de cliché. De todos modos la izquierda aun se pretende defensora de una clase explotada. Son los representantes de una pobretología gaseosa orientada al reclamo popular. En buena cuenta la izquierda ha decidido vivir medrando del Estado, convirtiendo el reclamo, por un lado, y el asistencialismo, por el otro, en los ejes de su estrategia política.
Nuestra posición no es de izquierda, definitvamente. Nos oponemos a esa doctrina que es similar al parasitismo social, a la irresponsabilidad política y causa del fracaso de las naciones, tal como ya hemos comprobado en ambos hemisferios. Debemos oponer a esa izquierda fracasada una derecha fundada en el sector social más pujante, aquel que se abre paso desde la pobreza por su propia cuenta. Esta es la realidad que vive el país. Sin embargo la izquierda se ha quedado congelada en la mentalidad surgida en una Europa de hace dos siglos. Si bien durante el siglo XX la izquierda fue vinculada a los trabajadores y, por oposición, a la derecha se la vinculó con la clase empresarial fenicia, creando la base de los conflictos políticos más violentos, hoy la realidad es distinta. Lo que tenemos en el Perú es una amplia clase social emergente que ha decidido salir de la pobreza a base de esfuerzo propio. Son los sectores que empezaron a migrar a Lima desde el campo, luego de la debacle de la reforma agraria y el inicio del terrorismo de izquierda..." 

Nueva Derecha Popular/Elvis Occ

Elecciones en Venezuela


Por Mariela Lugo (Venezuela)

Venezuela está preparándose para unas elecciones presidenciales el próximo 14 de Abril. Un proceso lleno de esperanzas para unos y de dudas y temores para otros. Y no puede ser de otra manera porque donde no existe estabilidad ni garantías de ninguna clase tampoco puede existir certeza de nada. El gobierno -para llamarlo de algún modo- ocupa todos los estamentos del poder, jurídicos y legales. Todo está hecho a su medida. Lo que llaman “democracia” se maneja al antojo del gobierno.
Nicolás Maduro, el hoy omnipotente hijo heredero de Hugo Chávez, habla por todos y hasta por los muertos. Le dice al país -con harta desvergüenza- que la revolución y el sacrificio van juntos. Así es como pretende menguar la insatisfacción creciente de la gente ante la crisis, la escasez y la inseguridad que hoy se padece. Y afirma el caradura que si votamos por él se fortalecerán los ideales cubano-castristas. Mientras dice todo esto al sufrido pueblo, su séquito de chupasangres viven como reyes. Mientras vapulea al imperio yanqui en cada discurso, la costra de burgueses revolucionarios se va de vacaciones a la Florida  y de compras a los más lujosos malls.
Maduro, como la mayoría de estos revolucionarios de pacotilla, es un ser lleno de odio, de pasiones escondidas y mente retorcida y maligna, que sueña con usar las armas si alguien se revela. Es el soldado que hubiese querido Hitler para cumplir sus últimas órdenes mientras el mundo acaba sobre él.
Por su parte la oposición tiene su mejor carta en Enrique Capriles Radonsky, un luchador por las causas sociales que siempre ha sido respaldado por la gente que se niega a ser de izquierda. Comprometido con el país, nunca le ha dado la espalda al necesitado. De ideas claras y hechos concretos, ha sido Alcalde de Miranda en varias ocasiones y hoy mismo ejerce dicho cargo. Su gestión ha sido intachable. No le teme a nada ni a nadie. Ha retado a Maduro a debatir sin recibir respuesta.
Este es el panorama electoral de Venezuela. Pero no debemos olvidarnos que el Consejo Nacional Electoral está dirigido por TIBISAY LUCENA, una chavista que no tiene recelos en mostrar sus afinidades con el régimen. Es la que manipula los votos y delata a los votantes contra el régimen para que sean echados de sus puestos públicos. Muestra su sonrisa irónica junto a su brazalete chavista en el brazo burlándose de todo país en cada elección. Así nos enfrentamos como ciegos en este nuevo intento para derrocar a este  sistema nefasto que nos arropa con sus inmundicias ideológicas y su miseria práctica. 
El ciudadano es estafado una y otra vez en cada proceso electoral, pero una y otra vez se llena de esperanza para poder ir a votar porque la esperanza es lo único que alimenta a este pueblo que no se resigna a la mediocridad y el engaño.  Es la única manera posible de sentirnos venezolanos y responsables por esta patria que, aunque suene retórico y repetitivo, la libertó don SIMON BOLIVAR con la esperanza de ser cuidada y respetada por sus gobernantes. Lástima que hoy es solo el botín de los hambrientos de poder y de dinero. Que el mundo sepa que aquí las elecciones no se pierden por votos sino por falta de moral, decencia y principios de una nueva clase de políticos que han pervertido todas las instituciones de la democracia para eternizarse en el poder. Pero mientras tengamos la posibilidad de poder expulsarlos por los votos este 14 de  ABRIL  estaremos allí votando por VENEZUELA.

lunes, 18 de marzo de 2013

Una humillante victoria


Si bien la alcaldesa Susana Villarán no fue revocada, hay muy poco que celebrar en su entorno. En primer lugar, el resultado del proceso revocador refleja fundamentalmente la desazón del ciudadano frente a lo que ofrecía la revocatoria de la alcaldesa. Es cierto que los revocadores no ofrecían un futuro más seguro y esto fue el lado más débil de la campaña. Por su parte el escenario escabroso que pintaron los defensores del status quo municipal llegó a calar más hondo en la mente del electorado.

A la luz de los resultados, podemos afirmar que la alcaldesa fue salvada por la pituquería limeña y por el PPC, ambos sectores políticos y sociales despreciados históricamente por la izquierda. Lourdes Flores se ha declarado "victoriosa" y junto a Raúl Castro ha posado levantando los brazos de la alcaldesa Villarán como si la sacaran del naufragio en el Rímac. Esa imagen pasará a la historia como prueba de que la izquierda ha sido salvada por la DBA. 

Por todo esto resulta ridículo el editoral de La Primera escrito por su director César Lévano, representante de la izquierda cavernaria de los 60, de esa izquierda castrista que luego aterrizó en el velasquismo y después enmudeció con el senderismo. Ridículo resulta ver a esa izquierda celebrar la salvación de Susana Villarán cuando sus salvadores han sido Mario Vargas Llosa, PPK, el PPC, San Isidro, Miraflores, Surco y La Molina. Incluso El Comercio.

Y más ridículo aún resulta el festejo cuando la plana de regidores de Fuerza Social parece que será revocada en pleno. Esto significa que la generala sobrevivió pero su ejército quedó diezmado. Es lo que se llama "una victoria pírrica". ¿Realmente creen que hay motivos para celebrar en la izquierda? 

jueves, 14 de marzo de 2013

Una derecha desubicada


El final político de Lourdes Flores no ha podido ser más patético. Luego de perder todas sus últimas elecciones, con torpezas y escándalos de por medio, ha terminado llevando al PPC al rescate de la izquierda retrógrada. Nada menos. Es como ver al General Custer cabalgando con todo su regimiento al rescate de los pieles rojas. Hoy el PPC acaba como una lata de Baygón que no adormece ni a las polillas. Y desde luego, las cucarachas están de fiesta. Más aún: han invitado a Lourdes Flores al festejo. Pero hay todavía más: ella ha aceptado, ha acudido y ha ofrecido el baile.

Los tiempos pueden haber cambiado pero hay cosas que siguen igual. Las malas ideas siguen siendo malas. Lo preocupante es que quienes antes defendían las buenas ideas hoy prefieren el "gesto democrático". Así es como Lourdes Flores apoya a Susana Villarán, con todo lo que esta representa en tanto cabeza de un conglomerado de izquierdas que reúne lo más fétido del radicalismo rojo. No es, como ha dicho Lourdes, la representante de una izquierda moderna y moderada. En lo absoluto. Detrás de Susana Villarán están la CGTP, SUTEP, Patria Roja, Tierra y Libertad, Ciudadanos por el Cambio, etc. Casi no queda nadie afuera excepto MOVADEF. No hay pues ninguna izquierda moderna en el Perú. No nos engañemos.

Pero Lourdes ha escogido ir más allá. ¡Se ha metido a la misma boca del lobo para rendir homenaje a Javier Diez Canseco! ¡Ni más ni menos! ¿Era eso necesario? ¿Qué demuestran con esta clase de gestos? Algunos han dicho que Lourdes ha demostrado su calidad de "verdadera demócrata". Permítanme que me sonría.

Resulta que una "verdadera demócrata" rinde pleitesía a un agitador de la izquierda revoltosa de los 70, actor directo de esa época de turbulencia atizada desde la izquierda que durante 20 años significó sangre, muerte y miseria en el Perú. Durante los años en que los peruanos nos enfrentábamos al terrorismo de la izquierda, JDC se preocupó más de la actuación de las FFAA que de los subversivos, montaba comisiones investigadoras contra militares, cuestionaba sus planes y los denunciaba. Obstaculizó de todas las formas legales posibles la lucha contra la subversión. JDC es un admirador público y confeso de tiranías siniestras como las de Cuba y Venezuela, un defensor a ultranza del desastre del velasquismo. No hay pues razón alguna para que un líder de derecha rinda homenaje a semejante personaje. El cáncer será penoso pero no santifica ni transforma a un agitador en héroe. 

Los buenos modales políticos se demuestran debatiendo con altura y sin ataques personales al oponente. Basta combatir las ideas sin agravios. Más allá de eso no cabe nada. El congresista Luis Galarreta dio cátedra de consecuencia política al rechazar el minuto de silencio pedido por la muerte del tirano venezolano Hugo Chávez. Ese es el tipo de consecuencia que se espera de los líderes políticos. ¿Qué podemos esperar de quienes están dispuestos a rendirle pleitesía al enemigo por una foto o una lisonja?

La actuación del PPC frente a la actual revocatoria de la alcaldesa Susana Villarán es de antología. Pasará a la historia de la política peruana como el final de un partido que perdió la brújula y el sentido de orientación. Sostener que se defiende la institucionalidad es el colmo del ridículo. La institucionalidad ya fue mellada en el instante en que se introdujo la nefasta revocatoria en la Constitución. Es una figura que la izquierda impuso para tener un instrumento legal que le permitiera desestabilizar la gobernabilidad, como ha sido históricamente su principal ocupación. Pero hoy la historia nos permite aplicársela a ellos. ¿Seremos tan tontos para no usarla? Más aún, teniendo sólidos motivos para ello, como la incapacidad de la alcaldesa.

Hoy no es el momento para hablar de "salvar la institucionalidad". Esta ya fue mellada cuando la izquierda introdujo la revocatoria en nuestro sistema democrático. Hablar de "institucionalidad" ahora es como pretender defender el honor de la muchacha cuando ya tiene el test de embarazo positivo No se puede salvar la santidad del matrimonio cuando la infidelidad fue cometida y se tiene la demanda de divorcio en trámite. La revocatoria ya es una realidad. Está convocada. En este momento solo queda decidir si sacamos a la alcaldesa con toda su corte de izquierda radical, por su incompetencia y falta de visión realista. Alguien que pretende liderar a la derecha no puede abrazar al enemigo en este momento y con argumentos tan burdos.

El PPC solo aspira a conservar sus puestos en la MML. Tal vez los últimos que tengan. Han perdido hasta la dignidad al lucirse con personajes nefastos de la izquierda, en comerciales en que le dicen a la población "no importa tu opción política". La gente no es estúpida. La opción política sí importa. Esto no es un concurso de belleza. Por todo esto el PPC tendrá que saborear la amargura de haber sido derrotados por la izquierda y de haber sido luego revocados con la izquierda. Tal vez esto los haga más amigos. Lo único que le queda al PPC es el retiro definitivo.

El crecimiento peruano


Por Roberto Abusada

El notable desempeño económico del Perú en las últimas dos décadas ha descolocado por completo a la izquierda conservadora (la única que, desafortunadamente, existe en el país). Las predicciones apocalípticas acerca del estancamiento en el crecimiento y el empleo, la desindustrialización del Perú por la apertura, la hecatombe que sobrevendría a la firma de los TLC, el alza de los precios de los servicios básicos debido a su privatización, la pauperización del campesinado y las innumerables otras plagas que resultarían de la aplicación de lo que Cristina, Hugo y Evo gustan aludir como “el modelo neoliberal”, no se han materializado.

La creación de mitos por parte de la izquierda criolla se hace cada vez más difícil. Decir que el modelo peruano es “neoliberal” o primario exportador o concentrador del ingreso ya no convence, gracias también, entre otras cosas, a la ‘performance’ de la política económica que aplica la señora Cristina Fernández de Kirchner o la del socialismo del siglo XXI de Hugo Chávez, o de aquello que en su momento promovió Juan Velasco y bautizó como una “economía autogestionaria de participación plena” (¿?).

Los tres pilares que sustentaron la crítica en el Perú han caído por tierra, uno tras otro, demolidos por la realidad de las cifras. ¿Cuál ha sido la secuencia en que se criticó al modelo económico? Veamos:

1. La economía no crece. Pero resulta que el Perú crece a más del doble que el promedio mundial.

Habría entonces que apoyarse en el otro pilar.

2. La economía crece, pero el crecimiento solo beneficia a los ricos; no percola ni “chorrea” hacia los sectores pobres. Las cifras muestran otra cosa. El crecimiento ha favorecido a las provincias más que a Lima, el empleo formal ha crecido de manera descomunal y la pobreza se ha recortado a más de la mitad.

3. Los sectores medios y pobres pueden haberse beneficiado, pero se ha generado el peor de todos los males: la desigualdad. Ello tampoco ha sucedido. No solo el índice Gini (el más usado para medir desigualdad) ha mejorado, sino que hoy –según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)– el Perú es menos desigual que Colombia, Chile, Brasil, Ecuador y Costa Rica, entre otros.

Para despejar dudas, enumeremos los elementos básicos del “modelo” que sirven para guiar a la economía del Perú y, dicho sea de paso, también a toda economía exitosa en el mundo.

En términos simples, el modelo aplicado en el Perú se basa en reconocer que: el mercado asigna mejor los recursos que un burócrata; que la riqueza la genera el sector privado, el cual debe ser regulado (cuando existen fallas de mercado); y que el Estado participa de esa riqueza a través de impuestos, para poder así cumplir las tareas fundamentales del contrato social: defensa, seguridad interior, promoción de la igualdad de las oportunidades para los ciudadanos a través de la administración de la justicia, educación y salud. Además de que el Estado debe proveer la infraestructura básica que el sector privado no puede construir en casos en que no es privadamente rentable. Finalmente, que el Estado debe garantizar la estabilidad monetaria con un banco central independiente, mientras que el Ejecutivo procura el equilibrio fiscal y formula un presupuesto público compatible con las funciones que se esperan de un Estado moderno.

No encuentro que algún individuo razonable discrepe de este modelo. Lo que sí debemos criticar es que el sector privado no cumpla con sus obligaciones o manipule a las autoridades. Más importante que todo, debemos criticar la pobre tarea que hoy realiza el Estado al administrar sus enormes recursos y su complacencia mientras no pone en marcha las urgentes reformas para la consecución de las tareas que le son propias. Es allí donde todos, incluidos los conservadores de izquierda, deberíamos dirigir nuestras críticas.

miércoles, 13 de marzo de 2013

La izquierda no puede gobernar


Por Felipe Cortijo Medina

En estos días volvía a leer a Ortega y Gasset, quien siempre tiene mucho qué decir para quien sabe leerlo. Hace casi 87 años que empezó a aparecer por vez primera uno de los libros guía del siglo, “La rebelión de las masas”, escrito en forma de artículos periodísticos en el diario “El sol” de España, su lectura actual aún me sorprende, allí dice: “En una buena ordenación de las cosas públicas, la masa es la que no actúa por sí misma. Tal es su misión. Ha venido al mundo para ser dirigida, influida, representada, organizada… Pero no ha venido al mundo para hacer todo eso por sí. Necesita referir su vida a la instancia superior, constituida por las minorías excelentes. Discútase cuanto se quiera quiénes son los hombres excelentes, pero que sin ellos –sean unos u otros- la humanidad no existiría en lo que tiene de más esencial. Eso es cosa sobre la cual conviene no haya duda alguna”. 

La lucha por el poder político de la derecha y la izquierda en el país es legítima, hay que comprenderlo así, el asunto hay que sincerarlo. Si hay una pelea franca y con las reglas claras de convivencia en nuestra sociedad, no tiene por qué temerse esa confrontación. En el caso actual de la Revocatoria a la alcaldesa Susana Villarán, se usaron y siguen usando hasta hoy todos los medios legítimos de defensa, e incluso se consideró ciertas acciones ilegítimas que pusieron en aprietos a los revocadores, como las injustificadas invalidaciones de firmas en la RENIEC por parte del inolvidable Carlo Magno Salcedo. El Jurado Nacional de Elecciones se pronunció al respecto, ya están claras las reglas de juego. 

En un último intento, la izquierda quiere invalidar todo el proceso de revocatoria con tinterilladas de último momento, argumentan que procedería por la misma cantidad de votos o más de los que la erigieron alcaldesa, no importa que la Constitución no refrende esta posición. Veamos, todo es discutible, incluso estos intentos de fraude. Lo que jamás se le aceptará a la izquierda peruana son sus recursos ilícitos para alcanzar el poder, sus fatales tácticas para conspirar, aprovechar, promover, impulsar y difundir las ideas radicales comunistas, las ideas violentistas, esa estrategia que aunque lo nieguen, subsiste como parte de su metodología en su doctrina. Los ejemplos abundan para graficar la íntima conexión entre ideologías que se dicen moderadas de izquierda y el feroz radicalismo marxista, uno sólo de esos ejemplos son las operaciones de las ONG en Lima, y otro, la tolerancia pusilánime con los movimientos regionales. 

El problema para la izquierda en el Perú es que si quiere tener carta de ciudadanía en la pugna por el poder, debería madurar. El primer paso sería abandonar las posiciones radicales, no ser cómplices nunca más, desterrar por siempre de su doctrina la idea de “lucha de clases”. Quizás sea pedirles demasiado, Chile y Brasil así lo entienden, ellos ya tienen sus “minorías excelentes”, aquellas de las que hablaba Ortega y Gasset. Nosotros todavía tenemos minorías inmaduras: Gregorio Santos, Wilfredo Saavedra, el cura Arana, Marisa Glave, Rocío Silva, Sinesio López, Julio Cotler, eso lo ameritan diariamente. No olvidemos que Bachelet y Piñera están en total competencia, pero alejados de esa etapa infantil de la política, la que perjudique su país, aquella que les impediría buscar juntos una normal y justificada alternancia en el poder.

martes, 12 de marzo de 2013

El mal ejemplo de Hugo Chávez


Por Fritz Du Bois

Realmente desconcertante que el presidente Ollanta Humala considere a Hugo Chávez como un modelo o un ejemplo a seguir como mandatario. Al final de cuentas, el exlíder venezolano lo único concreto que logró en su país fue deteriorar significativamente la calidad de vida de la mayoría de sus ciudadanos.

Con lo cual la pregunta que hacemos es, ¿en qué ejemplo habrá estado pensando Humala cuando hizo el comentario?

Así tenemos que Chávez estuvo 14 años en el poder y solo el cáncer logró desprenderlo de él, ya que aspiraba gobernar, por lo menos, otros 18 años. Entonces… ¿será su habilidad para el entornillado lo que lo ha impresionado?

Mientras que su capacidad para lograr colocar a su sucesor, aun desde el más allá, es algo que la primera dama debe de haber notado y admirado. Más aun, de seguro, lo estará cuidadosamente estudiando.

Incluso, quién sabe, capaz Humala quisiera emularlo en su comportamiento autoritario, amordazando a los medios de comunicación e intimidando a los miembros de la oposición.

Por otro lado, no creo que el enorme enriquecimiento personal de los familiares de Chávez y de su entorno de allegados sea algo en lo cual la pareja presidencial estén interesados.

Menos aún lo deben de estar en su manejo económico, dados sus resultados. No tendría ningún sentido cambiar nuestra estabilidad por el alto nivel de inflación que ellos hace tiempo están soportando o frenar nuestro crecimiento para equipararnos a su estancamiento o aumentar el número de pobres entre los peruanos para poder nivelarnos con los venezolanos.

Tampoco debe de ser un modelo de interés para el mandatario la total dependencia que tiene Venezuela de un solo producto primario. En realidad, por más que lo buscamos no encontramos nada que haya hecho Chávez que a los peruanos podría beneficiarnos. Sin duda, él es el ejemplo más equivocado.

Venezuela: todo tiene su final


Por Mario Saldaña

Un amigo y colega venezolano me comentaba la semana pasada que con la muerte de Chávez lo único que cambia para los demócratas de su país es pasar de los simples buenos deseos a abrigar una luz de esperanza de un cambio a futuro.

Debo confesar que ese limitado optimismo me confundió, pero tras escuchar la larga lista de hechos (ni siquiera razones) sobre el grado de copamiento y control de casi todas las instituciones claves del país (no solo el Ejecutivo y el Legislativo sino los órganos jurisdiccionales hasta sus máximas instancias, la gran mayoría de gobernaciones y municipios, el banco central, las Fuerzas Armadas, el grueso de los medios de comunicación, empresas públicas e incluso hasta el órgano electoral), además de las relaciones clientelares creadas tanto masiva como selectiva y políticamente con organizaciones sociales a nivel nacional, recién entendí por qué lo de la leve esperanza.

Incluso, se preguntaba Luis Felipe, mi amigo, "¿crees por ventura, que en un hipotético triunfo de Capriles, un nuevo gobierno podrá en 7 años siquiera desarmar el 20% de la estructura de poder creada por Chávez en 14, pero aceitada a diario por miles y miles de seguidores que son capaces de salir a las calles armados a no ceder un centímetro de lo hasta hoy logrado?".

Luego, pensaba yo, solo dos elementos podrían permitir el inicio de un cambio real para Venezuela. Que se destape un circuito perverso de corrupción generalizada (que existe pero que sigue debajo de la alfombra o frente a la cual hay un grado suficiente de permisibilidad) o la profundización de la crisis económica, entendida ésta, como una escalada aún más indetenible de la inflación y de la escasez de productos esenciales que simultáneamente haga menos efectivos los programas asistencialistas dirigidos de manera constante a un alto porcentaje de la población.

Si Maduro, como es previsible, gana el 14 de abril (dicho sea de paso, luego de burlar a su propia Constitución bolivariana por haber juramentado como presidente encargado) tendrá en el frente interno su principal reto. Ya que es un escenario casi negado que asuma la corrección del manejo económico a través de un ajuste, lo hará vía más déficit y más emisión; pero para que ello sea posible, requiere un precio del crudo encima de los 90 dólares, un acuerdo con los chinos para que no castiguen su deuda, buenos modales con Washington para seguir vendiendo petróleo en términos competitivos, junto a una diversidad de factores adicionales, pero sobre todo, mucha pero mucha suerte para seguir inyectando droga a una economía adicta.

Si yo fuera chavista, y más, chavista militante, tras la muerte de su líder y comandante Hugo Rafael, pero además viendo en perspectiva el futuro, recordaría más que nunca la letra de esa salsa (esa sí inmortal) de Héctor Lavoe que dice: "todo tiene su final, nada dura para siempre".

El chavismo embalsamado


Por: Iván Slocovich Pardo

Lo que el régimen interino de Nicolás Maduro está haciendo con el cuerpo del fallecido Hugo Chávez al embalsamarlo, pese a la voluntad expresa del comandante, es lo mismo que se pretende hacer con el chavismo: mantenerlo vigente para evitar que se descomponga y pierda su atractivo, con la finalidad de ganar en las elecciones convocadas para este 14 de abril, en que competirá con una oposición encabezada por Henrique Capriles.
Y es que Maduro por sí solo, sin el recuerdo vigente de Chávez, difícilmente podrá mantener vivo el chavismo que se sustentaba, antes que todo, en el carisma y la fuerza -aunque también en los gritos y pachotadas- del caudillo que murió la semana pasada de cáncer, pero que sus allegados pretenden mantener con vida como sea para ganar los comicios y tratar de seguir con el andamiaje montado en 14 años de poder casi absoluto.
A Maduro y los chavistas no les ha importado que el propio Chávez haya dicho que el embalsamamiento de cadáveres es inmoral y producto de una sociedad en descomposición. Son conscientes de que si entierran a su líder, sepultan también al "socialismo del siglo XXI" y a ellos mismos, pues sin la "presencia" de su líder, su boina roja de paracaidista y su uniforme militar lleno de medallas, aunque sea dentro de un ataúd, la tendrán muy difícil el 14 de abril.
Ayer el presidente el funciones presentó su candidatura y como era de esperarse, todo el acto giró alrededor de la figura de Chávez, al extremo que Maduro se proclamó "hijo" del comandante de Barinas y juró que mantendrá su legado, aunque este legado, más allá de la parafernalia y el culto a la personalidad, no sea más que un país con la institucionalidad destruida y una crisis económica imperdonable para una nación levantada sobre inmensas reservas de petróleo.
Durante muchos años los venezolanos se han dejado embaucar por Chávez y hoy están ante la oportunidad histórica de librarse del régimen estatista y populista que los oprime. Si con el fundador del chavismo la cosa fue mal, con Maduro, Diosdado Cabello y otros incondicionales todo podría ser peor, pues es gente sin mayor experiencia que ha vivido a la sombra de su líder y que jamás imaginó tomar el poder de su país.
Ojalá Venezuela vote bien esta vez y, de otro lado, que el chavismo y sus militares incondicionales permitan elecciones limpias. Ese país necesita un cambio de rumbo y volver a la senda de la democracia, la modernidad y el desarrollo, por más que Maduro y su gente no quieran soltar el poder, y para eso hayan sido capaces de embalsamar a su jefe a fin de mantenerlo vigente, tal como quieren hacer con su cuestionado legado en la campaña electoral que se viene.

lunes, 11 de marzo de 2013

Venezuela es un desastre chavista


Por Mariela Lugo (Venezuela)

Venezuela es hoy un país que solo representa dudas, desaciertos, problemas, políticos y sociales. No voy a hablar de estadísticas ni números porque eso no representa la realidad que se vive. Lo haré desde la perspectiva de un ciudadano más de esta tierra hoy azotada por indignos y mezquinos intereses políticos. Tenemos 14 años de duelo por el honor de miles de trabajadores de la industria petrolera que fueron expulsados de sus cargos por una mafia política que se apoderó rápida y vilmente de la principal industria venezolana, la gallina de los huevos de oro. Fue lo primero que el chavismo capturó para ponerlo al servicio de los apetitos políticos de Hugo Chávez y sus delirios de grandeza.

Desde entonces, quienes manejan PDVSA son personas sin conocimiento ni experiencia y que han convertido a esa empresa en un peligro ecológico. Esa gente improvisada que solo ingresó a PDVSA para servir al chavismo es la responsable de la explosión de la refinería de Amuay en Punto Fijo, estado Falcón. Donde las vidas perdidas no las llora nadie sino solo sus familiares. 

Muchos empresarios se quejan de sus fracasos económicos pero no recuerdan que ellos fueron los primeros en adular a este gobierno. ¿Es acaso justo y democrático que en un proceso electoral los chavistas se encarguen de ofrecer neveras, cocinas y hasta dinero para comprar votos? ¡Y lo hacen a la vista de todos! ¡Hasta de los militares quienes son acérrimos defensores de esta lacra que hoy nos azota! Militares que son la nueva clase privilegiada, la que disfruta sin freno ni control alguno de cuantas prebendas le concede Hugo Chávez para mantener su fidelidad.

¿Ideales? ¡No! Sólo son hienas que buscan dinero para sus bolsillos sin importarles nada más. Desde el primer día he sido una opositora que no me doblego, que no me amilanan sus trampas ni me seducen sus mentiras. Pero hoy estoy convencida que la mejor manera de salir de esta situación oprobiosa es quedarnos de brazos caídos, que hagan lo que les dé la gana. Los estudiantes salen a la calle con sus pancartas y proclamas ¿para qué? Si la misma policía y militares los agreden. Dejémoslo que ya no peleen con nosotros sino que la lucha de poder sea entre ellos mismos, que se maten ellos, entre Maduro y Diosdado, tigre no come tigre. Total son caimanes del mismo caño. 

Dejemos también que el pueblo chavista sienta que la culpa de todo no es de nosotros, que ya no somos más los pendejos que defendemos todo incluyendo lo de ellos. Dejemos de ser los tontos útiles con que se divierte el gobierno. Carajo, aquí la única oposición posible es la del hambre de que esto llegue al límite para que esos que hoy les jalan y los adulan sean los que los saquen como ratas de ese agujero llamado revolución.

Capriles es un hombre cabal. Es el indicado para gobernar, pero contaron los votos como les dio la gana, dieron el veredicto manoseado y cada quien se metió a sus casas a llorar en silencio. ¿Por qué carajo no salieron entonces a defender lo que pensaban era la verdad? ¡Por miedo! Siento que los únicos que se han puesto los pantalones y luchan y gritan como los verdaderos hombres son los estudiantes, ellos no tienen miedo. La realidad más latente del descalabro de este país son los mismos seguidores del gobierno, la esperanza que los arropa es que algún día les den una casa o una bolsa de comida. 

Los hospitales están en decadencia. Estamos invadidos de cubanos que trabajan en unos centros llamados C.D.I donde lo único que te dan para todos los dolores y padecimientos es una tableta de PARACETAMOL. Nuestros médicos graduados pelando una lata. Vemos a los cubanos en los centros comerciales y en los supermercados mientras el pueblo tiene que ir a MERCAL, una venta de comida del gobierno donde los precios son los mismos, la comida de mala calidad y hay que estar en la cola desde las 3 de la madrugada. Somos una franquicia de Cuba. Pero la de antes porque ahora ya está repotenciada con todo lo que les regaló su benefactor Chávez. Cuba, como todo socialismo, es un fracaso total y vive de la caridad internacional, básicamente de la ayuda de Chávez.

Algunas veces me pregunto ¿cómo llegamos a esto siendo un país tan rico en petróleo y gas? Lo malo es que somos pobres en ideas ¿Qué pócima utilizó este comandante para encantar a la gente e idiotizarla a tal extremo? No me interesa ahondar en lo que fue Chávez. No porque esté muerto ahora sino porque prefiero dejarlo como lo que fue: un ser nulo, sin importancia. Relevante solo para los suyos, los mantenidos de aquí y de afuera. 

Hay cosas del folklore de los pueblos pero no por eso menos ciertas. ¿Será que no podemos escapar de nuestro destino? Chávez dijo: “estaré hasta el 2013” y así fue. En una ocasión buscó un crucifijo en su bolsillo y, teniéndolo allí, le costó encontrarlo. Mientras expropiaba una hacienda, al dueño le dio un infarto y Chávez no permitió que lo llevaran al hospital, y el hombre se murió solo porque Chávez odiaba a los ricos, le daban asco. 

Bravo… sus estudiantes revolucionarios aprendieron la lección sin omitir ni una coma. Allí está el resultado: lo tienen como él siempre quiso ser: el centro de atención. De eso surgen muchas ideas de que si es su cuerpo o es un maniquí, pero ya eso no importa. La muerte es silencio y paz en la sepultura. Pero en este caso es espectáculo para que la gente sienta lástima y al final le regalen los votos. Total de igual manera se los roban. ¿O acaso es que el Consejo Nacional no es de ellos? Estamos esperando un milagro porque VENEZUELA merece un nuevo despertar.

domingo, 10 de marzo de 2013

SOMOS DERECHA ACHOLADA!!



Escrito por: Elvis Occ


Hace poco un tuit de FAVRE (el oscuro asesor del NO) puso las redes sociales de vuelta y media. No es para menos! Este agente de la mafia brasilera refrenda lo supuestamente dicho por Lourdes Flores (la misma del "métanse la alcaldia al poto") al retwittear dicho exabrupto que a la letra dice: "el PPC muestra cuan distante esta de esa derecha bruta y acholada". Suponemos que tal comentario fue hecho debido al apoyo que su partido le da al NO.

Si tomamos en cuenta que en los últimos tiempos la clase media ha crecido un 60%, entonces podemos concluir que existe una derecha popular, osea una derecha conformada por esa clase media creciente de profesionales y medianos empresarios, que en su mayoría son descendientes de inmigrantes serranos. De hecho existen varios "nuevos ricos horrorosos" y sin pedigree multiplicándose hoy e imponiendo sus gustos por doquier, gracias al ambiente de libertad y respeto a la propiedad y los derechos que hay en nuestro sistema político, al que la izquierda llama "neoliberal" con desprecio.

Si compatriotas, la boyante economia peruana ha dado paso a la aparicion de una derecha acholada, con los cholos power, la clase emergente, los exitosos empresarios del norte, sur, centro y oriente del pais, en el que cabe incluir exportadores y hasta dueños de transnacionales peruanas. Nos encontramos ante un fenómeno social de alcances no vistos antes, y que solo viven los países de la región que, como nosotros, vivimos un sistema liberal. No es el caso de Venezuela o Argentina, por ejemplo.

Los partidos que antes representaban a la vieja derecha, esa derecha mercantilista que gusta hacer alianzas con los estatismos de toda clase, son casi inexistentes y por eso prefieren apoyar a los "suyos" asi estos esten en la Izquierda. Villarán es el más claro ejemplo de eso, no será del PPC pero es una del "clan" y por tanto la apoya hasta la CONFIEP. Al final, es familia.

Amigos es hora de concretar, unámosnos para combatir a la izquierda retrograda y violenta. No caigamos en el engaño de que Villarán representa la "izquierda moderada". Eso es falso. No permitamos que tiren por la borda todo lo avanzado, solo para beneficiar a un grupo de expoliadores brasileros. La derecha popular debe imponerse! Somos más y somos conscientes de nuestra fuerza, reclamemos nuestro espacio en la política nacional ahora, que después será muy tarde. ¿Somos derecha acholada? Entonces seamos derecha empoderada tambien!


sábado, 9 de marzo de 2013

El mundo caviar II: los tolerantes


Por: Felipe Cortijo Medina

No hay ideología más trastornada que la profesada por la “izquierda caviar”. Resultan ser muy comprensivos, con mucho “don de gentes”, están dispuestos a dialogar con todos, incluso con los terroristas. Todo lo quieren conversar. Están llanos a entender a todos. Apertura total al diálogo y no a la violencia. Especialmente si la violencia la ejerce el Estado para imponer la ley. Se trata de un diálogo que acaba poniendo al Estado de igual a igual con cualquier agitador, y que condiciona la aplicación de la ley a un acuerdo entre las partes, que usualmente significa el retiro del Estado y su claudicación como ente rector del orden legal. Pero esa es la gran pose de “política dialogante” que los caviares han convertido en el nuevo paradigma político. 

El diálogo es pues parte de los nuevos valores empleados por esta casta política de la izquierda refinada que ha dejado atrás la lucha armada. Han guardado las armas para sacar los libros. Los caviares lucen el perfil de cultos: escriben, publican, declaran con finos modales y expresión impecable, y con muy buen gusto en el vestir. Pero si eres perspicaz te acordarás cuando una dama caviar farfulló “perra” en alusión a su contendiente en el debate ¿Un lapsus? 

En medio de su refinamiento, los caviares son muy tolerantes con la violencia popular, con la agitación callejera y hasta con la delincuencia porque resulta que estos “no tuvieron oportunidades en la vida”. Es decir, una vez más, son “víctimas del sistema”. Admiten los excesos de Gregorio Santos y del SUTEP pero los entienden y nos explican por qué no es malo utilizar niños en las violentas marchas anticonga: “mi madre me llevaba a las marchas cuando era niña”, asegura la alcaldesa, “¿qué cosa hay de malo en eso?”. ¡Hay que formar a los pioneritos! 

Cuando un grupo de jóvenes vándalos aquejados de izquierdismo temprano pintarrajearon el monumento al Libertador San Martin en plena fiestas patrias, los “tolerantes” Marisa Glave y Eduardo Zegarra lo justificaron todo, luego se colocaron sus guantes impermeables para lavar las pintas, como si no fuera evidente el show. Tuvieron cuidado de no ensuciar sus polos D&G, y sus jeans YSL. Luego dejaron en claro que los vándalos eran sólo unos jóvenes idealistas, no había por qué satanizarlos pues ellos solo quieren una sociedad mejor. Aunque para muchos, eso significa destruir el mundo como paso inicial. 

Luego, cuando otro grupo selecto de jóvenes gays pretendía provocar a los fieles de la iglesia católica insultándolos en el atrio de la Catedral por no apoyarlos en sus públicas expresiones de amor homosexual, impacientes porque el público se mostraba indiferente a los “besos contra la homofobia”, intentaron pasar por encima de la barrera policial empujando y agrediendo a los policías en medio de su “manifestación pacífica”. Nadie hizo absolutamente nada para denunciar a estos agresores ante la Fiscalía por atacar a las fuerzas del orden. Los policías, por supuesto, se dejaron agredir porque si les ponen un palo encima tendrían que ir a un proceso disciplinario y enfrentar un juicio con baja deshonrosa. 

Los “tolerantes” en su afán de “construir ciudadanía” y hacer de Lima una “ciudad inclusiva”, defienden la prepotencia de una minoría extravagante, el vandalismo, las mariconadas y perversiones sexuales aduciendo que son “naturales” y deben darse a vista de todo el mundo, incluido niños. Las autoridades inclusivas no solo están dispuestas a consentirlo sino a fomentarlo. La alcaldesa Susana Villarán piensa que ya es hora de una “revolución cultural” en Lima, que las antiguas y obsoletas nociones de los limeños deben cambiar según la moderna y correcta visión caviar de un mundo donde todos somos iguales, incluso vándalos, delincuentes y pervertidos. Creo que SI, que debería haber un cambio, pero de Alcalde y de clase política municipal, antes de que la degradación social se apodere de las nuevas generaciones. 

Hugo Chávez no es un ejemplo a seguir


Por Mauricio Múlder

Irresponsables y fuera de lugar han sido las declaraciones del presidente Ollanta Humala, refiriendo que el señor Hugo Chávez es “un ejemplo a seguir” en América Latina. Quisiéramos creer que un exceso de adulonería o mimetización con el fúnebre ambiente venezolano lo llevó a proferir tamaño despropósito, pero otras declaraciones esgrimidas en sus famosas “primeras piedras”, con procaces referencias a la oposición y señalamientos tangenciales sobre su “gran transformación”, generan preocupación y amenaza sobre nuestra aún frágil democracia peruana.
Chávez fue un dictador, tengámoslo claro. A algunos despistados o sobones de librea les gusta decir “ganó elecciones”, pero es que no saben que ganar elecciones de por sí no te hace demócrata sino, más bien, respetar el Estado de Derecho durante tu mandato. Los dictadores también hacen “elecciones” para pintarse de demócratas aunque pisoteen todas las libertades públicas. Ceaucescu, Enver Hoxha, y hasta el mismo Hitler, ganaban abrumadoras elecciones, muchas veces, incluso, sin necesidad de recurrir al fraude, pues ya tenían dominados los cerebros de sus conciudadanos.
Hugo Chávez tuvo la osadía de manifestar que iba a quedarse en el poder hasta el 2030 y “pa’lante”, olvidando, como los emperadores romanos, que los hombres somos mortales. Todos los resortes electorales los manejaba su gobierno. Desde el voto electrónico, que hace imposible para la oposición una vigilancia adecuada, hasta la filiación de todos los tribunales electorales, pasando por una maquinaria partidaria violenta y procaz alimentada ingentemente con recursos públicos, configuraban en Venezuela una dictadura, no una democracia.
Y si bien es cierto que ese es un problema de los venezolanos, el que el presidente del Perú, en lugar de expresar su pesar natural por la muerte de un jefe de Estado de un país hermano, nos hable de ese “ejemplo”, que ni el señor Evo Morales ni el mismísimo señor Ortega han señalado, debiera merecer, cuando menos, una disculpa o rectificación.
El uso de los recursos del Estado para financiar campañas electorales, moneda corriente en Venezuela, y que hoy es practicada directamente por la señora Susana Villarán para defenderse de la revocatoria, se puede convertir aquí también en práctica común si, como es a todas luces evidente, se insistirá en imponer la candidatura de la señora Nadine Heredia en las elecciones del 2016. Si ese es el “ejemplo a seguir”, Dios nos coja confesados.
Ollanta Humala ha tenido la sagacidad de respetar el discurrir histórico contemporáneo de nuestro país, tanto en lo político como en lo económico. Eso le permite gozar de la tranquilidad de una aceptación holgada y de un crecimiento económico con reducción de la pobreza de los mejores del mundo, cosas que, por supuesto, no tiene, ni por asomo, Venezuela.
El señor Chávez tuvo las pretensiones de inmiscuirse varias veces en nuestros asuntos internos, respaldando la dictadura de Fujimori, que lo apoyó en su intento de derrocar al gobierno legítimo de Carlos Andrés Pérez, y luego en la campaña del 2006, despotricando contra varios candidatos y financiando al hoy presidente peruano, según diversas informaciones de prensa. Tampoco fue amistoso con el Perú al promover y albergar a senderistas y emerretistas en Venezuela como infantería de demolición contra los mítines de la oposición.
No, señor Humala. Respetamos el duelo venezolano, pero no, Hugo Chávez no es un ejemplo ni para América Latina ni para el Perú.


Fuente: Peru21