jueves, 23 de agosto de 2012

LA PREGUNTA DEL DESTINO

Hace unas décadas atrás, la elite alemana decidió reunirse casi clandestinamente en el Centro Bancario de Frankfurt, era Junio de 1963. El objetivo era definir el futuro estratégico del país ante la globalización económico-política. Había que responder a la pregunta del millón: “la pregunta del destino”. Ellos sabían que era necesaria e imprescindible una visión analítica y planificada del propio desarrollo nacional.

Para despejar la incógnita asistieron y participaron presidentes y vicepresidentes de la Asociación Federal de Empresarios, de la Asociación de Banqueros y del Banco Central; altos ejecutivos y mandamases de las más importantes transnacionales como Mercedes Benz, Hoechst, BAYER, BASF, AEG y la Dresdner Bank.

Inclusive científicos prestaron su sapiencia, entre otros, el que después fuera Premio Nobel de Economía, Jan Tinbergen; el profesor de Princeton, Oskar Mongerstern; el Director del Instituto Max Planck de Física Nuclear, Wolfgang Gentner. Politicos también asistieron, lo mismo líderes sindicales, ministros, ex ministros y altos funcionarios del stablishment nacional y de la superestructura burocrática alemana que posteriormente se conocería como la Unión Europea.

Todo lo arriba descrito lo narro Heinz Dieterich Steffan en un interesante artículo. Eso amigos era nada menos que planeación estratégica de capital con el fin de contrarrestar la vorágine de la globalización que los alemanes ya veían venir.

La nueva derecha como lo concebimos, impulsa una reforma del orden político y reclama su espacio vital en el. La renovación del concepto de país y una modernización en las estructuras sociales lo asumimos como tareas impostergables, porque la nueva derecha es una carta de ciudadanía. La nueva derecha debe avocarse a la tarea de rescatar al Estado de las garras de la izquierda y expectorarla de sus agentes progres. Desparasitar los tres poderes del Estado de esos afiebrados utopicos que no son electos pero cazan puestos públicos, es un deber patriótico.

La nueva derecha tiene militantes, es la derecha popular. Ese sector está compuesta por esforzados connacionales, individuos de todas las ocupaciones y profesiones. Compatriotas para quienes los viejos partidos políticos y sus eternos lideres ya perdieron credibilidad y a quienes no les tienen la mínima confianza. Y es que la derecha popular cree en los valores morales, en el orden, las leyes, el respeto, la meritocracia, las tradiciones, la rentabilidad, la productividad y la competencia. De principios religioso pero también pragmáticos y realistas. La nueva derecha es joven y revitalizadora.

Por lo mismo y a propósito de, es necesaria e imprescindible una visión analítica y planificada del propio desarrollo de una nueva derecha en el país.  La izquierda y sus progres estan blindando sus posiciones en las entidades del Estado y  destruirá lo ya conquistado por nuestros padres. Si hoy las relaciones de producción prevalecientes marchan a buen paso, no asi ciertas formas de administración estatal, recuperemos el Estado antes que sea demasiado tarde o inmanejable del todo.

Quiza nuestra generación tendrá que responder a “la pregunta del destino”:  ¿Seremos capaces de dar el siguiente paso hacia un merecido futuro o caeremos de rodillas  ante la arremetida nociva de la Izquierda y los progres? No respondas, actúa ya!

www.elvisocc.org

   

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