miércoles, 30 de enero de 2013

El voto a los 16


No podía demorar mucho el contagio de las ideas que se imponen en Uruguay y Argentina. Esta vez se trata del voto joven a los 16 años. Un editorial de La República nos presenta formalmente el debate con inexpugnables argumentos como “si se niega a los jóvenes la responsabilidad política también habría que negarles la responsabilidad penal”. Además, claro, de apelar a las siempre patéticas encuestas de opinión hechas a gente que no sabe ni quién es el ministro de economía. El debate del voto joven presentado de esta manera y con tales argumentos deja la sensación de que en la izquierda son incapaces de advertir la diferencia entre asesinar a un rival de pandilla y emitir un voto político. Tendrían que reflexionar un poco para percatarse de que cometer un delito o tener relaciones sexuales no exige mayor capacidad mental. En cambio la política sí lo exige, o al menos debería hacerlo. 

En la mentalidad de izquierda, incorporar más gente en el padrón electoral se considera toda una “conquista social”. Pero esta clase de conquistas sociales no nos sirven para nada si no nos ayudan a elegir mejores gobernantes, que es para lo que finalmente sirven las elecciones. Peor aún: ¡producen el efecto contrario! Prostituyen la política, rebajan el nivel del debate y ahuyentan los argumentos para sacar a flote el bailecito y la demagogia más pueril. En nada nos ha ayudado, por ejemplo, imponer el voto obligatorio y arriar a todo el mundo hacia las ánforas bajo amenaza de multa y pérdida de su ciudadanía. Algo insulso en una democracia. Resulta patético ver a los funcionarios del ONPE llegar en canoa a comunidades perdidas en la selva, cargando sus ánforas para hacer que los nativos depositen su voto, cuando allí no llegan los diarios y ni siquiera se escuchan radios. En lugar de seguir agrandando el número de electores enarbolando el mito absurdo del "derecho al voto" como si se tratara de un enorme beneficio para el ciudadano, deberíamos preocuparnos por mejorar nuestro sistema político cuidando la calidad del voto. 

En el Perú se ha tomado por costumbre convertir en "derecho" cualquier cosa que al Estado o a los políticos les convenga que los ciudadanos hagan. De este modo, por ejemplo, han inventado el "derecho a la identidad" y obligan a a la gente a comprar su DNI para que el Estado los tenga registrados y hasta negocie con sus fotos en los medios. Han convertido en "derecho" el tener un comprobante de pago y piden a la gente que exija su "derecho" cada vez que compra para de este modo convertirlo en agente de la SUNAT. Del mismo modo han inventado el "derecho" a votar obligando a todos a consagrar con su participación la farsa de un sistema creado para elegir puros incompetentes. Una democracia donde a nadie le interesa la calidad del elector ni de los candidatos acaba en una farsa patética como la que tenemos en el Perú. Cada campaña electoral es un carnaval ruidoso donde desfilan las caravanas de juglares arrojando obsequios a las multitudes. Si queremos mejorar el país habría que empezar cambiando este sistema. Esto significa selectividad o “discriminación”, palabra maldita que espanta a la cucufatería progresista. Pero es que la política no puede seguir siendo un negocio de arribistas y pendencieros que se aprovechan de una masa de ignorantes llevados a la fuerza a depositar su voto.

En lugar de imitar a los peores sistemas políticos como el que campea en Argentina, país que cada año se hunde más, deberíamos copiar modelos exitosos como el de Chile, donde es muy difícil que un payaso se presente a la campaña electoral, y más difícil aún –a diferencia de lo que ocurre acá- que gane la presidencia. Resulta imposible mejorar nuestro precario y depreciado sistema político si no hacemos algo por mejorar la calidad del voto y de los candidatos. La palabrería progresista sobre conquistas sociales no ayuda absolutamente en nada a estos objetivos. No nos olvidemos que la izquierda peruana nunca ha sabido nada de democracia. Se han pasado la vida saboteándola y alabando dictaduras anacrónicas como la ridícula gerontocracia cubana y la autocracia chavista. El máximo aporte de la izquierda ha sido incorporar la revocatoria como un mecanismo para debilitar la gobernabilidad, y ahora están a punto de recibir una cucharada de su propia medicina. Más allá de esto la izquierda es incapaz de hacer aportes serios a la democracia. Apelar a los jóvenes como masa electoral sería muy apetecible para el discurso demagógico del progresismo, siempre efectivo para captar jóvenes incautos, románticos y mal informados. ¿Para qué? ¿Cuál es el apuro? Los jóvenes disponen de toda una vida para votar las veces que quieran. Cualquier cambio en el sistema electoral debe estar destinado a mejorar la calidad del elector y de los candidatos. Nada más. Debemos pensar en cómo mejorar el resultado electoral. Ese es el objetivo y no satisfacerse en la orgía electoral y meter más gente a la fiesta.

Un buen primer paso firme en la mejora de nuestro sistema político sería eliminar este nefasto voto obligatorio que lleva a las urnas a un gran porcentaje de gente que no tiene el más mínimo interés en la política. No tiene sentido hacer votar hasta a los delincuentes. Incluso resulta patético ver a los policías esperando en el local de votación para capturar a los requisitoriados apenas sufragan. Lo que necesitamos son ideas novedosas y no más de lo mismo. Necesitamos mirar a las democracias más exitosas y no a las ruinosas. Lamentablemente los políticos no quieren tocar este tema y si lo hacen se escudan en los clichés ya conocidos que se han convertido en dogmas del fracaso.

martes, 29 de enero de 2013

Yo soy de Derecha...¿Y que?


Liberal pragmático, cristiano y de derecha, para mayor referencia! Y orgulloso de tal convicción, debo agregar. Me van a tener que disculpar, pero debo machacar en el mismo tema una vez más. Vean, como liberal y respetuoso del imperio de la Ley, siempre he creído en la libertad como un valor sagrado en nuestras vidas, en la diversidad que enriquece y en el respeto a las ideas de los demás como normas de convivencia civilizada.

He discutido en más de una ocasión -más de las que los talibanes del pensamiento marxista-caviar de las redes sociales puedan imaginarse- con comunistas, socialistas y demás especímenes que conforman el espectro político de la izquierda. Nunca ninguno de ellos se atrevió a etiquetarme con ese acrónimo DBA, que tanto gusta de utilizar un columnista de La Republica y ex Director de OSIPTEL durante el gobierno de Alberto Fujimori y hoy rabioso franelero de la caviarada.

Lamentablemente también está esa otra izquierda, autoproclamados "progresista" y que conocemos como caviares marxistas. Esa izquierda que ha sido exitosa inculcando falsos estereotipos en las mentes del público y con mayor énfasis en jóvenes. Como que ser de derecha, liberal y católico, es sinónimo de facho, anarcocapitalista y retrograda. Un enemigo del medio ambiente que asesina bambis, un asaltante de limosneros, un peligro para la "justicia social". Nada más lejano de la verdad. Todo eso es tan solo propaganda comunista ya que los rojos siempre han sido expertos en psicosociales. 

A esa otra izquierda de conveniencias y convenidos, de periodismo mermelero y prepagos, de "intelectuales" verborreicos, de ONGs parásitas y piadosas con los victimarios y crueles con las victimas, les comunico: La derecha es una tendencia en la juventud actual. Esta generación es difícil de embaucar con viejos artilugios izquierdistas de los setentas. Ellos ya conocen que la izquierda fracasó estrepitosamente en el siglo XX, no solo llevando a la miseria países enteros sino provocando la muerte de más de cien millones de personas. 

Este es el siglo de "lo quiero ahora, aquí y rápido" y eso solo lo puede proveer un sistema político originado en la derecha. Un sistema basado en la libertad, en la meritocracia, la competencia, el libre mercado, la movilidad social y el Estado de Derecho como reglas de juego. Yo soy de derecha y a mucha honra! No edulcoro los términos de mi convicción, no invento dulces conceptos sociales ni busco fantasmas ni prometo paraísos para ser marqueteable entre la juventud.

No podría ser de izquierda en este siglo. No después de conocer todo lo que es la izquierda. No después de ver su pasado y su presente. No quiero ser parte de una banda de avivatos que pretenden dar gato por liebre al pueblo. La caviarada marxista se inclina por un sistema de gobierno estatista, totalitario, irrespetuoso de usos, costumbres y tradiciones de una nación. Son grupos de iluminados y autoproclamados como la reserva moral del país, cuya ideología desprecia las reglas de juego de un Estado de Derecho, como ocurre hoy en Venezuela, y patea el tablero cuando no se hace su voluntad, como ha ocurrido en Cajamarca donde reina un comunista antiminero.

El seguir viendo como se persigue a los que lucharon contra el terrorismo y la indiferencia de la vieja derecha, inclusive la indiferencia de algunos que levantan la bandera de la nueva derecha, es exasperante. La venganza de los terroristas derrotados prosigue desde las ONGes. La FFAA y destacadas figuras que combatieron a SL y MRTA hoy son vapuleados en los juzgados so pretexto de los DDHH, mientras sus acusadores susurran: fachos, milicos, corruptos. Ahora resulta que los que mataron más se burlan de los que "mataron menos". Los que asesinaron por convicción política condenan a quienes mataron por error. Por todo eso, si señores, soy de derecha...y que?

www.elvisocc.org


sábado, 26 de enero de 2013

Uchuraccay: historia de una infamia


Uchuraccay es una localidad ayacuchana en las alturas de Huanta, donde el 26 de enero de 1983 fueron asesinados ocho periodistas y su guía, más un comunero. Este penoso acontecimiento ocurrió a menos de dos años de iniciado el accionar subversivo y terrorista del PCP- Sendero Luminoso luego de que estos incursionaran en las comunidades más alejadas y desguarnecidas de la puna ayacuchana para someterlos, adoctrinarlos y obligarlos a ingresar a las filas del partido. Como estos se resistieron, los cobardes senderistas iniciaron su orgía de sangre asesinando inocentes campesinos. 
Alejandro Huamán (dirigende de Uchuraccay) fue conducido a la plaza del pueblo, siendo sometido a un juicio popular y encerrado en el local comunal. En horas de la tarde, a pesar de los ruegos de su esposa, hermanos e hijos, fue asesinado baleado en la frente (CVR).
A causa de las incursiones senderistas y de las atrocidades que cometían, las comunidades decidieron organizarse y enfrentarlos. Para enero de 1983 ya se conocían de algunas masacres ocasionadas a militantes del PCP-SL por parte de los comuneros, quienes luego bajaron a pedir ayuda a las autoridades. 
El 21 de enero, ... se produjo la matanza de siete miembros del PCP SL en las comunidades de Huaychao y Macabamba. Los comuneros, luego de recibir amistosamente a la columna senderista en el local comunal, coreando sus arengas en pro de la lucha amada y el camarada Gonzalo, como solía ocurrir, los detuvieron y asesinaron a cuatro miembros del PCP SL en Huaychao y tres en Macabamba. Por esos mismos días, cinco miembros del PCP SL fueron asesinados en Uchuraccay (CVR)
Al conocerse estos hechos las reacciones fueron de dos clases. Por parte del gobierno y la ciudadanía fue de aprobación pues las propias comunidades indígenas habían decidido enfrentar a los terroristas con sus propios medios. 
[Belaúnde] Justificando la muerte de los siete miembros del PCP SL, señaló también que la respuesta campesina era un ejemplo de patriotismo que hacía palpable el «resurgimiento de Ayacucho» frente a la «basura ideológica» del PCP Sendero Luminoso (CVR) (Comillas en el texto original).
Por parte de la izquierda peruana la actitud fue de incredulidad, seguros como estaban por su credo ideológico de que la guerra popular era inminente. Según sus sagradas escrituras, el campesinado apoyaría indubitablemente el accionar guerrillero y conformarían las sólidas bases populares que marcharían del campo a la ciudad en columnas disciplinadas para tomar el poder. Sin embargo las noticias parecían contradecir el credo marxista. Los izquierdistas simplemente no lo podían creer. Así que decidieron investigar.

El ambiente en las alturas de Huanta era de histeria bélica. Los campesinos ya habían sufrido suficientes vejámenes, abusos y masacres de parte de las huestes de SL. Estaban pues muy sensibilizados contra cualquier foráneo, pues no era común verlos y cuando empezaron a aparecer resultaron ser terroristas. Los militares, a quienes los comuneros habían pedido apoyo, les explicaron que les llevarían ayuda pero siempre llegarían por aire, en helicópteros, de manera que cualquier grupo extraño a pie tenía mucha posibilidad de ser terrorista. 
Luego de producidas las muertes de los senderistas en Huaychao, Macabamba, Uchuraccay y otras comunidades, la población se organizó rápidamente temiendo represalias. Las autoridades de las comunidades coordinaron el patrullaje de la zona, estableciendo sistemas de vigilancia desde las cumbres de los cerros, usando cornetillas como señal de alarma y pernoctando en las laderas de las montañas. En la memoria de los uchuraccaínos este momento es recordado por el estado de alarma en que vivían. Los comuneros sabían que los miembros del PCP SL buscarían venganza, pues habían contraído lo que el PCP Sendero Luminoso llamaba «deuda de sangre con el partido» (CVR).
En medio de las dudas un grupo de periodistas limeños, especialmente del izquierdista "Diario de Marka", que más adelante se convertiría en vocero del senderismo, decidieron ir por su propia cuenta y riesgo a investigar las noticias de las masacres que los comuneros asestaban a los "guerrilleros" de SL, pues en sus fueros internos parecían estar convencidos de que tal cosa era imposible: tenían que ser los militares. Ya desde entonces empezaron a señalar sin duda alguna que toda esa historia de comunidades ejerciendo la autodefensa tenía que ser una patraña urdida por los militares.

Por desgracia la historia era cierta. Los periodistas obviamente evitaron todo contacto con las autoridades y se fueron contratando un guía local para ver in situ la verdad. Y vaya que la vieron. Cuando llegaron a Uchuraccay fueron confundidos con senderistas y la comunidad les dio muerte en menos de media hora. Todo fue un lamentable malentendido. Pero lo más lamentable fue la sucia historia que toda la izquierda empezó a tejer a partir de esos trágicos sucesos en contra de las FFAA.

Esa masacre de periodistas sacó a la luz el verdadero papel que la izquierda peruana tenía frente al accionar terrorista de Sendero Luminoso: apoyo incondicional. El rol de la izquierda fue proteger a Sendero Luminoso acosando a los militares y llenando las páginas de sus diarios con toda clase de mentiras infames contra el personal militar y el gobierno. Fue el momento en que crearon esa cloaca comunista que hoy es la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, con la primordial misión de acosar a los militares sin tregua, papel que nunca dejaron de cumplir hasta nuestros días. Lo primero que hicieron fue culpar a los sinchis. 

Hoy mismo podemos leer en las columnas de izquierda sus clásicas y cobardes mentiras en torno al accionar militar en la lucha contra la subversión. En el editorial de La República que se refiere a la masacre de Uchuraccay puede leerse una increíble pretensión de equiparar el accionar de nuestras FFAA con el nivel de insanía mental con que actuaba SL:
"...tierras donde los conceptos de paz, fraternidad y derechos humanos habían quedado abolidos por la violencia, aplicada desde lados de signo contrario con igual ferocidad" (La República, 26/01/2013).
Por su parte, en el diario La Primera, el incorregible marxista Raúl Wiener no desperdicia la ocasión para seguir echando sombras y dudas sobre el accionar de las FFAA:
"En solo tres semanas del ingreso de los militares a la guerra ayacuchana, las comunidades decidían eliminar a los subversivos que circulaban por sus territorios" (Raúl Wiener, 26/01/2013)
Claro que esta acción de legítima autodefensa de las comunidades campesinas le parece una cobardía y una acción nefasta al marxista Wienner, como a muchos otros izquierdistas que lo condenaron en su momento. Esas acciones valerosas fueron señaladas como la "guerra sucia del ejército". Pero lo cierto es que las FFAA acababan de llegar y aun no actuaban.

La izquierda peruana siempre ha jugado de taquito con Sendero Luminoso. Su aporte fue combatir a las FFAA y a la democracia mediante la guerra sucia de la desinformación, la dispersión de mentiras reiteradas que a fuerza de repetirse iban cobrando fuerza. Toda la izquierda peruana estaba empeñada en cubrir el accionar de Sendero Luminoso señalando los excesos de las FFAA. Incluso la CVR cumplió a cabalidad esta penosa labor al justificar sociológicamente la actuación de SL y condenar sin atenuantes a las FFAA. La estrategia general de la izquierda fue desviar el foco de atención hacia las inconductas de ciertos militares que sucumbieron a la crisis de guerra. Por cada linea de noticia sobre los crímenes de SL aparecían páginas de denuncias reiteradas contra las FFAA. Y así concluyó la última acción subversiva en la residencia del embajador japonés: con la condena de la CNDDHH al accionar de las FFAA y el enjuiciamiento de sus miembros.

En el caso concreto de la masacre de Uchuraccay la izquierda nunca dio tregua a las FFAA pese a todas las evidencias. Jamás han dado su brazo a torcer y hasta el día de hoy siguen en su empeño de inculpar a las FFAA. 
"Por eso la teoría de la confusión siempre tuvo serios límites y se convirtió casi en encubridora dentro del Informe de la Comisión Vargas Llosa" (Raúl Wiener, 26/01/2013).
"¿Se sabrá alguna vez lo que ocurrió? Creemos que no: cinco años de proceso judicial solo sirvieron para ocultar más la verdad tras una montaña de legajos. El juicio concluyó con la condena de dos comuneros a quince años de prisión" (La República, 26/01/2013).
En la campaña de histeria desinformativa en que se embarcó la izquierda peruana para aportar su granito de arena a las luchas que Sendero Luminoso libraba en el campo, se produjeron toneladas de mentiras y calumnias. Hubo alguien con enormes dotes de imaginación que se atrevió a señalar que en una de las fotos que se lograron revelar de la cámara de Willy Retto "se podían apreciar las botas de un militar disfrazado de comunero". Esta mentira se propagó rápidamente.

Sin duda el caso Uchuraccay pasará a la historia como una prueba tangible del triste papel que le tocó jugar a la izquierda peruana como consorte complaciente de Sendero Luminoso, enemiga del Estado, de la democracia y, muy en especial, de las FFAA.


Imagen de portada: una de las fotos de Willy Retto

martes, 22 de enero de 2013

La desigualdad como pretexto político


La desigualdad social es uno de los tópicos favoritos de todo progresista. Es la justificación más recurrente para pedir la intervención del Estado como Dios supremo y agente regulador de la existencia humana, con el noble fin de eliminar estas taras de la realidad y crear un mundo feliz, igualitario y "más justo". Es necesario salir al frente de estas ideas porque esconden el germen del mal y son las que nos han costado millones de muertos. 

Hay varias maneras de abordar este problema. No el de la desigualdad sino el de las personas que insisten en esta clase de visiones igualitaristas. Tomando como ejemplo el último artículo de Nelson Manrique, podremos sacar algunas conclusiones útiles para desenmascarar a estos ingenuos. Notará que una de las principales características del progresismo es ocultarse detrás de primorosos conceptos.

En principio se insiste en separar al liberalismo entre el "político" y el "económico". Es uno de los primeros trucos de la magia progresista. De este modo se hace una especie de separación entre el bien y el mal. Siendo lo "económico" el mal, y lo "social" el bien. Si usted se preocupa por la economía es un villano, si se ocupa de lo "social" es un progresista. Pero resulta que en el mundo real no existe ninguna separación de ningún tipo. Las cosas son una sola. No hay nada que no sea a la vez un acto "social" y económico. Desde que uno se levanta por las mañanas y entra a la ducha ya empieza a consumir agua y jabón. Ni siquiera el sexo deja de afectar la economía. Hay varias industrias alrededor del sexo. Nada hay pues que no sea a la vez un acto "social" y económico. La separación es meramente conceptual y teórica, maniquea y tramposa. Una trampa para bobos.

Se acusa al "liberalismo económico" de defender la libertad económica y facilitar la acumulación "desmedida" de riqueza y a esta, de pervertir la política. Incluso de ser una amenaza para la democracia. Se menciona a Joseph Stiglitz y otros autores que habrían "demostrado que la liberalización financiera otorgó un poder enorme a la industria financiera, y esta utilizó ese poder político para impulsar una mayor liberalización económica". Lo que nadie llega a entender es cómo la libertad y su defensa pueden ser una amenaza para la democracia, mientras que las ideas que intentan eliminarla son ofrecidas como una ¡solución para la democracia! Esto es una aberración total. Se requiere un Estado totalitario que regule no solo las grandes industrias sino la vida misma de las personas para desaparecer desde su raíz el peligro de que la riqueza se incremente de una forma "desmedida". Solo un Estado totalitario puede, en todo caso, imponer esta curiosa "medida" que -como ya se sabe por experiencia reiterada- al final es siempre la miseria extendida.

Es comprensible el resquemor que producen los ricos. Tanta fortuna en tan pocas manos es algo que perturba a muchos. Pero una mente perturbada no es la mejor herramienta para hacer teorías. Se han escrito las teorías más sorprendentes para justificar las acciones más aberrantes. Debemos tener cuidado con los falsos profetas. Hay una afectación especial que es producto de una milenaria prédica religiosa en contra de los ricos. Incluso podemos añadir algunos otros ingredientes como la envidia y el resentimiento o las frustraciones sociales. Pero de allí a inventar toda una ideología del odio contra la riqueza es exagerado. En una sociedad libre cualquiera puede acceder a la riqueza. Esa es la principal virtud de la libertad. Son falsos esos dogmas socialistas según los cuales existe un "sistema perverso" creado para que los ricos sean siempre ricos y los pobres siempre pobres. Hay millones de historias personales de éxito (y de fracasos) que contradicen esas tesis. En la lista actual de los hombres más ricos del planeta hallarán a más de uno que surgió desde los basurales, pero siempre en un país donde se respetan las libertades. En el Perú actual hay miles que salieron de la pobreza extrema y hoy son prósperos empresarios. Pero nunca hubieran podido surgir si el Estado cercenaba las libertades en la búsqueda de una sociedad igualitaria.

No hay nada que impulse más el desarrollo de una sociedad que la libertad. Definitivamente no todos lograrán alcanzar las metas de riqueza que se desean, pero eso no es por culpa de un "sistema perverso" sino por la propia naturaleza humana y por la esencia azarosa de la existencia social. No todos poseemos el talento para ser futbolistas o cantantes, del mismo modo podemos carecer de las capacidades requeridas para una actividad lucrativa, sea en el campo que sea. Muchos logran enormes riquezas pero terminan en vicios o toman malas decisiones y evaporan su riqueza. En fin, la realidad social en libertad es azarosa y, peor aún, caótica. Y me estoy refiriendo acá al concepto científico de un escenario azaroso y caótico, que es algo que nuestros progres no han asimilado aun porque siguen fundados en teorías económicas del siglo XIX. La política todavía no incorpora los hallazgos de la ciencia cognitiva que nos previene en contra del sentido común y de la emoción social. Toda ley que se fundamenta en el sentido común y en la emoción social tiene un efecto contraproducente.

Nada es tan fundamental como la libertad. Es la condición sine qua non para el progreso. Cercenarla con muy buenas intenciones afecta el desarrollo social. No se trata de "libertad económica" sino de simple libertad, a secas. Apenas se cortan libertades los problemas empiezan a aparecer. Por ejemplo, cuando eliminan la libertad de despido de trabajadores convirtiendo en dogma la "estabilidad laboral" el efecto es contraproducente. Es un absurdo total que en un mundo tan cambiante e imprevisible a alguien se le ocurra imponer una cosa llamada "estabilidad laboral" en el mundo empresarial expuesto a condiciones tan volátiles del mercado, la política y hasta del clima. ¿En qué aspecto de la realidad puede uno ver estabilidad? ¡No existe! Nada hay pues tan absurdo para el empleo como eliminar la libertad de contratación y despido en las empresas, ya que nadie está dispuesto a pagar empleados que eventualmente podría no necesitar más. Todo lo que se consigue con esta clase de normas absurdas es disminuir el empleo, generar informalidad y engendrar una casta de parásitos inservibles y desmotivados en la burocracia.

Lo que deberíamos preguntarnos es ¿por qué para los progresistas el tema de la desigualdad social es un problema? Esto no ha sido sustentado. Simplemente se le señala muy confiadamente como "problema". Pero se trata de un problema conceptual y debe ser convenientemente sustentado. Hay alguien que lo ve como un problema y debería explicar por qué lo ve como un problema. ¿Nada más porque le encantaría que las personas sean iguales, o que las sociedades sean iguales o el mundo sea un lugar de países iguales? Sin duda no basta que la realidad sea distinta a nuestras fantasías para señalar que hay un problema en el mundo.

Nada es más heterogéneo que la especie humana. Los humanos se distinguen por la individualidad. ¿Es esto un problema? No. Es precisamente el fundamento de nuestra evolución. Y la desigualdad social está en relación directa a esta característica de la especie humana en libertad. Lo que podríamos entender a medias es que nos señalen a la pobreza como un problema, y en efecto lo es. Pero lo es junto a una gran variedad de otros males sociales que nos afectan, como por ejemplo los enfermos, los ancianos, las madres abandonadas, los hijos abandonados, etc. Pero el progresismo ha hecho tan solo de la pobretología una ideología política conmovedora. 

La pobretología tiene éxito por varias razones. En primer lugar se trata de aprovechar la "sensibilidad social" que ha sido convertida por el progresismo en una virtud política, igual que la religión hizo de la fe una virtud teologal. Entonces, tenerla convierte al portador automáticamente en una buena persona. En segundo lugar la pobretología crea un mercado político muy amplio. Más amplio que dedicarse tan solo a los enfermos, los ancianos o las madres solteras. En tercer lugar la pobretología se asienta en las emociones colectivas y su mensaje es muy simple. Ya tiene identificados a los malos y los buenos, y hasta tiene definido el paraíso: la justicia social. Es algo como hablar del cielo. Cada quien entiende lo que le da la gana. Además de todo ello la pobretología ofrece la posibilidad de jugar a ser Dios. Todo pobretólogo sueña con crear su propia nueva humanidad e inventar su nuevo mundo. Por lo menos se siente un profeta que anuncia su Tierra Prometida.  

Debemos tener mucho cuidado con estos profetas del mundo feliz. Nada hay más peligroso que un probretólogo pretendiendo extirpar los males de la humanidad con un discurso indignado como este: "los 100 mayores billonarios del mundo incrementaron sus ingresos en 240 mil millones de dólares en el 2012. La cuarta parte de esa fortuna bastaría para acabar con la pobreza extrema en el mundo". Tal afirmación es falsa. Ni la cuarta parte ni el total de esa fortuna bastaría para eliminar la pobreza. Todo lo que harían sería aplacarla por un tiempo y una vez consumida esta ayuda, la pobreza volvería nuevamente a apoderarse de esas sociedades. Y es que los pobretólogos hasta ahora no comprenden que la pobreza no es una cuestión económica, no se resuelve repartiendo riqueza. Hasta ahora no comprenden que la riqueza hay que crearla y no repartirla. La repartija solo crea seres dependientes y clientela electoral. Puede aplacar la "sensibilidad social" de mucha gente, pero eso no resuelve nada finalmente.

Los pobretólogos del progresismo critican que los "liberales económicos" se preocupen tan solo de la economía y descuiden "los aspectos sociales de la política". Un discurso que, como ya dije, no tiene ningún sentido. Sin embargo son los pobretólogos del progresismo quienes pretenden atribuir al aspecto económico todo poder para efectuar el milagro de curar el tremendo y complejo problema social de la pobreza. No tienen pues ni la menor idea de cuáles son los verdaderos orígenes de la pobreza, orígenes que se ocultan en múltiples factores concurrentes que no es el caso tocar ahora. Su falsa tesis marxista del "sistema perverso del capitalismo" ya ha sido desvirtuada y hasta ridiculizada de muchas formas. Una tesis que precisamente se concentra tan solo en los aspectos económicos. De tal forma, el progresismo debería aplicar sus críticas hacia sus propias tesis y tirar al tacho el economicismo de su pobretología. 

sábado, 19 de enero de 2013

La izquierda en su juego sucio


A la intensa campaña de desprestigio montada por la izquierda contra los operadores de la revocatoria, hay que sumar una vergonzosa estrategia que pretende confundir al electorado haciéndole marcar su voto en forma equivocada. Los antirevocadores en su desesperación, admitiendo en sus fueros internos que ya la revocatoria es un caso perdido, se han visto obligados a recurrir al engaño. Ahora han transformado el NO en un "No a Susana Villarán". Algo que ha sido aplaudido y difundido de inmediato por el webmaster progrenerd Ocram pero que hasta la propia alcaldesa debe estar deplorando con vergüenza.

De este modo la izquierda suma una perla más a su extenso collar de sucias estrategias de campaña. No ha sido suficiente desprestigiar a los revocadores apelando incluso a su aspecto físico: "parecen de la baja policía" decía César Hildebrandt, sin que la progresía desate sus iras antidiscriminatorias. "Basta mirar sus caras", añadía hace poco Sinesio López, quien de hecho no se mira al espejo. A estas muestras de racismo dichas a plena conciencia, hay que sumar las expresiones de estupidez de los artistas contratados para apoyar a la alcaldesa: "los nuevos ricos son horrorosos" soltaba Claudia Dammert defendiendo la alcurnia de su amix Susana Villarán, quien siendo rica, dejó Miraflores para irse a vivir a Caja de Agua y conocer la pobreza.

Para completar la huachafería racista de la progresía se hizo presente la desubicada Magaly Solier, quien de tanto servir de paje al progresismo cinematográfico, salió en defensa de Susana Villarán, de quien dijo que será defendida por los "verdaderos limeños y no por los provincianos que se creen limeños". Asquerosa frase en toda su extensión. Pero este es el nivel al que ha llevado el "debate" la progresía villaranista. 

Ni siquiera la prensa mermelera caviar concentrada en Radio Capital, (llamada hoy "Radio Villarán"), ha podido mejorar en algo la campaña. El día entero es empleado por Augusto Álvarez Ródrich, Rosa María Palacios, Juan Carlos Tafur, Carlos Carlín y hasta Guillermo Giacosa para sobonear a la alcaldesa Villarán y hablar pestes de los revocadores. De paso confrontan, maltratan y hasta se burlan de quienes llaman para opinar en contra de Susana Villarán, demostrando que en realidad "tu opinión importa" solo si conviene a la campaña del progresismo villaranista. Mención aparte merece el maltrato que un energúmeno como Juan Carlos Tafur le propinó a su "invitado" William Luna. Una actitud que debería ser al menos condenada por la Sociedad Nacional de Radio y Televisión. 

Pero el mayor esfuerzo de la prensa mermelera caviar es montar el psicosocial de "¿quiénes están detrás de la revocatoria?". Ese es el gran mito que pretenden develar mediante sesudos análisis en los que desfilan Alan García, Luis Castañeda y Keiko Fujimori. Esta vez no pueden echar mano de los empresarios, ni de los grandes intereses, ni de los poderes ocultos, ni de las transnacionales, porque todos ellos están con Susana Villarán. Pero aun con todo siempre sacan a relucir los fantasmas de "las mafias" y de "quienes no desean las reformas".

Cada día se aprecia mayor desesperación en quienes apoyan la mala gestión de Susana Villarán. Su apoyo se sustenta solo en cuestiones como "ella es honesta" o porque "no hay razón para revocarla". Hasta PPK ha dicho equivocadamente que la revocatoria solo procede en casos de corrupción, lo cual es falso, pues para eso está la Fiscalía y la Ley. La revocatoria es un instrumento político de rechazo a una feria de improvisados que nada saben de gestión pública, y que han entrado al Municipio con las prioridades cambiadas y con la mente en el delirio de la repartija social. 

viernes, 18 de enero de 2013

VILLARAN, Constructora GyM y el derrumbado Tunel Santa Rosa!!


Escrito por: Elvis Occ
 
 
Graña y Montero es la mas antigua y mas grande Constructora peruana. El 2010 estuvo cerca de facturar mil millones de dolares en ganancias. Dicha empresa ha intervenido audazmente en diversos sectores de la construccion, que van desde estructuras mineras, petroleras y hasta energeticas, siendo mas experimentado en construcciones inmobiliarias y autopistas.

La construccion del Tunel Santa Rosa, fue adjudicado inicialmente a la Constructora Graña y Montero, a pesar de no tener experiencia previa en construccion de tuneles urbanos. El consejo Metropolitano aprobo una partida de 60 millones de soles para tal proyecto. En Marzo del 2011 se registro un derrumbe de tales proporciones que la MML se vio obligada a paralizar la obra. En Marzo del 2012 la alcaldesa de Lima Susana Villaran anuncio que se reanudarian las obras, despues de haberse gastado 62 millones de soles.

El 9 de Enero pasado nos dimos con la sorpresa que recien la OIM lanzaba una convocatoria de licitación pública para la ejecución final de los trabajos de los túneles Santa Rosa y San Martín. En buen castellano, para que corrijan la chambonada que hizo Graña y Montero y por lo que cobro 62 millones de soles. Dos inmensos agujeros tarrajeados y con un gigantesco derrumbe incluido, fue la gracia de dicha empresa constructora. La cereza del pastel es que despues de una arbitracion, la Constructora Graña y Montero, obtuvo 10 millones mas (aunque podria llegar a 29 millones) por haberse paralizado la obra. Inaudito!

Ahora dice la MML que lidera la Sra. Villaran, que terminar la construccion del Tunel Santa Rosa costara un adicional de 70 millones de soles, lo que significa que para cuando el tunel este operable se habra gastado un total de 132 millones de soles. De escandalo, si consideramos que un tunel de cuatro vias en Noruega costo 5,500 dolares el metro pero el Tunel Santa Rosa acabara costando la friolera de $99,000 dolares el metro. Casi 20 veces mas!!



Inclusive hay fallas tecnicas que hasta un llenador de techo lo notaria. Los arcos de los tuneles estan peligrosamente cerca, lo que debilita su consistencia con relacion a un movimiento sismico de regular intensidad. El siguiente grafico (cortesia de Juan C. Galli Silva) asi lo explica.


Entonces uno se pregunta: ¿Por que Villaran y su gente refrendaron la adjudicacion a Graña y Montero para la construccion del Tunel Santa Rosa a pesar de no tener experiencia en proyectos similares? ¿Por que VILLARAN no enjuicio a la Constructora Graña y Montero? ¿Por que la MML no desconto a Graña y Montero una indemnizacion por daños y perjuicios que causo el derrumbe que ellos no "previnieron"? ¿Porque Villaran y su gente le pago 2 millones extra a Graña y Montero? ¿Por que a pesar de su infame perfomance al frente del Tunel Santa Rosa, la administracion de Villaran le adjudico la via Expresa a Graña  y Montero?

Los ciudadanos de Lima ciertamente no entendemos el estilo administrativo de Fuerza Social y su lideresa Susana Villaran. Huelga decir que para ejercer y mantener un cargo edil aparte de ser supuestamente honesto, tambien se necesita ser competente y laborioso. 



Nota: Al 27 de Febrero del 2014, la construccion del Tunel Santa Rosa continua paralizado.

jueves, 17 de enero de 2013

Contradicciones de la izquierda limeña


Por Martín Santiváñez

Siempre me ha parecido fascinante, a nivel sicológico, la forma en que la izquierda peruana (la jurásica y la 2.0) distorsiona la realidad para legitimar todo aquello que se le cruza en el camino. Lo bueno y lo malo. Lo sublime y lo abyecto. Cuando triunfó en Lima, por ejemplo, se aferró a la idea de que el pueblo votó por sus candidatos para recibir de sus labios inmaculados el evangelio de los derechos humanos, esa religión superior del maniqueísmo caviar. Así, entusiasmada por la victoria lograda a punta de "potoaudios", la izquierda se lanzó a pontificar sobre los derechos de esa deliciosa abstracción sociológica que es el "ciudadano de a pie". Jamás sobre los deberes. Y para ello diseñó en su mente un mundo feliz, una utopía ácrata en la que todos, condecorados por el municipio, danzamos cogidos de la mano al ritmo de una canción de Manu Chao. Este sueño de opio es, por supuesto, una dulce quimera astral, algo inalcanzable, entre otras cosas, porque nunca faltan las Claudias Dammert ensambladas por la burguesía para arruinar el pastel.

Lo interesante es que sucede lo mismo cuando la izquierda pierde o está a punto de perder. Ante la debacle, opta por hundirse más en lo irreal, externaliza los errores, negándose a reconocer lo que de verdad sucede y acelerando su descomposición. El hábito de la autocrítica ha sido abandonado por completo, y ante la ausencia de un análisis serio, proliferan las contradicciones. ¿Que antes la OIM era el cuco? ¡Ahora es un aliado imprescindible! ¿Que hace un año el gran capital sería derrotado por Lima, porque Lima es de todos? ¡Da igual, hoy, bajo el gobierno de la alcaldesa de los ricos, continúa siendo de todos, pero un poquito más de los brasileños! ¿Que Ollanta era el "capitán Carlos"? ¡No importa, ahora nos presta a su principal asesor! Las contradicciones de la izquierda que gobierna la ciudad han debilitado a Susana Villarán. Y las contradicciones surgen cuando no se sabe qué se quiere, cuando se ignora a dónde se va.

Es tal el desconocimiento de la realidad limeña por parte del villaranismo, que no sorprende que la señora alcaldesa se haya gastado, al día de hoy, 15 millones de soles en consultorías. Muchas de ellas, por supuesto, innecesarias. Es interesante, a nivel sicológico, comprobar cómo la izquierda se considera legitimada para indicarnos el sendero luminoso que juntos hemos de recorrer. Y, sin embargo, al mismo tiempo se muestra incapaz de implementar sus propias recomendaciones de manera efectiva. Esta castración gerencial, esta impotencia para el management, convierten el sueño comunitario de la izquierda en una pesadilla de caos, anarquía y excesiva politización. Ante un panorama así, allá tú si prefieres dejar el hogar de tus hijos en manos de esta secta maniquea (o estás conmigo o eres de la mafia) que distorsiona la realidad, en el triunfo y en la derrota, en lo sublime y en lo abyecto, tocando la lira de la ensoñación, mientras la ciudad arde. Son imperdonables. Y son revocables. No merecen el poder. Porque no saben que tocan la lira y no saben que Lima arde.


Fuente: Correo

miércoles, 16 de enero de 2013

La izquierda recibe su propia medicina


Nada como la izquierda peruana para representar el más bajo nivel en la competencia política. Su capacidad para enlodar al oponente con un cúmulo de insultos y acusaciones es simplemente insuperable. Son clásicas sus adjetivaciones y falsas atribuciones como agente de la CIA, lacayo del imperialismo, súbdito del Imperio, asalariado de la oligarquía, mandadero de Roque Benavides, empleado de Yanacocha, felón de la derecha bruta y achorada, etc. La lista es larga. 

Pero más allá del insulto, la izquierda maneja a la perfección el arte del psicosocial. Consiste en fabricar un escándalo sin fundamentos basado en la repetición insistente de falsas acusaciones. No ha pasado mucho tiempo de la última campaña electoral donde la izquierda apeló a los niveles más bajos de mentira, calumnia, racismo y desprecio por el oponente. A Keiko simplemente la enlodaron con todo lo que pudieron, desde llamarla "la hija del ladrón" (César Hildebrandt) hasta el circo histérico de las "200 mil esterilizaciones forzadas" promovida por Rocío Silva Santisteban y la CNDDHH. A PPK lo señalaron casi como extranjero por ser gringo y tener pasaporte norteamericano, como mucha gente en el Perú. 

Por todo eso francamente me complace que esta vez le estén propinando a la izquierda una lección a base de sus propias estrategias. Lo jocoso es que ellos mismo aportan el material debido a que se trata de una plaga de verdaderos incapaces. Esto no es ningún mito ni psicosocial. Es la pura verdad. 

La gente que Susana Villarán lidera en la MML son expertos en nada. Son los típicos izquierdistas confusos que creen que basta tener una hipersensibilidad social por los pobres para ser un actor político válido. Han entrado al Municipio de Lima con las prioridades cambiadas. En lugar de ocuparse de los graves problemas que enfrenta una gran ciudad como Lima, se han dedicado a lo que les gusta: regalar dinero a los pobres. De entrada nomás anunciaron el "bono familia" que pensaban entregar a las familias más pobres del Centro. Se interesaron por el Proyecto Linea Amarilla para forzar un incremento de la asignación a los invasores de la ribera del río Rímac, logrando que la empresa la suba de 5 mil a 25 mil dólares, que todos pagaremos más tarde con nuestro peaje. 

Asimismo han puesto mayor interés por reforzar los cerros con muros de contención y emprendido una furiosa tarea en la construcción de escaleras. Según dicen han hecho 2 mil escaleras en 2 años, pero hasta ahora estamos esperando el mapa de su localización. El tema es que todo esto ayuda en nada a los más graves problemas de la ciudad como son el caos del tránsito, el exceso de unidades de transporte, la mala distribución de las rutas de transporte, la ausencia total de supervisión de la calidad del servicio de transporte público, la necesidad urgente de pasos a desnivel en diversos lugares de la ciudad y de vías elevadas en muchos otros. 

Nada se ha hecho sobre los problemas expuestos. La tan mentada "reforma del transporte" no deja de ser un mito. Lo cierto es que no hay nada en concreto fuera de los diagramas y powerpoints que solo sirven para el discurso.  Dos años y nada. Además del transporte y la vialidad de la ciudad tenemos el grave problema del hacinamiento y el deterioro de las casonas del Centro, la recuperación integral de la Costa Verde y otros grandes proyectos que ya están definidos y hasta iniciados, como el túnel Santa Rosa. Pero lejos de ocuparse de los verdaderos problemas de la ciudad, la caviarada municipal se ha dedicado a las cosas más fáciles como la casa de la mujer golpeada, el apoyo a los minusválidos y gays, la promoción del ajedrez, la premiación de deportistas y artistas, la organización de serenatas, etc. Están ocupados en una gran cantidad de cosas que ellos creen que deben "promover", como los derechos de los trabajadores. 

Su incompetencia es tal que no saben diferenciar las prioridades de la ciudad. Se dejan llevar por su sensiblería social y apelan a su dulce retórica para salvar su imagen de ineptitud. Lima está harta de estos tipos y la revocatoria se justifica plenamente. Lo curioso es que esta figura de la revocatoria, que para ser francos es una aberración, fue un invento de la izquierda para tratar de desestabilizar a democracia representativa. Su inclusión en la Constitución corrió a cargo de Henry Peace. Ahora pues les toca probar una cucharada de su propia medicina.

domingo, 13 de enero de 2013

JOVENES DE DERECHA, NUEVA TENDENCIA!




Escrito por: Mauro Barea

Ideológicamente, soy de derecha. No de centro, oiga: de derecha. ¿Y por qué? Pues, como no podía ser de otra forma (si creo tener dos dedos de frente, que espero que sí)  por decisión voluntaria y razonada. A mí no me vale eso de los bandos que tanto están de moda, ni razones religiosas, ni si es más simpático el líder político tal o cual, ni nada de eso. Así que, para contestar a la pregunta, he de intentar explicar qué es para mí la derecha y la izquierda. Una vez contado esto, la respuesta será simple: soy de derecha porque quiero.

¿De dónde nacen los conceptos “derecha” e “izquierda”?

La wikipedia  nos cuenta lo siguiente: “El término tiene su origen en el lugar donde se sentaban en el parlamento francés surgido tras la Revolución Francesa en el que los monárquicos, los conservadores de la época que apoyaban el Antiguo Régimen, se sentaban siempre en el lado derecho y los republicanos en el izquierdo. Esta definición es obviamente obsoleta, el significado se refiere ahora al espectro ideológico. Los contrarios de la derecha política suelen tildar a estos de reaccionarios, un término que surgió para referirse a aquellos cuyas políticas se formaron en reacción a la Revolución Francesa y contrarias a la misma”.

José Luis Prieto cuenta la historia del Parlamento francés mucho mejor que lo que pudiera hacer yo mismo en su blog (entrada del 11-09-05); si alguien quiere saber más, lo remito allí.

¿Qué entiendo por derecha e izquierda?

Lo concibo de una forma extraordinariamente simple. Para mí, hay dos valores supremos en la sociedad humana: Libertad e Igualdad. La derecha es aquella ideología política donde, en situaciones de conflicto, considera que debe predominar la libertad sobre la igualdad. La izquierda es la situación contraria:
predominio de la igualdad sobre la libertad. Y ya está. Fácil, ¿verdad? De esta forma, la extrema derecha sería la anarquía. Y la extrema izquierda sería el totalitarismo con un primer ciudadano igual al resto de ciudadanos. La democracia es de derecha, y las dictaduras son de izquierda; pero también es cierto que la pobreza y explotación  es de derecha, y la protección de todos los ciudadanos en un Estado Social es de izquierda. Los nacionalismos, evidentemente de derecha (se basan en la libertad del hombre para decidir y en la negación de la igualdad entre sujetos según su lugar de nacimiento).

Quizá sea una forma exagerada de verlo. En realidad, generalmente los partidos políticos y los ciudadanos no pertenecen a ninguno de los extremos ideológicos (sobre la ideología y los partidos hablamos otro día, si cabe). Para explicarlo de una forma más ajustada a la realidad, hablemos de otros valores en la sociedad humana: el pluralismo y la justicia. Para mí, el pluralismo está ligado a la libertad, y la justicia a la igualdad (creo que son fáciles de relacionar, así que no me extiendo más).

Y la existencia de ambos valores marca el mínimo que se debe respetar en todo caso.
Para la derecha, la libertad no debe ser ilimitada, sino que debe desarrollarse como valor supremo dentro de una sociedad justa; justicia íntimamente ligada a la igualdad de oportunidades, y a la protección del débil / necesitado (cosa que, además, va en camino de garantizar la libertad propia e individual del débil).
Para la izquierda, la búsqueda de la igualdad no debe eliminar la libertad, sino que se debe realizar respetando las opiniones y expresiones de los demás, en un sistema democrático que busca el estado del bienestar.

Así, la derecha es la ideología donde predomina la libertad sobre la igualdad, pero salvaguardando siempre el valor de la justicia (digamos…. liberales). Y la izquierda es la ideología donde predomina la igualdad sobre la libertad, pero salvaguardando siempre el valor del pluralismo (digamos… socialistas).
Dentro de esta forma de verlo (que es la mía y por la que me guío, pero no tiene por qué ser la correcta), soy de derecha. Ideológicamente.

Payasada chavista en Venezuela


MARTA COLOMINA |  EL UNIVERSAL


Desde que Nicolás Maduro asumió la función presidencial, no ha cesado de insultar a la oposición venezolana y alabar a sus jefes cubanos. El día de su "consagración" , que pretendió ser camuflada bajo una fallida asunción del poder del ausente Hugo Chávez y la presencia de los mantenidos del continente que han vivido a costa de nuestros petrodólares, se esmeró especialmente en cumplir el mandado de los Castro materializado en un golpe constitucional dado en nombre del comandante del 4-F. Maduro exaltó la "independencia como objetivo de la revolución" y de seguidas un cubano tomó la palabra en el acto protocolar. Mientras los Sukhoi volaban sobre Caracas (vuelo que el amenazante Maduro calificó como "mensaje muy claro") divirtió que "si no reconocen el (nuevo) gobierno, el gobierno tomará acciones contundentes contra ellos": "Por ahí algunos gobernadores (en referencia a Capriles) han salido a declarar jugando con las palabras. Nosotros les decimos (... ) si ustedes no reconocen el gobierno legítimo (¡!) en funciones (...) nosotros estamos evaluando legalmente acciones muy contundentes, porque si usted no me reconoce a mí, yo no estoy obligado a reconocerlo a usted (... ) Cuidado se meten en aventuras golpistas (... ) Hay un plan de la ultraderecha para buscar un muerto, dos muertos, y llenar de sangre el país" 

Maduro repite hasta el paroxismo que "nosotros elegimos y tenemos un solo presidente y ese se llama Hugo Chávez (...) Que nadie se confunda, ni se deje confundir". Sin embargo hay millones de "confundidos" dentro y fuera del país. Si hay un solo presidente ¿por qué ponen en su lugar a quien el cargo de vicepresidente venció el 10-01-13 y cuya continuidad viola el mandato constitucional? ¿Por qué descartar la clarísima falta (temporal o absoluta) de Chávez, si durante un mes no se ha recibido muestra fehaciente de que él pueda reasumir el poder y, ni siquiera de que esté con vida, dada la nula confiabilidad de la información que llega desde La Habana? El apoyo de Chávez a Cuba representa "el mayor segmento de su economía: más que el turismo, remesas y exportes combinadas" (Iván Lansberg EU 11-01-13). La falta de esos recursos ($ 10 mil millones anuales más otras prebendas) "podrían significar un colapso económico con pobreza y hambruna similar a la sufrida tras la caída de la URSS". Países de PetroCaribe y el ALBA también están nerviosos, de ahí que en el aquelarre del jueves le hayan dado apoyo a la continuidad del Gobierno de Chávez, sin Chávez, es decir, a Maduro. La respuesta por los favores recibidos fue inmediata "Pdvsa aumentará trueque de Petrocaribe a $ 1.300 millones (EN11-01-13) 

Todas las asociaciones de juristas de Venezuela (Derecho Público y Derecho Constitucional) se han mostrado contrarias a la prolongación del mandado de Maduro en funciones del Presidente y expresan que con la sentencia política del TSJ (apéndice rojo que jamás ha emitido un fallo contrario a la opinión de Chávez) se avala un gobierno de facto. El colega Eugenio Martínez recuerda que la "Sala Constitucional, al valorar la desincorporación de 8 magistrados en diciembre de 2012, argumentó que el principio de continuidad administrativa se aplica a la función, pero no a los funcionarios". En síntesis, no es a Maduro a quien le corresponde estar en funciones de Presidente, sino al Presidente de la AN, organismo que debió declarar la falta temporal o absoluta y llamar a elecciones. Aquí se ha dado un golpe para que la élite chavista "gobierne" el país en nombre del pueblo y del ausente presidente Chávez, sin que medie elección alguna y en abierta violación constitucional. 

Conatel anuncia nueva sanción contra Globovisión por difundir el artículo 231 de la Constitución, la división de poderes no existe y el Alto Mando Militar expresa su apoyo a Nicolás Maduro, así que estamos ante un cerco solo presente en las dictaduras. La oposición dice que irá al TSJ, OEA y a Mercosur (ya Insulsa declaró que los poderes "constitucionales" avalaron la situación política y en Mercosur reinan los $ y el petróleo en manos chavistas. 

En la prensa mundial se expresan críticas a la nada ortodoxa usurpación del poder ("el pueblo votó por Chávez, no por Maduro") y no pocas ONG claman para que los "datos sobre la salud de Chávez sean verificables". Jean Maninnat (EU 11-01-13) revela que "los socios comerciales y políticos del Gobierno observan desde sus embajadas y equipos de inteligencia, como comienza a deshilacharse la acción del (nuevo) gobierno (... ) También están atentos a la respuesta que dé la oposición, escaneando si tiene los colmillos y la inteligencia que requiere una acción capaz de ser gobierno y nuevo actor regional". Inteligencia, puede, pero colmillos no se ven... 

mcolomina@gmail.com

viernes, 11 de enero de 2013

La generación socialconfusa



En mis tiempos la política era más sencilla que hoy, y creo que la vida en general. Se sabía claramente lo que significaba ser de izquierda. Un izquierdista soñaba con tomar el poder mediante la lucha armada para imponer una dictadura comunista. Así de simple. Lo demás es retórica. La izquierda se dividía en mil facciones pero al final todos querían lo mismo. La gran mayoría de la izquierda estaba conformada por jóvenes ilusos engañados por la utopía socialista del mundo perfecto. Recitaban de memoria sus textos sagrados conformados por esa palabrería insufrible de Marx y Lennin. Los que no eran jóvenes estaban en un estado visible de deterioro mental, porque la ideología de izquierda es exactamente igual que la cocaína.

Tras la caída del muro de Berlín, el desplome del bloque socialista, el fracaso absoluto de las tesis de izquierda en todo el mundo y la derrota en el Perú de Sendero Luminoso y el MRTA, el panorama cambió radicalmente para las generaciones de los 90. A partir de allí ser de izquierda se convirtió en un penoso experimento mental que combina la sensiblería social con la nostalgia del pasado comunista. Ser hoy de izquierda apenas se justifica desde el plano ideológico. De aquellos textos sagrados que ya reposan en el basurero de la historia solo se han rescatado algunas consignas que se resumen en dogmas abstractos como "justicia social". La izquierda se reduce hoy al uso de conceptos en los que cabe cualquier cosa, desde la histeria anti discriminación hasta la defensa de los animales y el medio ambiente. Así que cualquiera que hoy se sienta un defensor de causas justas y nobles levanta la bandera de la izquierda.

Si a ese sancochado mental resultante le añadimos los problemas de la educación y las gravísimas crisis sociales vividas en el Perú a fines del siglo pasado, lo que hoy tenemos es una generación de jóvenes y no tan jóvenes francamente confundidos en el escenario político. Una generación que además se ha forjado en la debacle de los medios y del periodismo, absorviendo TV basura, jugando al Play Station y descubriendo la Internet como nuevo juguete. Si tuviera que elegir a un personaje que represente a esa generación mentalmente extraviada, que hoy es parte de una izquierda progresista sin ideología ni programa, sustentada apenas en una sensibilidad social que le sirve de brújula, y que vive improvisando sus odios y afectos cada día, señalaría a Marco Sifuentes, también conocido como Ocram, que es su nombre al revés. 

Marco Sifuentes es una especie de Mark Zuckerberg peruano cuyo único mérito en la vida es haber iniciado el periodismo en la web, mediante un blog de nombre estúpido llamado "El útero de Marita". Hace poco nos reveló las características de su mediocre educación en un colegio de Pueblo Libre donde los profesores tenían el perfil mental de los Humala. Eso ya explica muchas cosas. Estudió periodismo en la PUCP en un programa de novedosa creación, y luego fue parte del equipo de "La Ventana Indiscreta", programa político que dirigió Cecilia Valenzuela hasta el 2008. A partir de allí empieza su discurrir en la web siendo finalmente pionero del periodismo ejercido en la Internet. Más allá de eso es un personaje que destila un izquierdismo desorientado y sin rumbo. Representa pues a la auténtica generación de la izquierda perdida.

Una revisión de su blog confirma nuestras sospechas, pues solo a un desubicado se le puede ocurrir mezclar un artículo que condena al Partido Comunista del Perú, Sendero Luminoso y a los jóvenes que hoy prestan oídos al discruso del MOVADEF, junto a otro artículo donde declara su amor por Camila Vallejo, la líder comunista chilena que es admiradora de la dictadura comunista cubana, dictadura que a su vez sustentó las masacres de la guerrilla comunista de Latinoamérica en los 70 y 80, como el MRTA y de pasada Sendero Luminoso. Es decir, el comunismo latinoamericano es todo un mismo saco de basura. ¡No se puede condenar al PCP- SL y a los jóvenes que hoy escuchan la prédica de Movadef y luego admirar a Camila Vallejo! Si este sujeto resulta incapaz de ver el absurdo es por su falta de visión histórica y por su ignorancia política. Es evidente que hoy la política, desde el Congreso hasta los medios, se ha llenado de ignorantes e improvisados.

Pero los socialconfusos de la izquierda moderna son inmunes a la racionalidad. Tan solo se apoyan en sus emociones, añoranzas y nostalgias. No se dan cuenta de las conexiones estrechas que hay entre lo que dicen rechazar y lo que apoyan fervientemente. Ocram es la prueba viviente del absurdo político de la izquierda del siglo XXI. Pongamos otro ejemplo. Este desubicado lanza una advertencia a los jóvenes para que no presten oídos al Movadef citando un texto de la CVR: "El PCP-SL instrumentalizó, para su inicial crecimiento partidario en las diferentes regiones del país, instituciones del sistema educativo, expandiendo a través de ellas su prédica para captar núcleos minoritarios de jóvenes a quienes ofrecía una ideología de ruptura total con el orden establecido..".

Parece muy apropiado. Sin embargo, el post anterior es una apología de Javier Heraud, poeta y guerrillero comunista muerto a tiros en el río Madre de Dios. ¡Precisamente uno de esos jóvenes captados por el comunismo a través del adoctrinamiento en las instituciones educativas! Entonces uno que conoce la historia de la política peruana y mundial, no llega a comprender qué hace un idiota condenando en un post al comunismo y ¡elogiándolo en los otros! 

Me parece bien admirar al poeta Javier Heraud. Yo también lo admiro. Sus poemas son bellos. No me canso de leer "El rio". Pero no se puede decir de él: "Me gustó la muestra porque es un intento de explotar al máximo el potencial iconográfico de Heraud, que debería estar al nivel del Che —con toda la carga, para bien y para mal, que eso implica— en el imaginario colectivo de la juventud peruana...". Solo un auténtico imbécil de la izquierda confusa de hoy se le puede ocurrir colocar la imagen de Javier Heraud como iconografía comunista para la juventud peruana. Si hay algo que rescatar de Javier Heraud es tan solo su poemario y más nada. El resto es mejor ocultarlo. Y no lo digo yo solamente. Se lo está diciendo la CVR en su propia cita.

Javier Heraud fue una víctima del comunismo. Si queremos ponerlo como icono para la juventud habría que hacerlo señalando este carácter esencial de su figura: víctima del comunismo. Y habría que hacerlo como una advertencia a los jóvenes para que no desperdicien su juventud prestando oídos a mensajes celestiales que vienen desde la izquierda. Pero hacerlo como una apología del comunismo criminal colocándolo al nivel del Che, es algo que, repito, solo a un perfecto imbécil se le puede ocurrir.

Lástima que no hayamos emprendido en el Perú un programa educativo apropiado luego de vivir toda esa época nefasta de la izquierda violenta y criminal en las últimas décadas del siglo pasado. Debimos haberlo hecho. Así podríamos quizá haber evitado el surgimiento de esta generación de socialconfusos e idiotas de la política que hoy se proclaman como abanderados de una posición política correcta, incluyendo en sus mensajes las semillas del mal. Tenemos un trabajo que emprender. No solo hay que corregir esta clase de mensajes aberrantes sino que debemos señalar a estos idiotas con carteles de peligro, para que quienes se atrevan a leerlos tengan la debida precaución de no pisar sus minas ideológicas.

miércoles, 9 de enero de 2013

Apuros en la revocatoria


No deja de ser patético que la estrategia de los anti revocadores deje de lado a Susana Villarán como alcaldesa y se concentre más bien en otras razones conexas y hasta falaces para impedir la revocatoria, lo cual solo puede confirmar que la tía Regia es un personaje indefendible. ¿De qué otra manera puede interpretarse que el eslogan principal de los anti revocadores sea "Lima no puede parar"?

El mensaje de los anti revocadores se extiende hasta explicar que no vale la pena gastar tanto dinero en una consulta popular y luego en nuevas elecciones. También afirman que sería espantoso para la ciudad tener 4 alcaldes en un año. En suma, la campaña contra la revocatoria ha dejado de lado a la alcaldesa Susana Villarán para pasar a definir riesgos y defendernos de los supuestos peligros que se ciernen. Ya ni siquiera se menciona la tan mentada "honradez" de la tía Vaga. Es evidente pues que Susana Villarán como alcaldesa es indefendible.

Por otro lado, los antirevocadores mediáticos AAR, RMP, Lauer y otras menudencias, insisten en sus cuentos de terror como las supuestas mafias que están detrás de la revocatoria. Llegan a escribir cosas tan risibles como afirmar que quienes buscan la revocatoria están en contra de las maravillosas reformas que por largas décadas ha esperado la ciudad y que al fin esta gestión edil se ha decidido a realizar. Esto más parece guión de algún programa cómico.

Anel Townsend ha salido de su sarcófago político para emprender una campaña suicida que, sin duda, la devolverá a sus mazmorras con todo y pancartas. Ya sin argumentos que repetir, en el minuto segundo de toda entrevista empieza a divagar con cuentos de la cripta, como que se detendrán grandiosas obras, por ejemplo, la ampliación de la Vía Expresa. Esta obra, si es que de verdad se emprende, tardará unos diez años como mínimo. Ahora está en fase de expropiación de terrenos y solo allí pasará un par de años. Así que no hay de qué preocuparse. 

En realidad nada tiene por qué detenerse. Las grandes obras están previstas y concesionadas desde la época de Castañeda y deberían continuar. Quien las ha detenido ha sido precisamente Susana Villarán que paralizó la Linea Amarilla para "socializar" el proyecto y darle mayores ventajas a la empresa, además de cambiarle el nombre. Ahora nos saldrá más caro a todos. También ha detenido el proceso de ampliación del Metropolitano. Y ni qué decir de toda la red de obras de infraestructura vial que la ciudad necesita con urgencia y de la cual no hay absolutamente una sola obra en marcha.

Al contrario de lo que afirman, la revocatoria busca recuperar la dinámica en obras de infraestructura que Lima venía experimentando en los últimos diez años y que esta gestión edil de Fuerza Social ha paralizado.

Tras los resultados de las últimas encuestas donde la aprobación de Susana Villarán cae a 22% y las intenciones de revocarla se mantienen por encima del 60%, parece que la tarea de todo ese contingente de mermeleros caviares y farándula mixta, contratada para impedir el despido de la izquierda de su gestión edil, será más difícil que los trabajos de Hércules. Ni Favre ni Harry Potter podrán evitarlo.

lunes, 7 de enero de 2013

La escoria del Congreso


El Congreso Peruano debe ser uno de los más patéticos del mundo, sin ninguna duda. Es la imagen viva de la decadencia de la clase política del país, proceso degenerativo que empezó en el velascato, para variar, pues esa fue la época en que todo el Perú inició un largo proceso de deterioro social que repercutió en diversos aspectos, incluyendo el educativo, deportivo, cultural y político. Si bien Fujimori logró recuperar el Perú de las nefastas modificaciones que impuso el velascato en el entorno económico, la degradación social iniciada por las reformas emprendidas por la izquierda velasquista nos siguen pasando la factura. La miseria de la clase política es apenas una de ellas.

En 1980 recuperamos la democracia, pero la cultura cívica necesaria para sustentar en los hechos un sistema democrático había dejado de existir. La presencia del PPC, AP y el APRA en la escena política solo se hizo posible gracias a sus viejos cuadros. Prueba de ello fueron los candidatos a la presidencia: Bedoya, Belaúnde y Villanueva. La sociedad había perdido toda su cultura política pero además estaba la izquierda denigrando a la clase política con el mismo discurso del velasquismo. Para la izquierda todos los partidos eran malos y solo quedaba el apocalipsis de su revolución sangrienta. Así las cosas, la falta de nuevos cuadros políticos fue reemplazado con la presencia de saltinbanquis y trepadores improvisados, quienes vieron en la política una forma fácil de sobrevivir.

El Congreso derivado de la Constitución del 78 tenía una estructura clásica de dos cámaras y, solo por ello, tenía mejores posibilidades de funcionar bien. La prueba de fuego se dio durante el disparatado intento de Alan García de estatizar la banca. Mientras que la histeria de los diputados apristas aprobaba al carpetazo el proyecto en una sesión maratónica de madrugada, el Senado presidido por Luis Alberto Sánchez paralizó el proyecto y no lo aprobó. Fue así como el circo de las comisiones interventoras transitorias de los bancos se quedó sin piso. Fueron los últimos años en que el izquierdismo dominó la escena política causando graves estragos en todos los campos. 

La herencia que recibió Fujimori en 1990 fue de miseria y caos total, con el signo inconfundible de la izquierda en todos sus matices, desde un gigantesco Estado cuya planilla era impagable, además de cientos de empresas públicas inservibles y quebradas, hasta el terrorismo más despiadado de la historia. Con el Fujishock y la captura de Abimael Guzmán cerramos 25 años de predominio de la izquierda en el Perú. Lo que nos quedó fue recomponer el país y echarlo a andar. Por desgracia el fujimorismo también heredó esa mentalidad contraria a los partidos políticos y a la democracia representativa. Fujimori también apeló al discurso contra los "partidos tradicionales" y los "políticos caducos". La consecuencia de esta mentalidad fue el espantajo de Congreso que nos dejaron en la Constitución de 1993.

Desde la instalación del Congreso unicameral no hemos parado de lamentar los tristes espectáculos que nos ofrecen los advenedizos a la política, desconocidos y sin trayectoria alguna, llamados para llenar las listas o allegados que compran con su dinero un puesto. En los últimos años partiduchos improvisados como Perú Posible y el Partido Nacionalista se han encargado de proporcionarnos la más raleada escoria parlamentaria como las inolvidables cocaleras que se trenzaron a golpes para inaugurar su presencia en la escena política, además de los delincuentes que trafican con los puestos que el Congreso les proporciona para su oficina. Al margen de estos grotescos personajes, la marca más distintiva de nuestros congresistas es la ignorancia, la cual va desde el analfabetismo pleno hasta la incultura más disimulada a base de charlatanería.

Gracias a que la Constitución del 93 no supo diseñar un sistema político que solvente la democracia con una adecuada institucionalidad, tenemos lo que tenemos. Esa es la verdad. Los congresistas de hoy no saben con exactitud cuál es su misión. Hay toda una contradicción conflictiva en su esencia. Se supone que representan a la nación pero son elegidos por una circunscripción. No saben si están en el Congreso para representar a su pueblo o es que tienen que viajar a su pueblo para representar al Congreso. Algunos afirman que son tramitadores del pueblo ante el poder, otros que son visitadores que recogen las inquietudes de sus pueblos, etc., todo lo cual no pasa de ser simple retórica. En resumen, andan perdidos. Eso es lo que tenemos como la principal institución de la democracia en el Perú.

Como colofón de esta tragedia peruana, que ya supera toda tragedia griega o hindú, la escoria parlamentaria  ha decidido aumentarse el sueldo descaradamente y contra toda la opinión pública. Más conchudos no podían ser. Es imposible justificar que en una semana de visita a su pueblo lleguen a gastar 15 mil soles. Ya no discutiremos la falta de sentido que tiene esa supuesta "visita de representación". En todo caso tendría que sustentarse la relación de una visita con algún proyecto en carpeta, pero esto no sucede. Sabemos de sobra que estas visitas son de campaña política. Es decir, el pueblo les paga para hacer su campaña de reelección. Ni más ni menos.

Ahora se escuchan voces que piden cerrar el Congreso. Ante el río revuelto, han vuelto a aparecer los fantasmas del ayer, los vengadores desaforados en el 92 que andan en busca de restaurar la C-78. Este es el panorama confuso que debemos enfrentar este año. Como decía mi madre, las cosas mal hechas siempre traen cola y hay que volverlas a hacer tarde o temprano. Antes de que prospere el disparate de los que buscan venganza, el gobierno debería encargar una Comisión de Alto Nivel que se encargue de diseñar la reforma constitucional del Congreso Peruano, reinstaurando las dos cámaras, junto a un conjunto de medidas adicionales como eliminar el voto obligatorio e implantar vías alternas de elección indirecta, por ejemplo, para el caso de los senadores. No actuar ahora para enfrentar este problema solo provocará que el problema siga creciendo hasta salirse de control.

domingo, 6 de enero de 2013

Los villanos de Villarán


Es claramente visible que la campaña en contra de la revocatoria de Susana Villarán tiene un gran equipo mediático donde brillan las estrellas de La República, muy por encima de sus opacos coleguitas de La Primera y Diario 16. La delantera de este equipo está conformada por el trío Mirko Lauer, Augusto Alvarez Ródrich y Rosa María Palacios, contratados por la caviarada para reforzar sus posiciones. Sin embargo, da la impresión de que los tres siguen un mismo libreto que no parece tener mucho sentido.

Aunque cada cual sigue su propio estilo, coinciden en convertir a Luis Castañeda Lossio en el malo de la película. Hay una incomprensible obsesión con Castañeda tratando de mostrarlo como la Hidra de Lerna, el Can Cerbero o el Dragón con aliento de fuego al que deben combatir. En todo este lío de la revocatoria el mudo no ha dicho ni pio, y sin embargo resulta siendo el más famoso. Tanto así que los promotores de Villarán andan anunciando la vuelta de Castañeda al Municipio. Ven la sombra de Castañeda en cada esquina y cartel. En lugar de defender a Villarán atacan a un mudo ausente.

Parece existir pues una especie de fiebre de castañeditis en el segmento progre-caviar. Desde su llegada al Municipio entraron como cazafantasmas en busca de los rastros de Castañeda, tarea en la que invirtieron su primer año de gestión, tratando de perjudicar su candidatura presidencial. Luego, como no podía ser de otro modo, aparecieron cual salvadores de la patria a denunciar a Castañeda ante la Fiscalía, en un caso que ya había sido procesado y ya para entonces era historia. Ahora, con la actual decisión judicial que exculpa una vez más a Castañeda, los cazafantasmas municipales y toda la progresía mediática han hecho el ridículo una vez más. Pero aun parecen no escarmentar. No tienen más argumentos que el ataque a Castañeda.

Es típico de la izquierda inventar fantasmas y monstruos a los que se ocupan de combatir. Ahora no es la oligarquía, ni los EEUU, ni la CIA y ni siquiera los famosos "grupos de poder", pues la CONFIEP en pleno está apoyando la incapacidad municipal solo por ahorrarse conflictos. Huérfanos de fantasmas viejos y a falta de opositor visible, la progresía ha decidido convertir a Castañeda en el canalla de la telenovela, pintando a Marco Tulio Gutiérrez como el sucio ejecutor de instrucciones. El monstruo retórico utilizado por la izquierda es "la corrupción" y "las mafias". Pero todo esto no es más que dar palos en la oscuridad. 

Lo mejor que han hecho los villanos de Villarán es levantar el psicosocial de las famosas "reformas". Lo cierto es que no existen tales reformas. Los incapaces que lidera Villarán no tienen la más remota idea de cómo se hace una reforma del transporte. La improvisación y palabrería de Gustavo Guerra, que no es ningún especialista en transporte, como tampoco lo es Maria Jara, no alcanzan para convencer de que tienen en marcha una reforma del transporte. Hablar de corredores viales es algo que se viene haciendo desde hace treinta años. 

La osadía de estos incapaces ha llegado al extremo de vendernos como "reforma" el sembrado de 60 inspectores en 5 cuadras de la Av. Abancay. Y han llegado incluso a decir que la reciente desatroza e inútil reinscripción de taxis también es parte de su reforma. Un cuento que se repite hace veinte años y que nunca ha servido para nada. Así pues, el ejército de mermeleros de la prensa caviar solo puede combatir al fantasma de Castañeda, el monstruo invisible de la corrupción y montar psicosociales con ayuda de la imaginación. Esperemos que la contratación de su estratega brasileño Luis Favre pueda darles un poco más de sensatez a sus columnas. 

sábado, 5 de enero de 2013

EL socialismo vuelve a fracasar en Venezuela


CARLOS MACHADO ALLISON |  EL UNIVERSAL


Mucha gente se sigue preguntando por qué el gobierno de Hugo Chávez ganó las elecciones a pesar de los tenebrosos indicadores que usualmente miden el desempeño de un país. En efecto, cerramos el año con más de 21.000 asesinatos, y los secuestros son tan frecuentes que ya no hay familia que no conozca algún caso propio o cercano. No sólo ocupamos una destacada posición en materia de inseguridad, sino que la dependencia económica también marcó cifras extraordinarias, pese al tan relamido discurso de la independencia. Importamos bienes y servicios por más de 56 mil millones de dólares y exportamos -sin contar el petróleo- algo más de 3 mil millones. Así, en materia de comercio internacional -sin petróleo- no somos nada. Ocupamos posiciones horripilantes en materia de competitividad, inversión extranjera, derechos de propiedad y percepción internacional. El mundo moderno nos ve con lástima, o como un violín desafinado de la orquesta global. 

Otro indicador de fracaso es la salud. Por ciertas razones he tenido que interactuar con varios médicos en los últimos días y los relatos sobre la descomposición son impresionantes. En las clínicas cuando no falta una cosa falta la otra. Entre los faltantes están nuevos médicos competentes que puedan cubrir las vacantes de los ausentes y de los cientos de solicitudes para migrar al exterior. Faltan anestesiólogos y otros especialistas, o pasan por múltiples dificultades para obtener equipos nuevos o repuestos de los existentes. Lo mismo ocurre con el personal auxiliar, difícil lograr asistentes competentes lo que determina problemas que van desde la asepsia de ciertas áreas, hasta la calidad en la atención a los pacientes. Con las vacaciones médicos, abogados, ingenieros, profesores y otros profesionales escapan a toda velocidad buscando alguna paz mental tras meses de angustia. ¿Hasta cuándo y a dónde se van a escapar de la realidad? 

El indicador más importante es el de la educación. Los profesores de las principales casas de estudio tienen sueldos miserables y como evidente consecuencia, pérdida de motivación. Los laboratorios de investigación, de donde surgen los conocimientos que pueden mantener al día la enseñanza superior, dan lástima. El sistema de educación superior se aleja a toda velocidad de los niveles internacionales y el medio no es mucho mejor: los mejores migran, otros medran y quedan, aquí y allá, algunos que aún luchan por mantenerse al día. Gracias a ese desastre educativo, de la renta petrolera, de dádivas y promesas, el gobierno gana y vuelve a ganar. ¿Cómo competir con la dádiva? Pues es difícil cuando se tiene tanto éxito en promover la ignorancia, la inseguridad, el desempleo, la falta de nuevas inversiones y la inserción en el mundo moderno. El gran éxito electoral, gigantesca paradoja, está sustentado por todos estos indicadores negativos. El 55% de los venezolanos sólo piensa en el corto plazo y está satisfecho por lo que le dan y le ofrecen. El 45% piensa hacia el futuro y cuando llegan las vacaciones como que dejan de pensar. 

viernes, 4 de enero de 2013

Descifrando a la izquierda


La izquierda es ese sector de la política que aspira a utilizar al Estado para vivir a expensas de los demás, justificando tal pretensión con el discurso de "justicia social". Es decir, para la izquierda es justicia que quienes trabajan y crean la riqueza se hagan cargo de los otros. Hay muchas formas de justificar semejante disparate pero todo lo que se diga no pasa de ser más que retórica y palabrería, arte en el que son expertos los ideólogos de izquierda, aunque no hace falta ninguna calificación académica ni mental para caer en el discursillo de la "justicia social", disfrazada también de generosidad y solidaridad. Con todo ello, alguien que considera tener una buena alma solo le queda ser de izquierda o sentirse un pecador.

Los de izquierda son pues los campeones de la generosidad y sollidaridad, pero siempre con el dinero público. Es decir, un izquierdista es quien ejerce su filantropía con dinero ajeno. Le encanta arrimarle al Estado todo el peso de la carga social que su generosa imaginación juzgue que debe ser atendida gratuitamente. Por supuesto que a ningún izquierdista le cuadran las cuentas. Ni siquiera se ocupa de hacerlas. Tiene todo el pensamiento ocupado en regalar dinero de mil formas. Entiende que los impuestos son la clave de sus ingresos y apunta hacia los ricos y las empresas para expoliarlos sin límites. Incluso no se detendrá si juzga necesario adueñarse de una empresa. También habrá justificaciones para ello: soberanía, actividad estratégica, lucha antimonopólica, etc.

Premunidos de discursos baratos y una lógica elemental con pretensiones socialistas, los de izquierda suelen hacer estragos muy serios cuando acceden al poder. Su estructura mental tiende a ignorar la realidad para preferir sus ideas más descabelladas. Tienen la estúpida creencia que el Estado es capaz de dirigir toda la realidad del país, y que la sociedad entera, con toda su exuberante, múltiple y azarosa dinámica, puede ser "regulada" a partir de normas e instituciones burocráticas, en busca de imponer -mediante simples leyes- la idílica justicia social, la lucha contra la corrupción, contra la desigualdad, la discriminación o la pobreza, y otras alucinaciones por el estilo. Todo ese cúmulo de leyes no hace más que estrangular a la sociedad, limitar las libertades, entorpecer el crecimiento, generar informalidad y aumentar más la corrupción.

Entre el despilfarro social del dinero, el ataque a la propiedad y a las empresas privadas, por un lado, sumado a las regulaciones que afectan la dinámica del mercado, la economía de un país en manos de la izquierda tiende a caer en la debacle. El siguiente paso es disimular la crisis atacando a la prensa opositora y maquillando las cifras oficiales. A continuación se levantan los típicos "enemigos del pueblo" a quienes se debe combatir: la oligarquía, los poderes ocultos, los poderes fácticos, los grupos de poder, etc. En este punto toda la paranoía de la izquierda progresista se desata a niveles de crisis aguda.

En suma, un izquierdista es un regalón innato que procura convertir al Estado en una gran beneficencia pública, reduciendo la tarea de gobierno a programas sociales de ayuda directa. Es además un ferviente practicante de la filantropía, pero lo hace con dinero ajeno, público. La pobretología de la izquierda nunca soluciona el problema de la pobreza. No. Jamás. No está pensada para ello porque ningún izquierdista tiene la menor idea de cómo se crea riqueza. Todo lo que sabe es quitarle al que tiene. Por ese camino lo único que siempre se consigue es que nadie tenga nada al final.

Pero a pesar de todas las experiencias desastrosas, las ideas de izquierda siguen teniendo un gran poder de convencimiento. No solo gracias a su discurso barato sino porque apuntan directo a la base emocional y primitiva del cerebro, común a todos los mamíferos. Allí es donde radica el núcleo central del pensamiento de izquierda, puramente emotivo y sensiblero. Exigirle un uso racional de la esfera cortical es demasiado. El izquierdista hace tenaz resistencia de la razón y de la realidad. Prefiere los encantos de sus emociones. Sus pensamientos siguen capturados por sus emociones y su lógica se desprende de la base cerebral primitiva. Todo lo que consigue un intelectual de izquierda es darle forma lógica y teórica a las bajas pasiones con que opera su instinto predador. 

Por todo ello no es nada raro que la izquierda caiga constantemente en paradojas y contradicciones, por lo que se han hecho célebres en el doble discurso, la doble moral, el doble rasero y la hipocresía política. Todo lo definen a su manera y son los campeones del neologismo político conceptual, donde cualquier frase de moda adopta las dimensiones y formas que la izquierda necesita en el momento. Por ejemplo, inclusión social. Hoy por hoy todo tiene el concepto "social" adherido. Así es como se justifica todo. El discurso político empieza a llenarse de palabrería fútil: responsabilidad social, conflicto social, interés social, licencia social, tarifa social, etc. Es cuando hemos llegado al socialismo discursivo que todo lo justifica con la etiqueta "social", como si fuera un conjuro mágico que abre todas las puertas. ¿Quieres regalar algo? ¡Fácil! Inventas una "tarifa social" y ya.

Como se observa, el mundo de la izquierda no tiene nada que ver con el mundo real sino con un mundo de ilusión y fantasía, no se apoya en un conocimiento cabal de la realidad ni en una lógica racional sino en las emociones y sentimientos que emergen dominando los actos y pensamientos que terminan transformados en una "lucha por los ideales". Es por eso que la izquierda suele ser el primer estado mental de una persona en su etapa juvenil. La mayoría de jóvenes abraza el izquierdismo porque considera que la posición correcta es la lucha por el cambio y por los ideales quiméricos. No se puede culpar a los jóvenes por ser de izquierda. Pero llegar a la adultez siendo de izquierda solo revela que mentalmente no se ha madurado un ápice.