domingo, 4 de noviembre de 2012

Lynch se fue con lágrimas


La renuncia del impresentable ex embajador del Perú en Argentina, el rojo caviar Nicolás Lynch, no pudo ser más estrafalaria. En lugar de irse con el rabo entre las piernas y la boca cerrada, ha tenido el desparpajo de enviarle una carta al presidente donde expone sus estrambóticas ideas como afirmar que Ollanta humala es "el presidente de todos los peruanos, incluso de los terroristas". La carta es una triste colección de frases destempladas e infelices que bien podría haberse ahorrado este patético personaje que le abrió las puertas al MOVADEF porque "también son peruanos".

Lamentablemente, como en toda sociedad, hay un sector de peruanos que son escoria social. Incluso en la política tenemos un variado segmento de izquierda compuesto en su mayoría por inmundicia humana que aun simpatiza con el terrorismo. Además hay muchos otros que simpatizan con formas de violencia como las tomas de carreteras, las marchas, los paros, pintas y otras formas vandálicas de intimidar a la sociedad para imponer sus propósitos por la fuerza. Toda esa escoria merece un trato diferenciado por parte de la ley y de quienes representan al Estado. Algo que Lynch pretendió ignorar.

En el colmo del descaro Nicolás Lynch afirma en la carta que le dirige al presidente, que la reacción de los medios ante su tamaña torpeza "se debe a la firmeza con que he llevado adelante las políticas que usted y el señor canciller me encargaron". ¿Le encargaron que recibiera a MOVADEF? Es obvio que este señor sufre de un delirio paranoide, pues solo así se le puede ocurrir que los medios reaccionaron por su excelente desempeño en la embajada. 

Además de descaro Nicolás Lynch agrega cinismo cuando se atreve a afirmar que en los últimos 40 años ha defendido la democracia, como si no hubiera formado parte de esa generación de extraviados en el marxismo durante los 70, integrando diversos grupos extremistas que predicaban la lucha armada, como Vanguardia Revolucionaria, Clase Obrera (donde militaban varios pitucos como Lynch que nunca fueron obreros), PUM, Izquierda Socialista y otras cloacas de la misma pestilencia que no estaban muy lejos de Sendero Luminoso cuando estaban todos juntos en la misma prédica.

Con sibilina candidez este extremista del ayer y hoy buscapuestos del Estado dice sentirse herido porque han dicho que las embajadas no deben ser casa de "todos los peruanos" sino solo de los peruanos decentes que respetan la ley, el orden, la democracia y el Estado de Derecho, valores que la chusma de izquierda no ha tenido jamás. Se queja de que hay intolerancia porque algunos peruanos rechazamos a estos delirantes que ocultan sus simpatías por el extremismo izquierdista, entre ellos por el MOVADEF. Los hechos son los que hablan mejor.

Nicolás Lynch arremete contra los que critican la política del neosocialismo del siglo XXI impuesta por Hugo Chávez y sus satélites. Para variar, el delirante hace la infaltable referencia a "los poderosos y oscuros intereses" que estarían jugando sus cartas para sacarlo de su puesto, en busca de afectar la política de apoyo a la UNASUR y a la "hermana República de Argentina". Y apelando a su carácter histriónico y dramático afirma que nuestra amistad con Argentina está sellada por la historia, con bautizos en las Pampas de la Quinua y en las aguas del Atlántico Sur. Le faltó añadir la última y más reciente traición argentina durante el conflicto con el Ecuador. 

Francamente es conmovedor el esfuerzo que despliega Lynch para convencernos de que UNASUR es lo único que nos salvaría de una muerte segura. Llega a afirmar que UNASUR es la única forma de conseguir un lugar bajo el sol en medio de la crisis. ¿Qué le pasa a este payaso? ¿Acaso no sabe que las naciones que promueven UNASUR son las que están en la mayor crisis? Parece que ni siquiera ha advertido lo que ocurre en Argentina donde la gente ya no puede ni salir de su país por falta de dólares. Lo mejor que podemos hacer es arrojar UNASUR al tacho del olvido. Basta con la OEA.

Al final de su llorona despedida Lynch asegura que se va con sus banderas comunistas en alto, reiterando que es una roja cucaracha de izquierda incapaz de evolucionar pero también de perecer. Ojalá le sigan más renuncias. Todavía quedan muchas alimañas de la misma especie en cargos similares.

2 comentarios:

  1. Jua Jua Jua!

    Una cucaracha roja comunista más que se aleja de la teta del estado, que es para lo único que sirven estas alimañas.

    12 mil dólares mensuales a un embajador "político" que solo sirve para hacerle el juego a los miserables terroristas del MOVADEF.

    Lárgate HDP. La próxima es la mocha.

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  2. Hasta cuándo permitiremos que estos miserables sigan haciendo de las suyas? Malnacidos comunistas a quienes no les parece suficiente toda la desgracia que causaron.

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