lunes, 4 de febrero de 2013

La jugada de Favre


En política no existen coincidencias. La salida inesperada y forzada de Aldo Mariátegui de la dirección de Correo no cayó del cielo como lluvia de verano. Estamos en medio de una campaña electoral y todas las piezas se mueven hoy en torno a este escenario. El ajedrez que ha venido a jugar el brasilero-argentino-francés Luis Favre en todo este asunto de la revocatoria se ha puesto de manifiesto con una jugada maestra: anular a Aldo Mariátegui. Pero afortunadamente no ha sido un jaque mate. Correo no ha cambiado su perfil político. 

Anular a Aldo Mariátegui ha sido un gesto, un aviso y una muy elocuente muestra de poder. Tumbarse al artífice de la revocatoria ha sido sumamente simbólico y expresivo. Incluso podríamos decir que se trata de un exagerado y extravagante derroche de poder. En el ajedrez político se han tumbado nada menos que a la reina del equipo contrario y ahora tienen el tablero a su disposición, pues con la solitaria y eventual excepción de Peru21 el resto de la prensa no es nada combativa. Ante este panorama la prensa de izquierda tiene el campo despejado para hacer libremente sus movidas, en la firme creencia de que solo quedan inútiles peones. Piensan que nos han dado en la línea de flotación y que hoy nos sentimos derrotados y humillados.

No podemos pasar por alto el oprobioso nivel de compromiso político que -una vez más- muestra el empresariado local, representado por el PPC. Han preferido apostar por la izquierda para salvar sus cargos y sus negocios antes que zanjar la linea política dejando fuera del campo de juego a los agitadores de siempre: Tierra y Libertad, Patria Roja y las ONGs caviares que sustentan a Susana Villarán. Los empresarios carecen de visión histórica. Han preferido los negocios en Lima que las inversiones en el país y el futuro de la conducción política del Perú. 

Esto queda en evidencia incluso en la decisión absurda de EPENSA para expulsar a Aldo Mariátegui de su empresa, un hombre que es una verdadera joya del periodismo peruano. No en vano ha mantenido a Correo como el diario más leído entre los diarios populares no faranduleros. Se trata además de un hombre de prensa que figura entre los que tienen más poder según las encuestas especializadas. Por si fuera poco, es el más citado en la política. Ha marcado un estilo propio y una linea editorial que era la primera en ser leída por todo el ambiente político. En suma, no puede haber pues una decisión más estúpida que la tomada por un accionista minoritario de la empresa, yendo incluso en contra de los intereses de su propia empresa. Por eso mismo, no es posible explicar la salida de Aldo sin una presión muy grande ejercida sobre un oscuro personaje cuya máxima aspiración en la vida es ver ampliada rápida y fácilmente su cuenta bancaria. 

En vista de que Correo no ha cambiado un ápice su linea editorial y que no ha ocurrido ningún terremoto al interior de este diario, que no hay cambios de columnistas ni nuevos anuncios, es obvio que solo se trataba de la cabeza de Aldo Mariátegui. Eso era todo. ¿A alguien le extrañaría que detrás de todo este affair esté corriendo algún dinero sucio, como el que sin duda financia los paneles tipo "Colors of Benetton" que han aparecido por todos lados, y en las que solo falta que aparezca Beyonce?

Lo bueno de todo es que Aldo Mariátegui ha demostrado la clase de hombre que es. No se ha hecho la víctima de abuso, no se ha puesto a llorar por la libertad de prensa, ni ha hecho mayor escándalo. Incluso casi no ha dicho nada salvo que no le han explicado siquiera por qué lo echan. Por otra parte no se han producido las indignadas columnas de opinión ni los titulares suspicaces como los que colmaron la prensa zurda a la salida de Claudia Cisneros de Panamericana o de Rosa María Palacios de Amércia TV. Todo lo que hemos visto son columnas de aprecio a Aldo, que es lo menos que se puede esperar de la gente que respeta su trayectoria. Acá mismo nos sumamos a esas muestras de adhesión. No pasará mucho tiempo para que Aldo Mariátegui esté de vuelta, y por la puerta grande, como le corresponde. Es joven y tiene todo el futuro a su favor.

En suma, la guerra en su tramo final ha empezado. Quedan apenas 40 días para decidir la suerte de Susana Villarán. La campaña por la revocatoria ha sufrido una baja muy significativa pero eso debe darnos más coraje para continuar en la batalla. No se trata solo de Susana Villarán sino de toda la gente que está detrás de ella y que acabamos de ver hace poco, cuando toda la izquierda jurásica en pleno salió de sus cavernas para anunciar su respaldo a la alcaldesa Villarán a la que ven como un caballo de Troya más leal y confiable que Ollanta Humala, quien ya fue declarado un traidor. Susana Villarán es apenas el cuerpo que cobija en sus entrañas a los aliens de la izquierda más retrógrada. Eso debe estar claro.

2 comentarios:

  1. Los caviares siguen de fiesta, ya vemos que su tan cacareada defensa de la libertad de prensa sólo la defienden cuando se refiere a la libertad que tienen ellos de decir lo que quieren, pero cuando a un periodista que no piensa como ellos lo silencian, entonces la libertad de expresión no existe y estuvo bien silenciado. Esa es la doble moral de estos señores. Después de esta sucia jugada alguien puede pensar todavía que los que defienden el NO son los decentes, los inocentes que no saben de malas artes ni de jugadas sucias. Mucho dinero está sobre la mesa y mucho poder está detrás de la permanencia de nuestra vagaldesa, que viene a ser el mascarón de proa de estos ocultos personajes.

    ResponderEliminar
  2. ESTO HA SIDO ESCRITO POR EL MISMISIMO ALDO. NO HAY DUDA

    ResponderEliminar